“Se puede brindar bienestar animal sólo cambiando cuestiones muy simples de manejo que no requieren inversión”.

Buenos Aires, Argentina | Todo El Campo | El jueves 24 y viernes 25 de agosto se realizó en la provincia de Córdoba, una nueva edición de Fericerdo, actividad que se enfoca en el sector porcinos.

El mega evento argentino que tiene al sector porcino como centro, volvió luego de 4 años, cumpliendo 25 desde su primera vez y para concretar la edición 14ª. El lugar de realización fue la Estación Experimental Agropecuaria del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Marcos Juárez (al sudeste de la provincia de Córdoba), y con 30 charlas técnicas y 100 stand convocó productores, técnicos, profesionales de diversas ramas, estudiantes y empresas proveedoras de bienes y servicios para la especie.

Previo al inicio de Fericerdo 2023, INTA destacó la importancia de capacitarse y aprender sobre el comportamiento de los porcinos para generar el ambiente y el manejo apropiado. Con ese fin, publicó consideraciones sencillas de manejo, las que son de baja inversión y contribuyen al bienestar animal, aspecto que, en general, repercute de manera positiva en los rendimientos.

INTA considera que hacer foco en el conocimiento de los animales es “clave para una producción eficiente y sustentable”, así lo explica en un artículo difundido por el Instituto, cuya autora es la periodista Laura Pérez Casar*.

El siguiente es el artículo de Pérez César publicado en INTA Informa (con algunas modificaciones para Todo El Campo), fue escrito previo a la realización de Fericerdo pero mantiene vigencia, y aunque refiere exclusivamente a los porcinas, los principios que allí se establecen valen para todas las especies.

CONOCER A LOS ANIMALES, CLAVE PARA UNA PRODUCCIÓN EFICIENTE Y SUSTENTABLE

Laura Pérez Casar (*) | INTA Informar | Sano, cómodo, bien alimentado y seguro. Con posibilidades para expresar formas innatas de comportamiento y sin padecimientos de dolor, miedo o desasosiego. Así entiende al bienestar animal la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA). Desde el INTA destacan la importancia de capacitarse y aprender sobre el comportamiento porcino para generar ambientes y manejos productivos que consideren el bienestar animal. El aporte del organismo en el proyecto ImpaCT.AR (**) será una de las temáticas que se compartirán en Fericerdo, el 24 y 25 de agosto en el INTA Marcos Juárez, Córdoba.

“Se puede brindar bienestar animal sólo cambiando cuestiones muy simples de manejo que no requieren inversión”, aseguró Mariano Lattanzi -especialista en producción porcina en el INTA Marcos Juárez, Córdoba-.

En esta línea, explicó que “para entender a un animal es fundamental conocer cuál es su comportamiento natural y generar el ambiente y el manejo apropiado para que pueda expresarse. Darle esa posibilidad ya es buen indicador de bienestar animal”.

HOZAR – Un comportamiento muy fuerte que los porcinos necesitan expresar es el hozar. Se trata de una necesidad innata de frotar con el hocico para escarbar la tierra, o bien para desenterrar el alimento del suelo o por simple curiosidad. “El poder expresar ese comportamiento les da bienestar”, explicó Lattanzi, al tiempo que reconoció que “los pisos de los criaderos son de cemento, por lo que se requiere implementar algunas prácticas para mitigar esa necesidad”.

NIDO vegetal – Otro comportamiento instintivo a considerar es que las cerdas, antes de parir, necesitan hacer un nido con recursos vegetales para proteger a sus crías. “Este aspecto tampoco es viable en algunos sistemas productivos”, indicó Lattanzi, quien indicó: “Limitar sus comportamientos tiene un impacto negativo en el bienestar animal, aunque, muchas veces no afecta la productividad”.

De todos modos, según detalló, “el bienestar animal no es cualitativo sino es una condición continua que puede mejorarse constantemente y cuando se hacen mejoras en línea con las buenas prácticas ganaderas, en general, también hay un impacto positivo en la rentabilidad”.

