La base de la CIA en el corazón de Australia (foto) es un símbolo de la amistad con Estados Unidos, pero eso puede cambiar si Donald Trump se aferra a un plan de guerra comercial que está dañando a sus socios más importantes.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Ubicada en el corazón del país, en medio del desierto y en tierras que los lugareños consideran sagradas, se encuentra Pine Gap, la principal base de inteligencia de Estados Unidos en Australia y el mundo. Operada por estadounidenses y australianos, es una permanente prueba de la amistad entre ambos países, con mucha colaboración y confianza recíproca.
La base está localizada estratégicamente, y permite acceder a importante información logística de todos los países de la región, especialmente China que tiene una fuerte influencia en la delicada zona del Pacífico.
Para los que gusta de series de espionaje, Netfix ofrece la oportunidad de disfrutar de una titulada de esa manera, Pine Gap, y que muestra el funcionamiento de la base de inteligencia y la importancia que aquel emplazamiento tiene para Estados Unidos, todo en el marco excepcional del magnífico desierto australiano.
Por otra parte, desde hace años China está atenta a todo lo que sucede en Australia. El país asiático daría cualquier cosa por ganarse la amistad definitiva de Canberra, pero ésta está muy comprometida y es fiel aliada de Washington.
Sin embargo, las políticas comerciales y arancelarias de el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, atentan contra esa amistad y compromiso australiano, y Australia lo ha manifestado de diferentes formas.
Ayer lunes 9, Zhu Jingyang, embajador de China en Colombia, publicó en su cuenta de X @zhu_jingyang expresiones del ministro australiano de Comercio y Turismo, Don Farrell: “El mundo ha cambiado y Australia trabajará para ampliar sus relaciones comerciales con otros países y reducir su dependencia de EE.UU.” ha dicho. Palabras que seguramente son la música que los oídos chinos han querido escuchar desde hace muchos años, sin mayor éxito.
No es la primera vez que Farrell hace comentarios en esa línea, que para muchos es un guiño de simpatía a China, pero también un mensaje de clara advertencia a Estados Unidos.
Como fuere, la realidad es que en los últimos meses los vínculos Australia – China parecen haber entrado en el camino de la recomposición total luego de la acusación que Australia lanzó sobre la responsabilidad de China en la propagación de la pandemia del Covid, algo que molestó a Pekín al punto de suspender las importaciones de carne y otros productos, causando pérdidas millonarias en la economía australiana. Pero en diciembre de 2024 China levantó las prohibiciones y comenzó a cerrar la disputa comercial dando un mensaje de acercamiento.
Poco después de esa reapertura comercial, Donald Trump asumió como presidente de Estados Unidos y a contrapelo de todo el mundo, desató una guerra comercial y arancelaria que solo le ha servido para ganar antipatías y perder la confianza de sus viejos y tradicionales amigos, Europa y Australia entre ellos.
En el caso australiano, este país ha sido claro: no está dispuesto a acompañar a Estados Unidos en su batalla caprichosa y sin sentido.
Efectivamente, en abril de este año, Farrell dijo que Australia es “una gran nación comercial” cuya prosperidad económica está vinculada a los mercados internacionales estables y abiertos; y ante los aranceles estadounidenses “estamos redoblando esfuerzos para fortalecer las relaciones, diversificar y encontrar nuevas oportunidades”.
Las manifestaciones del ministro Farrell fueron en una exposición realizada en el Instituto de Relaciones Australia-China de la Universidad Tecnológica de Sídney. El mensaje llegó nítido a los oídos chinos.
Un mes después, en mayo, Farrell lanzó otro mensaje a China. Dijo que su país no participará en una guerra arancelaria contra Pekín. Agregó que China es el mayor socio comercial de Australia y aseguró: “No queremos hacer menos negocios con China, queremos hacer más negocios con China”, y que Australia “tomará decisiones sobre cómo continuamos relacionándonos con China sobre la base de nuestros intereses nacionales y no en función de lo que lo que los estadounidenses puedan o no querer”.
En un pasaje de la serie Pine Gap, un funcionario australiano le dice a otro estadounidense que el mundo ha cambiado, pero que Estados Unidos sigue utilizando viejas estrategias en base a fuerza militar, mientras que China se va acercando a los países y ofreciéndoles lo que necesitan, logrando lazos de amistad y de necesidad duraderos. Una observación muy certera a la luz de lo que está pasando en el mundo hoy, a pesar de que la serie es de 2018.
