“El Border Collie es una herramienta de trabajo, cada vez se necesita más”

“El Border Collie es una herramienta de trabajo, cada vez se necesita más”

María José Scabino: “Era mal llamado ‘perro ovejero’, pero estamos mostrando que el perro de trabajo puede ser con ovinos como con vacunos”.

Trinidad, Flores | Todo El Campo | Uno de los cambios que se está dando en el campo uruguayo es la cada vez más frecuente presencia de perros de trabajo, lo que significa que se ha asumido conciencia y se crece en conocimiento sobre todo lo que un animal puede dar al servicio de la producción.

María José Scabino es instructora de perros y está ofreciendo cursos con Border Collie, con muy buena participación de productores y el replique de la iniciativa en varias zonas del país, con la novedad que los perros trabajan con ovinos -como todos estamos acostumbrados a ver-, pero también vacunos.

La profesional contó que su vínculo con los perros se inició hace muchos años cuando empezó a entrenarlos, pero su sueño siempre fue poseer un criadero, “y dentro de ese objetivo estaba algo que ahora se está dando: el poder ver buenos perros de trabajo en diferentes rincones del país, verdaderos Border Collie. De a poquito se fue dando”, agregó.

Ya lleva “varios años criando, y ahora llegó el momento de compartir conocimientos adquiridos”, algo que siempre hizo con cursos pero de manera “muy salteada”. Sin embargo, ahora se da esa posibilidad, habiendo realizado ya tres cursos, y el próximo mes será en Florida.

“LA GENÉTICA, QUE ES COMO LA MATERIA PRIMA”.

“El Border Collie es una herramienta de trabajo, cada vez se necesita más” y en el futuro “se va a necesitar más”, aseguró.

Scabino siempre supo que había interés pero la sorprendió que fuera tanto el atractivo que generan. Los cupos para los cursos se completan rápidamente, y deben ser limitados para que cada participante puede trabajar cada perro.

Respecto al desempeño dijo que “antes se dudaba” si el perro trabajaba solo con ovejas o podía hacerlo también con vacunos. “Era mal llamado ‘perro ovejero’ -recordó-, pero estamos mostrando que el perro de trabajo puede ser con ovinos como con vacunos. Tiene la genética para eso”.

Sobre las características de los perros aptos para esa tarea, dijo que deben ser “seguros de sí mismo y fuertes, que no es lo mismo que perros agresivos”, y de ahí la importancia “de la genética, que es como la materia prima”, porque “se puede enseñar perros cruza o sin la mejor genética para el trabajo, pero nunca será lo mismo que uno que es seleccionado por varias generaciones con ese fin”.

Los primeros ejercicios de preparación se hacen desde temprano, pero el momento para iniciarlo es relativo: “Hay cachorros que con 60 días, otros 4 meses o cerca del año muestran interés, y eso no quiere decir que sea mejor o peor, pero puede empezar a hacer ejercicios desde el momento que despierta el instinto”.

“El entrenamiento va a empezar cuando el perro esté maduro mental y físicamente”, subrayó.

INTERESADOS.

Quienes estén interesados en el tema pueden comunicarse al celular 091.972.811.

Foto: María José Scabino | Facebook.

AUDIO COMPLETO.

Entrevista realizada por el periodista Horacio Oyhenard para su habitual informe en el programa Diario Rural (CX4 Rural).

Gira Merino Australiano: cruzamientos para producción de lana más fina

Gira Merino Australiano: cruzamientos para producción de lana más fina

Según los expertos, la preferencia de los consumidores hacia lanas finas (de menos de 24 micras), constituyen cambios estructurales y no coyunturales.

Ing.Agr. Jose Francisco Ramos* | Todo El Campo | En este 2024, la gira anual de la Sociedad de Criadores de Merino Australiano del Uruguay se realizó en el sur del departamento de Tacuarembó, entre los días de 16 y 17 de mayo.

La novedad, en el primer día de la gira, pasó por la visita a un establecimiento históricamente vinculado a la cría de la raza Romney Marsh, que en los últimos años ha utilizado la raza Merino Australiano como herramienta para reducir rápidamente el diámetro promedio de su lote de lana. Estancia Larraechea, de Enrique Larraechea García, es un establecimiento tradicional de ganadería mixta, con predominancia de campo natural sobre suelos mayoritariamente de Basalto profundo, en la zona de Cardozo Grande, 19 km al este de Peralta (Tacuarembó).

