Cada propuesta ofrece una experiencia distinta, donde las fogatas son el eje de rituales colectivos y expresiones artísticas.
Canelones | Todo El Campo | En Canelones, la celebración de la Noche de San Juan presenta una nutrida agenda de actividades que van desde el 20 al 24 de junio.
Son más de 20 propuestas en distintas localidades del departamento, con el compromiso de disfrutar de fogatas, música, gastronomía y tradiciones en torno al fuego como símbolo de encuentro y renovación.
Esta festividad de raíces paganas, hoy reinterpretada con impronta local, reúne a miles de personas en torno a las tradicionales hogueras.
Canelones, las celebraciones se desarrollan en Atlántida, Melgarejo, Totoral del Sauce, San Jacinto, Migues, Tala y Santa Rosa, así como en bodegas de Progreso, Las Piedras, La Paz, Sauce, Joaquín Suárez y Santa Lucía, entre otras localidades.
Cada propuesta ofrece una experiencia distinta, donde las fogatas son el eje de rituales colectivos y expresiones artísticas. Además de música en vivo y espectáculos, habrá ferias artesanales, intervenciones culturales, danzas, juegos y actividades para toda la familia. En lo gastronómico, se destacan los maridajes con vino caliente, meriendas con chocolate, platos típicos y recetas preparadas por chefs invitados.
La Noche de San Juan se celebra tradicionalmente el 23 de junio, víspera del día de San Juan Bautista. Aunque su origen se relaciona con el solsticio de verano en el hemisferio norte, en Uruguay se adaptó al contexto invernal, manteniendo el fuego como símbolo de renovación.
La Intendencia de Canelones, que apoya, acompaña y promueve las celebraciones, publicó en web el detalle completo de actividades, también disponibles en la App Turismo Canelones.
El lugar donde se instaló tiene valor patrimonial, había dejado de utilizarse con fines productivos debido a la reconversión del sector, que hoy apuesta a la calidad sobre la cantidad.
Canelones | Todo El Campo | Con la presencia de la intendenta de Canelones, Gabriela Garrido, acompañada de diversas autoridades nacionales, departamentales y locales, se inauguró la nueva locación y exposición del Museo de la Uva y el Vino (MUV) en la ciudad de Las Piedras, un lugar que busca convertirse en un espacio de referencia de la producción vitivinícola y el enoturismo de calidad.
La nueva sede del museo se encuentra en las cavas de la Escuela de Vitivinicultura de UTU, inaugurada en 1944 ubicada en la ruta 48, a 500 metros de la ruta 5. Esta nueva locación permite enriquecer el relato museográfico en un entorno vinculado directamente con la formación técnica de enólogos y técnicos vitivinícolas.
El lugar, que tiene valor patrimonial, había dejado de utilizarse con fines productivos debido a la reconversión del sector, que hoy apuesta a la calidad sobre la cantidad.
Garrido destacó que esta inauguración de la nueva sede del museo da continuidad a un proyecto que comenzó en el primer período de gobierno del Dr. Marcos Carámbula, presente en el lugar, cuando se creó la Comisión Honoraria de Patrimonio. Bajo la presidencia de Elena Pareja, también presente en la inauguración, se impulsó la idea de un museo que rescatara la historia y el aporte de la producción vitivinícola en Canelones, particularmente en Las Piedras, zona con fuerte identidad rural y establecida por ley como “Capital de la Uva y el Vino”.
La instancia contó con diversas autoridades que mostraron su apoyo y destacaron las virtudes del museo. Entre otros, se hicieron presentes el ministro de Educación y Cultura, José Carlos Mahía, el presidente del Codicen – ANEP, Pablo Caggiani, el subsecretario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Matías Carámbula, la directora General de UTU, Virginia Verderese, el director nacional de Turismo, Cristian Pos, y el presidente y vicepresidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi), Diego Spinoglio y Enól. Nicolás Monforte, respectivamente.
LA HISTORIA DEL VINO.
Juan Carbajal, responsable del Museo de la Uva y el Vino, contó que el proceso de relocalización comenzó en 2017 por impulso del entonces intendente de Canelones, y actual presidente, Prof. Yamandú Orsi, al constatarse la necesidad que el museo no solo cumpliera un rol de conservación patrimonial, sino también de atracción turística. UTU cedió el espacio mediante un comodato; el Ministerio de Turismo transfirió fondos para la muestra museográfica; y la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), apoyó la transformación del museo como parte del Polo Vitivinícola Metropolitano.
Por su parte, la museóloga y coordinadora de la Red de Museos de la Intendencia de Canelones, Lic. Gabriela Fernández, detalló que la muestra es fruto de un proceso colectivo que integró a diseñadores, carpinteros, artistas y técnicos de distintas áreas de la Intendencia, con el objetivo de reflejar la cultura vitivinícola del territorio en diálogo con su contexto nacional y global.
