Belén Delgado | Madrid, España | EuroEFE – Euractiv | Todo El Campo | El sector agroalimentario europeo reclama más claridad en la aplicación de la normativa contra la deforestación importada y ciertas exenciones en el futuro impuesto en frontera por carbono por el impacto que puede tener en su producción.
La secretaria general del Comité Europeo para el Comercio Agrícola y Agroalimentario (Celcaa), Nelli Hajdu, afirma a EFE que “la simplicidad y la viabilidad de su implementación son objetivos clave para garantizar que estas regulaciones se pueden ejecutar y no ponen en peligro las relaciones comerciales y la resiliencia a largo plazo de las cadenas de suministro”.
Esta asociación que representa a los comerciantes de productos agrícolas en la Unión Europea (UE), a menudo pequeñas y medianas empresas, se unió en marzo pasado a más de 20 organizaciones del sector agroalimentario para exigir a la Comisión Europea y los países de la UE aclaraciones y soluciones viables para la aplicación del reglamento europeo contra la deforestación.
En una carta, pedían un sistema de información “plenamente operativo”, la conexión con los sistemas de trazabilidad actuales, medidas de protección de datos y más claridad en las normas específicas para la ganadería, con vistas a “resolver cuanto antes la incertidumbre legal”.
En junio de 2023 entró en vigor la ley comunitaria para evitar que las importaciones en la UE de ciertas materias primas y productos derivados como el aceite de palma, el vacuno, la soja, el café, el caucho, la madera o el chocolate causen la deforestación en terceros países, con un periodo de 18 meses (hasta diciembre próximo) de margen a los operadores para prepararse.
Las empresas que importen estas materias y productos derivados en la UE tendrán que rastrear su origen y emitir una declaración de diligencia debida que garantice que no han causado deforestación en sus lugares de origen en comparación con 2020.
La secretaria general de Celcaa considera que este reglamento “ha servido en cierto modo como modelo para que los comerciantes de productos agroalimentarios comprendan mejor el papel que desempeñan en la implementación de nuevos requisitos ambientales”.
LA AMENAZA DE LOS COSTOS.
La norma, junto a otras como el mecanismo de ajuste en frontera por carbono, el reglamento sobre trabajo forzoso, la directiva sobre informes de sostenibilidad empresarial y la de diligencia debida en esta misma materia, aumenta la carga administrativa y de costos para estas empresas, según Hadju.
En su opinión, resulta un “desafío” porque las cadenas de suministro agroalimentario son “altamente complejas”, con muchos niveles comerciales locales, regionales e internacionales diferentes, miles de pequeños agricultores y productores en los orígenes en algunos casos, además de clientes.
La responsable reconoce que el comercio juega un importante papel en mitigar los efectos del cambio climático en la producción agroalimentaria y, para ayudar en la transición, ve la necesidad de contar con infraestructura resistente al clima, acelerar la digitalización y mejorar el uso del agua y el acceso al mercado.
Respecto al mecanismo de ajuste en frontera por carbono, los comerciantes agroalimentarios también temen un incremento de costos para los productos en la UE, desventajas competitivas frente a terceros países, posibles ajustes en la cadena de suministro y potenciales disputas comerciales.
Este mecanismo, que por otro lado puede incentivar la innovación y la adopción de prácticas más sostenibles, requiere un sistema administrativo complejo para medir y verificar de forma precisa el contenido de carbono de los productos importados, según Celcaa.
EN VIGOR EN 2026.
Actualmente solo se está aplicando a las importaciones de fertilizantes y materiales como el aluminio, dentro de una fase de transición que durará hasta enero de 2026, cuando entre en vigor.
El Comité de Organizaciones Agrarias y Cooperativas comunitarias (Copa-Cogeca) advierte de un aumento de los costos de insumos y maquinaria, sin que los agricultores tengan capacidad para repercutirlos en la cadena alimentaria.
