Está diseñada para que el egresado gestione el turismo, la gastronomía y eventos relacionados con la elaboración de vinos y aceite de oliva.
Montevideo | Todo El Campo | En el kilómetro 18 de la ruta 48, en la localidad de El Colorado, Las Piedras (Canelones) se encuentra la escuela de Vitivinicultura, centro educativo de UTU, donde se ofrece desde ahora un carrera terciaria que busca difundir la cultura del vino y el aceite de oliva combinando tres talleres: Sala Bar, Gastronomía y Análisis sensorial; también incursiona en los conocimientos teóricos que le permiten al egresado desempeñarse como gestor en empresas vinculadas al vino y al olivo.
UTU informó que la nueva tecnicatura está diseñada para que el egresado gestione el turismo, la gastronomía y eventos relacionados con la elaboración de vinos y aceite de oliva. Dura dos años y se puede ingresar con cualquier orientación de bachillerato.
Actualmente las autoridades de UTU están trabajando en la elaboración de un taller de primera categoría con equipamiento de última generación para los estudiantes de la tecnicatura.
PERFIL DE EGRESO.
El egresado lo hace con el siguiente perfil:
● Identifica y desarrolla procesos de elaboración de vinos, bebidas y aceites de oliva, su lugar de origen y producción, para su posterior maridaje aplicado al diseño de experiencias gastronómicas vinculadas al enoturismo, bajo estándares de calidad, sanidad y seguridad en el lugar de trabajo.
● Incorpora a su práctica profesional estrategias digitales y de marketing especializado, para comunicar y comercializar vinos, bebidas y aceites de oliva mediante acciones creativas e innovadoras que consideran los desafíos que impone un sector enogastronómico en desarrollo.
● Integra equipos para el desarrollo de proyectos que aporten mejoras a las empresas del sector olivitivinícola, enfocados en el desarrollo del enoturismo y la gestión de calidad aplicada a procesos de atención al cliente, gestionando recursos humanos, operativos, logísticos y servicios.
En la vid, se dio un claro cambio en el patrón de maduración de las uvas: el desfase, cada vez mayor, entre la madurez tecnológica (acumulación de azúcares dentro de la uva) y la madurez organoléptica (compuestos fenólicos y aromáticos que contiene).
Montevideo | Todo El Campo | Una investigadora del Instituto de Ciencias de la Vid y el Vino (ICVV) de La Rioja (norte de España), presentó una tesis doctoral en la que logró vinos con menor grado alcohólico sin reducir su calidad sensorial, gracias a la selección de levaduras mediante evolución dirigida.
En su tesis doctoral (titulada “Estrategias de uso de Saccharomyces cerevisiae en fermentaciones aeróbicas”), la investigadora española Andrea Martín Guindal ha demostrado que, a través de una selección, mediante evolución dirigida, de cepas de levadura Saccharomyces cerevisiae capaces de provocar una fermentación aeróbica de la uva con escasa producción de ácido acético, se reduce la transformación de azúcares en alcohol. Y se obtienen así vinos con entre un 2 y un 4% menos de alcohol, sin afectar su calidad sensorial.
CAMBIO CLIMÁTICO Y AUMENTO DEL GRADO ALCOHÓLICO DE VINOS.
La investigación se ocupa del efecto del cambio climático, dado que las mayores temperaturas y las variaciones en el nivel y distribución de precipitaciones, afecta especialmente a los cultivos de las regiones más secas, como el área mediterránea en Europa.
En la vid, se dio un claro cambio en el patrón de maduración de las uvas: el desfase, cada vez mayor, entre la madurez tecnológica (acumulación de azúcares dentro de la uva) y la madurez organoléptica (compuestos fenólicos y aromáticos que contiene).
Ese desfase implica retrasar la vendimia más allá del punto óptimo en la concentración de azúcares: “Este aumento de azúcares se traduce, por el propio proceso de fermentación, en un incremento en la concentración de etanol y, por tanto, en un aumento en la graduación alcohólica del vino”, explicó la científica.
BAJAR EL NIVEL DE ALCOHOL SIN PERDER CALIDAD.
Para solventar este problema, la investigadora se ha centrado en la principal levadura responsable de la fermentación del vino, Saccharomyces cerevisiae. Por una parte, valida la estrategia de la aireación que permite, a través de respiración de las levaduras, que parte del azúcar se convierta en CO2, quedando menos cantidad disponible para la producción de etanol. Consigue así reducir entre un 2% y un 4% el grado alcohólico.