En vacunos se hace ciclo completo, utilizando la raza Hereford, con venta del 60% de los terneros al destete y entorando anualmente aproximadamente 1.000 vacas. En ovinos se hace cría con venta de corderos mamones con 3 – 4 meses de edad, sobre la base de una muy buena majada Romney Marsh que desde 2019 se viene cruzando en esquema de absorción con Poll Merino Australiano. Anualmente se encarneran aproximadamente entre 3.700 y 4.000 ovejas.

Jacinto Larraechea narró cómo fue la decisión de incorporar Merino Australiano en su operación comercial. Con la certeza y el conocimiento de las dificultades para colocar, y sobre todo, obtener precios satisfactorios para su lote de lana Romney Marsh, en la familia hubo coincidencia en señalar la necesidad de tomar alguna decisión drástica para mejorar el aporte del rubro ovino por concepto lana, considerando que no había voluntad de explorar el camino de la carne ovina y de alguna manera compensar los menores ingresos por lana. Desde 2019, además de realizar inseminación con padres de alto nivel genético dentro del Merino Australiano y de la compra de borregos para el repaso, en los últimos años se han adquirido hembras Merino para acelerar el proceso de formación de una majada pura. Los resultados en términos de reducción del diámetro promedio del lote de lana han sido sorprendentes y muy satisfactorios. De una majada Romney Marsh, que registraba en promedio 38,5 micras para los adultos y 31,5 para los borregos, se pasó a registros promedio en los animales media sangre Poll Merino por Romney Marsh, de 27,0 micras para los adultos y 23,0 micras en los borregos. En la selección de reproductores Poll Merino se han buscado y priorizado animales destacados por tamaño, conformación y peso de vellón.

El punto de partida de la familia Larraechea constituye uno de esos casos, donde el productor ovejero no está dispuesto a hacer grandes intervenciones para potenciar señalada y peso de venta, léase flushing para promover gestaciones múltiples, instalación de abrigos de parición o parideras para asegurar buenas sobrevivencias de corderos, instalación de pasturas sembradas para asegurar buenas ganancias u otras tecnologías asociadas a la producción de carne ovina. Esto podría ser una opción dentro del Romney Marsh u otras razas productoras de lanas medias y gruesas, pero en la lógica de producción de Estancia Larraechea interesa que la lana tenga un buen valor. La producción de lana requiere mucho menor grado de intervención que la producción de carne ovina. Para ilustrar la pertinencia que a su juicio tuvo realizar un cambio de esta naturaleza, Jacinto Larraechea compartió información real de la venta en estos últimos años de 22.000 kg de lana Romney que generó ingresos por US$ 24.000 y lo comparó con la venta de 8.000 kg de lana cruza Merino que generó ingresos por US$ 38.000.

Por otra parte, Larraechea también señaló los cambios que ha supuesto en el manejo y atención de la majada el cambio de raza, pasando de animales de reconocida rusticidad y hábito relativamente poco gregario como los Romney a animales que precisan mayor atención y que son en general más sensibles a parásitos gastrointestinales y/o afecciones podales como los Merino. En este sentido, de identificar cambios y posibles desafíos entre el sistema Romney Marsh y la nueva realidad con la incorporación masiva del Merino Australiano, Larraechea coincidió con los productores y técnicos presentes en señalar que quizás en el futuro sea más difícil alcanzar pesos de venta satisfactorios en los corderos mamones. Además, si los corderos se mantuvieran en el campo, por ejemplo, y como mínimo hasta el año de edad, se les cosecharía su vellón más fino y esto también contribuiría con la reducción del promedio del lote de lana total. Luego de la presentación en el galpón se revisaron animales de diferentes categorías y con distintos grados de absorción (ovejas 1/2 sangre Merino, 3/4 sangre Merino, Merino puras y Romney puras).

