La pérdida es “dramática en términos culturales”, porque con los fondos de inversión “el sector ganadero había logrado que personas de afuera se incorporara al él como un activo de referencia, y en vez de invertir en ladrillos -que es la historia de nuestros mayores-, invirtiera en una vaca”.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | “El fracaso de los fondos ganaderos es mucho más que un problema de estafas y mayor al problema que tienen los inversores que perdieron gran parte de su capital”, dijo el Cr. Gustavo Viñoles, especialista en política tributaria en la Expo Prado.
El viernes 12, con la organización del Instituto Nacional de Carnes (INAC), en el salón Multiespacio, se realizó la conferencia “Ganadería sostenible: el valor estratégico de la cría en Uruguay” que contó con la exposición inicial del presidente del Plan Agropecuario, Santiago Scarlatto y continuó con un conversatorio donde el Cr. Viñoles fue uno de los integrantes del panel.
Sobre el cierre del conversatorio, Viñoles consideró que fue “un drama lo pasó”, y comentó que el dinero invertido en los fondos ganaderos no iba a los productores sino “que eran fondo de gente que tomaba tierra arrendada y en teoría los inversores tenían ganado propio”.
La pérdida es “dramática en términos culturales”, porque con los fondos de inversión “el sector ganadero había logrado que personas de afuera se incorporara al él como un activo de referencia, y en vez de invertir en ladrillos -que es la historia de nuestros mayores-, invirtiera en una vaca”.
“Lo dramático es que lo rompimos”, porque era “relevante para que la sociedad uruguaya entendiera el valor de la producción, el problema sanitario, el problema de la sequía”.
Tal vez estamos a tiempo de recuperar la confianza y los inversores ajenos al campo vuelvan a observar el agro como una opción.
Para lograr recuperar a los inversores es que “hemos interactuado con el Banco Central para entender esto como un desafío país”, porque “los países con los que competimos en carne también tienen fondo de inversión en activos productivos vinculados a la agropecuaria, por ejemplo Australia o Nueva Zelanda. Es inconcebible que Uruguay no lo pueda desarrollarlos”.
Reflexionó que “la rentabilidad es baja”, que “son procesos biológicos” y que presentan “riesgos productivos”. “No debíamos alejarnos de eso, y parte del problema fue no transmitirle a la gente que el ganado cayó entre 35% y 40% a partir de la sequía, o sea que el activo se degradó, y había que esperar un tiempo a que ese período pasara”.
En las conversaciones con el Banco Central se busca que la ganadería “vuelva a ser una posibilidad de inversión real para los uruguayos”. Es el “principal sector de actividad productiva, y es impensable que no lo logremos”. Que el ahorrista de la ciudad pueda invertir en ganadería es algo que debemos “rescatar para construir política pública” con la cría como un ámbito, reflexionó.
AUDIO CON LA INTERVENCIÓN DEL CR. VIÑOLES.
Gustavo Viñoles / Expo Prado 2025.
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Foto de portada: de izquierda a derecha: José Mesa, delegado en la Junta de INAC en representación de la Comisión Nacional de Fomento Rural (CNFR); Leonardo Bove, vicepresidente de INAC; Carolina Viñoles, vicepresidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA); Gustavo Viñoles (haciendo uso de la palabra), contador especialista en políticas tributaria; y Santiago Scarlatto, presidente del Instituto Plan Agropecuario.
Se considera que la industria se siente cómoda con el valor de la hacienda cuando representa el 75% del valor del novillo tipo, porque a ese porcentaje puede sacar su rédito.
Montevideo | Todo El Campo | El Ing. Agr. Esteban Montes explicó la tendencia del valor agregado industrial respecto al cual no se estarían observando luces negativas, dijo en su columna en el programa Diario Rural (CX4 Rural).
Dijo que cuando se faena un animal se toman diferentes cortes que se venden en diferentes mercados. El Instituto Nacional de Carnes (INAC) toma el promedio de las ventas y obtiene el valor del novillo tipo. A este valor le resta el de la hacienda y determina el valor agregado industrial.
Esta semana se informó el valor agregado industrial, ubicándose en US$ 1.787, el más alto en lo que va del año, solo superado por abril, mayo, junio y agosto de 2022, año en que hubo valores muy elevados en la exportación y la hacienda.
El precio de exportación de agosto de 2025 fue de US$ 5.320, superado por abril, mayo y junio de 2022.
