Dr.  Artía: La buena aplicación de tecnologías favoreció el índice de preñez.

Dr.  Artía: La buena aplicación de tecnologías favoreció el índice de preñez.

«Parece que antes las sequías pesaran más y eso es fruto de que ahora hay una mayor aplicación de tecnologías, de distintas tecnologías, en todo el proceso”.

Montevideo | Todo El Campo | Lauro Artía, uno de los profesionales que aportó datos para el taller de preñez que se realizó a fines de junio dijo que en la cría hay “una mejoría estructural de la cría con una merma coyuntural por las condiciones climáticas lamentables”. Sin embargo, “pensábamos que íbamos a tener una merma mucho más grande, pero los niveles de preñez nos sorprendieron en muchos casos, con un promedio nacional del 71,2%”.

Entrevistado por el programa Diario Rural (radio Rural), Artía destacó el contraste con lo sucedido en “otros años de condiciones climáticas similares” a nivel de zona o departamento, en los cuales “habíamos tenido resultados muchos más bajos. Parece que antes las sequías pesaran más y eso es fruto de que ahora hay una mayor aplicación de tecnologías, de distintas tecnologías, en todo el proceso”.

Otro factor, que “nosotros plantemos desde el taller de 2017, fue el atraso de la vacunación contra la aftosa”, lo que fue aceptado por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y comenzó a implementarse en 2018.

“Desde esa fecha no hemos tenido golpes de caída de preñez”, comentó.

Lo que sucedía era que “muchas veces los movimientos por la vacunación se daban en plena implantación de embriones tardíos y eso podría hacer que provocáramos alguna pérdida, no directa por la vacuna, sino por la forma del trabajo, porque si no hay corrales con agua, con sombra, si no se trabaja en horas frescas de la mañana, si no se tienen esos cuidados se podrían perder embriones en esa etapa de la implantación”.

MAL ESTADO CORPORAL PREPARTO Y EL DESAFÍO ECONÓMICO.

En otro orden señaló que los vientres van a llegar a la parición “no en buen estado corporal y ese es un factor fundamental que define muchas cosas”.

“Vamos a tener un desafío grande en ese sentido -subrayó-; y mejorar la condición del animal preñado en invierno es muy difícil. Debería haber una sobreabundancia de forraje que no es el caso. Los ganados están en bajo estado, pero también los campos, salvo que se puede disponer de un mejoramiento importante».

Pero “lo más difícil es la parte económica que no nos está ayudando”, con esta “baja del dólar y de los commodities en general, incluyendo la baja del precio del ternero y de los ganados es de los desafíos más grande porque limita y dificulta la aplicación de tecnologías que son de costo”.

ASISTENCIA EN PARTOS.   

Por otra parte, EL Dr. Artía subrayó la importancia de la asistencia en el parto para evitar las pérdidas de vacas que paren el ternero muerto, o que muere luego de nacer.

De ahí que es fundamental “capacitar y tener personal capacitado para asistir un parto”. En aquellos predios donde se cuenta con capacitación “los números cierran, sobre todo en establecimientos grandes donde hay muchos partos. Cuando hay muchas vaquillonas es una técnica que vale la pena para evitar pérdidas que representan mucha plata”.

ENTREVISTA COMPLETA.

Aumento de brucelosis, “crónica de una muerte anunciada”, dijo el Dr. Lauro Artía.

Aumento de brucelosis, “crónica de una muerte anunciada”, dijo el Dr. Lauro Artía.

“No es un problema de gobiernos o la actual administración, lo hemos mantenido pasando todos los gobiernos, distintos directores generales y técnicos por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca”.

“Es la crónica de una muerte anunciada”, sentenció el Dr. Lauro Artía, al referirse al aumento de casos de brucelosis en varias partes el país, y que ha determinado, como pocas veces se ha visto en plena zafra de remates de reproductores, que varias subastas se tuvieran que suspender, e incluso que destacadas cabañas no hayan concurrido este año a la Expo Prado y exposiciones del interior, a causa de la aparición de la enfermedad en sus rodeos. “Desgraciadamente el tiempo nos ha dado la razón”, agregó el profesional sanducero, que es el vicepresidente del Colegio Médico Veterinario, creado recientemente.

“El Centro Médico Veterinario de Paysandú (CMVP) ha tenido una postura histórica, ya que desde que se suspendió la vacunación en el año 1996, a la fecha, hemos sostenido que la vacunación es la única manera que tenemos de protegernos de la enfermedad”, afirmó.

El expresidente y actualmente directivo del CMVP, explicó que “siempre estuvimos convencidos de eso, y a medida que pasa el tiempo estamos más convencidos aún”, aclarando que esto “no es un problema de gobiernos o la actual administración, sino que lo hemos mantenido pasando todos los gobiernos, distintos directores generales y técnicos por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP)”.

