El conflicto con Ucrania expone a Europa por su dependencia del gas ruso.
Hay mucho en juego. El 35% del gas que llega a la Unión Europea, procede de Rusia, pero aparecen opciones en el horizonte.
El conflicto en la frontera de Rusia y Ucrania no es sólo militar. No se trata de tanques, aviones e infantería, sino también de energía. Por algo, hace unas cuantas semanas, el presidente ruso, Vladimir Putin, amenazó a la Unión Europea de reducir sus envíos de gas a Europa.
En su momento, las declaraciones de Putin provocaron un sacudón en el mercado del gas con precios que subieron en pleno invierno europeo.
Es que Rusia tiene importantes, o las mayores reservas de gas del mundo con Gazprom liderando las compañías gasísticas del globo que el año pasado extrajo casi 515.000 millones de metros cúbicos.
El tamaño enorme de Rusia garantiza ser un importante productor de gas, con Estados Unidos como único competidor a la altura.
Los países europeos que dependen totalmente del gas ruso son cinco: Bulgaria, Eslovaquia, Finlandia, Letonia y Lituania. Otros cinco (Austria, Grecia, Hungría, Polonia y República Checa) compran más del 70% del gas que consumen a Rusia, y otros países como Alemania o Francia han adquirido más de un 20%.
Bélgica, Reino Unido, Portugal y España escapan de la dependencia rusa. En el caso español, el proveedor de gas es Argelia.
De la dependencia sobre Moscú solo escapan un puñado de países europeos. Bélgica, Reino Unido o España, que recibe la mayor parte de su energía de Argelia. El resto de la Unión está atada a Putin a través de la red de gasoductos con los que el Kremlin tiene atados a los ciudadanos europeos.
LA CARTA EN LA MANGA DE ALEMANIA.
En 2010 Rusia inició la construcción de una tubería para enviar gas a Europa, el llamado Nord Stream 2, un proyecto que nace en Yuzhno-Rússkoye, un campo de petróleo y gas ruso, recorre un largo trayecto, atraviesa el mar Víborg y desembarca en Greifswald (norte de Alemania).
Con Nord Stream 2, Rusia pretende zafar de la dependencia de Ucrania y Bielorrusia, los dos países por los que transitan el resto de gasoductos que conectan Rusia y Europa.
Resulta que Alemania podría detener el proyecto y cegar el tubo.
¿ESPAÑA PODRÁ ABASTECER A TODA EUROPA?
España multiplicó por siete sus importaciones de gas norteamericano y cuenta con la mitad de las regasificadoras de toda Europa. Ahí puede estar la alternativa a la energía rusa lo que además pone a España en un lugar estratégico en medio de la crisis.
España ya ejerce como centro de distribución del gas que Europa está importando de Estados Unidos para minimizar su dependencia de Rusia. La Unión Europea ya ha comenzado a protegerse ante las primeras consecuencias que el posible estallido de la tensión en Ucrania podría generar en materia energética.
Las compras españolas de gas estadounidense comenzaron a dispararse en octubre de 2021, hasta llegar a su máximo alcanzado en enero de este año. En concreto, España ha multiplicado casi por siete la llegada de Gas Natural Licuado (GNL) procedente de EE.UU., con respecto a enero de 2021. Durante el primer mes de 2022, Washington exportó 13.103 GWh de GNL en barcos que atracaron en puertos españoles. Dicho gas ya ha comenzado a almacenarse en las regasificadoras peninsulares, para distribuirse entre los países europeos que mayor exposición tienen al gas ruso.
La medida sería transitoria, hasta que Bruselas cierre el acuerdo que convierta a Qatar en el principal suministrador de gas de la Unión Europea. Desde Estado Unidos varios senadores ya han alertado de la mella que el incremento de las exportaciones está provocando en las reservas y yacimientos del país.
El destino del gas almacenado en plantas españolas iría destinada a aquellos países con mayor dependencia de Moscú.
Además, España también ha elevado -durante los últimos tres meses- la cantidad de GNL procedente de Nigeria, multiplicando con dos lo recibido en enero con respecto a hace un año.
El problema del gas estadounidense es el costo del traslado de la materia prima que se hace en buques y exigen control especial de temperatura que debe ser muy baja, eso requiere una infraestructura especial con la suba de precios correspondiente.
En base a informes del periodista Carlos Reus en El Debate. Los artículos de C Reus se pueden leer aquí: Carlos Reus | Todos sus artículos en El Debate | Foto: Ejército de Ucrania.