Asia empuja el crecimiento mundial, pero se enlentece, dice el FMI.

Asia empuja el crecimiento mundial, pero se enlentece, dice el FMI.

El consumo es lo que “ha respaldado el crecimiento en los tres países más grandes de Asia”, sin embargo ahora “hay señales de que la recuperación de la región puede que se esté quedando sin fuerzas”.

Montevideo | Todo El Campo | Asia está en la mira del mundo. Para bien y para mal, según la zona que se observe y la temática que se analice.

Según la enciclopedia Concepto, con una superficie de 44,6 millones de kilómetros cuadrados, Asia es el continente más grande y el que presenta la mayor diversidad de razas, culturas y lenguas del mundo. Geográficamente tiene los puntos más altos y más profundos de la superficie de la Tierra, la costa más larga de cualquier continente y, debido a su amplitud, presenta condiciones climáticas muy diversas y una amplia biodiversidad (Asia – concepto.de). Sin duda es un continente fantástico

Económicamente, es el continente que “sigue impulsando el crecimiento mundial”, afirma un reporte del Fondo Monetario Internacional (FMI) elaborado el viernes 13 por Yan Carrière-Swallow, subjefe de división del Departamento de Asia y el Pacífico del FMI; y Krishna Srinivasan, director del Departamento de Asia y el Pacífico (APD).

El problema es que “el impulso económico asiático se está desacelerando”, y “es probable que la región experimente una desinflación más rápida, pero las perspectivas de crecimiento en los próximos años se están oscureciendo”, escribieron.

El texto, de unas 3 páginas, advierten que este año ha sido el consumo es lo que “ha respaldado el crecimiento en los tres países más grandes de Asia”, sin embargo ahora “ya hay señales de que la recuperación de la región puede que se esté quedando sin fuerzas”.

“Esperamos que el crecimiento en Asia y el Pacífico se acelere desde el 3,9% en 2022 a 4,6% este año, sin cambios con respecto a la proyección del año pasado”, eso se daría “por la recuperación posterior a la reapertura en China y un crecimiento más fuerte de lo esperado en el primer semestre del año en Japón e India”. Lo que pasó fue que al levantar las restricciones sanitarias que la pandemia obligó a tomar, “la demanda en estas economías fue reforzada”, los ciudadanos salieron a consumir y ahora “están agotando los ahorros logrados durante” el encierro. Ese abundante gasto causó “una notable fortaleza en el sector servicios”.

Por ahora “Asia continuará contribuyendo con alrededor de dos tercios de todo el crecimiento mundial, pero con un crecimiento significativamente inferior al proyectado antes de la pandemia”.

PROYECCIÓN EN CAÍDA Y ESTADOS UNIDOS QUE NO AYUDA.

En abril la proyección de crecimiento del FMI era de 4,4%, ahora es de 4,2%. “Nuestra evaluación menos optimista se basa en señales de desaceleración del crecimiento y la inversión en el tercer trimestre, en parte una demanda externa más débil a medida que la economía mundial se desacelera, como en el sudeste asiático y Japón, y la vacilante inversión inmobiliaria en China”, escribieron los autores del informe.

China está perdiendo fuerza, con una desaceleración del 5% de ese año al 4,2% en 2024, “en medio de la profundización de la caída del sector inmobiliario, por debajo del 4,5% que habíamos pronosticado en abril”.

Por otra parte, Estados Unidos no ayuda. En otras circunstancias, “el lastre de China se habría visto compensado por las previsiones de crecimiento más rápido en Estados Unidos y Japón”, pero “la fortaleza de la economía estadounidense ha sido en el sector servicios, más que en los bienes, lo que no alimenta mayor demanda para Asia”, además de que las políticas de Estados Unidos (reducción de la inflación o las leyes de patentes, chips, etc.) “están reorientando la demanda hacia el mercado nacional, lo que proporciona un menor impulso a las importaciones de Asia”.

