¿Comienza el fin de la guerra arancelaria?, nadie es capaz de responder. Se sabe sí que el acuerdo incluye tierras raras; además Trump aseguró que pronto llegará a un acuerdo con India, más grande aún.
Montevideo | Todo El Campo | ¿El mundo del comercio volverá a su estado habitual de hace unos meses? Es la pregunta que muchos se han hecho a partir del anuncio de Estados Unidos de que validó un pacto con China, y una próxima firma con India.
El presidente de Estados Unidos, Donal Trump, dijo que llegó a un acuerdo arancelario con China. “Firmamos el acuerdo con China ayer (por el miércoles 25 de junio), lo acabamos de firmar”, dijo en la Casa Blanca sin dar detalles.
Asimismo, la agencia AFP pudo saber que hubo avances en el comercio entre ambas potencias respecto a la aceleración de los envíos de tierras raras desde China a Estados Unidos.
El acuerdo se alcanzó en Londres, donde se elaboró un acuerdo general con el fin de resolver las diferencias y disputas comerciales.
Incluye cláusulas sobre las tierras raras chinas, de las que Estados Unidos busca normalizar los envíos. Las tierras raras son cruciales para baterías eléctricas, turbinas eólicas y sistemas de defensa como misiles, radares o satélites, informó la radio alemana. Desde el lado de los chinos se espera que el Gobierno de Trump reconsidere los controles a la exportación de productos estadounidenses, en particular los tecnológicos, con destino a China.
Todo el Mercosur deberá pagar el 10%. China 35% y la Unión Europea 20%.
Montevideo | Todo El Campo | Llegó el día en que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, informó sobre los aranceles que aplicará a todo el mundo, iniciado una guerra arancelaria sin precedentes, que algunos advierten llevará al mundo a un escenario comparable con la Gran Depresión de 1930.
El alcance de los aranceles afecta a China, la Unión Europea, India, varios países latinoamericanos y también Uruguay.
“Declaración de independencia económica” que busca instalar “la edad de oro” estadounidense, así definió Trump sus medidas arancelarias, lo que le da a las mismas una suerte de impulso patriota, porque no se trata solo de economía, sino de la independencia, y si es necesario declararla es porque se había perdido, y responsabiliza a naciones “aliadas y enemigas”.
Las estimaciones estadounidenses suman los aranceles propiamente dichos y las barreras no arancelarias a los productos que ese país exporta, como es el caso de las regulaciones sanitarias y las exigencias ambientales, estas últimas tan avanzadas en los últimos tiempos.
Las medidas de la Casa Blanca consisten en un arancel mínimo del 10% para todas las importaciones, piso que aumentará para los países comercialmente hostiles.
Los países de la región, incluido Uruguay, pagarán 10% de aranceles: Brasil, Colombia, Argentina, Chile, Perú, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, Honduras, El Salvador y Uruguay. Nicaragua tendrá un arancel del 18% .
China deberá hacer frente a aranceles del 34%; Taiwán del 32%, Japón y Corea del Sur 25% cada uno, y la Unión Europea 20%.
Los nuevos porcentajes comenzarán a regir los días 5 y 9 de abril.
El día 5, aquellos que son menos o iguales a 10% (Uruguay), y el 9 los que superan ese porcentaje.
En Rusia ven la política comercial y arancelaria de Estados Unidos con la misma preocupación que en este lado del mundo.
Montevideo | Todo El Campo | El diario moscovita Vedomostí, de fuerte impronta económica, publicó ayer un extenso artículo en el que advertía, citando a expertos en economía rusos, que “los aranceles comerciales y las medidas de represalia de Estados Unidos afectarán al PIB mundial y acelerarán la inflación. Estados Unidos es un mercado importante para la Unión Europea (UE), China, Canadá y México. Las restricciones arancelarias complicarían el comercio internacional y podrían -también- socavar la estabilidad de la economía estadounidense y reducir el papel del dólar en el comercio mundial”.
Sergei Pukhov, un destacado experto del Instituto del Centro para el Desarrollo de la Escuela Superior de Economía, consideró que “la principal consecuencia del proteccionismo estadounidense será un aumento de la competencia y los problemas de ventas, lo que conducirá a menores ganancias, una feroz lucha por los mercados, restricciones de represalia y una desaceleración en el desarrollo del comercio y la economía global en su conjunto”.