En la actualidad, no puede haber dos opiniones. En esquemas de cría, con venta de cordero pesado y razas maternales de lanas medias y gruesas, la señalada, el peso y precio de venta de los animales son los principales determinantes del ingreso bruto del rubro ovino. Sin embargo, desde una perspectiva cultural y económica la contribución de la lana es aún importante y es de interés para los productores valorizar esa fuente de ingreso.

Desde la zafra 2019/2020, las referencias de precios para lanas medias y gruesas han sido particularmente bajas. Según los expertos, la preferencia de los consumidores hacia lanas finas (de menos de 24 micras), constituyen cambios estructurales y no coyunturales. En la salida de la pandemia de Covid-19, es evidente que la recuperación de la demanda y los precios de lanas finas y superfinas ha tenido un escenario mucho más favorable que para las lanas medias y gruesas.

Aumentar la señalada y el peso de venta de los corderos es un objetivo que puede lograrse de un año a otro. Sin embargo, el trabajo, esfuerzo y dedicación para lograr altas señaladas y buenos pesos de venta de los corderos debe recrearse todos los años. En un marco general donde con frecuencia no hay voluntad de intervenir decididamente para mejorar de forma sostenida y continuada los indicadores reproductivos y de crecimiento de los corderos, la producción de lana más fina puede tener impactos positivos y suele ser una opción preferida por los productores uruguayos, en particular en la zona de mayor concentración ovina del país. Las estrategias orientadas a aumentar el valor del producto lana pueden tener un impacto positivo en el mediano y largo plazo, aunque son menos exigentes en cuanto a intervenciones, esfuerzo y trabajo. Las señales del mercado lanero son claras, contundentes e inequívocas. Si se pretende obtener buenos ingresos por concepto lana, en sistemas productores de lanas medias y medias/gruesas afinar es una urgencia. Técnicamente, las alternativas genéticas son selección dentro de una raza o cruzamientos. Las preguntas a responder y que pueden orientar la decisión son: ¿cuál es el punto de partida?, ¿a qué diámetro se quiere llegar? y ¿a qué velocidad?

La productividad de una majada puede aumentarse mediante la mejora del ambiente en que se crían y mantienen los animales, y por la mejora del recurso genético que se esté utilizando. El ambiente incluye la atención a aspectos de manejo, alimentación y sanidad. La mejora del recurso genético que se esté utilizando puede conseguirse a través de la selección dentro de una raza (o variedad dentro de una raza), y mediante cruzamientos entre éstas. A diferencia de la mejora por selección, la mejora por cruzamientos no es permanente, hay que recrearla cada generación (las razas compuestas, también llamadas sintéticas, son un intento de perpetuar los beneficios de cruzar).

En el último tiempo, como ha sido el caso de la familia Larraechea, muchos productores utilizan y han utilizado los cruzamientos como estrategia (por ejemplo, con Merino Australiano o preferentemente Poll Merino) para iniciar, continuar o acelerar el proceso de afinamiento de su lote de lana. Esta alternativa luce sensata y lógica, sobre todo si se pretende alcanzar micronajes o velocidades de reducción del diámetro incompatibles con el progreso genético lograble a través de la selección dentro de una raza.

•          Los cruzamientos explotan diferencias raciales, complementariedad y heterosis produciendo cambios rápidos en características del producto (en este caso diámetro) pero también habrá cierto compromiso en algunas características (como peso de vellón y/o rusticidad, entre otras), pérdida de uniformidad y eventuales cambios en el manejo. En cruzamientos para afinamiento de lotes de lana se utilizan principalmente diferencias raciales.

•          El balance entre ventajas y desventajas del cruzamiento debe ser cuidadosamente analizado. Al incursionar en cruzamientos para mejorar características laneras, la cuestión es definir bien la estrategia a futuro. En algunos casos el cruzamiento puede conducir a la absorción de una raza por otra, o al establecimiento de un sistema de cruzamientos.

•          Debe considerarse que el cambio del diámetro de una majada con 4 – 5 categorías de edades en las ovejas de cría no es un proceso que ocurra rápidamente ni se generan las respuestas esperadas de inmediato.

•          Selección y cruzamientos no son antagónicos. Con animales de destacado mérito genético para la característica en cuestión, en la raza con la que se realiza el cruzamiento, los resultados mejoran.

