Rio Grande do Sul/TodoElCampo-Encuesta de NESPro/UFRGS, indica que de cada 10 filetes consumidos por los gauchos, 3,6 no son de ganado rio grande del sur.

Una especie de patrimonio cultural inmaterial de Rio Grande do Sul, la barbacoa se está convirtiendo en un plato cada vez con menos sabor gauchesco. Entre 2020 y 2022, la participación de carne de otras regiones brasileñas, como el Norte y el Medio Oeste, aumentó del 28% al 36% en la cantidad total de proteína de res consumida en el Estado. Los datos provienen de una encuesta del Núcleo de Estudios en Sistemas de Producción y Cadena Productiva de Ganado Vacuno (NESPro) de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (Ufrgs). La estimación considera no solo los cortes de carne envasada comprados por los minoristas locales en otros estados, sino también las canales de ganado vacuno vivo y bovino traídas de estas regiones para el sacrificio y deshuesado en los mataderos de Rio Grande do Sul. “Significa que, hoy, de cada 10 filetes que come el gaucho, 3.6 vienen de otros estados”, resume el profesor Julio Barcellos, coordinador de NESPro.
Según el especialista, el aumento de la dependencia de la proteína vacuna producida fuera del estado se debe a los mayores niveles de productividad alcanzados por la ganadería de otras regiones, lo que compensa los costos de los mataderos y expendedores con fletes para la compra de la carne. “En estos otros estados, hay más animales por unidad de área, granjas más grandes y logran obtener ganancias, incluso vendiendo a un precio más bajo. Esa carne, incluso en el caso de una distancia de 2 mil kilómetros de Rio Grande do Sul, logra entrar de forma más competitiva”, explica Barcellos.
 
En Rondônia, que concentra el 60% de la carne de otras regiones que se consume en Rio Grande do Sul, el precio del kilo de ganado vivo hoy es de R$ 7,80, mientras que en el mercado de Rio Grande do Sul el precio promedio es de R$ 9,35 , según la encuesta semanal de NESPro del 14 de diciembre. La tendencia, según Barcellos, es que la participación de proteína bovina de otros estados siga creciendo en los próximos años. “Eso perjudica a la ganadería en el estado, porque termina deprimiendo los precios que se pagan por el ganado”, dice Barcellos.
 
Otro impacto negativo, evalúa el profesor, es que el paladar del consumidor tiende a acostumbrarse a carnes más accesibles a partir de la creación del ganado Cebú, como el Nellore y sus cruces -en los campos de Rio Grande do Sul, rebaños de animales de raza británica Predominan razas como Angus, Hereford, Brangus y Braford. “Esto podría poner en peligro todos los esfuerzos que se están haciendo para producir carne diferenciada, con ciertos estándares de calidad”, dice. Para Barcellos, en el mediano y largo plazo, este escenario de dependencia desalienta la inversión en ganadería y podría terminar pesando en el bolsillo del gaucho. “Si el precio del ganado aumenta mucho en otros estados, ya no pueden enviar carne aquí, y la carne de Rio Grande do Sul puede subir mucho”, observa.
Riesgo de salud
El creciente consumo de carne producida fuera del estado representa un gran desafío para la ganadería en el estado, evalúa el coordinador de la Comisión de Ganado Vacuno de la Federación de Agricultura de Rio Grande do Sul (Farsul), Pedro Piffero. También advierte de los riesgos de la entrada de animales vivos de otras regiones desde el punto de vista sanitario. Rio Grande do Sul, vale recordar, es uno de los seis estados brasileños reconocidos internacionalmente hoy como zonas libres de fiebre aftosa sin vacunación. La certificación, otorgada por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), se logró en mayo de 2021.
 
“Estamos en otro momento. La carne de otros estados que no tienen el mismo estatus sanitario que Rio Grande do Sul representa un riesgo, incluso con corredor sanitario”, advierte Piffero. Para el representante de Farsul, el aumento de las exportaciones de carne vacuna de Rio Grande do Sul redujo la oferta de proteína en el mercado interno, impulsando la demanda de carne suministrada por competidores como Mato Grosso y Mato Grosso do Sul. “Los ganaderos de Rio Grande do Sul tendrán que profesionalizarse, mejorar su eficiencia para aumentar la productividad”, señala Piffero.

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