La exposición recorre la historia de la producción de vino en Uruguay, sus procesos, cepas y prácticas de consumo, en un entorno donde confluyen saberes y actores relevantes del sector, como la Escuela Nacional de Enología, el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INAVI) y la Asociación de Enólogos.
IMPACTO DEL ENOTURISMO EN LA CULTURA NACIONAL.
El ministro de Educación y Cultura, José Mahía, destacó que la inauguración celebra una de las identidades culturales del país. Señaló la relevancia de este espacio de formación y exhibición como síntesis entre el agro, la industria y la cultura, resaltando el rol de UTU y de los organismos públicos en la articulación del desarrollo.
Para Mahía, la calidad alcanzada por los vinos uruguayos tiene una conexión directa con la calidad de la formación técnica de sus profesionales.
Por su parte, el director nacional de Turismo, Cristian Pos, sostuvo que el enoturismo se convirtió en uno de los productos estrella del país, y que este nuevo atractivo en Las Piedras no solo refuerza el producto turístico nacional, sino que también genera desarrollo territorial y oportunidades de mejora de la calidad de vida para la población.
Poco se habla de la producción de membrillos, Griselda Mendieta explicó los problemas que debió enfrentar ese sector de la producción nacional.
Gustavo Clavijo | Canelones | Todo El Campo | Griselda Mendieta, referente de mujeres rurales de Juanicó (Canelones), se refirió a la vendimia y la situación del membrillo, dos actividades vinculadas a frutas que presentan problemas en su comercialización.
UNA VENDIMIA COMPLICADA.
Dijo que la vendimia estuvo “complicada” porque hubo “muchos kilos sin tener donde colocarlos debido a que la industria ya poseía el vino y no demandaba uva”, expresó. Con el paso de los días eso cambió y los productores pudieron vender su uva, pero no al precio deseado.
Finalmente, el Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi) hizo un operativa para absorber los kilos que la industria no podía comprar. Ese operativo consistió en derivar la uva a dos bodegas, una para las blancas y otra para las tintas.
Así se llegó al fin de la vendimia “con tranquilidad, lo que no quiere decir que el viticultor esté contento con los precios porque es un producto perecedero y al comenzar con dificultades se terminó vendiendo a precios bajos”.
Asimismo, Mendieta recordó que ha habido cambios en el consumo del vino, se consume menos, se vende menos, y por eso la uva tiene problemas de colocación.
“Dentro de todo se confía que se haga un buen vino, que se pueda exportar, y así el productor pueda tener una ganancia más por su producción”.
MEMBRILLO.
Respecto al membrillo dijo que es otra producción que también ha tenido problemas, porque “maduró unos 20 días antes” y la industria compró con tardanza, lo que hizo que la fruta cayera, y al caerse pierde calidad. Aproximadamente estamos “en la mitad de la cosecha, hay un poco picado y un poco en mal estado porque se cae y eso el productor lo pierde porque queda en el tronco de la planta”.
El año pasado, el kilo se comercializó a $ 9,70 y este año está a $ 10. Ese “no es el monto que esperaba el productor”, enfatizó.
Los productores que están en el plan regional de plagas que hace la Dirección General de la Granja (Digegra), cobran más: “Por ser un producto que se industrializa, paga 4,50 por kilo remitido a las plantas industriales, y eso hace subir el precio”.
“Está muy bien de parte del Estado, pero la industria debería aumentara un poquito más, sin embargo dicen que no se consume mucho el dulce de membrillo, que es una fruta que no ofrece oportunidad para hacer otras cosas, que las amas de casa no están muy acostumbradas a utilizarlo”.
Efectivamente, “es muy poco lo que mueve el membrillo fresco, entonces va todo para la industria, y el dulce que se elabora tampoco es muy demandado”.
¿Por qué el Día Mundial del Malbec se celebra el 17 de abril?
Montevideo | Todo El Campo | El Malbec tiene su origen en el sudoeste de Francia. Allí se cultivaba esta cepa con la que se elaboraban vinos denominados “de Cahors” por el nombre de la región, reconocidos desde los tiempos del Imperio Romano. Estos vinos se consolidaron en la Edad Media y terminaron de fortalecerse en la modernidad.
La conquista del mercado inglés fue un paso decisivo en la valoración de esta variedad en Inglaterra y en el mundo. Hacia fines del siglo XIX, la plaga de filoxera destruyó la viticultura francesa, por lo que el “Côt” cayó en el olvido dejando, sin embargo, una cultura de apreciación del Malbec ya construida.
Sobre esa base se desplegó, un tiempo después, el Malbec argentino. Esta cepa llegó a Argentina en 1853 de la mano del francés Michel Aimé Pouget (1821-1875), un agrónomo contratado por el periodista, político y estadista Domingo Faustino Sarmiento para llevar adelante la dirección de la Quinta Agronómica de Mendoza.