•          La magnitud del impacto del cruzamiento en el afinamiento de un lote de lana, dependerá fundamentalmente de las diferencias raciales entre las razas involucradas, de la raza utilizada para propiciar el afinamiento, del mérito genético de los animales utilizados, de los registros reproductivos, de la estructura de edades de la majada, del porcentaje de reposición, entre otros múltiples factores. Sin embargo, este impacto puede representar entre 3 – 6 veces la respuesta que, en promedio, se puede obtener por selección dentro de una raza, a nivel comercial, para reducción del diámetro. La visita a Estancia Larraechea resultó en una excelente instancia para reflexionar respecto a los cruzamientos para producción de lana más fina y a este uso que está teniendo la raza Merino Australiano en el contexto de profundos cambios en los sistemas de producción ovina nacional. Que la Sociedad de Criadores de Merino Australiano del Uruguay haya destinado tiempo de su gira anual a visitar un establecimiento comercial, que usa la raza en esquema de cruzamientos, es un hecho valioso e inteligente. Al final del día, las razas son herramientas para los sistemas de producción y es buena cosa que las sociedades de criadores así lo interpreten.

(*) El Ing. Agr. José Francisco Ramos, autor del artículo, es técnico del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL).

Apuntes y reflexiones de la gira Merilín

Apuntes y reflexiones de la gira Merilín

La mejora de la competitividad del rubro ovino ha sido siempre abordada desde una mirada integral, atendiendo la producción de lana, pero sin desatender la producción de carne ovina u otros aspectos importantes como la adaptación al ambiente.

Ing. Agr. José Francisco Ramos* | Todo El Campo | Los días 13 y 14 de mayo se realizó una nueva edición de la gira anual de la Sociedad de Criadores de Merilín en la que se visitaron dos establecimientos: por un lado, Los Paraísos de Daniel Luzardo, en el este del departamento de Salto, y, por otro lado, La Bicoca de Suc. Néstor Da Silveira, en el este del departamento de Paysandú.

Los Paraísos es un establecimiento ganadero típico de la zona de Sopas (Salto), con predominancia de suelos superficiales de Basalto y 100% campo natural. En ovinos, se utiliza la raza Merilín desde la década del 80, anualmente se encarneran aproximadamente 0,5 oveja por ha y se venden corderos pesados precoces (7 meses de edad) que se engordan al pie de sus madres sobre campo natural y ovejas de descarte. La señalada en los últimos años se ubica en el eje del 100% y el diámetro promedio del lote de lana se ubicó en 25,3 micras en la zafra 2023. El establecimiento encarnera corderas con 7 – 8 meses de edad, compañeras de los corderos que se embarcan, con resultados dispares dependiendo del peso que alcancen al momento del servicio. Los corderos, que se venden en febrero – marzo, se esquilan sin acondicionamiento y la majada de cría se esquila con acondicionamiento grifa verde. Como es habitual en sistemas de cría con producción de lanas medias, con los precios obtenidos en los últimos años por carne ovina y lana, la mayor proporción de los ingresos proviene de la carne ovina. Con los valores obtenidos en el ejercicio 2023/2024, de US$ 3,46 para los corderos vendidos en marzo de 2024 y US$ 2,50 (90/10) para la lana, el aporte relativo en los ingresos del rubro ovino fue 72:28 para carne ovina y lana, respectivamente.

La Bicoca es un establecimiento con una larga historia en la cría de la raza Merilín, también ubicado en una región de ganadería extensiva, típica del norte del país, en el límite entre Paysandú y Tacuarembó, en la zona de Tambores. El campo natural ocupa la totalidad del área del predio. En los últimos años la majada de cría alcanza 1.600 animales entre ovejas y borregas encarneradas, mientras que la carga ovina apenas supera el registro de 1 ovino total por ha. Actualmente en los ovinos se explota un sistema de cría con venta de corderos mamones, pesados precoces y/o pesados y producción de lanas medias – finas con acondicionamiento grifa verde. La señalada promedio se ubica en el eje del 80% y el diámetro promedio del lote de lana registró 23,6 micras en la zafra 2023. En los últimos años, el establecimiento ha explorado distintos esquemas de venta de corderos, desde la venta al destete como cordero mamón, pasando por la venta de corderos pesados precoces utilizando el confinamiento como estrategia para el engorde, hasta la venta del cordero pesado tradicional. Respecto a las diferentes estructuras de majada y momento de venta de los corderos, del análisis de los resultados presentados y de algunas simulaciones presentadas surge que:

–          Si la diferencia de peso entre producir corderos precoces o pesados es mayor a 6 kg, el mejor negocio es producir corderos pesados.

