La medida de Fancap es como protesta contra las medidas que ha tomado el Directorio de Ancap con el fin de bajar costos que permitan a la empresa manejarse de forma más eficiente, lo que incluye lograr disminuir el valor de los combustibles que condiciona toda la actividad productiva y golpea directamente en el bolsillo de los ciudadanos.

Hébert Dell’Onte | El sindicato de Ancap (Fancap) anunció la realización de un paro el viernes 26 de noviembre desde las 08.30 horas en la zona metropolitana y con movilización en la ciudad de Minas.

La medida sindical se toma como acto de protesta por lo que el sindicato considera “la entrega” de los servicios de combustibles de los aeropuertos de Carrasco y Laguna del Sauce, dos puntos que “son estratégicos”, afirman.

Toda medida sindical de este tipo afecta de alguna manera el suministro de combustible, pero no se cree que vaya a haber desabastecimiento, se ha dicho desde Fancap, que explicó la falta de guardia gremial en base a una resolución del Directorio de Ancap que dejó sin efecto el convenio que entre otras cosas obligaba al sindicato a mantener guardias como forma de garantizar el correcto abastecimiento. Esa obligación ya no está vigente, de todas formas Fancap intenta no generar desconformidad en la ciudadanía porque eso tendría un efecto contrario al buscado.

COSTOS DE ALMACENAJE.

Ante la medida del sindicato cabe precisar que con el fin de brindar un servicio eficiente y lo más barato posible, Ancap está realizando un esfuerzo para abaratar costos, un paso clave si lo que se busca es lograr combustibles más baratos.

En ese sentido el ente ha tomado medidas, por ejemplo la devolución en agosto del barco Malva H (al que hace referencia la foto que ilustra la nota) que representaba un gasto de US$ 2 millones por año. El suministro de combustibles a las plantas de Juan Lacaze y Paysandú se mantiene a través de barcazas y camiones cisterna.

En cuanto al alquiler de las plantas de aerocombustibles de Carrasco y Laguna del Sauce, las que a diferencia de lo que dice el sindicato no son consideradas estratégicas por el Directorio de Ancap, se dispuso negociar el alquiler de ambas plantas. Los funcionarios que hasta ahora las operan se reubicarán en otras áreas mejorando actividades logísticas fundamentales para el abastecimiento a la población, informó el ente.

CEMENTO.

Asimismo, el sindicato ha mencionado su oposición a la “privatización de la industria del cemento”.

Sin embargo, Ancap no tiene como finalidad privatizar aunque sí busca dar solución a esa rama de acción con el fin de eliminar el sobrecosto que genera en el precio de los combustibles.

Los estudios realizados sobre el tema indican que Ancap sufre un importante atraso tecnológico con dos plantas (una de ellas en Minas, de ahí la movilización anunciada en esa ciudad) que tienen procesos de producción de tan altos costos que impiden ser competitivas. Para lograr una competitividad mínima se deben hacer inversiones que Ancap no puede afrontar.

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