Se considera que la industria se siente cómoda con el valor de la hacienda cuando representa el 75% del valor del novillo tipo, porque a ese porcentaje puede sacar su rédito.
Este año el valor de la hacienda comenzó representando el 74%, luego subió a 75%; en marzo, abril y mayo estuvo entre 75% y 77%. En julio de este año el valor de la hacienda representó el 84%, cosa que también pasó en 2022, haciendo que el valor agregado industrial de este año bajara de US$ 336 a US$ 271. Además, ese valor de US$ 271 es el 25% menos del promedio del valor agregado industrial de los últimos 3 años, lo que significa US$ 88 menos. Bastante más bajo de lo que requiere la industria.
En julio de 2022 se dio igual, y el valor agregado industrial de ese momento fue menor que este año, US$ 235, o sea US$ 36 menos que los US$ 271 de este año.
El precio de exportación de la carne en aquel momento fue de US$ 5.332, y este año fue de US$ 5.099.
Una conclusión es que con precios altos de exportación, el valor agregado industrial baja, eso quiere decir que con altos precios de exportación la industria tiene que pagar más para poder faenar.
En agosto de 2022 el valor de la tonelada exportada cayó de US$ 5.332 a US$ 5.158 (-3%), ahí fue empezó la debacle en 2022.
Este año el valor de la tonelada exportada subió de US$ 5.099 a US$ 5.320, o sea que vamos a una tendencia contraria lo que pasó en 2022, con una suba de US$ 220 (+4%). Como consecuencia, el valor agregado industrial de agosto mejoró, se ubicó en US$ 288 contra los US$ 271 de julio (bajó del 84% al 83%).
Ahora hay que esperar a ver cómo se comporta el valor en setiembre, pero la tendencia con respecto a 2022 es diferente, porque ese año cayó el valor de exportación y este año va en aumento.
Por tanto, no se estarían viendo luces negativas.
En setiembre los valores de la carne de vacuno de exportación aumentan un poco más, pero en la medida en que siga con valores por encima del 80% la industria se siente más incómoda y tratará de ajustar por algún lado el valor de las haciendas.
La faltante de ganado se corregiría en estos días, con una tendencia de mayor faena, porque el ganado está, hay novillos suficientes para cumplir con la faena.
Buscando reafirmar la sostenibilidad de la carne de vacuno, la empresa de hamburguesas anunció su participación en una iniciativa de US$ 200 millones.
Canberra, Australia | Todo El Campo | El gigante estadounidense de las hamburguesas McDonald’s ha redoblado su compromiso con la sostenibilidad de la carne de vacuno, anunciando su participación en una iniciativa de US$ 200 millones diseñada para demostrar su “compromiso continuo con el abastecimiento responsable de carne de vacuno y la gestión de los recursos naturales”.
La división estadounidense de la compañía anunció su mayor inversión en agricultura regenerativa hasta la fecha, con el lanzamiento de la Iniciativa de Conservación y Resiliencia de los Pastizales, en asociación con la Fundación Nacional de Pesca y Vida Silvestre de EE.UU. (NFWF), el Servicio de Conservación de Recursos Naturales del Departamento de Agricultura de EE.UU., así como con proveedores clave de McDonald’s en EE.UU.
La iniciativa invertirá más de US$ 200 millones en los próximos siete años para ayudar a promover y acelerar las prácticas de pastoreo regenerativo, la restauración del hábitat, el agua y la conservación de la vida silvestre en establecimientos ganaderos que abarcan cuatro millones de acres (unas 1.618.742 hectáreas) de tierras estadounidenses en 38 estados.
McDonald’s EE.UU. es el mayor cliente de carne de vacuno de Australia, con alrededor de 80.000 toneladas de recortes congelados australianos y fabricación de carne vacuna en un año típico. Este año, el volumen será aún mayor.
A través de la Iniciativa de Conservación y Resiliencia de los Pastizales, los ganaderos estadounidenses participantes tendrán la oportunidad de aprovechar las herramientas y los recursos para ayudarlos a mejorar los hábitats de la vida silvestre, conservar el agua y mejorar la salud del suelo, dijo la compañía en un comunicado.
Continuó señalando: “McDonald’s EE.UU. también cree que esta iniciativa ayudará a impulsar la resiliencia de su cadena de suministro” en el país, incluso al proporcionar a los ganaderos participantes rendimientos económicos, como pagos de incentivos”.