A la deuda inmobiliaria y la menor actividad económica, se suma que China presenta un problema de “envejecimiento de la población y la desaceleración de la productividad moderador el crecimiento a mediano plazo en China, en medio de riesgos crecientes de fragmentación geoeconómica, así como las perspectivas del resto de Asia y más allá. En un escenario a la baja en el que la «reducción de riesgos» y Las estrategias de «relocalización» se afianzan, la producción podría disminuir hasta en un 10% más de cinco años en las economías asiáticas más estrechamente vinculadas a la economía.

LA INFLACIÓN EN ASIA.

Respecto a la inflación que tuvo un aumento luego de la pandemia, “algunos países como Indonesia” han señalado que está “volviendo a la meta después de aumentos sustanciales el año pasado. Por el contrario, en China está por debajo de la meta y, con una demanda lenta en medio de la profundización de las tensiones que emanan del sector inmobiliario, se espera que aumente sólo gradualmente debido a los estímulos políticos”. Y en Japón “ha aumentado”.

“El entorno mundial sigue siendo muy incierto”, y en ese escenario “las autoridades deben mantener el rumbo para garantizar el crecimiento y la estabilidad continuos”.

“Los países con una inflación aún por encima de los objetivos, como Australia, Nueva Zelanda y Filipinas deben seguir señalando su compromiso de reducir la inflación. Esto implicará mantener una política monetaria restrictiva hasta que la inflación caiga de forma duradera hasta el objetivo y las expectativas se mantengan firmes”.

En el cierre del artículo expresan: “A medida que las perspectivas a largo plazo se desvanecen, los países deben redoblar sus esfuerzos para promover reformas que fomenten el crecimiento”. “El fortalecimiento de la cooperación multilateral y regional y la mitigación de los efectos de la fragmentación geoeconómica son cada vez más vitales para las perspectivas económicas en los próximos años. Con ese fin, se han llevado a cabo reformas que reduzcan las barreras comerciales, impulsen la conectividad y mejoren los entornos empresariales esencial para atraer más inversión extranjera y nacional en todo el mundo y la región”.

Técnicos del FMI llaman la atención sobre la “tendencia ascendente” de la deuda mundial.

Técnicos del FMI llaman la atención sobre la “tendencia ascendente” de la deuda mundial.

El texto del organismo internacional expresa que los gobiernos deberían tomar medidas urgentes para ayudar a reducir las vulnerabilidades de la deuda y revertir las tendencias de la deuda a largo plazo.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Los gobernantes y las autoridades responsables de las finanzas de cada país, “tendrán que ser inquebrantables durante los próximos años en su compromiso de preservar la sostenibilidad de la deuda”. Ese es el planteo del análisis realizado por técnicos del Fondo Monetario Internacional (FMI), al que accedió Todo El Campo.

La advertencia se debe a que la deuda mundial está “por encima del nivel previo a la pandemia”, el cual ya era muy elevado: “La deuda total ascendió al 238% del producto interno bruto mundial el año pasado, 9 puntos porcentuales más que en 2019. En términos de dólares estadounidenses, la deuda ascendió a US$ 235 billones, o US$ 200.000 millones por encima de su nivel en 2021”.

Lo que ocurrió fue que después de la pandemia los países mantuvieron altos sus déficits fiscales, ya que “gastaron más para impulsar el crecimiento y responder a los aumentos de los precios de los alimentos y la energía, incluso cuando pusieron fin al apoyo fiscal relacionado con la pandemia”.

Por otra parte, “la deuda de los países en desarrollo de bajos ingresos también aumentó significativamente en las últimas dos décadas”, y “más de la mitad de los países en desarrollo de bajos ingresos se encuentran en situación de sobreendeudamiento o en alto riesgo de sobreendeudamiento”.

Ante ese panorama, “los gobiernos deberían tomar medidas urgentes para ayudar a reducir las vulnerabilidades de la deuda y revertir las tendencias de la deuda a largo plazo”.