Da la impresión, que con Trump en el poder, Estados Unidos quiere ser el Rottweiler del barrio, y hacer de cuenta de los demás somos todos Caniches, una visión alterada y deformada de la realidad, que lo puede hacer perder amigos como Australia y dejarlo en soledad, mientras China teje lazos de amistad.
Foto de portada: vista aérea de Pine Gap. Fotografía de womensweekly.com.au
En el Uruguay de los ’90 observábamos aquella situación como algo lejano, que ocurría allá en la zona caribeña, al norte de nuestro continente, con varios miles de kilómetros de distancia y una selva inexpugnable de por medio.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | En la década del ’90 el secuestro y el asesinato de la periodista Diana Turbay por el narcoterrorismo colombiano recorrió y estremeció el mundo. Apenas tenía 40 años y sus dos hijos, María Hoyos Turbay y Miguel Uribe Turbay, quedaron huérfanos como resultado de la criminalidad del narcoterrorismo. Colombia la homenajeó con un busto y el nombre de un barrio, ambos en la ciudad en Bogotá. El de Diana no fue el único crimen de aquellos años, en una Colombia de tiempos duros y de violencia instalada.
Poco tiempo después, Gabriel García Márquez publicó el libro “Noticia de un secuestro”, en el que narra el secuestro de figuras destacadas de Colombia, entre ellos el caso de Diana Turbay y su equipo periodístico.
En el Uruguay de los ’90 observábamos aquella situación como algo lejano, que ocurría allá en la zona caribeña, al norte de nuestro continente, con varios miles de kilómetros de distancia y una selva inexpugnable de por medio.
34 años después de la muerte de Diana Turbay, su nombre ha vuelto a estar en la consideración pública, y nos ha traído a la memoria -a quienes en su momento seguimos aquellos hechos desgarradores de la sociedad colombiana- imágenes y recuerdos de un tiempo que Colombia no ha superado.
El sábado 7 de junio, el senador Miguel Uribe Turbay de 39 años (que cuando el narcoterrorismo asesinó a su madre tenía solo 4 años y le faltaban 3 días para cumplir 5), sufrió un atentado en un acto político, recibiendo varios disparos de arma de fuego, algunos de ellos en su cabeza.
El autor del crimen fue registrado en el momento en que efectuó los disparos por varios asistentes que filmaban el discurso del político con sus celulares. Se trata de un adolescente de 15 años ya detenido. La policía trabaja en averiguar los móviles que llevaron al atentado y determinar quiénes fueron los autores intelectuales, porque el adolescente habría actuado a pedido, contratado o a orden de grupos criminales.
Miguel Uribe Turbay es un destacado senador de la oposición y en marzo había anunciado que se presentaría en la carrera hacia la Presidencia de su país. Cabe precisar que a pesar de coincidir con el apellido del expresidente Álvaro Uribe y ser parte del mismo partido político, no hay parentesco ente ellos.
El hecho es extremadamente grave, vulnera al país que lo sufre de varias maneras, y nos advierte al resto hasta dónde puede llegar el crimen organizado si no le ponemos un límite claro y contundente.
En lo que a Uruguay refiere, ya no podemos mirar lo que pasa allá “lejos” como si fuera algo totalmente ajeno a los problemas de nuestra sociedad. Hace tiempo que ya no somos el país de los ’90, hemos naturalizado la violencia y los ajustes de cuenta son cosa de todos los días. Es cierto, y afortunadamente, los atentados políticos no parecen estar a la vuelta de la esquina, pero viendo lo que les pasa a otros, es de sabios actuar para evitar que nos pase a nosotros.
Entrado el mes de junio, sigue habiendo incógnitas sobre qué cosas hará el Gobierno, cuáles son las prioridades, incluso sobre quien es el hombre fuerte. El presupuesto nacional da una nueva oportunidad para comenzar a despejar dudas.
Horacio Jaume | Montevideo | Todo El Campo | Muchas veces, y yo diría que, en la mayoría de los casos, las circunstancias o el marco donde acontecen los hechos juegan un papel preponderante en los mismos: se pueden precipitar o acentuar situaciones, como también contemporizar.