“En el mercado europeo la producción nacional debe competir con las importaciones más baratas y nuestras exportaciones serán menos competitivas”, señala la organización, que pide incluir a toda la cadena alimentaria en el mecanismo o excluir los fertilizantes.
La normativa europea marca un hito significativo en los requisitos para exportar a ese destino. Se establece la obligación de demostrar que los productos exportados provienen de áreas libres de deforestación.
Montevideo | Todo El Campo | El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay (MGAP), a través de la Dirección General Forestal, con apoyo de la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional (AUCI) ha estado llevando a cabo un proyecto financiado por AL INVEST Verde durante los años 2023 y 2024. El programa, respaldado por la Unión Europea (UE), se inició en mayo de 2023 con el propósito de asesorar a la Dirección General Forestal en la implementación de un sistema de certificación pública que asegure el manejo sostenible de los bosques nativos del país.
La implementación de esta normativa implica la necesidad de una trazabilidad completa de los productos, desde su fase inicial de producción hasta su llegada al contenedor o embarque final.
En un esfuerzo por cumplir con los requisitos de la nueva normativa europea, se ha realizado una experiencia piloto en colaboración con Maderas del Uruguay (Madelur). Estos esfuerzos han resultado en la preparación de un embarque de chip hacia Portugal que cumple con todos los requisitos establecidos por la nueva regulación.
Aunque la Dirección Forestal lleva a cabo detecciones de deforestación como parte de su rutina diaria de monitoreo, en este caso específico se implementó un proceso de georreferenciación y geolocalización de los establecimientos y rodales de donde se extraería la madera para el embarque de chips.
Esta acción se complementó con una evaluación para determinar que no existió deforestación desde el año 2020 hasta la fecha.
Una vez confirmado, se procedió a otorgar la conformidad correspondiente.
Además, se llevó a cabo una revisión de la información por parte de consultores externos para garantizar su conformidad con las regulaciones, lo que culminó en la emisión del certificado por parte del MGAP, en cumplimiento con la nueva reglamentación de la Unión Europea.
Fuente MGAP con modificaciones para Todo El Campo.
La mayoría de los países de la UE tienen un largo historial de presiones coloniales, por decirlo de manera elegante, y no debe sorprender que sigan comportándose como lo han hecho durante mucho tiempo y en muchos lugares de la tierra
Asunción, Paraguay | UGP | Todo El Campo | La larga (20 años) y demorada gestión de acuerdos comerciales con la Unión Europea (UE) tiene como escenario el trasfondo de presiones políticas, ideológicas, paraarancelarias, ambientales, etcétera. Ese trasfondo demoró tanto las cosas que el mundo desde el cual se comenzó a negociar en 1999 es radicalmente distinto del que acompañó el acuerdo de 2019.
La UE, en el Reglamento 1.115, pone por escrito lo que el Senado de Estados Unidos hizo de hecho con la carne paraguaya: no importa cuanto hagas por cumplir ciertas normas, el comprador se reserva herramientas para romper un trato cerrado, cobrar multas usurarias y hacerlo sobre consideraciones no científicas, “precautorias” le llaman ellos.
Por las dudas, te suspendo, te prohíbo, te cierro las puertas.
La mayoría de los países de la UE tienen un largo historial de presiones coloniales, por decirlo de manera elegante, y no debe sorprender que sigan comportándose como lo han hecho durante mucho tiempo y en muchos lugares de la tierra. Lo que no debería suceder es que funcionarios del gobierno paraguayo desconozcan la historia y su modus operandi.
EL CABALLO DE TROYA.
Como los intentos de acuerdos comerciales no están funcionando, la experiencia europea rescata su memoria histórica y envía un Caballo de Troya, un “invento europeo” que traducido al lenguaje de la calle es un regalo mentiroso: la cooperación.