–          Si el proceso de engorde del cordero pesado precoz es bueno y se obtienen corderos en torno a 40 kg, la producción de corderos pesados precoces es el mejor negocio por unidad ganadera ovina. Esta alternativa implicaría que se pueden encarnerar más ovejas y mantener una carga similar, con mejor resultado económico.

Por otra parte, La Bicoca produce aproximadamente 7 kg de lana total por ha de pastoreo ovino, por lo que la valorización del lote de lana a través del afinamiento, aparece como una alternativa muy sensata y atractiva.

Además de la visita a los establecimientos e inspección de animales, hubo charlas de parte de técnicos del SUL. Sergio Fierro abordó los desafíos sanitarios en un año lluvioso y Ana Guillenea disertó respecto a la importancia de elegir carneros genéticamente superiores.

Como es habitual la gira contó con la presencia de cabañeros de la raza, productores comerciales de la zona y estudiantes de escuelas agrarias. Estamos en un año complejo para el rubro ovino y generar convocatorias numerosas es un gran desafío.

La mejora de la competitividad del rubro ovino ha sido siempre abordada desde una mirada integral, atendiendo la producción de lana, pero sin desatender la producción de carne ovina u otros aspectos importantes como la adaptación al ambiente. Sin embargo, desde una perspectiva cultural y económica la contribución de la lana es aún importante y es de interés para los productores valorizar esa fuente de ingreso

En el escenario actual y desde hace ya algunos años, la mayor proporción del ingreso del rubro ovino en sistemas que producen lanas medias – finas y venden corderos pesados, proviene de la carne ovina. Explorar el camino de la carne ovina implica ir por mayores niveles de señalada y pesos de venta. Esto requiere, en general, mayores niveles de intervención y mejoras en el ambiente en que se crían los animales. Las respuestas pueden darse en el corto plazo, pero los esfuerzos deben recrearse todos los años. Por otra parte, la producción de lana más fina constituye una urgencia para sistemas donde hay expectativas de mejores ingresos por concepto lana y no hay voluntad de apostar decididamente por el camino de la carne ovina. Para aquellos sistemas de producción, que han sido conocidos históricamente como “doble propósito”, hoy el mercado, como se anunció desde hace ya muchos años, les pide lana más fina. Las mejoras por selección dentro de una raza, aunque lentas, pueden ser espectaculares cuando se acumulan en el tiempo y se analizan a nivel de población, pero dependen de la variabilidad genética existente. En este caso, Merilín, siendo una raza creada en Uruguay, tiene la dificultad de encontrar fuentes de variación para mejorar y potenciar el proceso de selección genética. A través de las evaluaciones genéticas poblacionales pueden identificarse animales destacados en cuanto a mérito genético para reducción del diámetro, pero si éstos no son usados de forma masiva tal que generen un impacto y lo que es más importante si esa mejora no llega al productor comercial, habrá productores que utilizarán otras opciones genéticas que resulten más eficaces para lograr los objetivos que se plantean. Las razas son herramientas para los sistemas de producción y los productores. Una vez que los productores definen cuál es su esquema productivo y cómo lo estructuran, además de los gustos y preferencias, luego eligen qué recurso genético (sea en forma pura o en cruzamientos) se adapta a las demandas de su sistema de producción. Una correcta elección de la raza o variedad a usar, es decir que se corresponda con las demandas del sistema de producción, puede equivaler a varias generaciones de selección. La oferta de razas a nivel nacional e internacional es muy variada y es natural que haya competencia entre ellas.