Es indudable que el agro está pasando por un buen momento. Hay buenos precios en los ganados, hemos tenido buenas cosechas, y la leche tiene un buen precio. El clima ha sido bueno, y tanto la primavera como el otoño, espectaculares.
La parálisis y errores del Gobierno han pasado sin que la sangre llegue al río, pero ¿qué nos estaría pasando si tuviéramos un contexto de pandemia o una sequía persistente? Imaginémonos por un momento esos factores, y si los tuviéramos en contra.
Por lo tanto, la administración del presidente Yamanú Orsi, tiene la oportunidad de ordenarse, exponer sus plantes, como también sus prioridades.
El presupuesto puede ser el punto de partida.
Sin embargo, ¿quién será el hombre fuerte del Gobierno?
José Mujica ya no está. El presidente Orsi, sus antecedentes son de ser un buen intendente, y tendrá que demostrarnos su perfil político, aunque hasta ahora no se manifiesto muy sólido.
El ministro de Economía, Gabriel Oddone, disfruta de una muy buena imagen, pero no cuenta con todo el apoyo del Frente Amplio.
El resto son todos parecidos, y ninguna despega de los demás.
La Unión Europea es más rica que China y está más poblada que Estados Unidos, pero no lo ha aprovechado, escribió la editora jefe del boletín del FMI.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | El mundo mira lo que sucede en Estados Unidos y China, y cómo estos dos grandes países forman, arman, deforman y desarman los parámetros de la economía mundial, y con ese proceder sacuden sociedades y generan incertidumbres.
Estados Unidos y China -uno gobernado por un impredecible caprichoso, el otro por un dictador- se comportan como si fueran los dueños del mundo, y el resto de los países bailan al compás de la música que ellos quieren tocar.
Si a uno se le ocurre lanzar una guerra comercial, o si el otro decide reducir o abandonar tal o cual mercado, los demás debemos acomodarnos a esa sinfonía, aunque no nos guste, aunque nos dañe o nos haga mal.
Las garantías no existen y ningún país (incluyendo a Rusia e India) tiene posibilidad de incidir por sí mismos en ese juego que solo juegan los grandes del barrio a su antojo.
Sin embargo, hay un grupo de países que han formado una unión y que deberían dejar la pasividad para comenzar a trabajar en la formación de una mejor economía global: Europa, hoy como Unión Europea.
Ese es el tema central del boletín Finanzas y Desarrollo del Fondo Monetario Internacional (F&D/FMI) correspondiente a la edición de junio 2025.
Gita Bhatt, editora jefe de F&D/FMI, destaca que la Unión Europea es más rica que China y está más poblada que Estados Unidos, pero no lo ha aprovechado.
“No hay muchos lugares que igualen a la Unión Europea en cuanto a calidad de vida. Sus trabajadores disfrutan de más tiempo libre que en muchas otras regiones, pero su nivel de vida se encuentra entre los más altos. Sus valores fundamentales de solidaridad se ejemplifican en los contratos sociales que garantizan que el Estado cuidará de quienes lo necesiten”, sostiene la analista.
A pesar de lo anterior, en los últimos años, la Unión Europa “ha perdido la confianza en su modelo económico. Más rica que China y más poblada que Estados Unidos, ha estado a la zaga tanto en crecimiento como en innovación tecnológica desde la crisis financiera mundial. La brecha de crecimiento se está ampliando a medida que la fuerza laboral del continente se reduce, la productividad se estanca y las tensiones comerciales aumentan. Y ahora los gobiernos se esfuerzan por aumentar el gasto en defensa para depender menos de Estados Unidos para su seguridad”, escribió.
La pregunta que F&D/FMI se hace en varios de sus artículos, es si la Unión Europea podrá “prepararse para hacer frente a los retos de una nueva era marcada por rápidos cambios geopolíticos e incertidumbre política”.
Un “obstáculo” que se menciona en uno de los artículos es “la falta de un mercado financiero unificado”; porque “un mercado único de capitales solo conducirá a una mayor reserva de ahorros si Europa también completa su unión bancaria, y la inversión solo aumentará si las empresas esperan mayores rendimientos”.
Para eso se “requiere mucha menos fragmentación, menos burocracia y una regulación más uniforme en toda la unión”, apuntó Bhatt.