Simplificando la historia, cuando las tropas del rey Menelao se cansaron de luchar contra las murallas de Troya, construyeron un gran caballo de madera con el vientre hueco y lleno de soldados, lo dejaron frente la ciudad y fingieron retirarse. Los troyanos, creyendo que habían triunfado salieron a buscar el “regalo” y lo metieron a la ciudad. Durante la noche los soldados griegos salieron del caballo y tomaron Troya.
La cooperación financiera es siempre una ayuda no desprovista de intereses particulares, más o menos evidentes, semiocultos o claramente disimulados. Muchas de las cooperaciones extranjeras son realmente positivas para quienes la reciben y otras claramente Caballos de Troya.
LO QUE DICE EL REGLAMENTO.
Por si alguien tiene dudas sobre la naturaleza del “regalo” de la UE transcribimos el numeral 2 del del Art. 30 sobre la cooperación.
“Las asociaciones y la cooperación permitirán la plena participación de todas las partes interesadas, en particular la sociedad civil, los pueblos indígenas, las comunidades locales, las mujeres, el sector privado, incluidas las microempresas y otras pymes, y los pequeños propietarios. Asimismo, las asociaciones y la cooperación apoyarán o iniciarán un diálogo inclusivo y participativo orientado a los procesos nacionales de reforma jurídica y de la gobernanza con el fin de mejorar la gobernanza forestal y de hacer frente a los factores nacionales que contribuyen a la deforestación”.
El numeral 3 dice: “Las asociaciones y cooperación promoverán el desarrollo de procesos integrados de ordenación del territorio de la adopción de la legislación pertinente en los países productores”.
Las citas dejan por escrito y bien claro lo que aporta el Caballo de Troya de la cooperación.
El problema con este tipo de regalos, como lo aprendieron los troyanos, es abrirles la puerta y, por fondos no reembolsables, a través de consultorías incorporar a la legislación paraguaya normas diseñadas por otros países, para otras circunstancias y entornos.
Avancemos, a nuestro paso, con nuestros objetivos y nuestras circunstancias.
N. de R. Artículo de la Unión de Gremios de la Producción (UGP) de Paraguay publicado y difundido el boletín semanal de la institución. El título del artículo original es “Cuando la política manipula las reglas comerciales”.
Uno de los conceptos planteados es que la reglamentación europea “nace de un sistema democrático donde los consumidores buscan productos orgánicos y ecológicos y se niegan a consumir productos que provocan deforestaciones”.
Montevideo | Todo El Campo | Una delegación uruguaya está participando de Iguazú Summit (Cumbre de Iguazú), evento que se realiza en la ciudad de Puerto Iguazú, provincia de Misiones, Argentina, habiendo comenzado ayer jueves 14, y finalizando este viernes 15.
Consiste en la reunión de los países del Mercosur y Alemania, reunidos en un seminario internacional para discutir desafíos y oportunidades relacionados con la implementación de la nueva Regulación sobre Deforestación de la Unión Europea (EUDR).
Son más de 100 representantes de Alemania, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay que comparten información para definir y priorizar acciones necesarias en torno a las cadenas de valor de la soja y la carne.
El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) informó que por Uruguay participan: el director de Recursos Naturales, Martín Mattos; la directora de Asuntos Internacionales, Adriana Lupinacci; el director de Gestión de Bosques, Joaquín Garrido; el asesor de la Dirección Forestal, Leonardo Boragno; el encargado de Desarrollo del SNIG, Mario Rodríguez; la técnica de Opypa, Catalina Rava.
Además acompañan, Rodrigo Saldías, representante de IICA en Uruguay; Álvaro Pereira, gerente de Acceso a Mercados de INAC; Teresa López, también de INAC; Sebastián Oviedo, técnico de INIA; y Juan Posse, director regional de INIA Tacuarembó.
