Noviembre revela una tendencia deficitaria con relación a la disponibilidad de lluvias en todo el territorio nacional.
Asunción, Paraguay | Todo El Campo | La actualización de lluvias que el Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) de Paraguay pronostica para noviembre que habrá déficit en todo el país.
Inbio señala que “el análisis del pronóstico de precipitación mensual para el mes de noviembre revela una tendencia deficitaria con relación a la disponibilidad de lluvias en todo el territorio nacional”.
Agrega: “Según las estimaciones, se prevé que durante este periodo se registren niveles de lluvias por debajo de la media mensual histórica en toda la extensión del país. Sin embargo, el énfasis se centra en la región norte de la Región Oriental, donde se espera una marcada insuficiencia”.
Dicho de otra manera, en el mes que está por iniciarse “se mantendrá el déficit de lluvias en gran parte del territorio nacional”, comentó la Unión de Gremios de la Producción (UGP).
UN ESCENARIO DESAFIANTE.
La combinación de precipitaciones escasas o nulas y las temperaturas elevadas, presenta “un escenario desafiante para el desarrollo, en sus distintas etapas, de los cultivos de verano, ya que podría generar altos riesgos de estrés hídrico”, advierte el gremio de productores.
Como dijo un usuario de las redes sociales, jugando con las palabras: “Este Niño, parece Niña”.
En 2022 el área de trigo fue de 451.430 hectáreas y de canola de 78.189 hectáreas.
Asunción, Paraguay | La producción agrícola paraguaya muestra un repunte del área de trigo y canola, después de tres años de descenso, publicó el Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) recientemente difundido. El documento también muestra de forma discriminada las áreas de cobertura, separando por las que tienen cultivos de abonos verde y cobertura seca, todas estas áreas sobre siembra directa.
TRIGO. El informe del Inbio señala que en la campaña de invierno 2022 se sembró 451.430 hectáreas de trigo, unas 28.867 hectáreas más que el año anterior, cuando el área de este cultivo llegó a 422.563 hectáreas. Cabe destacar que desde 2018 hasta 2021, este cultivo tuvo una disminución paulatina en su área de siembra, convirtiéndose el 2022 el primer periodo de repunte en el área en varios años.
El área destinada al cultivo del trigo los últimos cinco años es la siguiente: En 2018 totalizaron 485.574 hectáreas; en 2019 fueron 477.164 hectáreas; en 2020 el área bajó a 442.887 hectáreas; en 2021 el descenso fue hasta las 422.563 hectáreas; y en 2022 subió a 451.430 hectáreas.
CANOLA. Respecto al cultivo de canola, el informe del Inbio revela que en el 2022 el área de siembra llegó a 78.189 hectáreas, unas 43.558 hectáreas más que el periodo de cultivo invierno 2021, cuando el área llegó a 34.631 hectáreas, también con un paulatino descenso, sostenido por varios años.
Si bien en el 2020 este cultivo tuvo un leve repunte, volvió a caer en el 2021, sin embargo, en el 2022 el área está a niveles más cercanos a los del 2018.
En 2018, fueron 79.242 hectáreas; en 2019 la caída fue estrepitosa, a 36.648 hectáreas; subió en 2020 a 38.722 hectáreas; en 2021 volvió a bajar a 34.631 hectárea; y en 2022 saltó a un área de 78.189 hectáreas.
COBERTURA.
En relación a cobertura seca, el informe del Inbio detalla que en el 2022 se alcanzó las 1.772.305 hectáreas, unas 78.771 más que el año pasado, donde el área alcanzó unas 1.693.534 hectáreas de cobertura seca.
En el caso de las parcelas con cobertura verde el área llegó a 1.528.038 hectáreas, sufriendo un muy leve descenso con relación al año pasado, cuando el área llegó a 1.540.934.
IMPORTANCIA DE ABONOS VERDES.
El periodo de invierno tiene una gran importancia en el sistema productivo nacional, ya que es la ventana que más se utiliza para mejorar las condiciones del suelo y preparar las parcelas para la zafra, productiva por excelencia.
Los cultivos de abonos verdes mejoran las condiciones del suelo, mediante sistemas radiculares eficientes, lo que permite infiltrar tanto nutrientes como humedad a mayores profundidades del suelo.
Los beneficios, son: recicla nutrientes y los disponibiliza; aumenta la materia orgánica en el suelo; permite una mayor infiltración de agua y una mejor oxigenación, lo que mejora la condición de los suelos.