El personal del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), sacrificó en las últimas horas unas 13 mil gallinas ponedoras de la granja donde se detectó Influenza Aviar Altamente patógena en la localidad de Racedo, el primer caso registrado en la provincia de Entre Ríos. Como en esa zona se concentra mucho la actividad, el organismo también puso bajo vigilancia sanitaria un total de 60 establecimientos avícolas, dedicados tanto a la producción de carne como de huevos.

La confirmación sobre el sacrificio sanitario en ese predio productivo la obtuvo el sitio entrerriano Campo en Acción del supervisor de Senasa en la zona de Paraná, Cristian Gómez. En declaraciones a LT 14 Radio Nacional General Urquiza, el funcionario explicó la tarea desplegada para evitar una propagación de la gripe aviar H5 a partir de este primer foco en medio de la principal zona productiva de pollos y huevos de la Argentina. Solo en el caso de pollos parrilleros, en el país existen unas 2.753 granjas y el 63% de las mismas se encuentran en Entre Ríos.

Según el funcionario de Senasa en la zona oeste de esa provincia, alrededor de la granja afectada en Racedo, una localidad ubicada entre Crespo y Paraná, existe un total de 60 granjas que producen carne y huevos, “razón por la cual los especialistas actúan con premura y la mayor precisión posible”. En el área actúa un equipo de seis profesionales del servicio sanitario nacional, que fueron socorridos para efectuar el sacrificio de las 13 mil gallinas por “11 baqueanos contratados en Crespo”.

“Procederemos a la limpieza del guano de la granja”, dijo Gómez a Campo en Acción, antes de explicar que deberán pasar 14 días para hacer el primer control, a partir de ahí contarán otras dos semanas para que la explotación pueda volver a producir. Claro que en ese período no deben aparecer nuevos sucesos. Tales plazos son los identificados como días de incubación. El día 14 colocarán aves centinelas, sanas, para monitorear la presencia de la enfermedad.

“Gómez sumó que, mientras las cosas se mantengan como hasta ahora, las granjas e industrias vecinas seguirán funcionando normalmente, pero bajo controles específicos ante cada salida de producción y fijando hojas de rutas que eviten el tránsito cercano a la granja afectada. El área de influencia es de 10 kilómetros”, indicaron los colegas entrerrianos.

“La idea es que no se tire ni un maple de huevos, la comercialización se puede hacer respetando el protocolo que es de análisis previo de muestras”, dijo Gómez luego de aportar que el único decomiso, hasta ahora, fue de un centenar de maples de huevos del establecimiento afectado.

También dijo que el motivo de la aparición de gripe aviar en esa granja es motivo de investigación. “Estamos atentos a la aparición de IA, hay en diversos lugares del país y Entre Ríos venía superando sin brotes, hasta el 18 de mayo en que se recibe la sospecha. Ese mismo día se toman muestras y al día siguiente se confirma el positivo”, aportó.

La granja es de ponedoras, -tres galones, dos de recría y uno de producción-, dentro de una zona densamente poblada de aves; de ahí la delicadeza de la coyuntura. En el primer círculo sanitario, de 3 kilómetros, hay solamente dos granjas; pero al expandirse a 10 kilómetros se cuentan unas 60.

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