Fitzgerald Cantero: 2022 fue el año en que la generación eléctrica a partir de fuentes renovables superó el 90%.

Fitzgerald Cantero: 2022 fue el año en que la generación eléctrica a partir de fuentes renovables superó el 90%.

Agregó que el país se encuentra en una segunda transición energética y en el futuro se visualizan muchos desafíos, por ejemplo, la captación de inversiones en el área de energía.

Montevideo | Todo El Campo | La Dirección Nacional de Energía, del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) informó que la participación de las fuentes de energía renovable alcanzó el 56% en la matriz de abastecimiento y el 91% en la matriz de generación eléctrica en 2022. El dato fue expresado en la presentación del Balance Energético Nacional 2022 (BEN 2022), un estudio estadístico que reúne la información de los diferentes flujos que componen la matriz energética del país. La presentación de los resultados se realizó el lunes 31 de manera virtual (ver presentación al pie del artículo).

Fitzgerald Cantero, director nacional de Energía, destacó que se está cumpliendo con un mandato histórico de elaboración y publicación del BEN por más de 50 años.

Agregó que el país se encuentra en una segunda transición energética y en el futuro se visualizan muchos desafíos, por ejemplo, la captación de inversiones en el área de energía.

También se encuentra en agenda, como un pilar de esta transición, la descarbonización, que incluye diferentes medidas para los sectores del transporte y la industria. Entre ellas están la movilidad eléctrica y las medidas de eficiencia energética.

A su vez, 2022 fue un año en el que siguió creciendo el PIB, a la vez que continuó la sequía. No obstante, la generación eléctrica a partir de fuentes renovables superó el 90%.

URUGUAY EN EL MUNDO.

El MIEM publicó en su web que los resultados de BEN 2022 se ven recogidos en el reporte internacional Trilemma del WEC, que muestra a Uruguay en el lugar 14 a nivel mundial, según el ranking de países 2022 (había ocupado el lugar 13 en 2021). Trilemma (*) es un índice que incorpora tres dimensiones: la seguridad energética, la equidad energética y la sustentabilidad medioambiental. Uruguay es el mejor país de la región, seguido por Chile, en el lugar 26.

PRINCIPALES RESULTADOS.

El año 2022 fue el segundo de crecimiento consecutivo en la economía, que alcanzó valores absolutos similares a la prepandemia: el PIB creció 4,9%. A su vez, el país se encuentra en un período de tres años consecutivos de niveles de hidroelectricidad por debajo de la media histórica, debido a la sequía.

En lo que refiere a la participación de las fuentes de energía renovables, en 2022, en la matriz de abastecimiento se alcanzó el 56%, y en la matriz de generación eléctrica estas representaron el 91%. Estos resultados cumplieron con los objetivos trazados, que apuntaban a cifras mayores a 50% y 90%, respectivamente. Esto se vio reflejado en las emisiones de CO2, que disminuyeron 5% respecto al año anterior.

En términos de infraestructura, la potencia instalada para generación eléctrica se mantuvo prácticamente igual a la del año anterior. Se destacó el desarrollo que ha tenido el sector eléctrico, ya que hasta 2005 el país solo contaba con las centrales hidráulicas del río Negro y de Salto Grande, así como con las centrales a partir de combustibles fósiles en el entorno a Montevideo. En años posteriores entraron en operación una serie de generadores eólicos, solares y a base de biomasa, distribuidos en todo el territorio nacional.

En lo relativo a la refinería, la estructura de producción se ha mantenido constante en los últimos años, con el gasoil como principal combustible producido y una participación de 46% en esa estructura de producción para 2022. El consumo propio de la refinería sí ha presentado variaciones, ya que desde 2017 se registra una sustitución de fuentes, con un consumo creciente de gas natural y decreciente de fueloil. Esto tiene una incidencia directa en la disminución de las emisiones de CO2 por ktep de petróleo procesado.

