Fundación Gate visitó Uruguay y conoció la forma de producir Uruguay, amigable con el ambiente.

Fundación Gate visitó Uruguay y conoció la forma de producir Uruguay, amigable con el ambiente.

José Bonica, presidente de INIA, resumió los aspectos más importantes de la visita.

A mediados de febrero de 2021 Bill Gates hizo referencia crítica a los sistemas de producción de carne en el mundo y aconsejó un mayor consumo de carne sintética con lo cual se ayudaría a solucionar el problema climático. El llamado del magnate fue en una entrevista que concedió a la revista MIT Technology Review y tuvo una repercusión mundial que generó reacciones en todos los países productores, inclusive Uruguay.

Horas después del mensaje del famoso millonario, el entonces presidente del Instituto Nacional de Carnes (INAC), el hoy ministro Fernando Mattos, escribió una carta en la que invitó a Gates a visitar nuestro país para ver por sí mismo cómo se produce carne en Uruguay.

El INAC lo invita “a conocer el Uruguay, país con más de 400 años de explotación ganadera en base a pasturas naturales y que es ejemplo de sostenibilidad”, escribió Mattos, y agregó: “No estamos en contra de ese producto (sintético), ni consideramos a estas iniciativas una amenaza” para la carne verdadera.

“Respetamos a los consumidores que tomen esa opción, pero nos defenderemos de ataques infundados y reclamaremos el derecho de respetar las denominaciones, rechazando cualquier intento de apropiación genérica con el ardid del falso beneficio. ¡Llámenlo como quieran, pero no es carne!”, enfatizó en la misiva.

Gates aceptó la invitación pero no vino en persona sino que envió a un grupo de expertos de la Fundación Bill y Melinda Gates con el fin de que éstos conocieran el modelo de agroproducción local, sus diferenciales y las acciones que se están desarrollando para que cada día sea más sustentable. Durante tres días, la comitiva tuvo oportunidad de recorrer diferentes sitios del país donde científicos y productores están trabajando en el tema, y de reunirse con jerarcas oficiales.

El grupo de visitantes estuvo conformado por Brantley Browning, oficial superior de programas de la fundación; Ruben Echeverria, asesor superior de Desarrollo Agrícola; Alfred de Vries, oficial superior de programas de Producción Animal, y Samuel Thevasagayam, subdirector de Desarrollo Global.

JORGE BONICA: HAY COSAS EN QUE “URUGUAY PUEDE SER EJEMPLO”.

Al respecto, el presidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Jorge Bonica, dijo que “la Fundación Bill y Melinda Gates tiene casi 80 investigadores dedicados a la división agropecuaria” y que fue “la cúpula” la que vistió Uruguay.

“Ellos se dedican principalmente a los países pobres, el origen de la Fundación eran los temas de salud animal, enseguida pasaron a mortalidad infantil y luego a la nutrición. Sin querer caen en la producción de alimentos y la producción de carne, sobre todo en los países donde debido a una baja eficiencia la huella de metano pasa a ser importante”, explicó.

Agregó que Uruguay y la Fundación están “lejos de desconocer” esos problemas, y que la intención es “conocer cómo se puede tener una baja afectación ambiental en sistemas pastoriles”.

En los intercambios previos al encuentro con la Fundación a través de Zoom, “coincidimos en algunos aspectos”, “aparecieron cosas en común, cosas en que Uruguay puede ser ejemplo ante otros países, y allí surgió e término ‘observatorio’ que quedó plateado para tenerlo presente porque Uruguay puede ser útil para otros”, comentó Bonica.

El ministro Mattos en la recorrida de campo con los representantes de la Fundación y los técnicos uruguayos.

URUGUAY DEBE DAR A CONOCER LO QUE HACE.

Consultado si lo que falló fue el conocimiento que la Fundación tenía sobre lo que Uruguay hace, o si fue Uruguay que no transmitió su experiencia, el presidente de INIA dijo que se dieron “las dos cosas”.

“Ellos sabían que tenían cosas para aprender acá, pero la Fundación Gates no está en Sudamérica, entonces le quedan cosas por aprender. Y a nosotros nos lo hizo notar una semana antes el investigador que vino de California, el Dr. Frank Mitloehner, que nos dijo que ‘si hacen alguna cosa, hablen de lo que hagan’, y pude ser que nosotros tengamos un perfil muy bajo”, comentó Bonica que añadió: “Es posible que Uruguay esté dejando pasar algunas oportunidades por no charlar sobre lo que nosotros hacemos”.  

La visita de la Fundación fue corta “pero se llevan la cara de nosotros, el cómo somos en el día a día, eso ya lo vieron”, y sobre ese tema “doy un ejemplo muy rápido: En INIA La Estanzuela tenemos un ensayo de rotaciones que se hizo ante la preocupación por la salud de nuestros suelos. Ese ensayo tiene más de 60 años, es el más antiguo de Latinoamérica y eso les impresionó porque había empezado antes de que naciera cualquiera de los integrantes de la delegación. Son las pequeñas cosas que muestran que Uruguay piensa en esas cosas. Puede ser que lo llamemos huella de carbono o de otra forma, pero tenemos esa conciencia”.

EL AUTO EN LA RUTA DE ALEMANIA Y EN LA RUTA DE URUGUAY.

Por otra parte Bonica subrayó que Uruguay emite “muy pocos” gases y “en un ambiente que existe desde hace millones de años” en el sentido de que “nuestros herbívoros siempre han estado en nuestras pasturas, nunca tuvimos que talar ningún monte. Los herbívoros han cambiado, pero el sistema es básicamente el mismo. A su vez hay variabilidad en nuestro comportamiento, entonces unos campos sobrepastoreados pueden tener suelos cansados y se podría revertir eso con prácticas de manejo, pero hay otros campos bien manejados que están en una situación buena, así que hay una heterogeneidad de situaciones”.

“Pero esto no es solo carbono, existen otras cosas y por eso hablamos de huella ambiental. En nuestros suelos tenemos una cantidad de especies increíble, organismos, microorganismos, y eso da lugar a una cantidad de aves impresionantes”, describió.

Finalmente contó la anécdota del vehículo que recorre kilómetros en Alemania sin tener que limpiar su parabrisas, y nosotros cada poco tenemos que limpiar nuestro parabrisas. “Eso es una muestra de la variabilidad de seres vivos y esa variabilidad debemos conservarla y transformarla en una ventaja comercial al momento de vender, ahora que la sociedad mundial presta tanta atención a estos temas”. “Tenemos que hablar de clima, pero también de economía porque es importante”, reflexionó.

“EL SUEÑO DEL PIBE”.

En el encuentro con la Fundación hubo temas que “despertaron mucho interés como lo que estamos haciendo en Kiyu con la medición de emisiones de metano en toros que a pocos metros se venden en una pista de remate. Es algo con lo que ellos quieren colaborar y escalarlo, que más animales puedan ir en ese sentido”.

Además “quedaron que en el próximo congreso de genética que se va a realizar e Róterdam (Países Bajos) van en tener ciertas cosas ya armadas para discutirlas y nuevamente los técnicos de ambas instituciones se van a ver las caras”.

En encuentro con la Fundación incluyó un cronograma de trabajo, una hoja de ruta, se despertó interés. Ahora falta cumplir con “el sueño del pibe, es que así como el señor Gates se pronunció sobre la carne de forma crítica, que lo haga ahora sobre el modelo uruguayo, que haga un comentario de ese estilo”, finalizó.

ENTREVISTA COMPLETA.

Entrevista a José Bonica (INIA).

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