Crea Argentina: El desastre productivo también incidirá en la actividad de los numerosos proveedores de bienes y servicios agrícolas, en las comunidades regionales de base agropecuaria y en las industrias dependientes del sector agroindustrial.

Buenos Aires, Argentina | Todo El Campo | Debido a las adversidades climáticas, las empresas agrícolas argentinas afrontarán este año un panorama complejo en términos económicos y financieros, señaló un informe del Área de Economía de CREA Argentina.

Según la institución, los daños relevados en cereales -con las cosechas ya concluidas de trigo y cebada- suman, si se considera el valor FOB promedio presente en la primera quincena del mes de enero, US$ 3.300 millones.

En el caso del maíz y la soja, las pérdidas brutas proyectadas, con los precios promedio esperados durante las cosechas de ambos cultivos, representan hasta el momento más de US$ 9.300 millones. En tanto, el girasol, cultivo que suele registrar un comportamiento más resiliente en situaciones de sequía, sería el menos afectado en la actual coyuntura climática.

Por su parte, las pérdidas productivas estimadas para maíz tardío y soja de segunda serían menores a las de los cultivos de siembras tempranas, aunque tales pronósticos están sujetos a la evolución del régimen de precipitaciones en las próximas semanas.

Mientras tanto, el precio de indiferencia de la soja en buena parte del centro del país supera con creces los valores futuros de la oleaginosa 2022/23, lo que implica que, en caso de no haber un ajuste alcista de precios luego de la cosecha, se registrarían quebrantos generalizados en las regiones afectadas.

En el caso del maíz, el precio de indiferencia es superior en litoral norte, litoral sur y norte de Santa Fe, mientras que en el resto de las regiones se mantiene por debajo. De todas maneras, vale tener en cuenta que hasta el momento el cálculo proyecta rendimientos aceptables de maíz tardío en muchas regiones, algo que aún está por verse en función de la evolución del incierto escenario climático.

Más allá de los ajustes que puedan experimentar en lo sucesivo tales proyecciones, es evidente que la mayor parte de las empresas agrícolas argentinas tendrá que afrontar este año un panorama complejo en términos económicos y financieros. Adicionalmente, el desastre productivo también incidirá en la actividad de los numerosos proveedores de bienes y servicios agrícolas, en las comunidades regionales de base agropecuaria y en las industrias dependientes de las divisas generadas por el sector agroindustrial.

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