Para las deudas del sector privado, “esas políticas podrían incluir un seguimiento atento de la carga de la deuda de los hogares y de las empresas no financieras y los riesgos conexos para la estabilidad financiera. En el caso de las vulnerabilidades de la deuda pública, la creación de un marco fiscal creíble podría guiar el proceso para equilibrar las necesidades de gasto con la sostenibilidad de la deuda”.

Corregir la deuda no es caprichoso, tiene efectos positivos, de ahí que es “necesario un enfoque integral que abarque la disciplina fiscal y la reestructuración de la deuda”, expresan los autores del informe.

El FMI agrega: “Es importante destacar que reducir la carga de la deuda creará espacio fiscal y permitirá nuevas inversiones, lo que ayudará a fomentar el crecimiento económico en los próximos años. Las reformas de los mercados laboral y de productos que impulsen la producción potencial a nivel nacional respaldarían ese objetivo. La cooperación internacional en materia de impuestos, incluido el impuesto al carbono, podría aliviar aún más las presiones sobre la financiación pública”.

El informe que se cita en este artículo fue elaborado por Vitor Gaspar que es director del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI, Marcos Poplawski-Ribeiro que es subjefe de división de ese Departamento, y la economista Jiae Yoo.

Cabe precisar, que las observaciones y opiniones vertidas en el documento citado representan a sus autores y no comprometen la opinión del FMI. La gráfica que ilustra este artículo fue incluida en el informe de Gaspar, Poplawski y Yoo.

Economía mundial. 2023 no será mejor que 2022.

Economía mundial. 2023 no será mejor que 2022.

Según el FMI, el mundo está “en el perfil de crecimiento más flojo desde 2001”, con una desaceleración que será “del 6,0% en 2021 a 3,2% en 2022 y 2,7% en 2023”.

Hébert Dell’Onte | Todo indicar que 2023 no será un buen año. Las perspectivas económicas globales no son buenas: China, el motor del mundo; Alemania, el motor de Europa; y Estados Unidos, la economía más importante del planeta, más los pronósticos del FMI, todo nos muestran una realidad preocupante y nuestro país, pequeño e insignificante en el concierto internacional, debería estar preparado para soportar lo que se viene.

CHINA VA A DEJAR DE SER LA FÁBRICA DEL MUNDO.

Santiago Rubio director de estrategia de inversión de CaixaBank dijo que China “ha perdido dos de sus motores clásicos de crecimiento, que eran la inversión inmobiliaria residencial y el gran beneficio que le aportaba la globalización como fábrica del mundo”.

Al ser entrevistado por El Economista, Rubio explicó hace algunas semanas que “en el primer caso, la burbuja se está desinflando y no es previsible que vuelva a liderar el crecimiento”. En el segundo caso, “el proceso de desglobalización, con la invasión de Rusia a Ucrania, va a ser un catalizador y va a ser negativo para China, porque nadie va a querer tener componentes importantes de su cadena de producción en un país que en un momento determinado puede hacer algo como ha hecho Rusia”.

Agregó que China “no va a poder crecer como antes de la invasión de Ucrania”, pero eso aún “no ha calado en el mercado”. No obstante, “el proceso de desglobalización va a ser duradero, al igual que lo fue el de la globalización. Es un tema que nos va a acompañar durante años y va a tardar tiempo en incorporarse plenamente en nuestra visión del mundo. China va a perder esa capacidad de ser la fábrica del mundo”, aseguro.

Para ese país “la desaceleración está ahí”, y “volverá a crecer cuando se reduzca la política de Covid cero”, de todas formas, “no será como antes”.

ALEMANIA ENTRARÁ EN RECESIÓN.

La guerra iniciada con la invasión de Rusia a Ucrania desató en Europa una fuerte crisis energética que en el caso de Alemania significaría, en 2023, una recesión con la economía cayendo 0,4% y la inflación trepando al 7%, según los pronósticos del Gobierno difundidos el jueves 13 de octubre.