Los proveedores de McDonald’s en EE.UU., incluidos Cargill, Golden State Foods, Lopez Foods, OSI y Coca-Cola, han optado por proporcionar fondos a NFWF junto con McDonald’s.
NFWF otorgará subvenciones competitivas de forma independiente a organizaciones que ayudarán a los ganaderos participantes a adoptar prácticas que promuevan la conservación de la vida silvestre y la agricultura regenerativa.
“Como marca que atiende a más del 90% de los estadounidenses cada año, reconocemos la responsabilidad que tenemos de ayudar a salvaguardar nuestros sistemas alimentarios para una vitalidad a largo plazo”, expresó César Piña, director de la cadena de suministro de América del Norte.
“A través de nuestro apoyo a esta iniciativa, McDonald’s EE.UU. está demostrando el poder de la asociación entre los sectores público y privado y que alimentar a la población y administrar nuestros recursos naturales puede coexistir».
Muchos ganaderos se enorgullecieron de servir como administradores de la tierra, cuidando de sus comunidades para ayudar a crear un futuro mejor y más brillante, según el comunicado.
Basándose en las mejores prácticas actuales a nivel de predio, esta iniciativa proporcionará nuevas vías y recursos para ayudar a acelerar el pastoreo regenerativo para los ganaderos, como aquellos que son invaluables para la cadena de suministro de McDonald’s en EE.UU. Las organizaciones asociadas seleccionadas trabajarán con los ganaderos para ayudar a mejorar la gestión de las tierras de pastoreo, proteger y restaurar los pastizales y otros ecosistemas naturales, salvaguardar el agua y mejorar la infraestructura del establecimiento, como cercas y sistemas de agua.
Como parte de esta iniciativa, NFWF administrará e invertirá fondos de conservación para promover a los ganaderos en sus esfuerzos voluntarios de conservación. NFWF está colaborando con sus socios de conservación en los pastizales de Estados Unidos para identificar proyectos impactantes a escala de paisaje que generarán los mayores beneficios posibles tanto para las poblaciones de vida silvestre como para la productividad de las tierras vitales de los establecimientos de EE.UU. La primera ronda de concesión de subvenciones competitivas culminará con el anuncio de los premios, que se espera para enero de 2026.
“Los beneficios de la conservación de los pastizales son de gran alcance”, dijo Jeff Trandahl, director ejecutivo y director ejecutivo de NFWF. “Cuando el ganado se gestiona para optimizar múltiples valores ecológicos y económicos, la tierra retiene más agua, crece mejor pasto y sustenta más vida silvestre. Las prácticas de conservación adoptadas voluntariamente por los ganaderos pueden mejorar la productividad de los pastizales, aumentar la rentabilidad de la ganadería y fortalecer la vitalidad de las comunidades rurales en los EE.UU”.
Los consultores Kateri y Carbon Yield proporcionarán monitoreo y cuantificación independientes al proyecto en busca de mejoras en la salud del suelo.
Tenemos que generar mucha información científica y comunicar mejor. No pelear con quienes están avasallando y cambiando los hábitos de consumo en Europa, sino trazar una agenda de trabajo en la región y en el mundo.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Con la organización del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y la Asociación Rural de Jóvenes del Uruguay (ARJU) se realizó el viernes 12, en la sala de Conferencias de la Expo Prado la conferencia “Bienestar animal como componente fundamental de la sostenibilidad en la producción ganadera”, con la Ing. Agr. Marcia del Campo (foto de portada) como única oradora.
La Ing. Del Campo es una referente del bienestar animal en Uruguay y fue la primera presidenta del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA), sus conferencias y participaciones académicas son reconocidas en Uruguay como en el exterior, por la claridad de sus mensajes, como por el peso argumentativo que desarrolla.
El evento fue dirigido a los jóvenes, y eran jóvenes quienes poblaban mayoritariamente la sala, aunque también había un componente no menor de adultos de diversas edades interesados en la temática.
En la apertura de actividad, el Ing. Agr. Diego Sotelo (INIA) destacó la relevancia que para esa institución tiene la juventud, ya sea de ARJU como de otras organizaciones del agro. “La juventud es importante porque tiene que ver con el relevo generacional, pero también porque los jóvenes tienen una mirada diferente que enriquece”, dijo.