En lo que respecta a la matriz primaria o de abastecimiento, tanto en el petróleo y derivados como en la hidráulica, se ha presentado cierta variabilidad a lo largo de los 58 años de la serie histórica de balance, pero sin crecimiento neto para el período. Por su parte, la energía eólica, la solar y la biomasa han registrado variaciones importantes, con crecimientos significativos en los últimos años.

Es importante destacar que, si bien el consumo de licor negro y leña representa más del 70% del consumo de biomasa en el país, también se utilizan otros residuos de biomasa, como aserrín, chips, residuos forestales, metanol, cáscara de arroz, bagazo de caña, pellets y briquetas, entre otros. Por su parte, desde 2011 en el BEN se registra el consumo de residuos industriales no renovables, que incluyen neumáticos fuera de uso, aceites usados y otros, con una tendencia creciente de consumo.

Otro dato relevante que marcó el año 2022 fue que la generación eléctrica de origen renovable volvió a estar en niveles mayores a 90%, luego de que en 2021 registrara un valor de 85%. Ese año, se registró una exportación significativa de electricidad a países vecinos, y esa electricidad tuvo un componente importante de fósiles en su generación.

El BEN 2022 mostró que el consumo final energético tuvo una leve variación para el último año (+0,5%). Si se realiza un análisis por fuente de energía, se observa que el principal consumo se dio en derivados de petróleo (40%), seguidos por los residuos de biomasa (27%) y, en tercer lugar, por la electricidad (21%). La mayoría de los energéticos han aumentado su consumo en 2022, salvo los relativos a la biomasa, dentro de los cuales se destaca la disminución en el consumo de biodiésel.

En lo que tiene que ver con un enfoque sectorial, la industria registró el mayor consumo para 2022 (42%), si bien, en contrapartida, fue el único sector que disminuyó su consumo en el último año. Al analizar la evolución por rama industrial, se observa que presentan diferentes estructuras de consumo en términos del mix de energéticos utilizados. Estas características impactan directamente en distintos comportamientos y en las emisiones de CO2 asociadas. Por ejemplo, papel y celulosa es la rama de mayor consumo de energía (61% del consumo industrial), seguida en muy menor medida por la industria del cemento (5%). Por su parte, el subsector industrial de mayor nivel de emisiones de CO2 es el del cemento (40%), seguido por papel y celulosa (38%).

Respecto al transporte, en 2022 fue el segundo sector de consumo, con una tendencia creciente en la serie histórica. Esta demanda había descendido en 2020, a causa de la baja en la movilidad que causó la pandemia. El modo de trasporte que representa la mayor participación es el carretero, con consumos repartidos de gasoil y gasolina automotora. El consumo de biocombustibles se ha mantenido similar al año anterior para el caso de bioetanol (9,5% de mezcla), mientras que el biodiésel ha registrado una disminución importante en su consumo y, desde diciembre de 2022, se ha dejado de mezclar con el gasoil.

Respecto a las emisiones de CO2, la presente edición del BEN incluye series históricas que comienzan en 1965 y se extienden más allá de 1990, año del primer Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero de Uruguay. En 2022, las emisiones de CO2 totales disminuyeron 5% respecto al año previo y correspondieron en gran medida al sector transporte (57%). En términos de fuentes de energía, el 49% de las emisiones totales de CO2 provinieron de la quema de gasoil, seguidas por la gasolina, con un 25% de participación.

(*) WEC Energy Trilemma Index Tool (worldenergy.org)

VIDEO: Presentación completa del BEN 2022:

La sequía también afecta la generación de energía eléctrica. Análisis de Exante.

La sequía también afecta la generación de energía eléctrica. Análisis de Exante.

Ec. Corcoll: “El punto es que esa generación térmica tiene costos más altos y puede pasar que importar energía desde la región nos resulte más barato”.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | La falta de lluvias ha incidido en varias actividades, humanas de todo el país, especialmente en la producción agropecuaria, y al sur del país se ha visto afectado incluso el consumo humano. Otro de los rubros resentidos fue la generación de energía eléctrica.

