Panarmix: “Resulta muy conveniente suplementar con un concentrado proteico en otoño-invierno, que contribuya a aportar el nitrógeno necesario para capitalizar la energía y fibra de los otros componentes de la dieta”.
Panarmix | La dieta otoño-invernal de las vacas requiere tener en cuenta no sólo los requerimientos de energía, fibra y proteína según el nivel de producción esperado sino cuáles son las características de los verdeos y los suplementos que administramos. En ese sentido y para focalizar este análisis en la proteína de la dieta, sabemos que una vaca que produce 25 lts de leche por día estará necesitando comer más de 2,5 kgs de proteína cruda.
Bien sabemos que los verdeos en esta época son una excelente fuente de proteína al igual que las praderas con leguminosas. Sin embargo, hay que tener presente que estos forrajes se componen en estado fresco de 80-85% de agua y esto resulta en una limitación física para satisfacer los altos requerimientos proteicos únicamente con ellos.
Los alimentos conservados que ofrecemos a las vacas, como es el caso de los silajes de planta entera de maíz o sorgo, tienen menos agua (62 a 65%) pero su aporte es básicamente de fibra y no de proteína. Otro tanto ocurre con los fardos.
Por su parte los granos que utilizamos como un importante suplemento, sea maíz, sorgo, avena, trigo o cebada, son básicamente una fuente de energía para la dieta y no permiten alcanzar por si solos los objetivos de proteína.
Por lo expuesto, resulta muy conveniente suplementar con un concentrado proteico en otoño-invierno, que contribuya a aportar el nitrógeno necesario para capitalizar la energía y fibra de los otros componentes de la dieta.
Los coproductos del procesamiento de poroto de soja proporcionan en promedio 42 a 45 % de proteína de muy alta digestibilidad. Es decir que por cada kilo de estos concentrados que damos a la vaca, le facilitamos más de 400 grs. de proteína cruda en el producto tal cual se ofrece. En comparación, el animal tendría que ingerir 10 kgs de un muy buen verdeo o 15 kgs. de un silo de maíz o sorgo, para incorporar esa cantidad de proteína cruda. Por otra parte, la calidad de la proteína de soja es muy superior en aporte de aminoácidos esenciales. Además es posible que contengan energía extra por el aceite, según el tipo de producto.
En cuanto al comportamiento de la proteína en el aparato digestivo de los rumiantes, los coproductos de la soja tienen una gama de posibilidades, algunos con un alto componente degradable en el rumen (harina y sus pellets) mientras que otros (extrusados) presentan un mayor componente de proteína pasante. Ya que la proteína de los verdeos es altamente degradable en el rumen, se podrá elegir el tipo de concentrado a suplementar buscando la mejor complementación para cada situación.
Una alta producción láctea, sumada a una preñez y a la necesidad de conservar el estado corporal o recuperar condición, determinan exigencias en cuanto a la calidad de la dieta para hacer posible a los animales expresar todo su potencial. Recordar entonces que las vacas no comen porcentajes sino gramos de alimento, que pueda ser efectivamente digerido, metabolizado y transformado en producción (leche, carne) y que complemente con eficiencia al resto de la dieta. Los coproductos de soja cumplen con esos objetivos.
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