Diego Sotelo (INIA) y Manuel Figueroa (ARJU)
En ese vínculo INIA se propuso un ciclo de charlas, presenciales y virtuales, para contribuir a la formación de los jóvenes, vinculados a la producción y no, porque la agropecuaria no solo es pasto, campos, animales y árboles, sino también un trabajo de innovación que incluye un amplio abanico de posibilidades y áreas de acción.
Sotelo agregó que cuando INIA y ARJU decidieron el tema de la conferencia lo hicieron con el fin de generar conciencia sobre el impacto del bienestar animal en la productividad, la sanidad, el acceso a los mercados y la aplicación de sistemas más responsables.
Manuel Figueroa, presidente de ARJU comentó que es vital la formación de los jóvenes y el acceso a la información, que es uno de los pilares de la institución que preside. Por eso el trabajo junto a INIA, a través de un ciclo de charlas que se extenderá hasta fin de año.
“GENERAR MUCHA INFORMACIÓN CIENTÍFICA Y COMUNICARLA MEJOR”.
Del Campo repasó los cambios que ha experimentado el mundo a partir de la Agenda Global de Sostenibilidad y señaló el surgimiento de discursos contrarios a la ganadería y la carne, los cuales “tienen base científica, pero hay muchas cosas que no son sólidas, por lo que hay que generar información y rebatirlas”.
Una de las instituciones de mayor actividad contraria a la ganadería y el consumo es la Comisión Eat Lancet, cuyo objetivo “es terminar con la ganadería en dos décadas” en base a tres argumentos: “El impacto de la ganadería en el ambiente, la crueldad que indica el proceso y el impacto que tiene el consumo de carne en la salud humana”. El peso de cada uno de esos puntos varía según la región del mundo y del país que se analice, y en el caso concreto de Uruguay el ciudadano “está más preocupado por la crueldad que por el ambiente”.
Mientras instituciones como la Eat Lancet divulgan sus posturas sobre el tema, en el mundo surgen “proteínas alternativas de fuentes no tradicionales como insectos y carne de laboratorio”.
Ante esas nuevas tendencias, la ciencia de la agropecuaria ha reaccionado y “a partir de 2021, el Instituto Interamericano de Cooperación para las Américas (IICA) y el Programa Cooperativo para el Desarrollo Tecnológico Agroalimentario y Agroindustrial del Cono Sur (Procisur) que el INIA integra junto con otras organizaciones de investigación de Argentina, Brasil, Chile y Paraguay, se plantearon la inquietud de estudiar el discurso anticarne y antiganadería para determinar si era verdad todo lo que se dice.
La primera conclusión es que los países productores “somos parte de la solución” y para eso “tenemos que generar mucha información científica y comunicar mejor. No pelear con quienes están avasallando y cambiando los hábitos de consumo en Europa, sino trazar una agenda de trabajo en la región” y en el mundo. Con ese objetivo, “quienes trabajamos en carne ya nos hemos reunido en 2 oportunidades: en 2022 en Dublín (Irlanda) y en 2024 en Colorado (Estados Unidos) generando otra estrategia de comunicación científica para contrarrestar ese discurso”.
Se trata “simplemente de ser objetivos y decir ‘esto no es así, ofreciendo una contraoferta de todo lo que sale publicado”.
“No es una tarea fácil, porque quienes organizan estas actividades (de divulgación científica en respuesta a los críticos del consumo de carne) hasta han sido amenazados. Eso es algo que los uruguayos lo tenemos que saber”, enfatizó.
LA OPINIÓN DE LOS CIUDADANOS DE LA REGIÓN.
En todo ese debate “lo correcto es hablar también de bienestar animal, porque es lo correcto y porque si no lo hacemos quedamos fuera del sistema”.
En 2022, a instancias de la revista Meat Science Journal, que es una referencia científica para quienes trabajan en carne, se hizo un estudio para conocer la opinión de la gente sobre los temas vinculados al consumo.
En Uruguay, el resultado de ese estudio “confirma la importancia que tiene el consumo de carne, sin embargo el 37% de los ciudadanos redujo el consumo de carne y nos sorprendió que el 8,2% de los uruguayos fueran vegetarianos (5,2%), veganos (1%) o pescetarianos -vegetariano que solo consume carne de pescados y mariscos- (2%).
Cuando se le pregunta a la gente por qué de ese cambio, el motivo más importante es la crueldad animal, y los grupos que hacen la diferencia en son las mujeres y los jóvenes de 18 a 29 años.
