En abril se realizó la Feria de Salud Rural; tuvo lugar en Sarandí del Yí y convocó a 85 niños y docentes de las escuelas rurales 19, 47, 69 y 78.
Durazno | Todo El Campo | El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), a través de la Dirección Departamental de Durazno, la Dirección General Forestal (DGF) y el Instituto de Bienestar Animal (INBA), participó de la primera Feria de Salud Rural organizada por la Mesa de Salud Rural de Durazno, evento que tuvo lugar en la escuela N° 19, Rosendo Bucheli, en el área rural de Sarandí del Yí.
La jornada tuvo actividades educativas y de promoción de la salud, en una actividad que implicó a varias instituciones, de las que se encontraban varios referentes por su marcada labor en salud y el bienestar en el medio rural: el equipo odontológico de ASSE de Durazno, referentes del sistema de salud estatal y privado, y autoridades y técnicos del MGAP.
También se realizaron actividades curriculares deportivas a cargo de docentes de primaria.
La feria se enmarca en los esfuerzos conjuntos de instituciones públicas y educativas por mejorar la calidad de vida en las zonas rurales, integrando salud, educación, producción y medio ambiente.
FORESTACIÓN.
Desde la Dirección General Forestal, la técnica forestal Mayka Merelles brindó una charla educativa a los niños de primaria sobre el valor del bosque nativo uruguayo, fomentando la conciencia ambiental y la importancia de la conservación de estos ecosistemas.
BIENESTAR ANIMAL.
Por su parte, la funcionaria del Instituto de Bienestar Animal realizó una exposición sobre el bienestar animal, abordando el cuidado responsable de los animales, tanto de producción como de compañía, y la importancia del respeto hacia los mismos en el entorno rural.
DENGUE.
Además, profesionales del Ministerio de Salud Pública realizaron una presentación sobre la prevención del dengue, aportando información clave sobre las medidas para evitar la proliferación del mosquito transmisor de esta enfermedad.
ODONTOLOGÍA.
El equipo odontológico de ASSE llevó adelante un taller práctico sobre el correcto cepillado dental, y atendió a todos los niños presentes, asegurando el acceso a la atención odontológica en el medio rural.
ESFUERZO CONJUNTO DESTACADO.
La directora departamental del MGAP en Durazno, Jacqueline Gonnet, destacó la fructífera jornada de intercambio y aprendizaje, y agradeció a los docentes y a todo el equipo organizador por el compromiso y la participación.
La solemnidad del cambio de mando no priva de los actos sencillos, ni de la simpleza de las cosas.
Durazno | Todo El Campo | La democracia se construye todos los días, pero cada cinco años alcanza su mayor punto de expresión con la asunción del nuevo presidente, elegido por la voluntad popular.
El ganador puede gustar o no, pero no por eso la fiesta democrática pierde valor. Por el contrario, podría decirse que aceptar al candidato que no gusta es la mayor expresión de las convicciones democráticas que alguien puede tener. Ese concepto va en la línea de aquello tan repetido como real: el mejor deportista es el que sabe perder.
El traspaso del mando que se realiza los 1° de marzo cada cinco años es una ceremonia que está cargada de momentos simbólicos y emociones para muchos uruguayos. Es un día de fiesta y de solemnidad.
Esa solemnidad no quiere decir que no haya cosas simples, que quizás no las veamos pero que están ahí, como la lapicera utilizada en el cambio de mando por el mandatario saliente, Luis Lacalle, como por el entrante, Yamandú Orsi.
Según publicó Durazno Digital, un portal informativo del departamento de Durazno, “la firma que marcó el comienzo del Gobierno de Yamandú Orsi tuvo un sello especial: la lapicera utilizada en el acto fue obra del artesano oriundo de Durazno, Pablo Rigali”.
Rigali es conocido por su trabajo en guasquería y platería. No es la primera vez que se usa una pieza artesanal hecha con sus manos, porque durante la cumbre de la Celac el expresidente Lacalle portó y escribió con una lapicera con su decorado.
Lacalle dijo que obsequiará a Orsi una lapicera similar, y destacó el trabajo artesanal uruguayo.
Son de esas cosas simples, anécdotas que suelen pasan desapercibidas, porque no hacen a la esencia de la cosa, pero forman parte de ella.
Dijo que es una industria sin chimeneas que da trabajo y estabilidad a las familias que se involucran.
Durazno | Todo El Campo | En la primera semana de julio, al realizarse la sesión ordinaria de la Junta Departamental, el edil Pablo Revello planteó a la Intendencia que realizara actuaciones en apoyo de la actividad turfística pues es generadora de trabajos estables.
