Ya se está probando en algunas de las empresas más importantes del mundo. El robot Avisense circula por los corrales moviendo a las aves y recabando información.

Buenos Aires, Argentina | Todo El Campo | Avisense es un pequeño robot creado para trabajar en establecimientos avícolas y de hecho ya lo está haciendo en algunas granjas de relevancia global. El pequeño aparato -que podríamos definir como personaje- recorre los corrales moviendo las aves y mejorando su bienestar.

Lucas Jagodnik, uno de sus creadores, contó al diario argentino Clarín cómo surgió la idea

Todo comenzó con un comentario de un veterinario: “Hace dos años se nos acercó un veterinario y nos contó de la producción intensiva de carne de pollo, nos contó que los corrales han evolucionado en cuanto a lo que es ambiente pero que hace cien años se produce de la misma forma en materia de mano de obra. Es muy intensiva en recorrer los corrales, mover los animales, mejorar la cama, y todo en un ambiente poco agradable. Entonces decidimos que ahí había una oportunidad para desarrollar robótica, nos pusimos a diseñar, hicimos más de 30 diseños, con mucha prueba y error, y hoy ya tenemos un prototipo”.

Jagodnik y sus compañeros son cordobeses y Avisense fue fabricado en la provincia de Córdoba. Los tres tenían, hasta hace poco, una empresa de demoliciones y lograron crear exitosamente un robot dedicado a la tarea del trabajo con aves. “Nos quedamos con la idea de que en nuestro país se pueden crear cosas poderosas, que el talento sobra y lo que falta a veces es la transversalidad”, agregó.

A partir de ahí hicieron una startup dedicada a detectar oportunidades y crear soluciones con dispositivos robóticos, naciendo Apelie Robotics.

El equipo de Apelie Robotic entendió que en Argentina la falta de mano de obra para la actividad avícola no es un problema, pero que en países como Estados Unidos la realidad es muy diferente.

En Estados Unidos se dan las condiciones para desarrollar un producto como Avisense: los trabajadores avícolas son mayores de 60 años, las empresas tienen dificultades para encontrar mano de obra, y la bioseguridad juega un rol importante. A eso se agregan problemas sanitarios como la gripe aviar, por lo que “es mejor que no haya tantos humanos participando en los corrales”.

LO QUE HACE AVISENSE.

El robot se traslada entre las aves y eso genera un gran desplazamiento que genera bienestar animal y por ende mejor calidad de carne. Además se generan vacíos en la cama que permiten que los ventiladores aireen la cama.

Ahora investigadores del Conicet analizan los beneficios de esta tecnología, y los resultados vienen siendo positivos: claras mejoras en la tasa de conversión, en la ganancia de peso y en la tasa de mortalidad.

También se han realizado pruebas piloto en empresas grandes de Atlanta y Texas.

El crecimiento continuará ya que se platea la posibilidad de que el robot se transforme en una plataforma a la que se le puedan sumar otras empresas que lo utilicen como medio de navegación, que se convierta en un experto criador simulando la visión de un criador, en el paradigma de la avicultura de precisión.

“Eso quiere decir que reconozca el comportamiento de las aves, generar predicción de peso, predicción de enfermedades, análisis de las heces. La parte sensorética se puede seguir desarrollando con nuevos sensores que midan los gases en el aire, y hacer mapeos de temperatura y humedad, para saber dónde hay problemas en cada corral. Podemos unir datos recopilados, procesamiento con inteligencia artificial y robots que apliquen acciones. Hoy hay galpones muy tecnificados pero sigue habiendo tareas manuales que buscamos satisfacer con robots”, explicó.

En base a artículo de Lucas Villamil, editor de Rurales de Clarín. Sus artículos se pueden leer aquí: Lucas Villamil – clarin.com

Foto Clarin.

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