La Ec. Alicia Corcoll de la consultora Exante analizó el origen de la generación de energía según datos aportados por UTE y reclamó: “Ya que tenemos la interconexión con Brasil, si se consiguen flujos de importación de electricidad a precios más convenientes que prender las centrales térmicas menos eficientes, hace sentido aprovecharlos”.

DETALLE DE LA PRODUCCIÓN DE ENERGÍA.

En 2019, la generación de energía eléctrica en Uruguay fue de unos 14.000 GWh (gigavatios hora), de los cuales el 56% provino de las represas (hidráulica); el 43% provino de fuentes renovables (34% de fuente eólica, 3% de origen solar y 6% en base a biomasa); y solo el 2% se generó en centrales térmicas de combustible fósil.

Desde entonces a 2023 esos porcentajes han tenido variaciones. Desde el 1° de enero al 9 de julio, se generaron 5.000 GWh de la siguiente forma: 23% tuvo origen hidráulico; el 58% fueron energías renovables (45% eólica, 4% solar y 9% en base a biomasa); y el 18% restante se produjo en centrales térmicas de combustible fósil.

Corcoll observó, en declaraciones al programa En Perspectiva (Radiomundo), que “era totalmente esperable”, dado el contexto de sequía, que se registrara una caída de la generación hidroeléctrica y subiera la generación en centrales térmicas.

IMPORTANTES IMPORTACIONES DE BRASIL.

Además “estamos importando volúmenes relevantes de energía eléctrica desde Brasil”, cosa que había sido anunciada oportunamente por UTE. “Puntualmente en lo que va del año venimos comprando casi 1.400 GWh a ese vecino. Se trata realmente de un volumen importante. No teníamos un registro así de alto de importaciones de electricidad desde el 2009, cuando compramos unos 1.500 GWh”, detalló Corcoll.

Las compras de energía a Brasil contrastan con las exportaciones que hizo Uruguay en 2021 y 2022 a ese país: 2021 fue un “año récord de exportaciones de energía eléctrica y en 2022 también se mantuvieron en niveles elevados. En concreto, se vendió un total de 2.800 y 1.400 GWh en cada año, por aproximadamente US$ 600 millones y US$ 200 millones respectivamente, lo que supuso que la venta de energía eléctrica se convirtiera en uno de nuestros principales rubros de exportación. Con eso, además, UTE se ubicó como una de las principales empresas exportadoras del país”.

Esa alta exportación se explica porque “Uruguay tiene holgura en términos de capacidad instalada de generación dadas las transformaciones que atravesó nuestra matriz energética en la última década”; pero “también tiene que ver con que nuestros vecinos tenían necesidades de importación para poder cubrir su demanda”.

Dicho eso, hay que aclarar que a pesar de la holgura que manifiesta Uruguay en la generación de energía, “no quiere decir que no tengamos que recurrir a importaciones para abastecernos”.

“Lo que está pasando entonces en 2023 es que evidentemente con la falta de lluvias, estamos recurriendo con mayor asiduidad a las centrales térmicas, pero también estamos aprovechando la capacidad de interconexión con Brasil para importar flujos desde allí. A eso ayuda que Brasil está con exceso de lluvias”, explicó.

Si el total de lo producido por Uruguay a través de las diferentes fuentes no es suficiente para cubrir toda la demanda nacional, la opción es recurrir a las centrales térmicas. “El punto es que esa generación térmica tiene costos más altos y puede pasar que importar energía desde la región nos resulte más barato que prender las centrales térmicas menos eficientes. Desde esa perspectiva, no debería verse como negativo el hecho de estar comprando energía a Brasil si es que se consigue a precios más convenientes que prender las centrales térmicas que operan con costos variables más altos”.

Sin embargo, “el costo variable de generación térmica está entre los US$ 140 y los US$ 280 según qué central tomemos” y si bien UTE no ha divulgado el precio de compra a Brasil, “en verano cuando comenzaron las importaciones había trascendido un precio promedio de entre US$ 60 y US$ 100 por MWh. En ese mismo sentido, las estadísticas de comercio exterior muestran precios implícitos de importación de unos US$ 75 por MWh en el primer trimestre del año y apenas por arriba de US$ 100 por MWh en abril y mayo”, por lo que, “ya que tenemos la interconexión con la región, si se da el caso de que se consiguen flujos de importación a precios más convenientes que prender centrales térmicas más caras, hace todo el sentido aprovecharlos”, concluyó.

