En 2024 se estima una caída de la cosecha, este año se sentirán los efectos de la sequía. Pero el futuro es prometedor por la cantidad de montes jóvenes que poseen los establecimientos.
Lavalleja | Todo El Campo | La semana pasada se realizó el lanzamiento de la zafra de olivos en el establecimiento Sabiá, departamento de Lavalleja.
Participaron la vicepresidenta Beatriz Argimón, el ministro de Turismo, Eduardo Sanguinetti, el director general de la Granja del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Nicolás Chiesa, otras autoridades, y el presidente de la Asociación Olivícola del Uruguay, Gonzalo Aguirre.
El olivícola es un sector que ganó dinamismo en Uruguay en el año 2000 con el objetivo fundamental de producir productos de muy alta calidad (aceite de oliva virgen extra), para el mercado interno como la exportación, informó el MGAP.
En nuestro país hay 160 productores de olivos, con unas 6.000 hectáreas efectivas dedicadas al cultivo, que lo ubican dentro de los principales rubros hortifrutícolas en extensión.
Es un sector que cuenta con sinergias y complementariedades tanto con otras actividades agropecuarias (fundamentalmente ganadería, forestación) y también con la actividadturística de la mano del olivoturismo y del turismo gastronómico.
Uruguay cuenta con 30 almazaras distribuidas por el país que son tecnológicamente modernas y cuentan con envasadoras. Todas ellas también cuentan con producción propia de aceitunas, y han incrementado la provisión de servicios a façon. Esto da cuenta de una industria integrada verticalmente.
A pesar de la situación de sequía que atravesó el país durante la zafra 2022/2023, el volumen de cosecha permitió la obtención de 2.047 toneladas de aceite de oliva, cercano al récord de producción de la zafra 2018/2019.
Se alerta que la cosecha 2024 se estima más menguada. Según los informantes del sector indican que los efectos de la sequía se estarían evidenciando en este año.
Vale resaltar que el sector olivícola uruguayo cuenta aún con alta proporción de montes jóvenes y es esperable un crecimiento en la producción en el mediano plazo, situación que podría afianzar el crecimiento exportador del sector, tal como lo viene evidenciando.
Una actividad imperdible para conocer un sector que está en desarrollo.
Lavalleja | Todo El Campo | El sábado 18 de noviembre, en El Pedregal (Aigua, Lavalleja), se realizará la actividad “Salida a Campo” de Asolur, la Asociación Olivícola Uruguaya.
El lugar de realización se ubica en ruta 13 km. 61 (llegando de Aiguá, la entrada a mano izquierda. Hay un embarcadero de ganado y se deben pasar 2 mataburros hasta llegar al casco. (enlace de maps al pie del artículo *).
PROGRAMA.
09.00 hs. – Recepción de participantes en El Pedregal, establecimiento de Santiago Leaniz.
10.00 hs. – Recorrida a campo y nueva almazara.
11.00 hs. – Manejo integrado con ovinos a cargo de Santiago Leaniz y Marcelo Cabrera asesor.
11.30 hs. – Charla: Nutrición sustentable y eficiente del Olivo. A cargo del Ing. Rafael Pastorino de Agroenfoque.
13.30 hs. – Almuerzo.
COSTO DE LA ACTIVIDAD.
Los socios tendrán un importante descuento.
El costo para los socios es de $ 350.
Los no socios, $1.800.
Se incluye el almuerzo.
Foto de portada de la Asociación Olivícola Uruguaya, donde se observa la plantación y carpinchos acompañando los árboles.
GREMIAL ÚNICA DEL SECTOR OLIVÍCOLA.
Asolur es la única gremial del sector olivícola del país. Cuenta con más de cien socios que logran exportar productos nacionales de excelente calidad.
Que es muy importante contar con el apoyo de los productores para tener la información precisa y actualizada del sector.
Montevideo | Todo El Campo | La Oficina de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) comunicó que está realizando el Censo Nacional de Olivos 2023, el cual se realizará hasta el 22 de setiembre.
El operativo se realiza completamente vía web.
Para la mejor realización de la encuesta, desde el MGAP expresó que es muy importante contar con el apoyo de los productores para tener la información precisa y actualizada del sector.
Los técnicos que trabajan en la encuesta se comunicarán con los productores haciéndole llegar el usuario y contraseña de acceso al formulario web. En caso de ser necesario se brindarán asistencia para el correcto llenado del mismo.
Foto de portada: establecimiento Olivares de Santa Laura.
Nueva evidencia sugiere que los olivos y las higueras se cultivaban hace muchos miles de años. Este es el resultado de la investigación arqueológica en el yacimiento calcolítico de Tel Tsaf en el valle del Jordán, Israel.