Robert Habeck, ministro de Economía alemán dijo que la crisis energética no es fácil y que está dejando de ser solo energética para convertirse en “una crisis económica y social”.

La causante de este nuevo quiebre económico y social es la restricción del gas ruso y los precios elevados de las energías que empujan la inflación afectando la producción industrial. Cabe esperar un menor consumo, dijo el Ministerio de Economía.

Habeck considera que el presidente ruso, Vladimir Putin, busca desestabilizar Europa, y en ese objetivo desestabilizar Alemania sería clave. Para lograrlo Rusia comenzó a recortar el suministro de gas natural por el mar Báltico en junio, y en setiembre lo detuvo por completo, informó La Vanguardia. Si bien las reservas alemanas están al 95%, ese país deberá ahorrar gas para llegar al invierno europeo.

Habeck aclaró que la contracción económica es grave pero no tanto como esperaban algunos expertos.

Agregó -y anunció- que Alemania superará la dependencia de la energía rusa, pero en tanto eso no se logre el Gobierno estableció una protección de 200.000 millones de euros para asistir los precios de la energía que consuman las empresas y hogares, hasta 2024.

ESTADOS UNIDOS TAMBIÉN SUFRIRÁ RECESIÓN.

Sobre Estados Unidos, Santiago Rubio dijo que la recesión “es algo relativo” porque ese país “tiene una economía con un vigor enorme. El problema que tiene la Reserva Federal es que su manera de enfriar la demanda es a través de los segmentos más sensibles a la subida de tipos, que es la inversión residencial, pero no es uno de los sectores pujantes, con lo cual la capacidad de enfriar la economía americana es más limitada así que en EE.UU. a lo mejor no empezamos a ver signos de debilidad económica hasta el segundo trimestre” de 2023.

Por otra parte, el miércoles 12, el presidente estadounidense Joe Biden admitió que en 2023 ese país sufrirá una recesión, aunque será “muy leve”, vaticinó. Pero recesión al fin.

En declaraciones a CNN expresó: “No creo que haya una recesión. Si es así, será una recesión muy leve. Es decir, bajaremos un poco”.

El diario Ámbito, en su sección económica, informó que Bank of America dijo esta semana que la batalla de la Reserva Federal para aplastar la inflación al continuar aumentando agresivamente las tasas de interés hará que la economía estadounidense comience a perder decenas de miles de empleos al mes a partir de principios del próximo año.

Añadió que las preocupaciones sobre la inflación, y la mayor probabilidad de aumentos todavía mayores de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, han estado asustando a Wall Street nuevamente y elevando los rendimientos de los bonos a largo plazo. Y aunque puede que no dure mucho, los precios de la gasolina continúan aumentando nuevamente en la mayor parte de EE.UU.

EL FMI ADVIRTIÓ ENLENTECIMIENTO DE LAS ECONOMÍA MÁS IMPORTANTES.

Para coronar el panorama que ya es muy poco alentador, la directora del Fondo Monetario Internaciol (FMI), Kristalina Georgieva, dijo que todas las economías importantes del mundo se están desacelerando.

El FMI publicó en su web el documento “Perspectivas de la Economía Mundial”, en cuya introducción señala: “La actividad económica mundial está experimentando una desaceleración generalizada y más acentuada de lo previsto, con la inflación más alta registrada en varios decenios”.

“La crisis del costo de vida, el endurecimiento de las condiciones financieras en la mayoría de las regiones, la invasión rusa de Ucrania y la persistencia de la pandemia de Covid-19 inciden notablemente en las perspectivas”.

Los pronósticos indican un “crecimiento mundial que se desacelerará de 6,0% en 2021 a 3,2% en 2022 y 2,7% en 2023. Exceptuando la crisis financiera mundial y la fase aguda de la pandemia de Covid-19, este es el perfil de crecimiento más flojo desde 2001”.