Generación de energía eléctrica: Uruguay entre los países más verdes del continente.

Generación de energía eléctrica: Uruguay entre los países más verdes del continente.

El podio lo ocupan Paraguay, Costa Rica y Brasil, dice una importante compañía energética británica.

Montevideo | Todo El Campo | Uruguay es uno de los países más verdes del continente. En base a datos de Review of World Energy (Revista Estadística de la Energía Mundial) de  la compañía británica de energía BP, Bloomberg publicó un gráfico en el que Uruguay se posiciona como el quinto país del continente en desarrollo verde detrás de Paraguay, Costa Rica, Brasil y Canadá.

El gráfico con el detalle de los porcentajes de producción eléctrica de fuentes bajas en carbón, aparece liderando Paraguay con el 99% de su energía eléctrica producida sin generar contaminación; le sigue Costa Rica (98%); Brasil (89%); Canadá (86%); y en quinto lugar Uruguay (84%).

Los cinco países peor posicionados son México con apenas 26%; Argentina (36%); Bolivia (39%); Estados Unidos (40%); y Honduras (52%).

Foto de molinos: IPS.

La mitad de los hogares uruguayos tiene aire acondicionado.

La mitad de los hogares uruguayos tiene aire acondicionado.

El último informe de SEG Ingeniería señala: En el interior la leña lidera como energía para calefacción (62%); pero en Montevideo la principal fuente energética es la electricidad con el 38%.

Montevideo | Todo El Campo | El mayor consumo de energía que se hace en Uruguay es para la calefacción según el último informe de la consultora SEG Ingeniería, fechado en abril y recientemente difundido: “Acumulando el 32% del consumo de energía del sector residencial, la calefacción es el mayor uso energético de los hogares, superando a la cocción de alimentos, que insume el 28%, y al calentamiento de agua, que representa el 18% del total”, según datos del Balance Nacional de Energía Útil de Uruguay que elabora la Dirección Nacional de Energía. Si bien esa información corresponde al año 2006, la consultora señala que es “lógico suponer que en 2023 la calefacción continúa jugando un rol preponderante en el consumo de los hogares”.

Respecto a las fuentes energéticas para la calefacción, los datos son de 2022 y fueron recabados en la última Encuestas Continuas de Hogares (ECH) donde surge que “el 45,9% de los hogares elige a la leña como el energético principal para calentar ambientes, seguido por la electricidad” (23,6%), más abajo está el gas (19,8%), el gas por cañería (1,7%) y otros (0,7%). 8,2% de los hogares “no utilizan ningún energético”.

De esa forma el 89,3% de la calefacción residencial en Uruguay se genera tres fuentes principales: leña, electricidad y gas.

SEG Ingeniería compara las ECH “a través de los años” y concluye que la leña, la electricidad y el gas “siempre han acumulado un porcentaje similar. Sin embargo, estas preferencias varían de forma significativa según la ubicación. Mientras en el interior del país se incrementa el favoritismo por la leña, donde el 62% de los hogares la utilizan, en Montevideo tan solo la eligen el 17% y ocupa el tercer lugar en preferencia”.

En la capital del país, la electricidad ha tomado el primer lugar, con un aumento gradual como principal fuente de calefacción, pasando del 27% en 2011 al 38% en 2022, y desplazando al gas, que en cambio ha disminuido del 37% al 29% en el mismo período”.

Esos cambios “sugieren una preferencia creciente por la calefacción eléctrica que coincide con la cantidad de hogares que tienen aire acondicionado. Los datos de las ECH muestran un progresivo aumento de la popularidad de estos equipos, tanto en el interior como en Montevideo”, destaca el reporte.