Además, ante la consulta de cuál es el atributo de mayor valor y por el cual los ciudadanos uruguayos están dispuestos a pagar más, el bienestar animal está en primer lugar (65%) seguido por carne a pasto, orgánica, y la producción sostenible.
MÁS ACCESO A LA INFORMACIÓN Y EL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO.
¿Qué ha hecho que la sociedad uruguaya e incluso global se haya sensibilizado con el tema del bienestar animal generando cambios trascendentales en su alimentación?, la respuesta es porque tiene más acceso a la información y el conocimiento científico.
Además “ha habido cambios sociales” en la relación de las personas con los animales, especialmente con los perros y los gatos, “estrechando vínculos humanos-animales incrementando la empatía”.
Volviendo a la ciencia, ésta “demuestra rigurosamente la capacidad que tienen los vertebrados de experimentar emociones positivas y negativas”, lo vemos en los perros y los gatos, “y biológicamente no existe ninguna diferencia entre el gato o el perro que duerme en tu cama con el novillo” que está en el campo.
A los animales de campo “le importa su dolor” y es algo que tenemos que pensar, sin que eso signifique que debemos tratarlo como humanos ni mucho menos, precisó.
Frente a esas nuevas realidades hay tres tipos de actitudes: quienes solo le dan al animal un valor instrumental y lo cuidan porque les es útil; quienes le dan un valor intrínseco y ejercen una producción respetuosa del bienestar animal; y aquellos que se oponen a la producción animal. “Para todo lo que está pasando en el mundo” con los cambios en las consideraciones de producción y consumo, el productor que pertenece al primer grupo “es una amenaza” por la actitud que asume, y “de a poco hay que convencerlo de que el mundo cambió y que hay que hacer las cosas bien”.
PÉRDIDAS ANUALES: US$ 29,7 MILLONES.
Cuando los animales son bien tratados y bien manejados, se genera “un impacto positivo en su temperamento, por lo tanto disminuye el riesgo de accidente laboral, también mejora la producción, los índices reproductivos y la calidad de la carne, la lana y la leche”.
Si se le da un trato inadecuado, las pérdidas son millonarias llegando a US$ 29,7 millones, lo que equivale a unos US$ 18 por animal. Muchas veces los productores ni se enteran de la pérdida que genera un hematoma, un absceso u otros conceptos vinculados al maltrato.
Sobre el programa Procría dijo que “le falta alguna cosa” en relación al “financiamiento a los productores”.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Los campos están en muy buen estado, dijo el Ing. Agr. Jorge Riani. Eso es una buena noticia y debemos “valorarla”, agregó, pero también advirtió sobre la amenaza de la garrapata que ya está instalada en su zona de trabajo, el norte, e incluso en algunos departamentos más al sur. Es un problema al que corremos de atrás y que causa “desánimo emocional” en algunos productores, que piensan en abandonar la producción.
Riani fue presidente de la Federación Rural y de la Asociación Agropecuaria de Artigas, y de esta última actualmente integra el equipo directivo.
En el norte del país “los campos están verdes y con la expectativa de generar mucho pasto, lo que es fundamental” para la producción. “En ese sentido estamos bien y los precios acompañan; y la verdad que hay que disfrutar de estos momentos, y valorarlos”, dijo el productor a Todo El Campo.
Aún así, hay temas que preocupan, y uno de ellos es el de la garrapata, agregó. “En el norte hay garrapata y es un problema que le va a tocar a todo el país, una garrapata multirresistente que ha generado en algunos productores un desánimo emocional que como Asociación Agropecuaria nos preocupa. Gente que quiere dejar el rubro, sea estancia arrendada o propia”.
“Más allá de los números, ya sea que gasten 30 o 40 dólares por hectárea, más allá de eso hay un efecto emocional generado al salir a recorrer y encontrar una vaca muerta y al otro día otra. Eso nos preocupa en sobremanera y la Agropecuaria de Artigas está trabajando en ese sentido”.
Parte de ese trabajo consistió en traer al país técnicos argentinos ya que la garrapata viene del norte. “Brasil y algunas zonas de Argentina como Corrientes. Esos países tienen problemas graves, y los técnicos tienen mucha experiencia” en el abordaje del tema.
Consultado sobre el Plan Nacional de Lucha contra la Garrapata que el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) presentó de forma oficial en la Expo Prado, Riani dijo que está “muy de acuerdo” con su implementación, y que desde la Agropecuaria de Artigas se había pedido “hace tiempo”.
