Son fondos no reembolsables que suman US$ 750.000 dólares y se destinarán a gestionar la cooperación técnica de la iniciativa. Además del beneficio medioambiental, se concretará la producción de vivienda social en madera y fortalecer las prácticas forestales.
El lunes 1° de agosto se concretó la firma del acuerdo del que participaron la participación de la ministra y viceministro de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT), Irene Moreira y Tabaré Hackenbruch, respectivamente; el representante del Grupo BID en Uruguay, Matías Bendersky, el embajador de Japón, Hideki Asari, el intendente de Río Negro, Omar Lafluf, el presidente de la Agencia Nacional de Vivienda (ANV), Klaus Mill von Metzen, y otras autoridades.
El convenio consiste en la entrega de una partida de hasta 750.000 dólares no reembolsables que otorga el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través del Fondo Especial de Japón, destinada a apoyar al ministerio en el desarrollo de acciones que promuevan la utilización de madera nacional en proyectos de vivienda.
El plazo para la ejecución del programa será de 24 meses a partir de la fecha de vigencia del acuerdo.
El BID utilizará los recursos económicos para contratar y pagar los servicios de consultoría necesarios para el cumplimiento de las metas. Por otro lado, el ministerio colaborará con los consultores y con el BID, a la vez que brindará apoyo técnico, logístico y administrativo.
Hackenbruch señaló que el comienzo de los trabajos con este material representa un eslabón en la cadena forestal, que se suma al movimiento productivo.
Recordó que la secretaría estatal ha trabajado con otros ministerios y con el Congreso de Intendentes, con el fin de promover la eficiencia en la temática.
El jerarca añadió que el presente acuerdo “está apalancado” por la Hoja de Ruta para la Construcción de Vivienda Social en Madera en Uruguay (*), documento presentado en el Palacio Legislativo en mayo pasado.
Finalmente, resaltó la importancia de la construcción en madera en cuanto al descenso de la emisión de dióxido de carbono, gas contaminante que se encuentra en las construcciones que utilizan sistemas tradicionales.
Por su parte, Matías Bendersky sostuvo que el organismo está interesado en reinvertir en toda América en el marco de una visión hacia el 2025, y destacó que la construcción de viviendas en madera es una de las formas más eficaces para conservar el ambiente.
Está previsto que esta cooperación técnica incluya una actualización de la normativa nacional y departamental, un concurso internacional de proyectos piloto, una estrategia de comunicación efectiva y el fortalecimiento de las instituciones, según consignó.
Entre los años 2008 y 2020 se construyeron alrededor del mundo más de 50 edificios de madera con alturas entre 7 y 24 pisos. ¡Eso supone más de 70 metros de altura!
La madera ha sido uno de los materiales más utilizados por el ser humano para construir edificios desde los comienzos de la historia. Aunque el uso de acero, hormigón o hierro haya aportado significativos avances a la construcción, la madera nunca ha perdido su popularidad. De hecho, la cantidad de viviendas de madera alrededor del mundo puede sorprender a muchos lectores. ¿Sabías que países como Japón, Escocia o Estados Unidos son líderes en la construcción en madera? En efecto, la proporción de construcción de viviendas nuevas, tanto total como parcialmente, puede superar el 60% en Japón, el 70%, en Escocia, y el 85% en Estados Unidos.
A pesar de esta popularidad, en los países de nuestra región es común asociar la construcción de vivienda en madera con proyectos de baja calidad, escaso presupuesto o pequeño tamaño. Este estereotipo no es correcto. En las últimas décadas la industria de la madera ha evolucionado gracias al desarrollo de nuevas tecnologías que permitirían la generalización del uso de este material en la construcción. Por ejemplo, entre los años 2008 y 2020 se construyeron alrededor del mundo más de 50 edificios de madera con alturas entre 7 y 24 pisos. ¡Eso supone más de 70 metros de altura!
¿Por qué la madera podría ser el material estrella para la construcción de viviendas en el siglo XXI? En pocas palabras, por productividad e impacto en el medio ambiente.
Según datos de Naciones Unidas (ONU), se espera que la población mundial crezca un 25% en los próximos 30 años, por lo que pasará de 7.700 millones de personas en 2020 a 9.700 millones en 2050. Esto se traduce en un incremento de la demanda de recursos, especialmente de vivienda. En este sentido, el Banco Mundial estima que, para 2030, el déficit habitacional llegará a los 240 millones de unidades de vivienda. La forma en la que los países afronten este déficit será fundamental para garantizar el desarrollo sostenible mundial.