Siguiendo el modelo de Francia, esta iniciativa proponía incorporar nuevas variedades de cepas como medio para mejorar la industria vitivinícola nacional. El 17 de abril de 1853, con el apoyo del gobernador de Mendoza, Pedro Pascual Segura, se presentó el proyecto ante la Legislatura Provincial con vistas a fundar una Quinta Normal y una Escuela de Agricultura. Este proyecto fue aprobado con fuerza de Ley por la Cámara de Representantes, el 6 de septiembre del mismo año.
A fines del siglo XIX y de la mano de los inmigrantes italianos y franceses, la vitivinicultura creció exponencialmente y con ella el Malbec, que se adaptó rápidamente a los diversos terruños de la geografía argentina, desarrollándose, incluso, mejor que en su región de origen. De esta forma, con el tiempo y con mucho trabajo, se perfiló como uva insignia de nuestro país.
El 17 de abril es, para Wines of Argentina, no sólo el símbolo de la transformación de la vitivinicultura argentina, sino el punto de partida para el desarrollo de esta cepa, emblema de nuestro país a nivel mundial.
El consumo mundial de vino bajó en 2024 a su nivel más bajo desde 1961, anunció este martes la Organización Internacional del Vino (OIV), que alertó también de la “incertidumbre” en el sector por los aranceles estadounidenses.
Montevideo | EFEAgro | Todo El Campo | El consumo mundial se situó en 214,2 millones de hectolitros (mhl), según las estimaciones divulgadas por la OIV en una conferencia de prensa. Se trata de un 3,3% menos que en 2023 y la cifra más baja desde 1961.
Los dos mayores mercados, Estados Unidos y Francia, registraron descensos del consumo del 6% y del 4%, respectivamente, indicó el director general de la OIV, John Barker.
La organización atribuyó el descenso del consumo a varios factores, como el cambio de gustos de los consumidores, las diferentes preferencias entre generaciones y el aumento general de precios, debido a la subida de la inflación a nivel global.
El responsable de la organización reconoció que los aranceles anunciados por el Gobierno de EE.UU. están generando “incertidumbre en el mercado”, aunque rechazó “especular sobre posibles escenarios futuros” hasta ver.
Barker recalcó que, si los aranceles al vino se quedaran en el 10%, eso no cambiaría el estatus de Estados Unidos como gran mercado vinícola. Sin embargo, recordó que un 47% del vino producido a nivel global es exportado, por lo que “cualquier tipo de barrera genera distracción en el mercado”.
En 2024, Estados Unidos fue el mayor importador de vino por valor (6.300 millones de euros) pero el tercero en volumen, con 12,3 mhl, por detrás de Alemania (12,7) y Reino Unido (12,6 mhl).
La producción de vino en 2024 alcanzó los 225,8 mhl, un 4,8 % menos que en 2023 y la más baja en 60 años, debido a la sucesión de “eventos climáticos extremos” que también crearon problemas a nivel sanitario en los cultivos de amplias zonas productoras, indicó la OIV, que tiene su sede en Dijon (este de Francia).
La menor producción y el aumento de precios tuvo como consecuencia la estabilización del comercio internacional de vino, tanto en volumen, con 99,8 mhl (un 0,1% menos que en 2023), como en valor (35.900 millones de euros, un 0,3% menos).
PRODUCCIÓN EN EL HEMISFERIO SUR.
La OIV avanzó que la producción en los países del hemisferio sur, que están concluyendo la vendimia, alcanzará los 47 millones de hectolitros este año, con un aumento del 2,6 % respecto a 2024. La producción vitivinícola subirá en Argentina, Brasil, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda, aunque bajará en Chile, según apuntan los datos nacionales comunicados a la OIV.
La zona que abarca los departamentos de Colonia, Montevideo, Canelones, San José y Maldonado, representa el 95% de la producción del país.
Montevideo | Todo El Campo | El Ing. Agr. Eduardo Felix, asesor del Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi), dijo que la cosecha del rubro “casi terminó”, quedando pendiente alguna “variedad tardía de la cual hay muy poco en el país”.
“Se puede decir que la cosecha está terminada en forma general, con 5.900 hectáreas de viñedos y 82.229.860 kilos”, total de mucha precisión porque las bodegas van ingresando los kilos en tiempo real.
La variedad más importante es Tannat con el 27% del total, que son 22.400.000 kilos; le sigue el Moscatel de Hamburgo con destino vino con 19.200.00 kilos; luego Ugni Blanc con 11.500.000. Esas tres variedades representan el 65% del total de la cosecha del país.
Por zonas, Colonia, Montevideo, Canelones, San José y Maldonado, representa el 95% de la producción del país.
En cuanto a las calidades, Felix destacó el impacto del calor, y planteó que “debemos acostumbrarnos a los cambios climáticos con una acumulación de calor no solo en enero sino durante todo el ejercicio”.
Lo producido se vente todo, tanto en exportación como consumo interno; pero se mantiene un stock de 50 millones de litros de años anteriores; que es un volumen por encima de lo que se debería.
ENTREVISTA COMPLETA.
La siguiente es la entrevista completa en Diario Rural (CX 4 Rural).