El evento sufrido en las últimas horas no tuvo ningún impacto en el ambiente y no hubo personas lesionadas, aseguró la empresa.
Paso de los Toros, Tacuarembó | Todo El Campo | UPM informó que al culminar las tareas de limpieza, reparación y mantenimiento en el área de línea de fibra, la planta de Paso de los Toros comenzará en las próximas horas con las tareas de reinicio de producción.
Los trabajos realizados en dicha área se debieron a una rotura en una cañería de pulpa de celulosa en el proceso, que generó una descarga de celulosa en el piso del área.
La celulosa quedó contenida dentro del área de proceso y los sistemas de recolección diseñados para tal fin, indicó la empresa.
Asimismo, se aseguró que el evento no tuvo ningún impacto en el ambiente y no hubo personas lesionadas.
ADVERTENCIA POR POSIBLES EPISODIOS DE OLOR.
Durante este periodo de arranque, podrían generarse episodios de olor de forma eventual en las cercanías de la planta que en ningún caso afectan la salud de las personas.
Se destaca la calidad de la madera que se está obteniendo gracias a los manejos silvícolas intensivos (raleos y podas) y el mejoramiento genético aplicado.
Montevideo | Todo El Campo | El Centro Tecnológico Forestal Maderero (CTFM), la Academia Nacional de Ingeniería de Uruguay (ANIU) en conjunto con el INIA y el Cenur (Udelar) organizaron el pasado 27 de octubre un evento sobre “Transformación Mecánica de la Madera” donde se reunieron más de 70 personas vinculadas al tema.
El objetivo del evento fue dar a conocer los avances en el desarrollo industrial de la madera sólida en Uruguay y pensar en los desafíos de un sector pujante y cada vez más relevante y fuerte para la economía del país y para numerosas familias al Norte del Río Negro.
Los subsecretarios de los Ministerios de Industria, Energía y Minería (MIEM), y Transporte y Obras Públicas (MTOP), así como un representante de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) y el director de la Dirección General Forestal (DGF/MGAP) aportaron información de gran importancia para el sector.
Se realizaron presentaciones de empresas con larga trayectoria en la cadena forestal maderera, como Urufor, Fymnsa, Arboreal y Forestal Caja Bancaria, y empresas con proyectos en curso para su próximo comienzo de operaciones, como, Agroempresa Forestal, Lumin y Kluntex.
Además de las 7 empresas participantes, cabe mencionar que existen otros proyectos de inversión relacionados a la madera sólida en el norte del país.
Se destaca la calidad de la madera que se está obteniendo gracias a los manejos silvícolas intensivos (raleos y podas) y el mejoramiento genético aplicado, se manejan turnos de aproximadamente 25 años, integrando en todos los casos la ganadería. Algunas de las industrias de sector se autoabastecen de madera y otras se basan en contratos con terceros, se trabaja con Pinus spp y Eucalyptus grandis.
PYMES EMPLEAN UNAS 700 PERSONAS.
También se presentó la Asociación de Empresarios de la Madera y Afines (Adema) de reciente creación, agrupa pequeños y medianos aserraderos de todo el país, y forma parte del Centro Tecnológico Forestal Maderero (CTFM). De acuerdo al censo de aserrado de DGF del 2020, las Pymes emplean alrededor de 700 personas (aprox. 80 emprendimientos) y la importancia de Adema radica en trabajar en desafíos en común para que todas las familias asociadas a estos emprendimientos logren prosperar en la actividad.
PRINCIPALES DESAFÍOS.
Presentaron como principales desafíos: avanzar en los procesos asociativos de forma de trabajar en estrategias conjuntas para facilitar el abastecimiento de materia prima (acceso a la madera), acceso a créditos que les permita desarrollar sus empresas, generando productos de mayor calidad, contando con mejor maquinaria, secaderos, optimizando y potenciando el mercado local y valorizando los residuos como subproductos.
Como reflexiones finales de la actividad se destacan el desarrollo de nuevos mercados, las sinergias entre subsectores, la bioeconomía circular (subproductos, biomasa y generación de energía), la necesidad de seguir plantando para alimentar y atraer más industrias. Se destaca la importancia de mantener el foco en el mayor agregado de valor posible, se menciona el cambio climático y la relevancia del sector para atender este tema.
Además, como tema emergente se requiere atender la construcción en madera, el desafío de la madera estructural y la necesidad de profundizar en sus requerimientos. En particular se enfatiza la necesidad de desarrollar el aprovechamiento integral del pino, así como ya existe para Eucalyptus (sinergia de la industria celulósica y la mecánica).
Por último, todos los presentes resaltan el desafío con relación a las capacidades que se requieren para mantener al sector competitivo en todos los niveles, y se planteó la necesidad de coordinar actividades entre instituciones académicas y la posibilidad de generar un centro de capacitación para operarios en el Campus.
