De lo particular a lo general.
Lo particular: el olvido de Santiago Chalar y Santos Inzaurralde en la promoción del festival Minas y Abril. Lo general: las barbaridades de los gobernantes venezolanos que llevaron a su país a la peor de la crisis.
Horacio Jaume | Montevideo | Todo El Campo | En estos días hay dos hechos que llamaron mi atención, y como siempre vamos de lo particular a lo general.
Lo primero parece una trivialidad, pero es muy serio. En la promoción del festival Minas y Abril, una fiesta de Lavalleja que con el tiempo ha tomado preponderancia. Pero hubo un detalle que me llamó la atención: en todas las promociones que escuché había algo que no se vio ni apareció, el nombre de Santiago Chalar ni el de Santos Inzaurralde que fueron los creadores.
Todos sabemos la historia, de cómo Santiago y Santos idearon el festival para recaudar dinero que destinarían al hospital local. Santiago no tenían dinero para pagar a los artistas y por eso los invitó comprometiéndose a retribuirles y devolverles la gentileza de asistir él a los escenarios en los otros departamentos donde esos artistas lo invitaran.
Ese fue el origen de lo que hoy disfruta Lavalleja y por lo que deben estar orgullosos de lo que están haciendo. Pero señores, no se olviden de quienes crearon el festival y a quien se lo deben.
Yo no se los problemas comarcanos o parroquiales que deben existir como existieron siempre en cualquier lugar, pero sean justos y al Cesar lo que es del Cesar. Sería bueno que las cosas se pongan en su lugar y agradezcan a quienes tuvieron la idea, crearon el festival y devolvieron la gentileza, porque fueron a esos otros lugares en contrapartida al apoyo de los otros artistas.
Eso debemos recordarlo y no quiero que me quede en el tintero, porque fui testigo de todo eso y sé la historia tal cual fue.
VENEZUELA.
Lo otro es muy importante y ya vamos a lo general. Recientemente cuando revisábamos las noticias vimos al presidente del legislativo venezolano romper ante cámaras una orden judicial.
Venezuela se embarcó en momentos muy difíciles para ese país, incluso con episodios que involucraron a Uruguay y que sujetan a mucha gente porque no se hacen responsables de lo que hicieron equivocadamente en ese momento.
Cuando el barril de petróleo valía US$ 100, el expresidente venezolano Hugo Chávez viajaba por toda América repartiendo dólares, se tomaba un avión y venía a comer un asado con el expresidente José Mujica, decía que donaba la pantalla que faltaba para el estadio o que nos iba a regalar un pozo de petróleo en los márgenes del río Orinoco.
En contrapartida Uruguay, entre gallos y medias noches, un día votó para que Venezuela se integre al Mercosur.
Eran momentos en que Tío Rico se paseaba por Caracas y decía “exprópiese” a diestra y siniestra, en un país maravillosamente rico, que está sobre un mar de petróleo además de otras riquezas impresionantes.
Pero hoy está sumergido en la peor de las crisis económicas que ese país haya podido vivir gracias a la irresponsabilidad de esos gobernantes.
Y nosotros lo pagamos cara. Todavía está Conaprole tratando de cobrar US$ 30 millones que le debe Venezuela por productos que fue a vender el expresidente Tabaré Vázquez. Y allí quedó también el salvataje de un banco durante la Presidencia de Mujica.
Todas aquellas cosas las vivimos. Vimos los viajes de Chávez al oráculo de Cuba, la Cuba que hoy grita “tenemos hambre” porque no hay alimentos, pero también “tenemos hambre de libertad”. Esa Cuba que vive a oscuras porque no tiene energía.
En el mundo vimos muchas cosas, algunas impresionantes como desarmar el muro de Berlín, donde el expresidente estadounidense John F. Kennedy hizo su discurso más famoso (el 26 de junio de 1963); vimos como cayeron los monumentos a Joseph Stalin después de haber sido un dios.
También impresiona cómo aquel Nicolás Maduro que se llevaba todo por delante, también él termina pagando las barbaridades que realiza. Venezuela está en la peor de su crisis y eso es difícil de entender.
Recuerdo que fui a conferencia de prensa en la que querían comprar Pluna asimilándola a la compañía aérea venezolana, fue tan poco serio que no avanzó, pero la reunión se llevó adelante y parecía que tenían la solución en la mano.
Todas esas cosas sucedieron, nosotros nos embarcamos en ese tipo de cosas.
Aún está viva en nuestra retina la imagen cuando Mujica abrazó el féretro de Chávez llorando su deceso, pero eso podrá ser como amigo porque como político Chávez deja mucho que desear, pero no como presidente de la República, eso no estuvo bien, no nos representó a todos y no estuvo correcto.
Yo pensaba que había visto muchas cosas, pero por lo visto voy a ver muchas más. Estas que estoy recordando no son cosas agradables, pero no podemos ignorarlas, eso es lo peor que podemos hacer porque todas ellas repercuten en nuestro diario vivir. Porque repercuten y van a repercutir.
Hasta Brasil tuvo el error de apoyar a Venezuela hasta el final, pero ahora se dio cuenta, porque no conforme con lo que ha hecho, Venezuela también quiere invadir Guayanas.
En términos futbolísticos el tema es quién baja la pelota y la pone bajo el pie con la serenidad necesaria, porque si no esto va a terminar mal y mal en serio.
Son temas que parecen lejanos a la agropecuaria, pero creer que todas esas cosas son ajenas al diario vivir es de las peores estupideces. Tan ciegos no podemos ser.
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