Fue descubierto en Israel, en el valle del Jordán, uno de los primeros ejemplos de cultivo de árboles frutales del planeta, lo que demuestra que la horticultura del olivo (Olea europaea) y el higo común (Ficus carica) se practicaba desde hace muchos miles de años.
El análisis de un conjunto de madera carbonizada de un yacimiento arqueológico en Tel Tsaf en el Valle del Jordán (Tel Tsaf se encuentra en el valle central del Jordán, 32,5 km al sur del mar de Galilea, en el borde de la orilla occidental del río Jordán), ha revelado la presencia de madera quemada de 16 especies diferentes de árboles, incluidos olivos e higueras. Los investigadores han propuesto que, dado que el olivo no crecía de forma natural en el valle del Jordán, los habitantes debieron plantar los árboles de forma intencionada hace unos 7 000 años. Esto representaría el ejemplo más antiguo de domesticación del olivo en el Mediterráneo y en el mundo.
«Tel Tsaf era un gran pueblo prehistórico en el medio del valle del Jordán al sur de Beit She’an, habitado hace entre 7 200 y 6 700 años», dijo el profesor Garfinkel.
LA EVIDENCIA MÁS TEMPRANA DE LA DOMESTICACIÓN DE UN ÁRBOL FRUTAL.
Los restos de carbón fueron encontrados en la excavación arqueológica dirigida por el Prof. Yosef Garfinkel del Instituto de Arqueología de la Universidad Hebrea. Los restos de los asentamientos de piedra incluyen patios, viviendas y grandes silos que habrían podido almacenar de 20 a 30 toneladas de productos. La gran capacidad de estos silos habría excedido las necesidades de los habitantes, e indicaría una agricultura exitosa y un complejo sistema económico de acumulación de excedentes y riquezas. Dado que el olivo no creció naturalmente en el Valle del Jordán, esto significa que los habitantes plantaron el árbol intencionalmente. Los hallazgos del estudio han sido publicados en la revista Scientific Reports.
“Soy la jefa del Laboratorio de Arqueobotánica y Ambientes Antiguos, que se especializa en la identificación microscópica de restos de plantas. Los árboles, incluso cuando se queman hasta convertirlos en carbón, pueden identificarse por su estructura anatómica. La madera era el ‘plástico’ del mundo antiguo”, explica Dafna Langgut del Departamento de Arqueología y Culturas del Antiguo Cercano Oriente Jacob M. Alkow y el Museo Steinhardt de Historia Natural de la Universidad de Tel Aviv y coautora del trabajo. “Se utilizó para la construcción, para fabricar herramientas y muebles, y como fuente de energía. Es por eso que identificar los restos de árboles encontrados en sitios arqueológicos, como el carbón de los hogares, es clave para comprender qué tipos de árboles crecían en el entorno natural en ese momento y cuándo los humanos comenzaron a cultivar árboles frutales”.
POSIBLES APLICACIONES.
Los investigadores plantean la hipótesis de que la horticultura establecida contribuyó a contratos e instituciones sociales más elaborados, ya que el aceite de oliva, las aceitunas de mesa y los higos secos eran muy adecuados para el comercio y los impuestos a larga distancia.
En total, se analizaron 662 muestras de madera carbonizada, la mayoría de las cuales resultaron ser de Quercus ithaburensis (roble de Mt. Tabor, 39,8 por ciento) y de Tamarix spp. (22,3 por ciento). Los investigadores identificaron la especie mediante la investigación microscópica de las características anatómicas de la madera (p. ej., vasos y su disposición, tamaño y disposición de los rayos, y los patrones de parénquima y fibras).
“La domesticación de los árboles frutales es un proceso que lleva muchos años y, por lo tanto, conviene a una sociedad de abundancia, más que a una que lucha por sobrevivir”, dijo Langgut. “Los árboles dan frutos solo 3 o 4 años después de haberlos plantado. Dado que las arboledas de árboles frutales requieren una inversión inicial sustancial y luego viven durante mucho tiempo, tienen una gran importancia económica y social en términos de propiedad de la tierra y legado a las generaciones futuras, procedimientos que sugieren los comienzos de una sociedad compleja”.
Fuente: Revista Muy Interesante, artículo de Sarah Romero – Los humanos cultivamos aceitunas desde hace 7.000 años (muyinteresante.es) Referencia: D. Langgut & Y. Garfinkel. 2022. 7,000-year-old evidence of fruit tree cultivation in the Jordan Valley, Israel. Sci Rep 12, 7463; doi: 10.1038/s41598-022-10743-6