Ante representantes políticos y autoridades como el ministro de Trabajo, Pablo Mieres, el presidente del PIT-CNT dijo que hay que “gravar más a la cúspide de la sociedad”.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Al celebrarse el 1°de mayo un nuevo Día Internacional de los Trabajadores, el PIT-CNT realizó un nuevo acto en Av. del Libertador y La Paz, en la ciudad de Montevideo, en el que Marcelo Abdala, presidente de la central sindical, fue el único orador.

El acto fue convocado bajo la consigna “Hacia el triunfo popular: por un país productivo y con justicia social”. Además de referentes del Frente Amplio asistieron el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres y los precandidatos Álvaro Delgado, Andrés Ojeda, Yamandú Orsi y Carolina Cosse.

321Abdala comenzó su oratoria refiriéndose a la recolección de 430.000 firmas para habilitar una consulta sobre la seguridad social -tema sobre el que volvió más adelante- y realizó comentarios de asuntos internacionales como “el genocidio del Estado de Israel, conducido por la extrema derecha en convivencia con el imperialismo norteamericano”, frente al cual “exigimos el alto al fuego inmediato”.

Respecto a Uruguay dijo que en 2019 “alrededor de 450.000 trabajadores ganaban menos de 25.000 pesos, en el año 2023 esa cifra ya estaba con 550.000 trabajadores ganando menos de 25.000 pesos”.

“Es notorio que en estos años se ha deteriorado el poder de compra de los salarios desde el año 2020 hasta el año 2024 en que logramos recuperar salario real, también en función de la propia lucha de los trabajadores”.

Reconoció la recuperación de empleos “inclusive por encima del año 2019”, pero preocupa “la calidad de ese empleo”, “el desempleo juvenil”, como la locación geográfica porque “los problemas de empleo están concentrados al norte del río Negro, en Artigas, en Cerro Largo” con una “informalidad que llega a ser el 50%”.

En Uruguay hay “alrededor de 360.000” que son “50.000 pobres más que en el 2019, de estos 50.000, un 17% son menores de seis años, porque la pobreza se ha infantilizado y se ha hecho cada vez más femenina”.

Señaló que “desde el año 2005 hasta el 2014 hubo un proceso expansivo en los precios internacionales de las materias primas y hubo un proceso de crecimiento basado en estos precios y en la inversión extranjera directa, acompañado de avances sociales y laborales, los consejos de salario, las libertades sindicales, el plan de emergencia, el plan de equidad, distintas políticas de avance en la seguridad social”. Sin embargo, “ese modelo entró en crisis y en meseta desde el 2015 al 2020, ante la caída de los precios internacionales de las materias primas”.

Más adelante planteó algunas propuestas pensando en “la diversificación de la matriz productiva” que vaya hacia un “nuevo modo de acumulación y distribución de la riqueza”.

JORNADA LABORAL A 40 HORAS SEMANALES.

Abdala dijo que es una “bandera interesante” la de reducir la jornada de trabajo, algo que “distintos sectores políticos parlamentarios” han incorporado, lo que “celebramos”.

“Respetuosamente planteamos a todo el sistema político que una ley importante que el movimiento obrero desea” sería la que “lleve la semana laboral a 40 horas semanales”, lo que permitiría una mejora “de la salud, del reparto del trabajo, la salud laboral, los aspectos de género, el disfrute de la vida, el deporte, la recreación, el arte”. Para que el trabajador pueda “disfrutar, aunque sea en parte, de los bienes de la productividad generada por la actual revolución tecnológica”.

MEJORAR LAS JUBILACIONES.

Aseguró que “desde el año 2005 al 2020, se triplicó la jubilación mínima” y que “desde el 2020 al 2025, en función que las jubilaciones ajustan a partir del Índice Medio de Salario, y en el medio hubo un proceso de deterioro del salario real, la jubilación mínima se planchó”.

Segundos después añadió que las AFAPs son “un embudo de succión de recursos que salen de la transpiración de la clase trabajadora, porque abrevan dinero del trabajo, porque han ido acumulando 22.000 millones de dólares, y porque en el año 2023 se les remitió 1.468 millones de dólares al capital financiero, que siempre debió haber sido gestionado por la seguridad social”.

Agregó que se “falta a la verdad” cuando se dice que la reforma impulsada es para “confiscar” el ahorro individual en las AFAPs.

“GRAVAR MÁS A LA CÚSPIDE DE LA SOCIEDAD”.

Cuestionó que se diga que la reforma “llevaría a un 38% de aumento del IVA”. Eso “es un disparate”, entre otras razones porque “hay mucho dinero en este país” y no hay que pensar en el IVA sino en gravar más a la cúspide de la sociedad, a la gran riqueza, al gran capital, para que el desposeído pueda vivir un poco mejor”.

Esa “cúspide de la sociedad” está compuesta por militares de “alta oficialidad”, por productores rurales que “tienen 100.000 hectáreas, son dueños de la tierra, terratenientes, de la soja, el ganado, o la producción forestal”.

Los productores rurales, “¿saben cuánto pagan a la seguridad social promedio, como se calcula por hectárea? 1,9%. Vaya si se puede cambiar esta situación. Del mismo modo, que a pesar de la recomendación de la OIT, de que por lo menos la seguridad social se pague a partes iguales, el trabajador aporta un 15% para la seguridad social y el empleador un 7,5%. Pongamos que no tocamos eso para la pequeña y mediana empresa, pero sí habrá de dónde sacar para sostener que la seguridad social, esto es la vida de la gente, y rumbo a una transformación integral de la seguridad social”.

“PENSAR EN UNA REFORMA TRIBUTARIA DE SEGUNDA GENERACIÓN”.

“¿Por qué no pensar en una reforma tributaria de segunda generación, que grave la renta diferencial y extraordinaria de la tierra, que impulse formas de fiscalidad robótica, si se sustituyen trabajadores en los supermercados por cajas automáticas o hay procesos de automatización, por qué quedarse con una parte de las remesas de las transnacionales al exterior?”, se preguntó.

Foto PIT-CNT.

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