La inflación mundial pronosticada por el FMI pasará del 4,7% (en 2021) a 8,8% en 2022, para luego descender a 6,5% (en 2023) y 4,1% (en 2024).

FMI MEJORA PREVISIÓN SOBRE AMÉRICA LATINA A 3,5%.

Debo aclarar que lo anterior son pronósticos globales. Para la región -América Latina y el Caribe- el FMI espera que en 2022 el crecimiento sea del 3,5%; y para 2023 de 1,7%.

La mejora de 2022 se explica por “los precios favorables de las materias primas, las condiciones de financiamiento externo aún ventajosas, y la normalización de las actividades en los sectores de contacto (humano) intensivo”. Se entiende por sectores de contacto humano intensivo a restaurantes, transporte, tiendas.

Foto de peatonal Sarandí de Montevideo | Fotografía de René García, Twitter @garciarene1212

Se oscurecen las perspectivas económicas mundiales y se desacelera el crecimiento en Asia y el Pacífico, según director del FMI.

Se oscurecen las perspectivas económicas mundiales y se desacelera el crecimiento en Asia y el Pacífico, según director del FMI.

Se necesita una respuesta multifacética, incluido el aumento de las tasas de interés, para evitar una espiral ascendente de expectativas de precios y el aumento de las salidas de capital.

“Las perspectivas económicas mundiales se han oscurecido y el crecimiento en Asia y el Pacífico está a punto de desacelerarse aún más” con “continuo impacto de la invasión rusa a ucrania y otros shocks”, así comienza el análisis de Krishna Srinivasan, director del Departamento de Asia y el Pacífico del Fondo Monetario Internacional (FMI), titulado “Las economías de Asia se enfrentan a un crecimiento debilitado y al aumento de las presiones inflacionarias”.

Srinivasa analiza las proyecciones sobre el crecimiento económico en Asia y el Pacífico que se desaceleran, con China, Japón y Corea. Además, se espera mayor incertidumbre de la política comercial, desgaste de las cadenas de suministro y mayor inflación.

El siguiente es el artículo de Krishna Srinivasan completo.

“LAS ECONOMÍAS DE ASIA SE ENFRENTAN A UN CRECIMIENTO DEBILITADO Y AL AUMENTO DE LAS PRESIONES INFLACIONARIAS”.

Krishna Srinivasan | Las perspectivas económicas mundiales se han oscurecido, y el crecimiento en Asia y el Pacífico está a punto de desacelerarse aún más en medio del impacto continuo de la invasión rusa de Ucrania y otros shocks.

Se proyecta que el crecimiento económico en Asia y el Pacífico se desacelerará a 4,2% este año, 0,7% menos de lo que pronosticamos en abril y más lento que el crecimiento de 6,5% en 2021. Redujimos nuestro pronóstico para 2023 a 4,6%, una disminución de 0,5%.

Los riesgos que destacamos en nuestro pronóstico de abril, incluido el endurecimiento de las condiciones financieras asociadas con el aumento de las tasas de interés del banco central en los Estados Unidos y el aumento de los precios de las materias primas debido a la guerra en Ucrania, se están materializando. Eso, a su vez, está agravando los efectos de contagio del crecimiento regional de la desaceleración de China.

LA DESACELERACIÓN DE CHINA SE PROFUNDIZA.

China, la economía más grande de Asia, experimentó una desaceleración significativa en el segundo trimestre, ya que la política de cero Covid provocó bloqueos para las principales ciudades y centros de la cadena de suministro. En consecuencia, nuestro pronóstico de crecimiento para todo el año se reduce a 3,3% desde 4,4% en abril, y esperamos un crecimiento de 4,5% el próximo año, una reducción de 0,6%.

Es probable que esa disminución de la actividad, que también refleja una caída prolongada e intensificada en el sector inmobiliario, tenga efectos de contagio considerables en los interlocutores comerciales regionales. Japón y Corea, las dos economías regionales más grandes integradas estrechamente con las cadenas de suministro mundiales y China, también verán un crecimiento lento debido a una demanda externa más débil y a las interrupciones en las cadenas de suministro.

