Si se hacen cuentas en base a datos de una de las pantallas, “son US$ 114 más que debe pagar el invernador para poder comprar un ternero, porque está más pesado y los precios son un poco más altos” que en 2023.
Montevideo | Todo El Campo | El Ing. Agr. Esteban Montes del Plan Agropecuario, en su habitual columna en el programa Diario Rural (CX 4 Rural), se refirió a las particularidades de la oferta y la relación entre el criador y el invernador.
En el análisis comparó la situación actual con la que se presentó hace un año.
Dijo que los ganados de invernada muestran ganancias diarias que no son muy altas para lo que podrían llegar a ser, con lugares en los que se registran 200 o 300 gramos. Lo que pasa es que “esta situación de humedad hace que el ganado no pueda echarse tranquilamente, perjudicando el bienestar del animal, que tiene como consecuencia problemas en las ganancias” de peso.
Además “las pasturas están algo aguachentas”, agregó.
Asimismo, “cuando uno mira la oferta de terneros y compara con 2023” se observan cambios significativos: “Este año tenemos que el 63% de los terneros ofertados son de más de 180 kilos, cuando el año pasado eso era un 20%; los terneros de entre 140 y 150 kilos representan el 30% y el año pasado eran el 50%; y menos de 140 kilos, en 2023 fueron el 30% y este año solamente el 6%”.
Si se hacen cuentas en base a datos de una de las pantallas, “son US$ 114 más que debe pagar el invernador para poder comprar un ternero, porque está más pesado y los precios son un poco más altos” que en 2023.
En vacas de invernada, “el año pasado a esta altura esa misma pantalla había ofertado 12.000 animales, este año son 7.300, un 40% menos; y en valor es un 14% más de costo, que se traduce en que el invernador debe pagar unos US$ 80 por vaca”.
“En términos de intercambio, el año pasado, con una vaca gorda de 480 kilos se compraba 1,3/1,6 vacas, y este año compra 1,1/1,2”, explicó.
“Hay un menor precio de la vaca gorda que hoy vale en el entorno de los US$ 770, y el año pasado estaba más cerca de los US$ 900, entonces se juntan las dos cosas: mayor valor de la vaca de invernada y menor valor de la vaca gorda”, explicó.
Si observamos la cantidad de vacas preñadas ofertadas este año, vemos que “en 2023 a esta altura se iban ofertando 2.800 vacas, este año ya son 12.400”.
Montes agregó que “el valor de una vaca preñada es casi similar al de una vaca gorda” con una relación uno a uno de la vaca gorda con la preñada. “La oferta de preñadas es cuatro veces más que en el año pasado y el valor es casi similar a la vaca gorda”, lo que “da un ingreso similar”.
En piezas de cría, el año pasado se ofertaron 6.900 animales, este año son 7.600 por lo que se está más o menos igual, y “de vuelta tenemos una relación de reposición inferior respecto a la vaca de invernada, de un 27% menos de piezas de cría que se pueden comprar con la venta de una vaca gorda”. En 2023 “se podían comprar hasta 2,4 piezas de cría y este año 1,6/1,7 piezas de cría”.
El invernador mira toda esta situación “bastante desfavorable, pero en cierto modo las invernadas no están con las ganancias que deberían, lo que ayuda un poco porque aplaca la ansiedad del invernador y permite esperar para vender un poco más adelante, esperando que la relación se acomode”.
CONCLUSIÓN: “HAY QUE AFINAR MUCHO LAS CUENTAS”.
El invernador está comprando un ternero más caro -por un mayor valor por kilo y un mayor peso- y vendiendo el novillo más barato. Por eso hay que afinar mucho las cuentas y en la relación de reposición hay que tener cuidado, resumió Montes, y concluyó: “Esta realidad debería ser más normal, y que haya 3 millones de faena, y ahí lo que tiene que pasar es que la vaca preñada valga mucho más que una gorda”.
AUDIO COMPLETO.
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