PREFAENA – En línea con las mejoras, hizo hincapié en todos los eslabones de la cadena productiva: “el bienestar animal debe estar presente en la granja, en los criaderos, durante el traslado y en el frigorífico”. Es que, según explicó Lattanzi, hay que poner especial atención en las últimas 24 horas de vida porque “el cerdo es muy sensible al estrés prefaena que tiene un impacto muy grande en la calidad de la carne”.

Por esto, subrayó la necesidad de la capacitación y formación de todas las personas que están en contacto directo con los animales y son responsables de su bienestar animal, desde el granjero hasta el chofer del camión de transporte.

“Es importante tener en cuenta aspectos y conceptos de sensibilización directamente vinculados con el bienestar animal”, subrayó, al tiempo que se refirió a los recientes estudios que señalan que los animales, no sólo tienen conductas que hacen referencia al instinto y cognición, sino a que tienen estados afectivos positivos y negativos que son capaces de demostrar de diversas maneras. Conocerlos, entenderlos y producir en línea con estos comportamientos naturales, mejora el bienestar animal y la productividad de los sistemas.

“Desde hace algunos años, hay un cuestionamiento de una parte de la sociedad muy marcado en línea con el bienestar animal que avanza junto con proyectos de resoluciones que buscan regular los requerimientos mínimos para los criaderos que, a corto o mediano plazo, se implementarán”, reconoció el especialista. Además, aseguró que los productores son conscientes de este contexto y buscan anticiparse de la mano de la capacitación para mejorar sus producciones. Para acompañar este proceso de mejora está el INTA.

CUANTIFICAR EL BIENESTAR ANIMAL, UN DESAFÍO

Hace más de 20 años, Europa produce con protocolos que consideran una serie de indicadores medibles en los criaderos. Son muy completos y complejos, pero difíciles de aplicar. A partir de esta experiencia, Argentina busca identificar, de manera consensuada con los productores, cuáles de los indicadores mundialmente aceptados son los más relevantes en los sistemas productivos porcinos en Córdoba.

Esto surgió a partir del Desafío 61 de la Secretaría de Ganadería del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Córdoba que manifestó: “Faltan datos y/o mediciones sobre bienestar animal en el sistema de producción porcina provincial, lo cual no contribuye al contexto de promoción de políticas públicas y/o incorporación en la práctica de manejo”.

Para resolver esto, se diseñó el proyecto ImpaCT.AR de Bienestar Animal en el que trabaja un equipo de investigación interdisciplinario e interinstitucional liderado por Juan Busso del IIBYT (Conicet/UNC) con participantes del INTA, del Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos (ICTA), de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) , Universidad Tecnológica Nacional (UTN), la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires (UBA), la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y University of Veterinary Medicine de Viena (Austria).

Este desafío plantea cuantificar el bienestar animal en los diferentes sistemas de producción porcina en Córdoba, con potencial de aplicación en el resto de Argentina. La selección de indicadores en el territorio permitirá considerar la utilidad de indicadores internacionales o rectificarlos para mejorar su aplicabilidad y fomentar la innovación en la tecnificación ganadera.

Así, se facilitará la elaboración de políticas públicas más específicas a través de guías, manuales, reglamentos o leyes orientadas a incrementar el bienestar animal y el valor agregado de la producción porcina.

(*) Laura Pérez Casar, autora de la nota original en INTA Informa, se puede seguir en su cuenta (ex Twitter) @LauraPerezCasar

(**) ImpaCT.AR: El programa ImpaCT.AR tiene el propósito de promover proyectos de investigación y desarrollo destinados a brindar apoyo a organismos públicos ─en todos sus niveles─ en la búsqueda de soluciones a desafíos de interés público, que requieran del conocimiento científico o el desarrollo tecnológico para alcanzar su resolución, y así un efecto positivo en la sociedad. Esta iniciativa se propone fortalecer el impacto de la ciencia, la tecnología y la innovación en la construcción y aplicación de políticas públicas.

El programa «ImpaCT.AR Ciencia y Tecnología” es una convocatoria orientada a la promoción de iniciativas conjuntas entre instituciones científico-tecnológicas y organismos públicos como ministerios nacionales, empresas públicas, gobiernos provinciales, gobiernos municipales, entre otros.

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