La transformación mecánica de la madera se encuentra en un momento de expansión como resultado de la madurez de los bosques, y para maximizar los beneficios se requiere potenciar la competitividad de los productos de la cadena forestal a nivel global, mitigar costos estructurales, aceitar la interacción con los organismos del Estado, optimizar la logística con las mejoras de infraestructura actuales y futuras, y profundizar en la capacitación de recursos humanos a todos los niveles.
En este escenario, el Centro Tecnológico Forestal Maderero (CTFM), (integrado por: MIEM (presidido por el subsecretario Walter Verri, MGAP/(DGF), OPP, Sociedad de Productores Forestales (SPF) y Adema, se constituye como una herramienta para articular entre los actores facilitando procesos y sinergias, profundizando en I+D+i y la formación de recursos humanos, para potenciar la cadena forestal maderera y sus múltiples beneficios.
Son cursos de mucha importancia en el contexto regional actual: los departamentos de Rivera, Tacuarembó, Paysandú, Río Negro y Lavalleja concentran la mayoría de las plantaciones forestales debido a las características de sus suelos.
Montevideo | Todo El Campo | La Dirección General de Educación Técnico Profesional (DGETP-UTU) desarrolla dos propuestas de educación forestal en sus polos de Rivera y Tacuarembó: Técnico Forestal y Tecnólogo en Madera, esta última en convenio con la Universidad de la República. Ambas opciones forman profesionales capaces de responder a la demanda de una industria creciente en esa región, con alta inserción laboral y amplias perspectivas de desarrollo.
Los Polos Educativos Tecnológicos de Rivera y de Tacuarembó, son las sedes donde la DGETP desarrolla los cursos terciarios Técnico Forestal y Tecnólogo en Madera, que abarcan todo el espectro de la actividad agraria e industrial, con una gran posibilidad de inserción laboral.
Estos cursos resultan de importancia en el contexto regional actual: los departamentos de Rivera y Tacuarembó, junto a Paysandú, Río Negro y Lavalleja concentran la mayoría de las plantaciones forestales debido a las características de sus suelos.
TÉCNICO FORESTAL
Este curso terciario se ofrece en ambos polos educativos. En el centro de Rivera se distingue por ser binacional, por lo que también recibe estudiantes brasileños, en el marco de un convenio entre la DGETP y el Instituto Federal Sul Río Grandense (Ifsul).
La carrera forma profesionales capaces de ejercer mandos medios, y de actuar y supervisar en las diferentes etapas de la cadena productiva.
A través de veinticinco asignaturas, desarrolladas en cuatro semestres, cubre todos los procesos de la industria forestal: desde la plantación y la cosecha; al aserrado, carga y secado. Las clases combinan la teoría con la práctica, ya que cada centro cuenta con un campo auxiliar donde los estudiantes pueden aprender en el terreno.
En Rivera, las clases alternan entre el Polo Educativo y un campo de 50 hectáreas, situado a 15 kilómetros del centro educativo, donde se desarrollan sistemas de silvopastoreo. El polo, además, cuenta con un vivero forestal de 2.500 metros cuadrados que alberga más de 200 especies de plantas.
En ese vivero los estudiantes conocen y participan del ciclo de producción de cada una de las especies, desde la generación del sustrato necesario para la plantación hasta la cosecha. En el campo auxiliar, en tanto, desarrollan conocimientos y habilidades vinculadas al aspecto industrial de la actividad forestal.
Actualmente, docentes y alumnos trabajan en la parquización del predio lindero al polo, con énfasis en la utilización de especies nativas, incluidas plantas forestales de producción como eucaliptus; cortinas rompevientos como los cipreses; ornamentales; de hoja caduca, perenne y coníferas, entre otras.
Las semillas para las plantaciones se obtienen a partir de la búsqueda de los propios estudiantes, y de la interacción con redes de intercambio de la comunidad. Además, a través de la Biblioteca de Semillas de la Universidad de la República (Udelar), proyecto de extensión con sede en el Centro Universitario de Rivera.
A la fecha, el curso cuenta con 32 cupos anuales de los cuales 16 están destinados a estudiantes uruguayos y la otra mitad a brasileros. El polo ofrece la modalidad de internado, a través de la cual proporciona alojamiento, de lunes a viernes, a jóvenes de distintos departamentos.
La directora del Polo Educativo Tecnológico Rivera, Gabriela Gómez, subrayó la importancia de brindar esa oportunidad a estudiantes de todo el país, así como la paridad en materia de género en los cursos forestales.
El coordinador del curso Técnico Forestal en Rivera, Eduardo Rodríguez, explicó que la actividad forestal se ha convertido en una de las más importantes de la producción agraria y que la demanda de mano de obra calificada es cada vez mayor.
En Tacuarembó, en tanto, el curso Técnico Forestal se dicta alternadamente entre el polo y un campo auxiliar de 300 hectáreas situado a escasos minutos al norte de la ciudad, cedido por la escuela agraria local. Cuenta con 30 hectáreas plantadas de eucaliptus colorado, una de eucaliptus grandis, y aulas para clases teóricas: allí los estudiantes llevan a la práctica diversas tareas que hacen a la actividad forestal.