Hace casi 100 años, en 1925, en la conferencia pronunciada en el IX Congreso Rural celebrado en Melo sobre el tema “Especies Ovinas” analizando la problemática ovina, las diferentes razas existentes, su adaptabilidad al medio e interpretando las necesidades del país, el Dr. José María Elorza afirmaba: “Creo que se debe ir a la fijación, aunque no resultase más que relativa, de un tipo medio de selección practicada entre mestizos; debemos tratar de crear el ovino uruguayo, dentro de un tipo medio entre las razas para carne y las de lanas finas”.

En 2024, cabe preguntarse, ¿el tipo medio entre las razas para carne y las de lanas medias requiere ajustes?, ¿cuáles son esos ajustes?, ¿qué posibilidades hay de adecuar el Merilín a las urgencias de los tiempos que corren? En términos generales, hoy los sistemas de producción en Uruguay con enfoque “doble propósito” precisan una raza que produzca lana más fina y de mayor calidad (considerando, además del diámetro, por ejemplo, rendimiento al lavado y color), que sea de fácil cuidado, que tenga destacado desempeño reproductivo y adecuados pesos de venta de los animales.

Algunos cabañeros de Merilín perciben la urgencia de los productores comerciales que demandan sus reproductores por contar con genética productora de lana más fina y de mayor calidad, otros consideran que la raza ha hecho suficientes progresos genéticos como para mantenerse vigente como una alternativa atractiva para los sistemas de producción ovina del país, mientras que algunos otros han buscado a través de cruzamientos generar nuevas alternativas genéticas de base Merilín, como el Merilín Plus (50% Merilín, 25% Finnish y 25% Poll Merino).

Conforme pasan los años los productores definen postura y toman decisiones. Cada zafra de reproductores es un reflejo de ello. La solución a los problemas siempre comienza con el reconocimiento de los hechos. Más allá de lo que puedan plantear técnicos e instituciones, al final del día el tomador de decisiones es el productor agropecuario que actúa sopesando múltiples factores, con un enfoque integrado e intuitivo.

(*) El Ing. Agr. José Francisco Ramos, autor del artículo, es técnico del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL).

Cuando el animal llega al 90% del peso vivo del adulto, ya está en condiciones de encarnerar.

Cuando el animal llega al 90% del peso vivo del adulto, ya está en condiciones de encarnerar.

Georgette Banchero (INIA) comentó algunos de los temas que se analizaron y discutieron en la jornada de realizada en Las Brujas.

Montevideo | Todo El Campo | El miércoles 26 de junio se realizó en el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) Las Brujas, la jornada “Salud y alimentación, la importancia de llevar registros y hacer números”.

Con la organización de la Asociación Nacional de Pequeños Criadores Ovinos (Anpco), la Juventud Agraria, INIA, el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) y el Plan Agropecuario.

Georgette Banchero (INIA) dijo en el programa Diario Rural (CX 4 Rural), dijo que los asistentes mostraron mucho interés por la actividad donde se destacó la exposición del Dr. Gabriel García Pintos de El Esfuerzo.

El tema parasitario generó la atención de los asistentes. Ese es el tema del momento, pero quedó pendiente su profundización.

Otra característica fue la dinámica con muchas preguntas.

 Al ser consultada sobre la encarnerada de la borrega o una mejor recría, dijo que la cordera antes se consideraba encarnerar al 60 o 70% del peso vivo adulto, “pero eso ya no corre más”. Hay casos que les da para hacerlo pero luego eso se paga de por vida. “Si el animal llega al 85% o 90% de peso adulto, yo las encarnero tranquila”, sin importar cuántos los ejemplares.

Para determinar el 90% hay que multiplicar el peso del adulto por 0,9, el resultado es el peso mínimo de la borrega para encarnerar.

Es importante que el animal termine de crecer, más las que dan mellizos.

Otro concepto que se manejó es si la oveja puede perder algo de peso en la gestación temprana, algo que era válido en sistemas laneros, con una explicación científica, pero eso no corre más. La nutrición es muy importante porque en los primeros 80 o 100 días de gestación es cuando se forma el sistema inmunitario del futuro animal, es un período en el que la oveja nunca puede perder peso, tiene que ganar 2, 3, 4 kilos, que son unos 30 o 40 gramos por día, sino se reciente el sistema inmunitario que deja a la oveja propensa a todo, más a los problemas parasitarios.