También destacó la importancia del cuidado de los caballos, su alimentación y preparación para las competencias, al tiempo que señaló que esta actividad genera mucha mano de obra y es una pasión para muchos.
Revello, edil del Frente Amplio, recordó que desde 2005, con el primer gobierno de Tabaré Vázquez, se impulsó un sistema integrado de escenarios de turf en todo el país, lo que llevó a importantes inversiones y mejoras en hipódromos de varios departamentos. No obstante, Durazno no se benefició de esa iniciativa, y apuntó contra la Intendencia que en ese momento estaba a cargo del Carmelo Vidalín, actual intendene duraznense. Ante el impulso del Dr. Vázquez, hubo falta de involucramiento del Gobierno departamental, expresó.
Subrayó la necesidad de que la Intendencia se involucre, no necesariamente aportando dinero, sino brindando estabilidad para asegurar que la actividad del turf sea continua y genere empleo genuino. “Es una industria sin chimeneas que vale la pena apoyar”, afirmó.
Más adelante exhortó a la Intendencia a integrar el sistema nacional de turf, aprovechar las oportunidades de inversión y desarrollo laboral que ofrece, con el objetivo de revitalizar el hipódromo de Durazno y mejorar las condiciones de vida de quienes dependen de esta actividad.
Es muy difícil trasladar el sentimiento de la gente del lugar; además la importancia o trascendencia de la obra se la da la gente que vive de un lado y del otro del puente, que durante tanto tiempo acarició un sueño que se hace realidad.
Horacio Jaume | Montevideo | Todo El Campo | Hay hechos que suceden ajenos a los medios de comunicación pero que son importantes para el lugar y la gente de ese lugar en el que ocurren. La presencia del presidente de la República, Luis Lacalle, como de algunos de los ministros, jerarquiza ese acontecimiento y llama la atención de los medios de comunicación que entonces lo informan y el país en general toma conocimiento del hecho.
Es lo que sucede con el puente del Paso del Gordo, en el límite de Durazno y Cerro Largo, y su inauguración que será el 4 de abril próximo.
Imagino a una persona alejada de la realidad agropecuaria a la que le digan y que por primera vez escuche que el presidente inaugurará un puente en Paso del Gordo. Lo primero que se generará será una sonrisa por el nombre del lugar, y en segundo lugar preguntará qué es lo que están haciendo, y se le explicará que están sustituyendo un viejo puente de madera, el cual se tornó peligroso, y ahora tendrá un nuevo puente con mayor seguridad.
Frente a la explicación imagino también el comentario: “¿Y para eso va el presidente de la República?”.
Sí, porque la importancia o trascendencia se lo da la gente que vive de un lado y del otro del puente. Algo que fue largamente deseado por todos aquellos que durante años debieron superar el riesgo de pasar sobre una estructura que no ofrecía todas las garantías.
Lo decía uno de los alcaldes: “Tuvimos miles de tropiezos, muchas veces en alguna gestión o papel olvidado en un escritorio, pero otras veces alguien lo tomaba con mayor calor y lo aceleraba”. Todo eso es lo que se va a festejar el 4 de abril.
Es muy difícil trasladar el sentimiento de la gente del lugar, como dice la canción, si no se ha vivido alguna vez cosa parecida.
Recuerdo que en el ramal 44, la carretera que va desde Fraile Muerto hacia Ramón Trigo -la ruta 7 no estaba terminada, llegaba hasta Fraile Muerto y no continuaba hasta Bañado de Medina para entroncar con la ruta 26 y allí poder seguir hacia Melo-; en ese ramal 44 a un par de kilómetros antes de llegar a Fraile Muerto viniendo desde Ramón Trigo, había un puente de madera –“el puente negro”, le decíamos-, más angosto que los puentes de material, y cuando se transitaba sobre él las tablas sonaban con el pasar del vehículo.
Cuando iba con mi madre que en aquellos tiempos no era una avezada conductora, al llegar al puente negro nos hacía bajar y mirábamos como ella lentamente pasaba y llegaba al otro lado. Entonces nosotros, chicos, salíamos corriendo para pasarlo y nuevamente tomar el vehículo.
Esa es una experiencia que es muy difícil de trasladar. Luego el tiempo paso y con los años uno comenzó a conducir y los ruidos de las tablas se nos hicieron familiares y no nos ocasionaba mayor temor, aunque el puente seguía siendo angosto.
