La ganadería nacional está en una situación que no tiene misterios, aunque aparecen nuevos desafíos.

Horacio Jaume | En los últimos días el SNIG entregó los primeros datos sobre el stock ganadero. En primer lugar cabe el reconocimiento a los responsables en general y a Gabriel Osorio en particular sobre la entrega de los mismos nunca antes tan temprano.

Si bien es cierto que hay más experiencia, también es correcto reconocer que existe un mejor relacionamiento entre esta oficina y los usuarios.

Metiéndonos en los números, hay algunas cosas que llaman la atención.

El stock ovino salió de aquella baja permanente y aumentó un 1%. No es mucho, pero marca una tendencia importante, porque también hay que recordar que aumentó la exportación de carne ovina. En definitiva, frente a una buena parición aumentó la exportación de carne de cordero y aumentaron los vientres.

Otro dato interesante es que también aumentó la producción de lana fina.

El panorama en el campo también queda más claro con la producción de lana fina y carne. Los mercados de dichas características mantienen dando señales positivas.

Otro aspecto de interés es que los pequeños productores marcan una clara tendencia hacia las razas más prolíficas ya que estas, con una atención mucho más directa pueden demostrar mejor todo su potencial, partiendo de la base que las mayores pérdidas de corderos están en la parición por las dificultades que tienen estos en tomar el calostro y por el clima.

En lo que tiene que ver con los vacunos, el stock se mantiene pese a que la extracción aumentó. En segundo lugar, la edad de faena bajó, por lo tanto cada vez vamos a faenar animales más jóvenes.

El gran desafío para el futuro es atender esos animales jóvenes, los cuales deben crecer y engordar. Por otra parte, el papel cada vez más importante que van a cumplir los corrales de engorde.

En ese panorama general se encuentra la ganadería hoy.

No hay mucho misterio, “cortita y al pie”.

Pin It on Pinterest

Compartir

Comparte este contenido en tus redes sociales!