La alfalfa fue otro de los puntos: “No hay que tenerle miedo”, sino que sí se debe manejar bien.

AUDIO COMPLETO.

Georgette Banchero | Diario Rural | CX 4 Rural.
Decreto que reglamenta faena en artesanal predial espera por la firma del presidente Lacalle.

Decreto que reglamenta faena en artesanal predial espera por la firma del presidente Lacalle.

Se permitirá hasta 200 lechones, 50 corderos, 400 pollos o 1.200 conejos al año.

Montevideo | Todo El Campo | Dos años después de su aprobación, se reglamentó la norma que permite y fijara las condiciones para la faena y comercialización de lechones, conejos, corderos y pollos a los productores familiares. El decreto ya tiene la firma del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, y espera por la del presidente Luis Lacalle, cosa que se espera ocurra en las próximas horas.

Natalia Martínez, directora de la Dirección General de la Granja (Digegra), recordó que la ley tuvo distintas instancias de debate: La primera ley salió en diciembre de 2022 con sus primeros artículos, esa norma se modificó en diciembre de 2023 y desde entones “hemos trabajado ininterrumpidamente”.

En declaraciones al programa Informe Granjero de radio Nacional, destacó la labor desempeñada por las unidades ejecutoras competentes en el tema, que son la Dirección de Desarrollo Rural, la Unidad de Descentralización del Ministerio, Servicios Ganadero, la Dirección de Inocuidad y Bioseguridad (Digebia) y la Dirección de la Granja.

Todos “acordamos un decreto reglamentario, luego de que los legisladores, en forma unánime, aprobaran el marco legal”.

El decreto tiene un aspecto de tipo jurídico “y un anexo que define los requerimientos para la faena artesanal, predial, con todas las garantías de inocuidad del producto que va a ser comercializado al consumidor de forma directa”, explicó.

La reglamentación ya tiene la aprobación de las diferentes instancias a nivel ministerial y el ministro Fernando Mattos “ya firmó ese decreto reglamentario y su anexo y lo elevó a la consideración del presidente de la República”, Luis Lacalle.

¿CUÁNTOS ANIMALES FAENAR?

Por otra parte, Martínez dijo que el número de animales que se permitiría faenar fue “un punto controversial”.

Lo primero es señalar que el decreto incumbe a “productores familiares registrados en la Dirección General de Desarrollo Rural del Ministerio de Ganadería, y se definió para las distintas categorías un número máximo de animales por año”.

“Los cerdos, para la categoría lechón, son 200 animales por año; los ovinos categoría corderos son 50 al año; los pollos 400 y los conejos 1.200 al año como máximo de faena artesanal predial”, detalló.

REGISTRO NACIONAL DE PRODUCTORES DE ANIMALES DE GRANJA.

A los registros ya existentes, como el de productor familiar o el SNIG, se agrega el Registro Nacional de Productores de Animales de Granja para contemplar también ahí las especies que no tienen Dicose, como los conejos.

Los conejos son un caso particular: “No hay un registro de productores ni se tiene certeza de la cantidad que hay, tampoco hay datos sobre los conejos que se producen, cuántas cabañas o cuántas madres. Son datos que faltan”, expresó.

En este nuevo registro también se anotarán “los productores de pollos parrilleros que definan faena artesanal, no está pensado a los façoneros de pollos que remiten a planta habilitada porque esto no es para ellos sino para los familiares que tengan una faena que es conocida como el ‘aguinaldo de fin de año’, sobre todo previo a las fiestas de Navidad y Año Nuevo”.

Los productores de corderos y cerdos “también se tienen que inscribir”, aclaró.

También se pedirá una declaración de la intención de faena 15 días antes de iniciar la etapa de faena, para poder emitir los remitos que van a acompañar al animal faenado durante el transporte por parte del consumidor”.

El registro estaría operativo a partir de agosto.

NO SERÁ DEBAJO DEL ÁRBOL, TAMPOCO EN UN MINIFRIGORÍFICO.