La inauguración del puente del Paso del Gordo posiblemente no tenga toda la difusión que mereciera, pero con la gente del lugar se pueden producir fenómenos como el que pasó a mí el otro día: me llamó un buen amigo mío y me preguntó si iba a ir a la inauguración del puente del Paso del Gordo. Pues vamos a ir juntos porque yo viví ahí, se lo largamente deseado que ha sido, y aunque de antemano sé que posiblemente no estén las personas de mi época, sí voy a tener el gusto de participar con todos ellos de la alegría de ver cristalizada una obra tan esperada, que implicó muchas gestiones, y que hoy logra una posibilidad de comunicación, poder acceder, salir o entrar a un lugar a través de una buena ruta o un buen puente.
Yo recordaba “mi puente negro” y a mi madre que trataba de ser solo ella la que corría el riesgo como conductora. Pero puentes de madera está lleno en todo el país, es la forma de superar la geografía, esos accidentes geográficos chicos a veces, o torrentes en otras, porque esos sangradores que uno ve, cuando llueve fuerte se vuelven verdaderos huracanes que más vale mirarlos y no pasarlos porque el peligro está latente.
Realmente, en lo que tiene que ver con la gestión del presidente Lacalle en obras públicas y carreteras, nunca se vio una inversión de este tipo. Cambió nuestra campaña, logró sueños que eran difíciles de imaginar y que hoy disfrutamos.
Con el paso del tiempo y no tanto, bastará un año o dos, empezaremos a considerar que esas obras son naturales, porque a lo bueno nos acostumbrados rápidamente. Olvidamos lo que significa pasar el Olimar o el Cebollatí en una balsa a cincha de un tordillo. Eso quedará en la historia y la memoria, pero consideremos que el puente que hoy disfrutamos y que la gente transita, fue sueño y deseo de muchos, y hoy se puede disfrutar. La historia se hará a partir de él pero no prescindiendo de él.
Igual ocurrirá con el puente del Paso del Gordo: toda la historia anterior quedará en la memoria de quienes lo vivieron, de aquí para adelante esa historia solo será un recuerdo y disfrutarán quienes tienen esa posibilidad. Y serán otros los nuevos sueños que se acariciarán y por lo que habrá que pelar para que se cristalicen.
Pero en este caso especial, el 4 de abril, la gente festejará y el propio presidente comprometió su presencia. Como también lo hizo mi amigo en honor a aquellos que lo acompañaron en aquellos momentos cuando vivía por allí. Estará como testigo de que la obra se llevó adelante y aquello que era una barrera hoy simplemente será recuerdo.
Si todo transcurre tal como está armado, el jueves 4 de abril estaremos mirando el corte de cinta.
Foto interior: camión de Bomberos cruzando el puente en el Paso del Gordo | Enero 2023 | Subrayado.
Durazno | Todo El Campo | Fundación UPM donó los 20 módulos que permitieron la construcción del nuevo centro educativo, inaugurado el lunes 4 en la localidad de Carlos Reyles, Durazno, con la presencia del presidente de la República, Luis Lacalle; el intendente de Durazno, Carmelo Vidalín; el director general de UTU, Juan Pereyra; y la presidenta de ANEP, Virginia Cáceres, junto a integrantes de la Fundación DAT entre otras autoridades nacionales, educativas y locales.
Los módulos donados por Fundación UPM fueron adaptados para el edificio del centro que incluye salones, espacios comunes, dormitorios, baños y comedor para los estudiantes que concurrirán en la modalidad con pernocte de lunes a viernes.
Los módulos fueron construidos por la empresa isabelina Volfer para la construcción de UPM Paso de los Toros.
Fundación UPM también donó el equipamiento para las habitaciones del centro.
«Desde Fundación UPM buscamos ser instrumento que contribuya al fortalecimiento de las comunidades en el largo plazo. Para ello impulsamos proyectos y ofrecemos becas de capacitación educativas en el interior del país”, dijo Magdalena Ibáñez, presidenta de Fundación UPM.
Continuó señalando: “La donación de estos módulos permitió la infraestructura inicial para que hoy sea una realidad que jóvenes del medio rural puedan tener acceso a su continuidad educativa”.
La Escuela Agraria de Carlos Reyles se concretó a través de un convenio entre la Dirección General de Educación Técnico Profesional y la Fundación DAT Carlos Reyles.
El centro brindará un Curso Básico Tecnológico Rural de tiempo extendido (7º grado), para el que ya se han inscripto unos 21 jóvenes de entre 11 y 12 años, quienes tendrán 15 materias entre talleres agrarios, educación física.
También tendrán jornadas y charlas con profesionales de distintas ramas con el objetivo de mostrarles las oportunidades de estudio y salidas laborales que tendrán en el futuro
Los estudiantes provienen de localidades como San Jorge, Blanquillo, Carlos Reyles y Estación Parish en Durazno, y Paso de los Toros y San Gregorio de Polanco de Tacuarembó.