La respiración provoca un exceso de producción de ácido acético por parte de S. cerevisiae, que avinagra el producto. Para evitarlo, Andrea Martín propone la selección de cepas de esta levadura y la aplicación de técnicas de evolución dirigida para lograr una baja producción de ácido acético en fermentaciones aeróbicas.
A lo largo de esta tesis “hemos explorado la diversidad natural de S. cerevisiae en busca de cepas con una menor producción en ácido acético, identificando posibles candidatas para su aplicación industrial y puesto a punto el proceso de aireación para una cepa seleccionada”, precisa la doctora. Han estudiado también el uso complementario de otras levaduras alternativas (como M. pulcherrima) que ayuden a consumir parte del oxígeno.
La idea de evolución que se propone en la tesis ha dado muy buenos resultados en laboratorio, por lo que “es una buena estrategia de mejora genética para lograr nuestro objetivo -obtener cepas con baja producción de ácido acético en aerobiosis- sin generar GMOS (organismos modificados genéticamente), aunque es todavía una primera aproximación que requiere más estudios para adaptarla a la industria”, concluye Martín.
El Observatorio Español del Mercado del Vino destacó las importaciones de Japón. En China el principal proveedor en volumen en Chile, en valor Francia.
En los primeros nueve meses de 2022 Japón se ubicó como primer mercado asiático en la importación de vino, en términos de valor, desplazando a China de ese lugar. En valor, Japón es el quinto importador de vino en el mundo.
El Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV) destacó que Japón aumentó un 29% el valor de sus compras, hasta los 172.481 millones de yenes (unos 1.190 millones de euros), mientras que China lo redujo un 11,6%, hasta los 7.246 millones de yuanes (unos 985 millones de euros). En volumen China sigue por delante de Japón con 265 millones de litros importados (-19,2%), frente a los 196 millones importados por Japón (+12,3%).
IMPORTACIONES DE VINO EN CHINA | ENE-SET 2022.
China redujo sus importaciones de vino un 19,2% en volumen y un 11,6% en valor en el acumulado a setiembre de 2022, hasta los 265 millones de litros y los 7.245 millones de yuanes.
En 2021 se frenó la caída, después de 3 años pésimos tras el récord de 2017; sin embargo, la crisis comercial de 2022 ha afectado de forma muy negativa a las compras chinas.
Chile rompió la caída global y se distancia de Francia como primer proveedor en términos de volumen, gracias al granel, aunque sigue a años luz de Francia en valor.
IMPORTACIONES DE VINO EN JAPÓN | ENE-SET 2022.
Pese a ser un periodo de gran incertidumbre comercial, Japón aumentó sus importaciones de vino durante los 9 primeros meses de 2022 un 12,3% en volumen y un 28,9% en valor, hasta los 196 millones de litros y los 172.481 millones de yenes (unos 1.177 millones de euros), a un precio medio un 15% superior. Las importaciones japonesas de vino llevan 11 meses creciendo de forma ininterrumpida en valor y volumen.
Información y gráficos de OEMV. Foto principal de vino expuesto en Japón, de Viaje a Japón.
Lo que comenzó como una celebración por los 40 años de Fucrea se ha convertido en una tradición sectorial que ya cumplió 6 instancias.
Luego de dos etapas de degustación, a las que se presentaron un total de 17 vinos de 14 bodegas CREA; se seleccionó al vino Tannat Adagio Espressivo, cosecha 2018 de Viñedos y Bodegas Juan Toscanini e Hijos, como el nuevo vino CREA.
La selección, que tuvo su primera edición para los festejos de los 40 años de Fucrea, se ha vuelto una tradición de la sectorial granjera y específicamente de los CREA vitícolas. Desde entonces se han cumplido ya 6 instancias apostando a vinos de cada vez mayor nivel y calidad. El vino seleccionado será presentado en eventos institucionales importantes, como por ejemplo, el próximo Encuentro CREA 2023.
CATA A CIEGAS DE CALIFICADOS ENÓLOGOS.
El proceso de selección incluyó una primera etapa de cata a ciegas, a cargo de un grupo de calificados enólogos relacionados a bodegas CREA e instituciones del sector, lo que contó con la dirección del presidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INAVI).
Ésta se hizo bajo las especificaciones y normativas de la Organización Internacional de la Uva y el Vino (OIV), seleccionando 4 vinos que se mantuvieron a ciegas hasta la segunda y definitiva instancia de selección a cargo del Consejo Directivo de Fucrea.
