El criador argentino está tratando de retener el mayor tiempo posible sus teneros a fin de incorporar más kilos a esa invernada en un contexto en el que los campos lo permiten.
Rosario, Santas Fe, Argentina | Rosgan | Todo El Campo | Los datos provistos por el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de Argentina) muestran para los primeros cuatro meses del año una salida de terneros y terneras de los campos de cría cercana a los 3,4 millones de cabezas. Esta cifra, medida sobre el stock inicial informado para esta categoría al 31 de diciembre del año pasado, marca uno de los comienzos de zafra más lentos de los últimos años, con apenas un 23% de los terneros fuera logrados durante el ciclo precedente fuera de los campos.
Un año atrás, en un contexto muy diferente desde lo climático, la salida de terneros/as superaba a esta fecha los 4,2 millones de animales, es decir casi un 24% más que lo reportado este año y 28% de los más de 15 millones de terneros y terneras reportados como “stock inicial” para ese ciclo.
Si analizamos esta misma estadística desde el año 2018, vemos que el único año en el que se repite un porcentaje similarmente bajo es el 2020, año signado por el comienzo de la llamada “cuarentena” que impuso inicialmente fuertes restricciones a la circulación con mínimas excepciones. Sin embargo, pasados los primeros meses, sumado a la flexibilización de las restricciones para ciertas actividades, el sector ganadero pudo adaptarse muy rápidamente de la mano de un nuevo sistema de comercialización no presencial que permitió continuar con un ritmo de zafra totalmente normalizado para el resto del año.
A diferencia de aquel entonces, lo que estamos viendo hasta el momento no es más que lo esperado. Un criador tratando de retener el mayor tiempo posible sus teneros a fin de incorporar más kilos a esa invernada en un contexto en el que los campos lo permiten y en muchos casos incluso volviendo a sistemas de engorde o terminación a grano dentro de los mismos establecimientos de origen. Esto es lo que determina este inicio de zafra relativamente lento.
Sin embargo, de lo que ha salido hasta el momento, vemos una puja muy fuerte por parte de los feedlots que, a diferencia del año pasado, tienen nuevamente la competencia del invernador pastoril al momento de buscar la reposición.
En lo que va del año, de los 3,4 millones de terneros y terneras que salieron de los campos para continuar en sistema de cría o invernada, el 22,4% (759.000) ingresó a establecimientos de engorde a corral, apenas 1 punto más que el porcentaje registrado en año pasado donde el feedlot se posicionaba prácticamente como la única alternativa viable para la recría y engorde de esa hacienda.
Actualmente la relación entre el valor de novillito terminado y el precio del grano permite comprar 1 tonelada de maíz con el equivalente a menos de 80 kilos de gordo, relación que incentiva la participación del feedlot en momentos en los que los campos también se encuentran con capacidad de recibir esa hacienda.
Los datos informados al 1° de mayo, muestran en los corrales un total de 1,75 millones de cabezas, 2% más que lo reportado el mes previo, los cuales cerca de 700.000 son terneros/as.
En relación al stock informado el mes pasado, se observa una caída del 4% en novillitos y del 6% en vaquillonas contra un incremento del 9% en terneros y del 13% en terneras.
Gráficos: Rosgan | Foto de portada: INTA.
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