Este evento se organizó en el marco del Diálogo de Innovación y Transformación sobre la Nueva Regulación Libre de Deforestación de la Unión Europea, con sede en Argentina, y es promovido por los proyectos de cooperación internacional financiados por el Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura de Alemania (BMEL): el Diálogo Germano-Argentino sobre Innovaciones Agrícolas Sostenibles, implementado en colaboración con la Secretaría de Estado de Bioeconomía de Argentina y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Diálogo de Política Agropecuaria Germano-Brasileño y el Diálogo Agropecuario Uruguayo-Alemán.
La Cumbre de Iguazú tiene como objetivo reunir a representantes empresariales, expertos, académicos, sociedad civil y tomadores de decisiones políticas de los países del Mercosur y Alemania para profundizar en las oportunidades y desafíos que presenta la nueva regulación, señala la página web oficial del evento.
Se brindará la oportunidad de aprender de las soluciones generadas en diferentes países y definir una hoja de ruta para abordar los problemas tecnológicos críticos que faciliten su implementación eficiente.
Marnix Doorn, de Sustainable Agricultural Innovations (Innovaciones agrícolas sostenibles) a cargo de la organización del evento, subrayó que el objetivo es dar a conocer las prácticas que se llevan adelante en la Unión Europea a fin de compartir experiencias y llegar a un acuerdo para generar ciertas prácticas de sustentabilidad porque el consumidor exige productos agroecológicos.
“Esta reglamentación nace de un sistema democrático donde los consumidores buscan productos orgánicos y ecológicos y se niegan a consumir productos que provocan deforestaciones”, dijo Doorn.
Agregó que “la Unión Europea toma en cuenta lo que buscan sus consumidores entonces los importadores no pueden importar algo que proviene de campos deforestados”.
La norma N° 1.115 la Unión Europea es una forma de aplicar barreras comerciales a los productos agrícolas.
Asunción, Paraguay | UGP | Todo El Campo | En el marco de la 13° Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), 60 países, encabezados por Paraguay, presentaron un manifiesto que recuerda la necesidad de ampliar los accesos a mercados y de reducir posibles distorsiones en relación al comercio agrícola, así como las medidas ambientales unilaterales.
El ingeniero Santiago Bertoni, exministro de Agricultura y Ganadería paraguayo, se refirió al respecto y explicó que la norma N° 1.115 de la Unión Europea se trata de una forma de aplicar barreras comerciales a los productos agrícolas, y que la demanda paraguaya será analizada en un panel del organismo que es como se llama a los juicios de la OMC para ver quién tiene la razón.
“Tiene como eje temas de deforestación, pero trata 11 condicionantes más que ponen toda la carga sobre el sector privado. Principalmente es difícil segregar la producción porque la logística, la infraestructura no está diseñada para eso, y eso no está diseñado en Paraguay y tampoco en países como Estados Unidos con quienes ya hemos tenido también entrevistas para ver cómo van a manejar esta normativa”, expresó a Agropecuaria y Negocios.
DESAFÍOS LOCALES.
Bertoni explica que algunos de los principales desafíos residen en que muchos productores agropecuarios tienen dificultades con el título de sus propiedades, situación que podrían quizá salvar porque no son ocupantes ilegales, tienen alguna autorización, derecho o documento previo al título emitido por el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), pero son procesos.
Por otro lado, la norma también pide el polígono de donde se produjo ese producto que va a ser introducido a la UE. Lo que también es una dificultad. Además, por ejemplo en el caso de la soja, aquella que sí tenga el documento de diligencia debida, tiene que ir separada de la soja que por algún motivo no pueda cumplir con todos éstos documentos, entonces eso crea un problema, porque no existe la logística ni infraestructura.
Para Paraguay, que es un país sin litoral marítimo, la producción tiene que mezclarse con los vecinos que sí tienen litoral para poder exportar.
Referente a la visita del comisario europeo de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevičius, manifestó que es una oportunidad para conocer datos importantes para combatir el desconocimiento en relación al trabajo que realiza Paraguay.
Artículo de UGP, la Unión de Gremios de la Producción.