El MGAP comenzará a trabajar el recurso a través de las Dirección General de la Granja y Dirección General Forestal.

Montevideo | Todo El Campo | El director general Forestal, Carlos Faroppa expuso en San Pablo, Brasil en la «Primera Conferencia Internacional sobre el desarrollo del Bambú en los Países del Sur», sobre la estrategia (SENDA) que prevé desarrollar Uruguay para la producción de este recurso.

También participó el director general de la Granja, Nicolás Chiesa, dado que el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca comenzará a trabajar el recurso a través de las Dirección General de la Granja y Dirección General Forestal.

El fin es nuclear ambas visiones y de esta manera involucrar a la producción familiar y al sector forestal así como también a los empresarios del sector junto con la academia, para realizar los controles y evaluaciones pertinentes ante una especie exótica.

A pesar de su uso tradicional en artesanía, agricultura y construcción rural, en los últimos años países como Brasil, Argentina, Chile, Bolivia y Uruguay han mostrado un creciente interés en desarrollar políticas y promover el uso del bambú como recurso sostenible en la región. En este contexto, se realiza esta primera conferencia, con el objetivo de intercambiar experiencias, mejores prácticas y conocer los avances en el desarrollo del bambú para brindar orientación y la creación de una hoja de ruta para su crecimiento en los países suramericanos.

Existen 1.642 especies de bambú en más de 50 millones de hectáreas plantadas en el mundo. La mayor parte del bambú se consume localmente y no está conectado a los mercados internacionales. Las exportaciones mundiales de bambú se estiman en 3.600 millones de dólares, siendo Asia el mayor exportador, en particular China (71%). La UE, EE.UU., Canadá y México son los mayores importadores.

Faroppa repasó el contexto actual del bambú en Uruguay y el plan de trabajo para desarrollarlo en la producción familiar dado los beneficios de este cultivo. «Nos importan mucho las mesas público/privada y generar cierta gobernanza donde participen los interesados»

Uruguay ve una muy buena oportunidad para integrar al bambú dentro de su estrategia productiva tanto en sistemas de carne, construcción en madera, captura de carbono etc. «Lo primero que tenemos que hacer es extensión y, por eso, lo vamos a hacer entre dos direcciones del MGAP. Yo tengo una visión Forestal y Nicolás Chiesa tiene una visión de los pequeños productores». (MGAP).

“Aunque se desconoce la cantidad de hectáreas que hay del recurso en Uruguay, se sabe que las nativas están concentradas en zonas puntuales, pero que las naturalizadas están en todos los departamentos, sobre todo en zonas suburbanas asociadas a las quintas y predios familiares. Las especies naturalizadas son aquellas que fueron introducidas al país y ahora se han adaptado con mucho éxito, como las tacuaras”.

EL ACERO VEGETAL.

El bambú tiene una de las tasas de crecimiento más altas del mundo: fija los suelos, previene la erosión y aumenta la fijación de hasta 4 veces más de dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera que otros árboles, con la capacidad de filtrar agua contaminada. Es conocido como “acero vegetal” por su resistencia a la torsión y compresión, única entre las maderas, gran durabilidad, alto poder calorífico y alta energía por unidad de peso. Todas estas cualidades le dan infinitos usos.

Dentro de los objetivos de desarrollo sostenible que se identifican con el bambú está la contribución con el fin de la pobreza, produce energía asequible y no contaminante y genera comunidades y ciudades sostenibles, producción y consumo responsable y contribuye en acciones por el clima.

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