La ministra Arbeleche dijo que los países que contribuyen al cuidado ambiental deben recibir un reconocimiento económico, como la reducción de los costos de financiamiento.
Punta del Este, Maldonado | Todo El Campo | Comenzó ayer la Conferencia Regional para la Transformación Sostenible de la Ganadería en América Latina y el Caribe, importante evento que se realiza en Punta del Este y contó con la presencia del presidente de la República, Luis Lacalle.
En la apertura estuvieron los ministros de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos; de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche; y de Ambiente, Robert Bouvier. En representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para Latinoamérica y el Caribe participó Mario Lubetkin, en tanto que el director general de FAO, Qu Dongyu, envió su mensaje a través de una nota.
El mandatario llamó a contemplar a los pequeños productores y consideró que la sostenibilidad también debe aplicarse a la institucionalidad; además, valoró que el Gobierno nacional construya confianza.
También instó a mantener los instrumentos y con una institucionalidad firme porque los procesos llevan tiempo.
Durante la conferencia, se intercambiarán acciones sobre la transformación de la ganadería hacia sistemas de producción más innovadores, resilientes y eficientes, que reduzcan el impacto ambiental y aumenten la accesibilidad de alimentos sanos en las diferentes cadenas de producción pecuarias.
Todo empezó como un proyecto pequeño, una reunión técnica donde se discutirían metodologías para medir el impacto ambiental de la ganadería. Sin embargo la iniciativa fue creciendo y hoy estamos ante un evento histórico, con la participación de autoridades de la región y el mundo, donde se tratarán temas de políticas públicas, financiamiento, investigación y desarrollo, así como las necesidades del sector privado para un desarrollo sostenible de la ganadería de la región.
El objetivo es generar un espacio de discusión de políticas y estrategias, así como facilitar el intercambio sobre oportunidades de adopción y escalamiento de acciones a través de experiencias que han tenido éxito.
El ministro Fernando Mattos valoró la decisión de la FAO de realizar el evento en Uruguay y resaltó que más del 55% del territorio nacional conserva las pasturas naturales, por lo que la producción continuará siendo sostenible en el futuro.
Indicó, además, que Uruguay, un actor principal en la exportación de productos ganaderos, puede producir alimentos para millones de habitantes de naciones desarrolladas. En ese sentido, debe mantener el apego a las normas, las pasturas, la buena nutrición y la genética, indicó.
PROYECTO DE LEY PARA CONSTITUIR UN FONDO PARA EL CLIMA Y LA NATURALEZA.
La titular de Economía, Azucena Arbeleche, manifestó que el mundo atraviesa un cambio de paradigma, en el que gobiernos y empresas han incorporado el impacto ambiental de sus decisiones y procesos. Al respecto, consideró que esto debe integrarse a la política económica para determinar el crecimiento del país y generar empleo.
En el ámbito internacional, entonces, el mensaje ha sido claro: los países que contribuyen al cuidado ambiental deben recibir un reconocimiento económico, como la reducción de los costos de financiamiento, manifestó. Asimismo, recordó acciones del Gobierno, como la emisión de un bono soberano asociado al cumplimiento de indicadores de sostenibilidad y cambio climático o la vinculación de parte del impuesto específico interno (Imesi) a la contribución en la emisión de dióxido de carbono, lo que significó una preparación para un requisito de la Unión Europea desde 2025.
En otro orden, informó que la cartera que dirige enviará al Parlamento un proyecto de ley para constituir un fondo para el clima y la naturaleza. Cuando Uruguay, por cumplir con los indicadores ambientales, obtenga una reducción de las tasas de financiamiento, los recursos ahorrados serán dirigidos a esa iniciativa, que también podrá nutrirse de Rentas Generales y aportes extranjeros.
Finalmente, resaltó el trabajo conjunto entre el MGAP y el Instituto Nacional de Carnes (INAC) para certificar la carne de exportación como “libre de deforestación” y abogó por que la promoción del desarrollo sostenible implique “más oportunidades de inversión, mejores condiciones comerciales y más puestos de trabajo para nuestros ciudadanos”.
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