A la hora de hacer frente a esta gran demanda de construcciones de vivienda, el sector debe ser responsable con la preservación del medioambiente. Y es que el sector de la construcción tiene un doble impacto sobre el entorno: i) El sector es responsable de un tercio de la generación de residuos mundiales, bien sean producidos por construcción, o por demolición. ii) La construcción de vivienda representa un 36% del uso de energía final en el mundo y el 39% del CO2EQ a nivel global.
Según un estudio de 2022, existen seis sectores que podrían reducir al menos a la mitad las emisiones mundiales para 2030, uno de los cuales es el de la construcción. La fabricación de viviendas con materiales de baja huella de carbono es parte de la solución a este problema y la madera podría ser una de las opciones empleadas.
Beneficios medioambientales de la construcción en madera.
La construcción en madera presenta múltiples beneficios en términos medioambientales. Entre ellos, destacan estos:
1) Es el único material de construcción renovable y reciclable. Si el bosque se gestiona de manera sustentable, los árboles pueden ser un recurso renovable. Además, la madera requiere también menor cantidad de energía para ser procesada
2) Tiene capacidad de absorber carbono. La madera acumula grandes cantidades de CO2 y su industrialización genera emisiones de gases de efecto invernadero menor que otros materiales. Por ejemplo, producir una tonelada de madera genera 33 kilos de emisiones netas, frente a los 264 kilos del cemento y los 694 kilos del acero
3) Produce menos desechos. El uso de la madera genera menos desechos y acelera los plazos de construcción
4) Mayor eficiencia energética. La madera contribuye a la eficiencia energética por su capacidad de conducción del calor, lo que la convierte en un mejor aislante que otros materiales. Es 400 veces mejor que el acero y 15 veces mejor que el concreto
En definitiva, la construcción en madera procesada no solo agrega valor al servir como absorbente activo de CO2, sino que también reduce significativamente las emisiones vinculadas al proceso industrial de construcción. Además, en este proceso disminuyen los costos y posibles emisiones por ser más eficiente en cuanto a consumo energético.
¿Qué beneficios técnicos aporta la madera en la construcción?
Además de lo anterior, hay también motivos por los que la madera resulta un elemento constructivo de primera categoría:
i) Gran flexibilidad y bajo peso. Es un material óptimo para resistir sismos y reducir el volumen de los cimientos
ii) Alta capacidad aislante. Es capaz de aislar el calor hasta seis veces más que el ladrillo, 15 veces más que el hormigón y 400 veces más que el acero
iii) Resistencia al fuego. En piezas de gran volumen tiene alta resistencia frente al fuego y tarda más tiempo en derrumbarse que las estructuras de acero
iv) Velocidad de construcción y disminución de costes. Al ofrecer la posibilidad de trabajar en faenas secas, aumenta la velocidad de construcción y disminuye los costos
Construcción en madera en Uruguay.
En un próximo artículo abordaremos la situación de este sector en Uruguay. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha desarrollado un proceso participativo con todos los actores involucrados del sector en este país que permitirá llevar a la práctica una hoja de ruta de acciones priorizadas y gobernadas con actores multisectoriales y multinivel para vencer las barreras que no han hecho posible el desarrollo de este sector.
Si bien la industria forestal tiene gran relevancia en Uruguay, donde contribuye al 4% del PIB nacional (US$ 2.100 millones), el sector de la construcción de vivienda en madera se encuentra en un estado incipiente. Por ello, y dado que las restricciones que enfrenta Uruguay son, probablemente, similares a las de otros países de América Latina y el Caribe, servirá de ejemplo para ilustrar la situación en nuestra región en el próximo artículo.
Foto principal de Casa de madera a medida; foto interior de BID.
Artículo de Verónica Adler y Daniel Peciña-López publicado en el blog Ciudades Sustentables del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El texto está basado en “Hoja de Ruta para el Fomento de la Vivienda Social en Madera en Uruguay”, por Juan José Ugarte, Andrés Sierra y Karen Codriansky; Banco Interamericano de Desarrollo y Ministerio de la Vivienda y Ordenamiento Territorial de Uruguay.