El valor del crudo está teniendo consecuencias en los países que se enfrentan a un costo no esperado y difícil de manejar.
Hébert Dell’Onte | Una de las consecuencias de la guerra fue la suba del petróleo crudo que empujó al alza el combustible en todo el mundo, ayudando con eso a la escala inflacionaria y el encarecimiento de la producción y la vida de las personas. A partir del petróleo caro se encarece todo lo demás, el mundo lo sabe bien.
El precio del crudo es tan desestabilizador que algunos países han comenzado a buscar soluciones que no afecten al consumidor. No es sostenible en el tiempo acompañar el alza del combustible con mayores precios en el surtidor.
En Estados Unidos, el presidente Joe Biden elevará una propuesta al parlamento en la cual propone que por un tiempo limitado se suspenda un impuesto federal que agrava el valor del combustible.
Se trata de un impuesto federal que grava en US$ 0,18 cada galón que ya llegó a un máximo de US$ 5, hace un año estaba a US$ 3, pero hay estados en que supera los US$ 6. Un galón equivale a más de litros y medio. Según medios de prensa estadounidenses, Biden busca “aliviar directamente a los consumidores”.
El Gobierno estadounidense sabe -y es obvio dado la escala de precios- que con la rebaja propuesta no se logra mucho, pero es una ayuda.
PETRÓLEO RUSO EN EUROPA.
En Europa los flujos de petróleo ruso han comenzado a subir silenciosamente, según publicó Bloomberg el lunes 20 en un detallo artículo (i). Lo que puede estar sucediendo es que la determinación de Europa de dejar de comprar crudo ruso esté decayendo, sugiere la nota
La afirmación se sustenta en el hecho de que la semana pasada las refinerías europeas recibieron 1,84 millones de barriles diarios de crudo ruso, dándose así el tercer aumento semanal consecutivo, llegando a los envíos de Rusia a Europa, incluida Turquía, a su nivel más alto en casi dos meses.
Las sanciones impuestas a Rusia se han convertido en un boomerang y China e India se han favorecido porque han continuado haciendo sus adquisiciones y hoy son los mayores compradores de crudo ruso.
ARGENTINA FALTA GASOIL QUE SE VA A LOS PAÍSES VECINOS.
En el sur también hay problemas. Desde hace algunas semanas Argentina ha sufrido, en algunas de sus provincias del norte, la fatal de combustible, pero la amenaza ahora se extiende a otras zonas del país. Lo novedoso es que no falta porque no haya petróleo para producir sino por dos factores, el primero la incertidumbre sobre qué pasará lleva a que haya mayor acopio, y segundo la compra de los países vecinos.
Las provincias que más demanda tuvieron en lo que va del año y en comparación con 2021 fueron Formosa (límite con Paraguay) y La Pampa (centro argentino, no limita con otros países), con un crecimiento del 43% y 369% respectivamente. También se destaca el incremento de Entre Ríos (34% más) que limita con Uruguay, y Corrientes (33%) limita con Paraguay y Brasil. Todos datos que surgieron en un estudio de Martín Bronstein, investigador del Centro de Estudios de Energía, Política y Sociedad (Ceepys).
“Ya que Formosa no registró en estos meses ningún milagro productivo, la explicación del descomunal incremento en las ventas de gasoil lo explica su proximidad con Paraguay, donde el mismo combustible cuesta un 119% más caro que del lado argentino”, explicó Bronstein. Igual explicación cabe para Entre Ríos y Corrientes ya que Uruguay y Brasil tienen el gasoil 163% y 119% más caro que Argentina.
En Chile el precio del combustible también es más caro que en Argentina.
Diario 26 informó que la petrolera argentina YPF comenzó a vender, a partir del 8 de junio, gasoil más caro a vehículos extranjeros, con lo que busca minimizar el impacto de los extranjeros.
En un comunicado YPF explicó: “La medida busca limitar la demanda inusualmente alta asociada con el consumo fronterizo y logístico, donde se registra un crecimiento que supera el 30% en algunos puntos del país”.
PRECIO DEL PETRÓLEO.
El precio del Brent crudo está por encima de los cien dólares y no hay muchas expectativas de que haya un cambio a precios más “amigables” con los consumidores.
Las opciones no son muchas. Una, que los gobiernos agudicen su imaginación para ver cómo abaratar el valor del combustible -la iniciativa de Biden parece estar en el camino correcto-, otra es la antipopular medida de trasladar la suba al consumidor final. Y la tercera opción posible es retomar las compras a Rusia como está haciendo Europa. Cada país decidirá según el tipo de crudo, ubicación geográfica y posibilidades financieras.
(i) Los flujos de petróleo ruso a Europa han comenzado a subir silenciosamente – Bloomberg
Foto de BM.
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