El Proyecto Ganadería y Clima permitió mejorar resultados productivos, económicos y ambientales de la ganadería en Uruguay en contexto de déficit hídrico.
Florida | Todo El Campo | El pasado 3 de junio se presentaron los resultados del proyecto Ganadería y Clima, de los que se destacan importantes logros. Algunos de ellos son que “el ingreso neto familiar en los predios del proyecto se incrementó un 28% respecto a la línea de base al inicio del proyecto; otro, que la producción de carne vacuna se incrementó en promedio un 8%; o que las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyeron un 7% por hectárea y un 18% por Kg de carne producida; y el impacto del proyecto en las 28.000 hectáreas de superficie de pastoreo involucradas fue una reducción de 3.528 toneladas de gases de efecto invernadero por año.
El evento que contó con la participación del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, el ministro de Ambiente y el responsable de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Uruguay.
El proyecto Producción ganadera climáticamente inteligente y restauración del suelo en pastizales uruguayos, más conocido como Proyecto Ganadería y Clima, presentó sus resultados de campo en el marco de un taller de dos días que reunió a productores, técnicos y autoridades en Paso Severino, Florida.
Esta es una iniciativa financiada por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF), implementada por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) con apoyo del Ministerio de Ambiente (MA) y la asistencia técnica de la FAO. El trabajo de campo estuvo a cargo del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y la Facultad de Agronomía de la Universidad de la República.
Desde el 2023, 60 predios de productores familiares, que cubren cerca de 30.000 hectáreas de cuatro regiones del país, recibieron asistencia técnica para mejorar la gestión productiva y ambiental.
El proyecto contribuyó a generar prácticas de ganadería climáticamente inteligente que mejoraron la producción y los ingresos económicos. Al mismo tiempo, se logró disminuir la intensidad de las emisiones de gases de efecto invernadero, aumentando la resiliencia frente a eventos climáticos extremos sin poner en riesgo los servicios ecosistémicos del campo natural.
Con un encuadre de coinnovación entre técnicos y productores, la iniciativa se planteó contribuir a enfrentar los desafíos del sector a través de un enfoque integral, midiendo la reducción de la intensidad de emisiones por kilo de carne y la captura de carbono en pastizales.
Su metodología participativa buscó rediseñar los sistemas de producción con procedimientos y tecnologías de bajo costo y alto impacto, mientras se monitorearon los resultados físicos, económicos, ambientales y sociales del proceso de cambio.
“UN PROYECTO ESTRELLA”.
El ministro Fernando Mattos resaltó “la interacción interinstitucional de ganadería y clima” y explicó que el proyecto es “emblemático” y que será necesario desarrollarlo a una mayor escala.
Por su parte el titula de Ambiente, Robert Bouvier, resaltó que “obtener datos, información y experiencia científica probada es lo que va a respaldar al Uruguay a la hora de presentar sus productos al mundo”.
En cuanto a los componentes de producción y sostenibilidad del proyecto, Gonzalo Kmaid de la FAO en Uruguay hizo hincapié en el hecho de que nuestro país “hizo una definición muy precisa en cuanto a contribuir con su desarrollo sin sacrificar la calidad ambiental. En este sentido, este es un proyecto estrella”.
ALGUNOS RESULTADOS CLAVE:
El ingreso neto familiar en los predios del proyecto se incrementó un 28% respecto a la línea de base al inicio del proyecto.
La producción de carne vacuna se incrementó en promedio un 8% comparado a la línea de base, pasando de 78 Kg/ha a 84 Kg/ha. En la producción de carne ovina se observó un incremento promedio de 17%, pasando de 12 Kg/ha a 14 Kg/ha.
Las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyeron un 7% por hectárea y un 18% por Kg de carne producida.
El impacto del proyecto en las 28.000 hectáreas de superficie de pastoreo involucradas fue una reducción de 3528 toneladas de gases de efecto invernadero por año.
A pesar del contexto de déficit hídrico, y en comparación con los vecinos, los predios de los productores participantes del proyecto aumentaron la biodiversidad de especies vegetales en un 7,4%.
La mejora en los indicadores presentados por el Proyecto Ganadería y Clima se dio en un contexto adverso de déficit de lluvias durante los tres años de trabajo.
Los resultados de la implementación del proyecto son auspiciosos para el cumplimiento de los compromisos nacionales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Asimismo, explicitan un camino para construir resiliencia en sistemas ganaderos con base en campo natural.