Por otra parte, Dmitry Kuznetsov, investigador del Laboratorio Internacional de Estudios de Comercio Exterior del Instituto de Estudios Económicos Aplicados de la Academia Presidencial Rusa de Economía Nacional y Administración Pública, dijo a Vedomosti: “Si las guerras comerciales estimulan el proceso de fragmentación global del comercio, entonces la pérdida del PIB mundial alcanzará el 1% o más”
Albert Bakhtizin, director del Instituto Central de Economía y Matemáticas de la Academia Rusa de Ciencias opinó que “en caso de un aumento de los aranceles de importación para los países de la UE, China, Canadá y México, el PIB mundial podría desacelerarse entre 0,3% y 0,4%”.
Según un estudio realizado por economistas de la Escuela de Negocios Aston (Inglaterra), una guerra comercial provocada por Donald Trump podría dañar la economía mundial por valor de US$ 1,4 billones y aumentar drásticamente los precios en EE.UU. Los aranceles del 25% tendrían un efecto similar al de la guerra comercial de 1930 que exacerbó la Gran Depresión.
En esa misma línea, el 17 de marzo, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) empeoró su previsión de crecimiento del PIB mundial para los próximos dos años: será del 3,1% en 2025 y del 3% en 2026.
Además, la calificadora Fitch espera una desaceleración del crecimiento del PIB mundial a 2,3% en 2025 y a 2,2% en 2026, según un pronóstico fechado el 18 de marzo.
IMPLICACIONES PARA LOS ESTADOS UNIDOS.
Albert Bakhtizin explicó a Vedomosti que aumentar los aranceles repondrá el presupuesto de EE.UU., pero conducirá a un aumento de la inflación, por lo que el aumento de los ingresos presupuestarios se producirá a expensas de los ciudadanos estadounidenses, y no de las empresas de otros países.
El Laboratorio de Presupuesto de Yale (Estados Unidos) ha calculado que los aranceles de Trump le costarán a los hogares de los estadounidenses promedio entre US$ 1.600 y US$ 2.000 al año, lo que conducirá a un aumento de los precios de 1,0 a 1,2 puntos porcentuales, y el PIB se contraerá un 0,6%.
En marzo, Fitch redujo su pronóstico de crecimiento del PIB de EE.UU. para 2025 y 2026 a 1,7 y 1,5%. Los analistas de Moody’s dijeron que un aumento de aranceles a gran escala podría provocar la pérdida de 5,5 millones de puestos de trabajo, un aumento del desempleo al 7% y una caída del 1,7% en la economía estadounidense, informó CNN.
Un fuerte aumento de los aranceles conducirá a una disminución del PIB del 4% y a un aumento de la inflación subyacente en 2,5% en comparación con la opción sin la introducción de aranceles, calcularon los autores del canal de Telegram Cold Calculation. Según sus estimaciones, un aumento más moderado de los aranceles restará 2% al PIB y acelerará la inflación en 1,2 puntos porcentuales.
Bakhtizin sostuvo que el aumento de los precios conducirá a un aumento en la tasa de la FED (Reserva Federal), lo que provocará una desaceleración en el crecimiento económico y un gasto presupuestario adicional en el servicio de la deuda nacional. Así, la “ganancia” relativa de Estados Unidos en el corto plazo se verá compensada por efectos negativos en el mediano y largo plazo.
Richmond Tom Barkin, presidente de FED dijo el 1 de abril que los aranceles de Trump podrían impulsar tanto la inflación como la tasa de desempleo de Estados Unidos.
DAÑOS A LA UNIÓN EUROPEA.
Un fuerte aumento de los aranceles y el uso de medidas de represalia podrían provocar tanto una interrupción total del comercio de algunos productos como una reducción parcial del mismo en los próximos uno o dos años, según Alexander Daniltsev, director del Instituto de Política Comercial de la Escuela Superior de Economía.
La introducción recíproca de aranceles del 25% conducirá a una disminución del PIB de EE.UU. en 0,3% en relación con el escenario base, y para los países de la UE, en 0,5%, calculó Bakhtizin. Mucho dependerá de la duración de la confrontación, estas estimaciones no tienen en cuenta el efecto a largo plazo, que puede manifestarse en una disminución de la participación del dólar en los pagos internacionales.
El volumen del comercio de bienes entre Estados Unidos y los países de la UE en 2024 ascendió a US$ 975.900 millones, estimando las exportaciones de bienes de Estados Unidos en US$ 370.200 millones, y las importaciones de la UE para el mismo periodo a US$ 605.800 millones, por lo que el déficit es de US$ 235.600 millones. Algunos cálculos muestran una reducción de las exportaciones de la UE a Estados Unidos a corto plazo de hasta un 20%, advirtió Bakhtizin.