La directora Martínez agregó que la reglamentación “no está pensada para la faena bajo el árbol”, sino que busca “dar garantías al consumidor”, para eso “se piden mínimas condiciones de instalación, higiene”.

“No es bajo el árbol, pero tampoco es montar un minifrigorífico en un predio de un productor familiar”, continuó.

Los galpones que los productores tienen en sus predios serán útiles y podrán funcionar como lugar de faena “con algunas mejoras como tejido mosquitero, ventanas, cortinas, algún sistema de rieles para colgar el animal, los recipientes para los residuos, que el piso sea lavable y se pueda desinfestar, que la mesa sea lisa, lavable y que resista el agua y los desinfectantes”, mencionó.

Los jóvenes van por la oveja. Primer encuentro agroestudiantil.

Los jóvenes van por la oveja. Primer encuentro agroestudiantil.

Los 300 jóvenes participantes son de 11 centros educativos de varios departamentos.

Salto | Todo El Campo | Con la asistencia de más de 300 personas se realizó en Colonia Lavalleja, Salto, la primera jornada agroestudiantil.

La actividad comenzó con el taller Bases para el abordaje de un establecimiento agropecuario a cargo de los ingenieros agrónomo Emilio Duarte (IPA) y Matías Orihuela (SUL), para brindar herramientas a los jóvenes a la hora de enfrentarse a un establecimiento agropecuario.

Seguidamente se realizó la actividad de campo, con cuatro paradas: terneros, vacas de invernada, corderos Merino Australiano destetados y ovejas preñadas en suplementación. Cada una de las paradas fue presentada por el responsable técnico del Cicoma, Ing. Agr. José Ignacio Aguerre (SUL) y el Ing. Agr. Emilio Duarte (IPA) para cubrir ovinos y vacunos en conjunto.

Los alumnos del Bachillerato gastronómico de Salto (UTU) se encargaron del almuerzo. El menú fue guiso de arroz para casi 400 personas.

X SUL.

Luego de almorzar, los alumnos participaron de diferentes estaciones adquiriendo información sobre pasturas mejoradas (Juan Pablo Gabrielli de Calvase, Megaagro); armado de parideras (Fernando Torres y Geordi Moraes del SUL); condición corporal y dentición (Federico de Brum de INIA y Francisco Ramos del SUL); lanas (Rafael de Paula, Andrés Texeira, Oscar Oyamburre y Maximiliano González del SUL); sanidad ovina (Graciela Ferreira y Sergio Fierro, SUL); y presupuestación forrajera del campo natural (Emilio Duarte del Plan Agropecuario).

Al finalizar el circuito de las estaciones, el equipo de esquila y acondicionamiento del SUL realizó una demostración de esquila en vivo para todos los presentes, en donde compartieron todos los detalles concernientes a una esquila y acondicionamiento de buena calidad.

La primera jornada agroestudiantil fue organizada por UTU y el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), apoyaron el Instituto Plan Agropecuario, y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA); y se realizó en el Centro de Innovación y Capacitación Ovina Ing. Agr. Mario Azzarini (Colonia Lavalleja, Salto).

El auspicio fue de Calvase-Megaagro.

La coordinación fue del Ing. Agr. Rodrigo Dematté, docente de UTU que trabaja en varias escuelas, y el equipo técnico del SUL.

X SUL.

Se contó con el apoyo del Programa Agrario del Campus Regional Norte, del nuevo inspector agrario, el sanducero ingeniero agrónomo Marcelo Sangenis y de la dirección de la Escuela Agraria de Salto.

Los 300 jóvenes participantes son de 11 centros educativos de varios departamentos: Rivera (Escuela Técnica de Vichadero, Polo Educativo Tecnológico Rivera); Paysandú (Escuela Agraria de Lorenzo Geyres, Escuela Agraria Melchora Cuenca, Polo Educativo Tecnológico Paysandú); Salto (Escuela Agraria de Salto, Escuela Agraria Salto Anexo San Antonio, Escuela Agraria de Salto Anexo Valentín); Artigas (Escuela Agraria Bella Unión, Escuela Agraria Bella Unión Anexo Baltasar Brum); y Tacuarembó (Escuela Agraria de Tacuarembó Anexo Carumbé).

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