Pero a pesar de la reciente desaceleración de China, están surgiendo signos de un repunte en la actividad económica a medida que algunas restricciones pandémicas a la movilidad ahora se están aliviando gradualmente. La resiliencia de la manufactura y el repunte del turismo están apoyando un repunte gradual en Malasia, Tailandia y los países insulares del Pacífico.

LAS CONDICIONES FINANCIERAS SE ENDURECEN.

La mayoría de las economías de mercados emergentes en Asia, excluyendo a China, han experimentado salidas de capital comparables a las de 2013, cuando la Reserva Federal insinuó que podría disminuir la compra de bonos antes de lo esperado anteriormente, lo que provocó que los rendimientos de los bonos globales aumentaran bruscamente. Las salidas han sido especialmente grandes para la India: $ 23.000 millones desde la invasión rusa de Ucrania. También se han producido salidas de algunas economías asiáticas avanzadas, como Corea y la provincia china de Taiwán, ya que la FED señala que continúan las alzas de tasas y las tensiones geopolíticas reverberan.

La participación de Asia en la deuda global total ha aumentado del 25% antes de la crisis financiera mundial al 38% después de Covid, lo que aumenta la susceptibilidad de la región a los cambios en las condiciones financieras mundiales. Sri Lanka es un caso extremo en el que el aumento de la deuda se volvió insostenible y la economía perdió el acceso a los mercados mundiales de capital, lo que llevó a un incumplimiento de sus obligaciones externas.

RAMIFICACIONES DE LA GUERRA.

Además, se espera que el aumento de la incertidumbre de la política comercial y el desgaste de las cadenas de suministro, que contribuyen a la tendencia hacia la fragmentación geoeconómica, retrasen la recuperación económica y exacerben las cicatrices de la pandemia en Asia, uno de los mayores beneficiarios de décadas de profundización del comercio mundial y la integración financiera.

Si bien el crecimiento se está debilitando, las presiones inflacionarias asiáticas están aumentando, impulsadas por un aumento global en los costos de alimentos y combustibles como resultado de la guerra y las sanciones relacionadas. Eso golpea más duramente a los pobres y vulnerables, que son los menos capaces de hacer frente, perjudicando el consumo y aumentando las posibilidades de disturbios sociales, como se ve en Sri Lanka y en otros países.

AUMENTO DE LOS PRECIOS.

Las crecientes presiones inflacionarias de Asia siguen siendo más moderadas en comparación con otras regiones, pero los aumentos de precios en muchos países se han estado moviendo por encima de los objetivos de los bancos centrales.

APOYO FISCAL ESPECÍFICO.

La política fiscal tendrá que endurecerse en los países que enfrentan niveles elevados de deuda, proporcionando un complemento a los esfuerzos monetarios para controlar la inflación. Al mismo tiempo, son necesarias transferencias fiscales específicas y temporales para apoyar a las personas vulnerables que se enfrentan a nuevas perturbaciones, especialmente por los altos precios de la energía o los alimentos.

Dicho apoyo fiscal debe ser neutral desde el punto de vista presupuestario en la mayoría de los casos, financiado mediante la recaudación de nuevos ingresos o la reorientación de los presupuestos para evitar agregar deuda o trabajar en contra de la política monetaria. Las excepciones a esto son China y Japón, siempre que las políticas fiscales a mediano plazo permanezcan ancladas.

Más allá de esto, se necesitan urgentemente soluciones de colaboración global y regional que reduzcan la incertidumbre de la política comercial, reviertan las dañinas restricciones comerciales y eviten los escenarios de fragmentación más severos para impulsar la productividad y mejorar los niveles de vida de las personas. Las reformas económicas en los próximos dos o tres años deben tener como objetivo aumentar la oferta agregada para hacer frente al aumento de la inflación, abordar los desafíos a largo plazo, como la adaptación al cambio climático, invertir en capital humano, mejorar la transición ecológica y promover la digitalización.