Los datos científicos emergentes permiten aportar al diseño de políticas públicas como insumos para la construcción participativa de una ganadería sostenible; como también, se constituyen en recursos para la calibración de factores nacionales y para la estimación de indicadores de sostenibilidad. Su caracterización y comunicación posibilitará el posicionamiento de la producción ganadera del Uruguay. (FAO).
El proyecto plantea promover el secuestro de carbono en pastizales naturales para abordar la cuestión de la sostenibilidad a largo plazo. Así, aspira a mantener o aumentar las reservas de carbono en el suelo, aportando a la mitigación del cambio climático y generando sistemas pecuarios más sostenibles y más resilientes.
El viernes 10 de junio se presentaron los resultados del proyecto Producción Ganadera Climáticamente Inteligente y Restauración del Suelo en Pastizales Uruguayos, más conocido como “Proyecto Ganadería y Clima”, el evento tuvo lugar en el marco de la Expo Uruguay Sostenible en el Velódromo de Montevideo.
Los datos del primer año de estudio muestran que la gran mayoría de los predios que participan del proyecto lograron mejorar sus ingresos y bajar la emisión de gases como Óxido Nitroso y Metano del ganado, mejorando las prácticas de gestión de los procesos productivos y sin aumentar los costos.
El ministro de Ambiente, Adrián Peña, remarcó que, en un país productor de alimentos como Uruguay, hay temas de la sostenibilidad de los sistemas productivos que son centrales para un Ministerio de Ambiente. “Lo que hemos denominado la incorporación de la dimensión ambiental en los sistemas productivos nacionales es el tema que nos convoca con mayor mirada de largo plazo”, dijo.
“Nosotros estamos haciendo mucha fuerza para poner a Uruguay en el concierto internacional y para ponerlo como lo que es: un productor serio, un productor sostenible y que está dispuesto a medir en base científica y demostrar cómo produce”.
Peña destacó, además, que este camino es un camino compartido entre ambos ministerios.
TRANSMITIR EL CUIDADO DEL AMBIENTE.
Por su parte, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, afirmó que, si bien el Uruguay tiene un destino productivo, también tiene la responsabilidad de cuidar los recursos ya que no tendrá futuro si no lo hace.
“Todo este aspecto del ambiente está mucho más arriba de la mesa en nuestro día a día, en nuestras propias decisiones -dijo-, y estamos tratando de transmitir a quienes nos sucedan, la importancia de la preservación de la fauna, de la flora, de los cursos de agua, del aire, del suelo que para quienes estamos en la producción de la tierra es un bien de un enorme valor y el gran patrimonio que tiene el Uruguay productivo”.
SINERGIA PRODUCCIÓN Y AMBIENTE.
La instancia contó además con la presencia de Sebastián Viroga, oficial responsable de FAO en Uruguay quien remarcó la sinergia entre producción y ambiente y agregó que existe un trabajo con productores a nivel comercial con situaciones reales, «se destaca el compromiso de Uruguay con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la agenda 2030. La estrategia de producción sostenible es muestra clara de los pasos firmes que está dando el país».
PROYECTO GANADERÍA Y CLIMA: ENFRENTAR LOS DESAFÍOS.
El proyecto “Ganadería y Clima” se plantea contribuir a enfrentar los desafíos del sector ganadero a través de un enfoque integral que genera beneficios en la productividad, los ingresos netos de las familias productoras, el manejo sostenible del campo natural, la adaptación al cambio climático y la reducción de la intensidad de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) por kilo de carne y la captura de carbono en pastizales. El foco del proyecto es trabajar con productores y productoras a través de una metodología participativa de asistencia técnica (que denominamos “co-innovación”), para rediseñar los sistemas de producción con prácticas y tecnologías de bajo costo y alto impacto, mientras se monitorean los resultados físicos, económicos y ambientales del proceso de cambio.
El 57% de las emisiones netas de gases de efecto invernadero de Uruguay proviene del sector agropecuario; y el gas que más emite el país es el metano, del cual un 93% proviene de ese mismo sector. Por lo tanto, a la hora de hacer su aporte al esfuerzo conjunto internacional en materia de mitigación del Cambio Climático, la ganadería es un sector clave para actuar desde Uruguay.
El proyecto se plantea promover el secuestro de carbono en pastizales naturales para abordar la cuestión de la sostenibilidad a largo plazo. Así, aspira a mantener o aumentar las reservas de carbono en el suelo, aportando a la mitigación del cambio climático y generando sistemas pecuarios más sostenibles y más resilientes.
En concreto, se está trabajando directamente en 35.000 hectáreas de 60 predios ganaderos pequeños y medianos, y se busca un impacto de manera indirecta en 400.000 hectáreas.