La enóloga, Ing. Agr. Estela de Frutos, referente ineludible de la vitivinicultura uruguaya, llegó a la Feria del Libro de Buenos Aires de la mano de la editorial Grijalbo y del MEC. Inavi apoyó con una degustación de vinos de bodegas nacionales para el público presente.
Bodegas del Uruguay | La 46° Feria Internacional del Libro se llevó a cabo en Buenos Aires durante las tres semanas que fueron del 28 de abril al 16 de mayo. Esta enorme exhibición de la cultura, una de las mayores del mundo, ocupa nada menos que 45.500 m2 de superficie que se estima albergaron cerca de 1.250.000 visitantes. En ese imponente marco, el viernes 13 de mayo se celebró del Día de Uruguay en el stand correspondiente a nuestro país.
A partir de las 18.30 Uruguay fue el eje de atención, ya que se hicieron presentes el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, el embajador de Uruguay en Argentina, Carlos Enciso, y la presidenta de la Cámara Uruguaya del Libro, Alicia Guglielmo, para dar la bienvenida a este día conmemorativo.
Una referencia obligada fue la de Cristina Peri Rossi, ganadora del Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes que se le otorgara en 2021 y entregara el 22 de abril del año en curso.
A su término, en el Espacio China Zorrilla del stand de nuestro país, Estela de Frutos presentó brevemente “Hablar de Vinos”, el libro que firmó en colaboración con la periodista en gastronomía y sommelier Marcela Baruch, una introducción a la degustación de vinos del Uruguay, que Bodegas del Uruguay reseñara oportunamente.
“Este libro se propone ser un punto de encuentro entre la ciencia, la academia, la tradición, la historia, la prensa general y especializada y lo que dicen las etiquetas y contraetiquetas de los vinos. Porque es muy importante que lo que se dice sea entendido por todos por igual, y como tal es un libro de la cultura del vino”, afirmó la autora.
En sus palabras, también hizo referencia a la terminología global de la vitivinicultura, pero también a aquella ligada estrechamente a nuestro país: “Cuando los términos son de uso específico en Uruguay nos extendemos para alimentar también nuestra propia cultura del vino. Por ejemplo, en aquellos vinos uruguayos creados a fines del siglo XIX y cuyo consumo llega hasta nuestros días, a saber, Tannat desde 1887, Medio y Medio desde 1889 y Uvita de Fun Fun desde 1895”.
Y en lo que refiere puntualmente a su libro definió: “Descubre que el vino de Uruguay cumple con las dos premisas fundamentales de las vitiviniculturas de prestigio en el mundo que son la diversidad y la identidad. La diversidad del vino es tal que no hay dos iguales, por ello la única forma de reconocerlos es probarlo. En cuanto a la identidad, tener una cepa que identifique al país porque se la hace propia, es el máximo galardón para una vitivinicultura nacional y es bastante restringido. Pocos países lo alcanzan. Y Uruguay es reconocido en el contexto internacional por su vino prototípico Tannat desde 1994 y desde entonces se nos lama ‘Uruguay, País del Tannat’”.
Al cierre de su presentación dio comienzo la degustación de vinos de dos bodegas representativas de dos de las regiones con mayor crecimiento en este siglo: Maldonado (bodega Sierra Oriental) y Colonia (Piccolo Banfi), cuyos ejemplares blancos y tintos de diferentes variedades y cortes fueron apreciados por un nutrido número de espontáneos degustadores y visitantes. El responsable de este grato momento fue el Instituto Nacional de Vitivinicultura, representado por su referente de Comunicación, Lic. Karina Spremolla, y la sommelier Candela Gambelin. Para amenizar, un cuarteto de cuerdas de la Orquesta Juvenil del Sodre interpretó diversos temas, de Carlos Gardel y Alfredo Zitarrosa entre ellos, que fue el marco ideal para disfrutar de los vinos uruguayos.
Como muchas de las iniciativas que se despliegan a nivel internacional, la presencia de Uruguay contó con el apoyo del Ministerio de Turismo, además por el tipo de evento, del Ministerio de Educación y Cultura (Dirección Nacional de Cultura / Instituto Nacional de Letras / Departamento de Internacionalización de la Cultura Uruguaya), el Ministerio de Relaciones Exteriores (Dirección general para Asuntos Culturales / Embajada de Uruguay en Argentina), y la Cámara Uruguaya del Libro.
Fuente: Bodegas del Uruguay, portal informativo que busca posicionar al Uruguay en el mapa de países productores de vinos finos de alta calidad y difundir el quehacer de su industria vitivinícola.