RESPUESTA INTEGRADA, MULTIFACÉTICA Y PERSONALIZADA.

En resumen, varias economías tendrán que aumentar las tasas rápidamente a medida que la inflación se amplíe a los precios subyacentes, que excluyen las categorías más volátiles de alimentos y energía, para evitar una espiral ascendente de expectativas de inflación y salarios que luego requeriría mayores aumentos para abordar si no se controlan.

Al mismo tiempo, nuevos aumentos de tasas exprimirán los presupuestos para los consumidores, las empresas y los gobiernos que asumieron una deuda sustancial durante la pandemia.

Si bien el asesoramiento preciso en materia de políticas diferirá para cada país, los tipos de cambio flexibles por sí solos pueden no ser suficientes y factibles en todos los países, y otras medidas como las intervenciones cambiarias, las políticas macroprudenciales y la gestión de los flujos de capital pueden ser herramientas útiles para ayudar a anclar las expectativas y gestionar los riesgos sistémicos.

El FMI ha desarrollado recientemente el Marco Integrado de Política para guiar la formulación de políticas económicas exactamente en circunstancias como esta. El Fondo también sigue siendo un socio comprometido con los países para ayudar a capear la tormenta en el horizonte a través de su función de financiamiento.

Los países no deben esperar hasta que sea demasiado tarde, ya sea para ajustar su combinación de políticas cuando sea necesario o para reconstruir sus colchones de financiamiento externo cuando sea apropiado.

Foto y gráficas FMI.

FMI: América Latina recibe un nuevo golpe inflacionario tras conflicto en Ucrania.

FMI: América Latina recibe un nuevo golpe inflacionario tras conflicto en Ucrania.

A largo plazo los expertos recomiendan adaptar la política monetaria, ajustando las tasas, por lo que llaman a los bancos centrales a “estar atentos y seguir tomando medidas decisivas si es necesario”.

La inflación en las principales economías de América Latina es la más alta en 15 años, después de haber sufrido dos impactos: la pandemia y la guerra en Ucrania tras la invasión rusa, afirmaron expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI).

La inflación se aceleró en Brasil, Chile, Colombia, México y Perú en 2021 debido inicialmente al aumento de los precios de los alimentos y la energía, la política monetaria y el ajuste de los salarios, así como la recuperación de la demanda luego de la pandemia. Pero se agravó con la guerra en Ucrania, aseguran Maximiliano Appendino, Ilan Goldfajn y Samuel Pienknagura, del Departamento para las Américas del FMI.

En un artículo en el blog del FMI, los autores estiman que un “shock combinado de 10 puntos porcentuales en los precios del petróleo y de los alimentos elevaría la inflación en 1,1 puntos porcentuales” en esas cinco economías.

La inflación afecta sobre todo a los hogares de bajos ingresos, algo preocupante en una región con niveles históricamente altos de desigualdad.

Los factores globales, en particular los precios de las materias primas y las importaciones, fueron los principales impulsores de la inflación en 2021, y los datos apuntan a que estos “desempeñan un papel más importante en la región que en las economías avanzadas”, afirman.

También contribuyeron factores internos, como por ejemplo los vinculados a la pandemia. Al igual que en algunas economías avanzadas, en Brasil, Chile, Colombia, México y Perú influyó mucho el aumento de la demanda de bienes y servicios a medida que se levantaban las restricciones de movilidad para contener el Covid.

A largo plazo los expertos recomiendan adaptar la política monetaria, ajustando las tasas, por lo que llaman a los bancos centrales a «estar atentos y seguir tomando medidas decisivas si es necesario”.

Brasil, principal economía de la región, subió en marzo su tasa de referencia en un punto porcentual hasta 11,75%, un máximo en casi cinco años.

Cesla (Centro de Estudios Latinoamericanos).

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