No obstante, Alemania, la mayor economía de Europa, “apenas ha crecido desde 2019, mientras que la de Estados Unidos se expandió 12 veces más y 3 veces más que la eurozona. Para ponerse al día, los líderes de Alemania ya han reformado el ‘freno de la deuda’, un límite constitucional al endeudamiento público, y ahora deben abrir la economía a la inversión orientada al futuro y superar la escasez crónica de mano de obra”.
Lo de Polonia parece ser diferente: su “exitosa transformación económica puede inspirar al continente hoy”, asegura su ministro de Finanzas, Andrzej Domański.
Además, “una reestructuración radical ha convertido a Grecia -que emergió de una crisis de deuda no hace mucho tiempo- en una de las economías de más rápido crecimiento de Europa”, en tanto que “España ha encontrado el punto óptimo entre el fuerte crecimiento y el progreso social con unas finanzas públicas sostenibles”, según sostiene el ministro de Hacienda español, Carlos Cuerpo.
Según parece, la desajustada Europa tiene modelos en que inspirarse, y eso es bueno, como sería bueno que el Mercosur y todo Latinoamérica pudiera hacer lo mismo si Argentina y fundamentalmente Brasil asumieran el papel de líderes que deben cumplir.
FERTILIDAD Y LONGEVIDAD TAMBIÉN HACEN A LA FORTALEZA DE LA ECONOMÍA.
Pero la economía también necesita que factores no económicos funcionen bien, y eso está en F&D/FMI, pues allí se analizan las implicaciones que tienen la disminución de la fertilidad y el aumento de la longevidad.
La forma de gestionar la disminución del número de trabajadores en relación con los jubilados es una preocupación en muchas partes del mundo (en Uruguay lo sabemos bien y se ha discutido sobre el tema, aunque no en forma suficiente ni con la profundidad debida), pero es especialmente grave en Europa.
Gita Bhatt asegura que “los europeos saben que ha llegado el momento de reactivar su poderío económico. Saben que deben unirse para dar forma a la economía global actual, en lugar de ser moldeados por ella. Y pueden aspirar a hacerlo permaneciendo fieles a sus valores”, concluye.
Al final, siempre termina siendo un tema de valores, de conservar los valores (sociales, políticos, económicos, culturales, humanos e incluso espirituales) que hicieron grande a Occidente y que se han ido perdiendo, sin que nadie sepa bien cuándo ni cómo comenzó la decadencia contemporánea.
Acceda al boletín F&D/FMI completo (en inglés) en este enlace: boletín del FMI.
La Generación Alfa es de las personas nacidas a partir de 2013 (o sea que al momento no tienen más de 12 años) está destinada a redefinir la cultura de consumo y convertirse en una fuerza impulsora en el mercado.
Leo Bertozzi | Clal News | Todo El Campo | La era moderna ha visto la alternancia de varias generaciones, cada una influenciada por eventos históricos, desarrollos tecnológicos y cambios sociales.
En la primera mitad del siglo pasado, durante la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, se habló de la Generación Silenciosa, caracterizada por el sacrificio, que favoreció la estabilidad y el crecimiento económico en la posguerra. Luego vinieron los Baby Boomers nacidos durante el boom demográfico, que experimentaron la expansión económica, el progreso industrial, los movimientos sociales. A partir de mediados de los años 60 y hasta 1980, se remonta la Generación X, la primera en experimentar la revolución digital y la aparición de nuevas dinámicas de trabajo. Los millennials, nacidos entre 1981 y 1996, han experimentado la transición al mundo digital, con un fuerte enfoque en el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Se enfrentaron a la crisis económica de 2008 y a la explosión de las redes sociales. Sin embargo, la primera generación que creció completamente con Internet y los dispositivos móviles es la Generación Z (1997-2012), sensible a los problemas ambientales y de diversidad, con un fuerte enfoque interactivo de la comunicación.
La nueva Generación Alfa, es decir, los nacidos a partir de 2013 a hoy, será probablemente la más avanzada tecnológicamente, inmersa en la inteligencia artificial, la realidad aumentada del metaverso y las nuevas formas de aprendizaje. Será el más globalizado e interconectado en comparación con las generaciones anteriores, ya que creció en un mundo digital. Es significativo que, en los Estados Unidos, ocho de cada diez adolescentes poseen un teléfono inteligente y están constantemente conectados.