Valoró positivamente que el Plan incluya a los “agentes dinamizadores sanitarios”, que también ha sido un reclamo “desde hace mucho” de la Agropecuaria artiguense.
La presencia de los “agentes dinamizadores sanitarios significa que habrá gente recorriendo la campaña viendo y evaluando dónde está realmente el problema para poder solucionarlo entre todos”, porque aquel productor que hace las cosas muy bien, si tiene un vecino con problemas de garrapata, no va a poder solucionar ni evitar padecer el mismo mal. Esos agentes dinamizadores deberán definir cuál es la zona problema, y al hacerlo, los productores y el Ministerio podrán trabajar en unificar criterios sanitarios de manera de eliminar el foco”.
“Es un problema que estamos corriéndolo de atrás”, definió, y recordó que “hace 6 o 7 años la Federación Rural lo advirtió. Decíamos ‘mire que se viene, en Argentina y en Brasil el problema es grave’, pero nos decían que el problema era solo del norte. Ahora ya hay garrapata en departamentos como Colonia, Maldonado y otros, quizá no multirresistente, pero las hay”.
“Ahora hay productos nuevos que combaten la garrapata multirresistente, pero tienen un costo muy elevado, entre 30 o 40 dólares por hectárea”, comentó.
AL PROGRAMA PROCRÍA LE FALTA FINANCIACIÓN PARA EL PEQUEÑO PRODUCTOR.
Sobre cómo observa la Expo Prado, Riani dijo que lo ve “con una energía diferente” ya que “la carne vacuna a más de 5.000 dólares la tonelada y con muy buena venta al exterior marca un futuro muy promisorio”.
Además, ha habido charlas sobre temas que “vienen como anillo al dedo”, como “el programa de Procría que es muy interesante. Somos un país que tiene posibilidades de aumentar un 30% los terneros y eso le va a venir muy bien a Uruguay”. Observó que al programa Procría “le falta alguna cosa” en relación al “financiamiento a los productores”. Eso es “básico”, dado que “si se lleva tecnología al productor chico pero este no tiene plata para comprar ración, destetar, alambrar, asegurarse el agua, si no tiene ese dinero que es muy difícil a nivel de bancos, no se como va a resultar. Ese es un tema que estamos planteando como agremiación, poque la tecnología puede ser muy buena, pero se necesita financiación”.
En la segunda campaña de vacunación del 2026 se dejarán de inocular vaquillonas, novillos, novillitos y toritos, lo que conduce a un ahorro de varios millones de dólares.
Buenos Aires, Argentina | Todo El Campo | El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) dispuso que en 2026 la vacunación contra la aftosa se centrará en los terneros y terneras.
El organismo aprobó una modificación en el plan de vacunación contra la fiebre aftosa que entrará en vigencia el próximo año. La nueva resolución (N° 711/2025*) ya fue publicada en el Boletín Oficial.
Establece que en la segunda campaña de vacunación del 2026 se dejarán de inocular vaquillonas, novillos, novillitos y toritos, lo que implica que el sector productivo horre 14 millones de dosis y de aproximadamente US$ 22 millones.
Los establecimientos de engorde a corral quedarán exceptuados de la primera campaña, debiendo vacunar solo en la segunda. Esta decisión permitirá una disminución de casi 2 millones de dosis, con un ahorro estimado de US$ 3 millones.
La medida generará una reducción de 16 millones en dosis de la vacuna antiaftosa, lo que implica un ahorro estimado total para los productores de US$ 25 millones.
Dicho ahorro se alcanza sin comprometer la sanidad animal ni el comercio internacional, aseguró Senasa.
Otros beneficios que surgen a partir de la medida, es que los animales estarán expuestos a un menor estrés, lo que redundará en mayor producción, mejor desempeño reproductivo, menor movimiento animal y una reducción de mermas en los frigoríficos.
SIN RIESGO PARA LA SANIDAD ANIMAL.
Esta adecuación no pone en riesgo la sanidad animal ya que luego de la segunda vacuna antiaftosa, se garantiza la inmunidad por el período de un año, señaló el Senasa, que especifica: “La reducción de dosis se encuentra alineada con la de otros países del Cono Sur que actualmente vacunan contra la fiebre aftosa, como Uruguay y Paraguay”.
Adicionalmente, se implementará un nuevo modelo de acta de vacunación integrado en el Sistema de Gestión Sanitaria (Sigsa), que permitirá un registro más ágil y digital, disponible a través de la aplicación Sigsa App.