En 2008 el 9,5% de los hogares uruguayos tenían equipos de aire acondicionado, pero en 2022 ese porcentaje saltó a 46,1%. Por otra parte, “los equipos de aire acondicionado tipo split o bombas de calor, presentan un mejor rendimiento que cualquier otro sistema de calefacción disponible y son la opción de menor costo en energía para calefaccionar un hogar en Uruguay”.

EL AIRE ACONDICIONADO ES LA MEJOR OPCIÓN.

SEG Ingeniería elaboró el siguiente gráfico sobre el costo variable por unidad de calor entregado y el costo mensual estimado para calefaccionar una habitación de 15m² para trece sistemas distintos de calefacción.

“Combinado con la ventajosa tarifa eléctrica Doble Horario Residencial, el aire acondicionado muestra un costo de $ 579 al mes, la mejor opción costo eficiente. Para hogares, la siguiente opción de menor costo es la leña en estufas de alto rendimiento con $ 821/mes y los calefactores a pellets con $ 1.301/mes”.

Las opciones más caras son “la leña en las convencionales estufas abiertas, con un costo $2.052/mes y los paneles compuestos por simples resistencias eléctricas por $2.622/mes”.

El informe finaliza indicando que “a nivel de grandes consumos, las bombas de calor también constituyen la mejor alternativa para la calefacción central de edificios. Evaluaciones realizadas por SEG Ingeniería, muestran que la sustitución de calderas a gas natural por bombas de calor permite alcanzar importantes ahorros. A modo de ejemplo, un caso real de un edificio de diez pisos en Uruguay, con una caldera a gas de 400 kW de potencia y un costo energético de U$S 18.400 anuales, la instalación de una bomba de calor permite lograr un ahorro de US$ 13.400 anuales, 73% del costo actual, y la inversión requerida se recupera en menos de 3 años con los ahorros que se generan”.

Transición energética con la sostenibilidad ambiental y social como centro.

Transición energética con la sostenibilidad ambiental y social como centro.

Para la política energética de Uruguay aplica mejor decir que el país avanza hacia la desfosilización, en lugar de utilizar el término descarbonización. “Vamos a ir eliminando los combustibles fósiles a partir de este CO2 biogénico y también del hidrógeno verde”, dijo Omar Paganini.

Montevideo | Todo El Campo | Durante su participación en una conferencia organizada por Ancap y la Asociación de Empresas de Petróleo, Gas y Energía Renovable de América Latina y el Caribe (Arpel) el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini, afirmó que el Gobierno transita el camino de la segunda transición energética con la sostenibilidad ambiental y social “en el centro”.

El jerarca resaltó las fortalezas que Uruguay tiene para convertirse en proveedor mundial de combustibles verdes.

Aseguró que nuestro país se encamina hacia la desfosilización, es decir, la sustitución de combustibles fósiles por otros alternativos. En el contexto actual, Uruguay puede ser “ejemplo mundial”, no solo por su política de “sostenibilidad ambiental, transparencia en su gobernanza y sostenibilidad social e inclusiva”, sino por ser capaz de generar “una economía vinculada a la energía verde”.

Al exponer en el panel ministerial de la conferencia Desafíos de las Transiciones Energéticas, organizada por Ancap y Arpel. El eje de su participación fueron los lineamientos de una transición energética responsable.

La actividad se desarrolló el miércoles 26 de abril en el hotel Hyatt Centric de Montevideo y fue declarado de interés por el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) y contó con el apoyo del World Energy Council. En el evento participaron otras autoridades nacionales, entre ellas la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche; el ministro de Ambiente, Robert Bouvier; y el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic.

“UN HITO”.

El ministro Paganini dijo que esta conferencia “marca un hito”, ya que “refleja el acuerdo mundial cada vez mayor acerca de la necesidad de una transición energética”, informó el MIEM.

“Uruguay ha marcado un camino de sustentabilidad desde hace muchos años”, lo que le ha valido reconocimiento mundial, sostuvo ante los asistentes. La primera transición energética permitió que la matriz tenga hoy 40% de orígenes fósiles, una cifra que es tan solo la mitad del promedio mundial.