Daniltsev por su parte, vaticinó que las empresas europeas buscarán mercados alternativos, lo que llevará a una intensificación en la cooperación con China, y un interés creciente de restaurar el comercio con Rusia.
EL EFECTO EN CHINA.
El artículo de Vedomosti analiza cómo los aranceles afectarán a China.
Kuznetsov explicó que China es una gran economía con una estructura geográfica diversificada de suministros, por lo que tiene la oportunidad de “absorber” o redirigir los volúmenes de exportación liberado.
También ve señales de que China puede estar gestionando el yuan, lo que compensará aún más el golpe a las exportaciones. La desventaja del debilitamiento del yuan será un aumento en el costo de las importaciones, que se impondrán a los aranceles de represalia, pero hasta ahora China los está introduciendo cuidadosamente, minimizando el daño a sí misma. El efecto negativo en la economía china será de alrededor del 1% del PIB.
Bakhtizin por su parte opinó que el PIB de China disminuirá 0,2%, y el de Estados Unidos en 0,3%.
Las exportaciones de bienes de EE.UU. a China en 2024 ascendieron a US$ 143.500 millones de dólares (un 2,9% menos que en 2023), y las exportaciones de bienes de China a EE.UU. en el mismo periodo ascendieron a US$ 438.900 millones (un 2,8% más que el año anterior). El déficit comercial de bienes de Estados Unidos con China en 2024 fue de US$ 295.400 millones, un 5,8% más que en 2023.
CANADÁ Y MÉXICO.
La introducción de aranceles sobre los bienes de Canadá y México puede llevar a una disminución del PIB de estos países en 0,6% y 0,7%, respectivamente, y la inflación crecerá en 0,5% y 0,7%, dijo Bakhtizin. Agregó que para EE.UU., en este contexto, el PIB disminuirá en 0,4% y la inflación aumentará en 0,6%.
La economía mexicana es extremadamente dependiente del acceso al mercado estadounidense: el 80% de las exportaciones se dirigen allí, informó Kuznetsov. El costo para la economía mexicana puede ser de entre el 20% y 25%, que en el PIB significará una caída de 2% o 3%, y el efecto será aún mayor si México decide responder (3-4%), señaló Kuznetsov.
Canadá envía el 70% de sus exportaciones a EE.UU. y su reducción en un 20-25% llevará a que el PIB del país sea un 2-3% menor que el nivel que se habría observado sin la introducción de aranceles, indicó Kuznetsov. Sin embargo, Canadá también suministra materias primas, será más fácil redirigirlas a los mercados mundiales, añadió.
El vínculo entre la agricultura y el basquetbol va más allá del origen de algunos jugadores. Los valores que se aprenden en el campo -el sacrificio, la constancia, la planificación y la capacidad de superar adversidades- son los mismos que definen a los grandes atletas
Montevideo | Todo El Campo | El mes de marzo es sinónimo de definiciones en la liga universitaria de basquetbol de Estados Unidos. La locura de la NCAA (March Madness, un torneo universitario de eliminación directa disputado en la primavera estadounidense, en el que participan unos 70 equipos universitarios) convierte cada partido en una batalla épica donde jóvenes promesas dejan el alma en la cancha en busca de la gloria. Pero detrás de cada drible y cada triple, en las historias de los jugadores, hay una conexión sorprendente con otro mundo que parece lejano, pero no lo es: la agricultura.
Puede sonar extraño, pero el basquetbol y la agricultura han estado conectados desde el inicio. James Naismith, el creador del deporte, creció en una granja en Ontario, Canadá, donde aprendió el valor del trabajo duro en el campo antes de idear un juego que revolucionaría el mundo. Su invención original utilizó cestos de duraznos, un guiño evidente a sus raíces rurales.
Allison Weidner, base de la Universidad de Nebraska.
Más de un siglo después, esa conexión sigue viva. Como destaca Noah Rhlfing en Successful Farming, en la edición 2025 de la NCAA, varias figuras que hoy brillan en la cancha comparten un origen en el mundo rural. Son deportistas que no solo crecieron entre cultivos y animales, sino que llevan consigo los valores del campo: sacrificio, resiliencia y trabajo en equipo.
LA ESENCIA DEL CAMPO EN LA CANCHA.
Uno de los casos más emblemáticos es el de Allison Weidner (foto interior), base de la Universidad de Nebraska.
