Exante analiza la situación de los países en la región: “Las perspectivas de crecimiento para 2023 lucen bastante más moderadas” (gráfico).

Montevideo | Todo El Campo | La consultora Exante publicó ayer un largo y claro hilo en su cuenta de Twitter en el que analiza la situación de los países de la región y socios directos en el Mercosur (Argentina, Brasil y Paraguay) con el hashtag #FocoEnLaRegión, y comienza expresando que Uruguay “depende cada vez menos del entorno regional, pero no es ajena a él”.

Partiendo de esa base señala que en 2022 “América Latina mostró un crecimiento mayor a lo esperado a comienzos de ese año”; pero como en otras partes del mundo “nuestra región convive con niveles altos de inflación, que han redundado en políticas monetarias más restrictivas y caídas en el poder adquisitivo de la población”.

“En ese marco y sin el impulso del alza de precios de los commodities de 2022, las perspectivas de crecimiento para 2023 lucen bastante más moderadas”, observa Exante.

BRASIL: LA ECONOMÍA PIERDE FUERZA.

La economía de Brasil “ya perdió fuerza al cierre del año pasado” a pesar de haber tenido un “buen desempeño exportador”; y los pronósticos sobre el PIB dicen que la actividad de ese país “operaría solo 2% mayores a los previos a la recesión que atravesó el país en 2014-2016”.

“La dinámica de las cuentas públicas sigue siendo una fuente de preocupación en Brasil”; y recientemente el gobierno de Luiz I Lula da Silva presentó un proyecto sobre “un nuevo marco fiscal, que sustituirá al actual tope de gasto”, el cual “era esperado con expectativa por los mercados”.

A través de ese proyecto se “combina una meta de resultado primario con una regla de gasto más flexible y mecanismos de ajuste en caso de incumplimiento”. Así se procura “un resultado primario equilibrado en 2024 y superávits en los años siguientes. El marco no topea el ratio deuda/PIB”, aclara.

Por otra parte, “el riesgo país de Brasil retornó al eje de los niveles prepandemia”; y “pese a la incertidumbre fiscal, los flujos de IED (Inversión Extranjera Directa) están próximos a 3% del PIB”.

Brasil fue de los países que subió de forma más temprana y agresiva la tasa de interés, contribuyendo a una caída fuerte de la inflación en 2022. Sin embargo, en los últimos meses la inflación se tornó más resistente y las expectativas se vienen ajustando al alza”.

En cuanto al dólar, Exante dice que el país vecino “ha operado con mucha volatilidad en los últimos años” y que “pese a cierta corrección reciente de los precios en dólares, la moneda brasileña sigue muy barata en una perspectiva histórica” (tipo de cambio alto).

“ARGENTINA NO ACUMULÓ CRECIMIENTO EN LA ÚLTIMA DÉCADA”.

Sobre Argentina, Exante señala que “creció más de lo previsto en la primera mitad de 2022. Sin embargo, e incluso con un impulso importante en las exportaciones, se contrajo significativamente en el último tramo del año pasado”.

En ese país, “la fuerte afectación del sector agropecuario por la sequía y la caída sostenida que vienen mostrando los salarios reales desde hace años -y que continuará también en 2023- suponen que Argentina no mostraría crecimiento este año”, advierte y subraya: “Argentina prácticamente no acumuló crecimiento en la última década”.

A su vez, el “riesgo país arriba de los 2.000 puntos refleja que Argentina no tiene real acceso a financiamiento externo. Eso hace que el déficit fiscal no sea sostenible incluso cuando no es particularmente alto en una comparación con otros países”.

Otro punto de análisis es el gasto público, que bajó en 2020, pero “permanece muy por encima de los niveles de décadas previas (incluso de los picos cíclicos de los 80s y 90s)”.

El canje de deuda del Gobierno recientemente implementado “no soluciona el problema fiscal pero despejó vencimientos de corto plazo”.

La inflación galopante, de tres dígitos, tiene entre sus causas “la alta emisión” que busca “atender el financiamiento del déficit fiscal y las expectativas devaluatorias” del país.

PARAGUAY: LAS PERSPECTIVAS PARA 2023 SON DE CRECIMIENTO DE 4,5%.

Paraguay, el otro socio del Mercosur, tendrá elecciones en las próximas semanas, con “el oficialismo que se encamina a retener el Gobierno para el próximo período”.

“En contraste con Argentina y Brasil, Paraguay comenzó el 2022 con su economía en recesión por la fuerte sequía”, pero sobre el cierre presentó “un mayor dinamismo”, con “perspectivas para 2023 de un crecimiento en el eje de 4,5%”.

Con la pandemia el país guaraní tuvo un incremento del déficit fiscal, pero superada la situación sanitaria y ya en normalidad, “Paraguay viene ajustando sus cuentas públicas y se aguarda que el año próximo vuelva a cumplir con el tope original de la Ley de Responsabilidad Fiscal”.

Luego del aumento del déficit fiscal en pandemia, se están “ajustando las cuentas públicas y se aguarda que el año próximo Paraguay vuelva a cumplir con el tope original de la Ley de Responsabilidad Fiscal”.

Paralelamente, “la inflación viene cediendo” y los agentes esperan que continúe bajando hacia el rango meta. El Banco Central debería, al igual que en Brasil, lograr encontrar espacios para flexibilizar la política monetaria este año.”

El dólar en Paraguay ha caído en el inicio de 2023, pero no lo había hecho el año pasado. Por eso, es de los únicos países de la región (dejando de lado los casos particulares de Argentina y Colombia) en donde se observa un dólar más alto que a fines de 2021”.

URUGUAY.

En ese escenario, “Uruguay destaca como el país que acumula la mayor apreciación nominal de su moneda. Nuestro tipo de cambio real bilateral con todos los países de la región se encuentra muy por debajo de los parámetros de las últimas décadas”.

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