CONSUMO DIGITAL E INFLUENCIA EN LAS DECISIONES FAMILIARES.
Pero, ¿cómo se comportará para el consumo? La Generación Alfa está destinada a redefinir la cultura de consumo y convertirse en una fuerza impulsora en el mercado. En primer lugar, favorecerá las compras online y la web para conocer marcas y productos. Los miembros de la Generación Alfa están creciendo en un contexto de cambios en la crianza, en el que se tienen en cuenta sus opiniones sobre las decisiones del hogar, especialmente en la elección de las comidas. Viven en una era de mayor concienciación y atención a la salud, por ejemplo, hacia los alimentos y bebidas funcionales enriquecidos con vitaminas, minerales, probióticos o proteínas. También serán la generación más abierta a diferentes experiencias alimentarias y probablemente tendrán una comprensión más profunda del vínculo entre la nutrición y el bienestar general.
A medida que los padres están ocupados equilibrando estilos de vida ocupados y lidiando con el aumento del costo de vida, a muchos les resulta difícil proporcionar productos frescos a sus hijos de manera constante, lo que los empuja a usar vitaminas, minerales y suplementos. Casi la mitad de los padres chinos dan a sus hijos suplementos minerales, y siete de cada diez padres británicos lo hacen. Dado que los padres son más sensibles a las cualidades nutricionales, es necesario innovar en productos utilizando ingredientes naturales y desarrollando nuevos métodos de producción para reducir el azúcar y la sal sin comprometer su sabor. Estos jóvenes consumidores son cada vez más conscientes de los problemas de sostenibilidad, cada vez más estimulados por el uso de las redes sociales en relación con el (supuesto) impacto de la producción animal, las alternativas vegetales, las nuevas tecnologías para la producción de alimentos.
La Generación Alfa aún es muy joven, pero ya están surgiendo rasgos distintivos, ya que crecen en un mundo altamente automatizado e hiperconectado con un uso constante y fluido de la tecnología. Definitivamente, la referencia a «Doña María» está completamente desfasada.
Artículo del Ing. Agr. Leo Bertozzi en Noticias Clal
EL AUTOR: Leo Bertozzi es ingeniero agrónomo, experto en la gestión de la producción agroalimentaria de calidad y la cultura láctea.
¿Cuáles son las prioridades del Gobierno que ya sufrió algunas bajas y sigue sin marcar el rumbo?
Horacio Jaume | Montevideo | Todo El Campo | Hay un viejo dicho que dice que el que espera desespera.
A la administración del presidente Yamandú Orsi, si hablamos en términos futbolísticos, le ha costado mucho pararse en la cancha. Le costó armar el cuadro, y cuando creía que lo había logrado, algún jugador se le fue.
La muerte del expresidente José Mujica no se produce en el mejor momento, ya que el mismo era más que un hombre de consulta, y muchos de los que ocupaban puestos importantes fueron puestos por él.
¿Debilita esto al Gobierno? No lo sabemos, pero no le hace bien. En los temas importantes que ha tenido que enfrentar ha salido bastante machucado.
Recordemos el episodio en el Ministerio de Vivienda, con la renuncia de la ahora exministra Cecilia Cairo; o el caso de la Administración Nacional de Puertos. También sigue siendo confuso el tema del agua, y si bien hay un contrato firmado que se dice que se va a cumplir, no se tiene hasta ahora una resolución clara de lo que se va a hacer.
En los últimos días surgió el problema del Instituto Nacional de Colonización, la compra de 4.000 hectáreas por parte el mismo de un establecimiento en US$ 32 millones, en plena cuenca lechera. Dicha compra se dio a conocer el día del entierro de Mujica, cuando el féretro pasaba frente a la sede tupamara, por parte del secretario de Presidencia, Alejandro Sánchez, en un discurso con mucho de barricada y poco de acto de Gobierno.
Vimos un caso de cuando la pasión domina a la razón, con el agregado que el presidente de Colonización está en falta, ya que jurídicamente no puede ocupar el cargo.
En las últimas horas, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Dr. Alfredo Fratti, dio una conferencia de prensa junto al presidente de INIA y el de INAC, donde anunció una serie de gestiones que se hicieron en China, y estaban más que satisfechas con lo que se logró; y agregó que ellos iban a ir anunciando los logros y no las promesas.