“Básicamente la política del MGAP ha sido siempre la misma en cuanto a la campaña, porque en realidad el plan de erradicación de la enfermedad técnicamente es correcto, porque no podemos reconocer la importancia de Valerie Reagan, asesora que ha venido desde Estados Unidos y referencia mundial, que analizó el Plan Estratégico para la Erradicación de la Brucelosis en Uruguay”, dijo, sin embargo, “de lo técnico a nuestra realidad en campaña hay un largo trecho. Entre lo que dice el Plan que se debe hacer y lo que realmente hacemos, es donde está la diferencia, y el productor queda totalmente desprotegido”.

Reconoció que “nos ha tocado trabajar en más de una cabaña, en varios establecimientos, y más de un foco, por lo que prácticamente hemos convivido con la enfermedad, y con el tiempo más nos convencemos que la vacunación es la herramienta correcta”.

La vacunación, sobre todo la RB 51, tiene la ventaja de vacunar y revacunar animales adultos, mejorando el nivel de protección de la enfermedad –y esto es lo que debemos entender–, para disminuir las pérdidas por aborto que se previene con la vacunación, explicó, y aclaró: “En el momento que se da el aborto, es cuando se produce el contagio. Cuando la vaca aborta, contamina pasturas, el agua, y siempre la contaminación es por boca, ya que se contamina el animal comiendo pasto o tomando agua”. Y aseveró que controlando los abortos “controlamos el contagio, disminuyendo la prevalencia y aparición de nuevos casos”.

EL ANIMAL ENFERMO NO VA A ABORTAR NI VA A CONTAGIAR.

Explicó que la vacuna “no tiene el mismo nivel de protección contra la enfermedad -contra los abortos-, que la infección. Podemos tener un rodeo completamente vacunado, y el animal se puede llegar a infestar, y puede ser positivo en las técnicas diagnósticos, pero lo seguro es que no va a abortar y no va a contagiar, lo que nos va a dar tiempo para detectarlo y sacarlo del rodeo, mandándolo a faena”.

Artía significó que en Estados Unidos se erradicó la enfermedad “vacunando”, y de ahí “la importancia de la vacunación, porque al evitar que la vaca aborte, evitamos que se contagie y lo vamos controlando”.

DIAGNÓSTICOS DIFÍCILES.

“El problema que tiene el Plan que se lleva adelante en Uruguay, es que el período de incubación, entre que el animal se contagie, y se produce el aborto, puede ser de dos o dos años y medio, porque es una enfermedad crónica”. Sostuvo que “cuando se compran vientres no sabemos lo que estamos comprando. Depende mucho el estado de gravidez del animal, si está preñado o no, si es vaca adulta o una vaquillona. El animal puede venir con la infección, pero no está circulando en sangre, por ende, las defensas no lo detectan y va a dar negativo en las pruebas diagnósticas, y cuando se preñe ese animal, la bacteria va por los tejidos reproductivos del animal hacia la placenta, la sangre la detecta, genera los anticuerpos y se hace positivo la vaca”.

O sea que “son muy difíciles los diagnósticos, y ahí es cuando fallan los sistemas de vigilancia”.

En los productores hay reticencias, “lo dice la realidad” porque durante un período de algunos años fue obligatoria la vacunación contra brucelosis en el departamento de Paysandú, pero el número de quienes realmente vacunaron apenas superó el 50%.

Precisó que “en donde trabajamos preconizamos la vacunación, defendemos y tratamos de concientizar al productor de la importancia que tiene. Una vez que el productor sufre la enfermedad, recién ahí empieza a valorar la importancia de vacunar”.

VACUNAR OBLIGATORIAMENTE TERNERAS.

Lauro Artía es partidario de implementar “la vacunación obligatoria de las terneras con RB 51 todos los años. Porque los productores son así, por más que está libre la vacunación, el productor no vacuna. En Paysandú en donde era obligatoria, costó implementarla y no se logró que fuera cien por ciento”.

A pesar de eso, subrayó que “se logró controlar el foco, de los que hubo muchos, y con el sangrado y vacunación se logró reducir la cantidad de casos”.

SANGRAR CIEN POR CIENTO.

“Tenemos bajos niveles de prevalencia, que es en lo que se ampara técnicamente el MGAP para no implementar una vacunación obligatoria”, explicó el veterinario. Pero “al tener bajo porcentaje de positivos, sucede que para detectarlos tenemos que aumentar el nivel de búsqueda, los monitoreos a nivel de frigorífico y sangrar el cien por ciento de las hembras en faena, algo que no se está haciendo”.

“En el Plan te dice que a medida que se baja la prevalencia se avanza hacia la erradicación, hay que aumentar más los sangrados y monitoreo de todos los movimientos a faena”.

Las preguntas son: “¿Estamos en condiciones de hacer eso?, ¿por qué no se está haciendo?”, planteó y volvió preguntarse: En Uruguay “¿está dispuesto el personal de los frigoríficos a sangrar el cien por ciento de las hembras que van faena? Si no tenemos esas condiciones se debe utilizar otra herramienta, y aquí la vacuna es la manera de ponernos adelante de la enfermedad”.

Artículo original y fotografía de diario sanducero El Telégrafo (eltelegrafo.com)

Foto ganado El Coraje.

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