Weidner creció en una granja en Humphrey, Nebraska. Su estilo de juego, según ella misma define, es “grit y hardworking”, términos que bien podrían describir la vida en una granja. “Mi forma de jugar refleja mi crianza en el campo: soy aguerrida, trabajadora y me concentro en los pequeños detalles”, afirmó en una entrevista con Big Ten Network.
Pero su conexión con el agro va más allá: en 2023 organizó una visita para sus compañeras a su pueblo natal, donde conocieron el día a día en una granja, aprendieron sobre producción lechera y hasta montaron a caballo.
A pesar de las lesiones que la han alejado de la cancha, su impacto en el equipo sigue intacto. Su entrenador destaca cómo su liderazgo y espíritu de sacrificio siguen moldeando la cultura del equipo, algo que seguramente aprendió en el campo.
GEORGIA AMOORE: DEL RANCHO DE CABALLOS A LA NCAA.
Georgia Amoore, estrella de la Universidad de Kentucky, trae una historia similar. Nacida en Ballarat, Australia, creció en una finca donde su madre rehabilita y entrena caballos de carreras. Su pasión por el deporte y los animales se combinó en un viaje que la llevó a miles de kilómetros de su hogar para jugar al más alto nivel del baloncesto universitario.
Cuando Amoore se trasladó a Kentucky, su madre expresó su emoción porque el estado es famoso por su cultura ecuestre, reafirmando el lazo entre deporte y campo.
UNA FILOSOFÍA DE VIDA QUE TRASCIENDE EL DEPORTE.
La historia se repite en el basquetbol masculino.
Andrew Morgan, de la Universidad de Nebraska, creció en una granja en Waseca, Minnesota. Su conexión con la agricultura no es solo un recuerdo de infancia: estudia ciencias agrarias y planea volver a su granja cuando termine su carrera deportiva en la NCAA, continuando con la tradición familiar.
Otro caso similar es el de Will Tschetter (foto de portada), de la Universidad de Michigan. El alero pasó su infancia en la granja de sus abuelos en Minnesota y luego llevó su pasión por la tierra al siguiente nivel: es estudiante de ciencias ambientales con el objetivo de aplicar sus conocimientos a la agricultura regenerativa y la conservación de ecosistemas. Tschetter realizó una pasantía en un establecimiento de cría de bisontes en Montana, donde trabajó en proyectos para preservar el agua y restaurar el suelo.
VALORES COMPARTIDOS: TRABAJO, SACRIFICIO Y ESTRATEGIA.
El vínculo entre la agricultura y el basquetbol va más allá del origen de algunos jugadores. Los valores que se aprenden en el campo -el sacrificio, la constancia, la planificación y la capacidad de superar adversidades- son los mismos que definen a los grandes atletas. En el campo, como en la cancha, no hay atajos: el éxito se construye con esfuerzo diario.
El basquetbol universitario en marzo nos recuerda que, así como una buena cosecha requiere paciencia y dedicación, los triunfos en la cancha dependen de la preparación y el trabajo en equipo. Y quizás, en algún punto, la bioeconomía también tiene algo en común con este espíritu: la innovación y el esfuerzo conjunto pueden llevarnos a resultados extraordinarios, tanto en el deporte como en la sustentabilidad.
Así que la próxima vez que veas un partido del March Madness, piensa en la historia detrás de cada jugador. Muchos de ellos no solo crecieron con una pelota en las manos, sino también con las manos en la tierra. Y quizás, sin saberlo, llevan al parqué la misma entrega con la que se trabaja el campo.
Lo dijo al asistir a un evento de CAF en Agro en Punta.
Montevideo | Todo El Campo | El futuro ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Alfredo Fratti, dijo en Agro en Punta, que Uruguay debe continuar comercializando con Estados Unidos, a pesar de las políticas que lleva adelante el presidente de ese país, Donald Tramp.
La guerra comercial seguramente va a impactar de alguna manera en Uruguay, es algo que está pasando en el mundo, que está muy interconectado, además de que están pasando cosas que ya se creían superadas, como los dichos del mandatario estadounidense sobre el Canal de Panamá.
Así y todo “tenemos que seguir teniendo relaciones comerciales con todo el mundo, inclusive con Estados Unidos”, remarcó.
Hay que tener en cuenta que en enero es país fue el principal comprador de nuestras carnes, con US$ 77 millones.
CAF.
Por otro lado celebró que desde las Cooperativas Agrarias Federadas se ponga en funcionamiento una plataforma de conciencia agropecuaria para los escolares (foto), porque no puede ser que los niños crean que la leche sale de una caja.