Los influencer crecen y cada vez adquieren más peso como formadores de opinión en diversos asuntos y temas. Importantes marcas han puesto la mira en ellos, por lo que cabe estar atentos para evitar publicidad engañosa.

Montevideo | Todo El Campo | El 22 de noviembre Todo El Campo publicó un artículo titulado “Influencers cobran por promocionar alimentos que hacen mal”*, en el cual se citaba un informe de la revista Cambio 16 que advertía sobre “nutricionistas populares” estadounidenses y canadienses con millones de seguidores en redes sociales habían “recibido pagos por publicar videos invitando al consumo de refrescos y alimento” supuestamente sanos pero cuestionados por “especialistas por sus posibles daños en la salud de los consumidores”.

Además, los influencers estaban vinculados a la salud (eran nutricionistas) y no advertían a sus seguidores que habían cobrado por recomendar esos alimentos y bebidas, por lo que ya no era una opinión sincera, sino el resultado de un contrato de publicidad. Esa práctica engañosa encendió las alarmas.

El fenómeno de la publicidad paga y engañosa para los seguidores de estos nuevos canales de comunicación que son las redes sociales también se detectó en España. En 2020, la influencer Paulina Eriksson, con miles de seguidores en Instagram, fue denunciada por hacer publicidad de un producto a cambio de dinero, sin aclarar que recibió un pago. Pero no es el único, aunque Eriksson saltó a los medios porque fue la primera en recibir una advertencia por esas conductas indebidas.

Hace dos años la consultora Media Kix estimó que el negocio de los influencers llega a los 15.000 millones de euros en todo el mundo, y otro estudio de Infoadex2020 calculó que en España el marketing de los influencers creció 67%, solo en 2021 (datos publicados por La Vanguardia).

Otros informes indican que los influencers son seguidos por adolescentes y jóvenes, pero últimamente ha crecido la edad del público que les presta atención y confía en sus consejos o comentarios porque los cree de ayuda para tomar algunas decisiones. Pero si el mensaje está dado porque detrás hay un pago por publicidad, deja de ser transparente y sincero, ya que pasa a primar el contrato y lo que debe decir por determinado producto a cambio del pago.

ESPAÑA AVANZA EN EL CONTROL DE INFLUENCERS.

Ante esa nueva situación, el Ministerio de Consumo de España anunció que va a investigar las “publicaciones de los influencers y creadores de contenido para determinar si cumplen con la legislación de la Unión Europea (UE) sobre prácticas comerciales desleales y evitar así la publicidad engañosa”.

Para hacerlo, la Comisión Europea (CE) y las autoridades españolas de la red de Cooperación para la Protección del Consumidor (CPC) de la Dirección General de Consumo “realizarán un barrido online y examinarán las publicaciones de influencers y creadores de contenido para comprobar si cumplen con las obligaciones legales fijadas en las directivas europeas relativas a las prácticas comerciales desleales y al comercio electrónico”, se señala en un comunicado al que accedió Todo El Campo.

Se busca que el comercio online “sea igual de seguro y ofrezca las mismas garantías a las personas consumidoras que el offline, ya que la legalidad de la publicidad en redes sociales es una de las prioridades comunes de las autoridades europeas en materia de protección al consumidor”.

Asimismo, la CE lanzó Influencer Legal Hub (o Centro Legal de Influencers)**, “un espacio que proporciona información clave sobre la legislación europea en el ámbito de la protección al consumidor”.

*Artículo Influencers cobran por promocionar alimentos que hacen mal de Todo El Campo.

**Sitio de la CE Influencer Legal Hug o Centro Legal de Influencers (europa.eu).

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