Es insuficiente, enfatizó el ministro, y es por eso que el Gobierno ha “dado pasos para profundizar” la participación de las renovables en la matriz energética. Por ello, se creó la Estrategia climática a largo plazo, con la participación de diversos ministerios, incluyendo el MIEM.

Además, el país reafirmó sus objetivos para las emisiones de carbono a finales del año pasado e “integrada la política ambiental a la política económica”, y por eso se comenzaron a emitir bonos indexados a indicadores de sostenibilidad y cambio climático.

“En suma, el Gobierno tiene una política económica y productiva donde la sostenibilidad ambiental está en el centro, y esto es, además, cada vez más reconocido a nivel mundial”, afirmó el ministro.

Eso se muestra, por ejemplo, en que Uruguay ocupa el lugar 14 a nivel mundial en cuanto el trilema energético, que evalúa la sostenibilidad, inclusión y seguridad energéticas. Paganini destacó la importancia de este logro.

LOS TRES PILARES DE LA SEGUNDA TRANSICIÓN ENERGÉTICA.

“Todo este éxito del país” implica el enorme desafío de poder avanzar más, aclaró el jerarca. Por ello, el Gobierno desarrolla la segunda transición energética, que calificó como ambiciosa. Está basada en tres pilares: la inclusión de cada vez más movilidad eléctrica y sostenible; más eficiencia energética; y, finalmente, la incorporación de hidrógeno verde y combustibles verdes.

Por eso, el Gobierno diseñó una hoja de ruta que “muestra que el país” tiene potencial de desarrollo en este sentido. Las fortalezas con las que cuenta para sumarse al camino del hidrógeno verde -dijo Paganini- son la seguridad jurídica, la trayectoria en energías renovables, el potencial para expandirlas, el abundante acceso al CO2 biogénico (que no tiene origen fósil) y su ubicación sobre el Atlántico, ya que se prevé que los países europeos serán los más interesados en adquirir estos productos.

A esto se suman que en el actual contexto de tensiones geopolíticas, el mundo reclama más incorporación de energías renovables. “Es una oportunidad para los países del sur”, definió.

Uruguay utilizará el hidrógeno verde, de acuerdo a lo planificado, “sobre todo para el desarrollo de combustibles alternativos”, anunció el ministro. Por ello, dijo que es más correcto decir que el país avanza hacia la desfosilización, en lugar de utilizar el término descarbonización.

“Vamos a ir eliminando los combustibles fósiles a partir de este CO2 biogénico y también del hidrógeno verde”, aseveró.

Esto abrirá, a su vez, “la puerta para la reconversión de las industrias petrolera y petroquímica”, lo que acentúa la importancia del evento organizado por Ancap y Arpel. Se trata de “la posibilidad de la reconversión”, sumada al camino hacia la sustentabilidad. Por ese motivo, informó, Ancap trabaja en varios proyectos, que incluyen también a ALUR. La empresa pública se está sumando a la segunda transición energética “con mucha decisión”, señaló.

Al mismo tiempo, UTE también se está “replanteando su posicionamiento como administrador del sistema de generación distribuida”, teniendo en cuenta un futuro en el que se desarrollarán proyectos de energía renovable de gran porte para poder sostener la producción de hidrógeno verde.

En el contexto actual, “Uruguay tiene un papel a jugar”. Esto incluye el ser un “ejemplo de sostenibilidad ambiental, transparencia en su gobernanza, sostenibilidad social e inclusiva” y, al mismo tiempo, tener la capacidad para ser “ejemplo mundial al generar una economía vinculada a la energía verde”, dijo Paganini.

El Gobierno transita ese camino, convencido de que se pueden hacer las cosas “de manera transparente” y “avanzada”, aprovechando las oportunidades que se presentan, resumió el ministro.

“Nuestra visión es seguir avanzando en la dirección de un crecimiento y un desarrollo sostenible e inclusivo y, por supuesto, democrático y transparente”, afirmó Paganini. Se trata de “una visión de país” que el Gobierno quiere ejecutar y transmitir, afirmó el titular del MIEM.

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