El objetivo es promover cambios técnicos, evaluar sus impactos en las principales dimensiones identificadas, trabajando directamente con las organizaciones de productores en el territorio, con apoyo del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y Facultad de Agronomía de la Universidad de la República.
El proyecto es financiado por el Fondo Mundial del Medio Ambiente (GEF) y se encuentra en la mitad de su implementación. La agencia de implementación es la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el ejecutor es el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) en colaboración con el Ministerio de Ambiente.
Consta de 3 componentes, el componente 1 se centra en el fortalecimiento institucional, el componente 2 implica la implementación de prácticas innovadoras de ganadería climáticamente inteligente y restauración de tierras, y el componente 3 abarca el monitoreo, evaluación y gestión del conocimiento.
Los resultados del trabajo de campo realizado en el marco del componente 2 servirán de insumo para la redacción de uno de los productos del componente 1, que implica el diseño de una estrategia de ganadería con valor agregado ambiental.
RESULTADOS DEL PRIMER AÑO DE TRABAJO.
A continuación, se presentan los resultados obtenidos en el primer año de trabajo de campo (componente 2) y el proceso previsto para el desarrollo de la estrategia nacional de ganadería (componente 1).
Resultados:
El ingreso neto familiar de los predios del proyecto se incrementó casi 20% respecto a la Línea de Base. El 56% de los predios mejoraron este indicador. El aumento en la producción de carne vacuna y ovina, y la reducción de costos fueron la base de la mejora.
El proyecto se basa en la hipótesis de que, mejorando las prácticas de gestión de los procesos productivos y sin aumentar los costos, mejoran los indicadores productivos y el resultado económico de los predios. Dentro de los resultados se observa que la mejora en la gestión del rodeo en función de los recursos disponibles y las diferentes épocas del año, impactó positivamente en la condición corporal de los animales y por lo tanto en la producción de carne tanto de los vacunos como en ovinos. Estos indicadores explican el aumento de producción por hectárea y por animal, lo cual confirma la hipótesis original.
La producción de carne vacuna se incrementó en promedio un 10% en el ejercicio 2020-21 comparado a la Línea de Base. En cambio, la eficiencia de producción de carne por unidad ganadera promedio aumentó casi 15% y el 65% de los predios mejoraron en esta variable. En la medida que la carga vacuna no cambió significativamente, esta mejora en la producción por animal es la que explica el aumento en la producción de carne vacuna por unidad de superficie.
En la producción de carne ovina se observó un incremento promedio de 15%. También se logró un aumento de la eficiencia de producción reflejado en los indicadores de kg de cordero destetado por oveja encarnerada y los kg de carne producidos por unidad ganadera (UG) ovina que se incrementaron en promedio 18 y 46%, respectivamente
Las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyeron tanto por ha (casi 5%) como por kg de carne producido (16%), y casi 60% de los predios redujeron sus emisiones, principalmente por las disminuciones en las emisiones de óxido nitroso (N2O) y metano (CH4) del ganado. Esto se logró por la reducción en la carga ganadera y el aumento en la producción de carne por animal. La producción de GEI por kg de carne equivalente producido, se asoció fuertemente y disminuyó en los predios que presentaron mayores producciones de carne equivalente por ha y mayores ingresos netos, sugiriendo que estos predios lograron producir más carne y tener mejores ingresos netos, aumentando su eficiencia de producción y disminuyendo entonces las emisiones de GEI por kg de carne producido.
En total las emisiones evitadas en la totalidad de los predios fueron de 130,2 Ton de CO2 equivalente.
CONSTRUCCIÓN DE LA ESTRATEGIA.
La estrategia nacional pretende incorporar la Ganadería Climáticamente Inteligente (GCI) en los planes nacionales y locales de desarrollo, políticas sectoriales y programas institucionales creando las capacidades para expandir las prácticas y tecnologías de la GCI, implementadas en el Componente 2 del proyecto.
El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, junto con el Ministerio de Ambiente, lideran este proceso de diálogo y participación con una multiplicidad de actores vinculados al sector ganadero, que van a interactuar, para concluir con la elaboración de un documento consensuado, que será entregado a las autoridades.
La facilitación del proceso es llevada adelante por un equipo del Instituto Plan Agropecuario. Y tiene previsto realizar una serie de entrevistas a informantes calificados, una fase de sensibilización y una serie de talleres temáticos e institucionales y relevamientos virtuales, para finalizar con una fase de validación. (MGAP).