La producción que se obtiene a partir de estas actividades se distribuye a las escuelas técnicas y agrarias de todo el país para su uso interno. Así, por ejemplo, desde el campo auxiliar de Tacuarembó salen los postes y tablas que emplean los distintos centros educativos de la DGETP.
El director del Polo Educativo Tecnológico Tacuarembó, César González, destacó la necesidad de profesionales que existe en la región y la baja deserción que tiene, puntualmente, la carrera de Técnico Forestal.
Asimismo, resaltó la inclusión de la educación forestal en materia de género, y la novedad de que los estudiantes se trasladen al norte del país para su formación, a lo que contribuyó la instalación, en 2021, de la Residencia Universitaria. Dicha obra, impulsada por el gobierno departamental, contó con financiación de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), a través del Programa de Desarrollo y Gestión Subnacional (PDGS).
El referente del curso Técnico Forestal en Tacuarembó, Gonzalo Pecapedra, indicó que existen vínculos con las empresas del rubro, que suelen contactarse para acercarse a distintos perfiles de estudiantes. Opinó que el sector necesita “gente calificada que llegue con un conocimiento teórico y práctico como para ingresar en el trabajo y ya ser una parte importante de la empresa”.
Otro referente del curso, Yuber González, destacó la maquinaria con la que se cuenta en el centro tacuaremboense que permite que los alumnos lleven a la práctica actividades de toda la cadena productiva, y afirmó que se pretende incorporar simuladores y otras herramientas.
Tanto Tacuarembó como Rivera disponen de hornos para el secado solar de madera, construidos en 2021 por el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU), y financiados por dicho organismo y la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) en el marco de un proyecto de fortalecimiento de las capacidades de micro, pequeños y mediano aserraderos y carpinterías.
TECNÓLOGO EN MADERA.
Es una formación originada en 2012, y conforma una oferta única en el país, destacó su coordinadora, Cyntia da Silva. La carrera se creó en respuesta a las necesidades de la industria forestal. Cursarla requiere de un desarrollo de tres años y es compartida entre las facultades de Agronomía, Ingeniería, y la DGETP-UTU.
Las clases alternan entre el Polo Educativo Tecnológico de Rivera, donde hay un laboratorio especializado en anatomía de la madera, y la sede de la Udelar, situada en el mismo campus.
Ofrece formación integral en tres áreas: tecnología de la madera, gestión de la producción y generación de energía a través de biomasa. Los estudiantes pueden definir su perfil de egreso durante la carrera a través de la elección de asignaturas electivas.
Da Silva destacó la alta inserción laboral que ofrece el curso. “Los egresados trabajan en lo que se formaron”. Resaltó la inclusión alcanzada a través de la propuesta educativa, ya que la mayoría de estudiantes son de género femenino.
En el laboratorio, los alumnos exploran los procesos físicos, químicos y biológicos de la madera, y pueden desarrollar diversas investigaciones. El espacio dispone de una xiloteca, proyecto elaborado por una estudiante de la carrera, y se compone de muestras macro y microscópicas de diversas especies. (Secretaría de Comunicación).
La actividad forestal genera empleos con menor riesgo de automatización que el empleo en el resto de los sectores de la economía, según estimaciones de Ceres.
Montevideo | Todo El Campo | De acuerdo con un estudio llevado a cabo por el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres), el sólido crecimiento de la industria forestal en Uruguay a lo largo del tiempo no solo genera un efecto multiplicador mayor que en otros sectores de la actividad económica, sino que también refleja un compromiso con la protección del medio ambiente.
Estos logros no se explican sin la estabilidad de políticas públicas apropiadas, de acuerdo a este informe especial que el director ejecutivo de Ceres, el doctor en Economía Ignacio Munyo, presentó el miércoles 8 en el Auditorio del Word Trade Center Montevideo.
El trabajo, titulado “La producción forestal en Uruguay: un sector líder y sostenible”, revela que la estabilidad institucional y las garantías jurídicas del país han sido los pilares del auge del sector, factores fundamentales para atraer inversiones a largo plazo. Asimismo, se destaca la implementación de políticas tributarias favorables en el comienzo que han impulsado el desarrollo productivo y que han sido respaldadas por gobiernos de diferentes orientaciones políticas, para luego ser retiradas en el caso de las plantaciones con destino celulósico, de acuerdo con su crecimiento.
En la actualidad, las plantaciones con destino a la industria celulósica, componente mayoritario de la forestación recibe un tratamiento fiscal comparable a otras actividades primarias.
El trabajo aborda además el desarrollo de la industria forestal, fundamentado en un análisis integral de los resultados y proyecciones de aspectos como la actividad, las exportaciones y la creación de empleo, así como su papel relevante en múltiples aspectos de la economía.
Las políticas estatales orientadas hacia un sector relativamente nuevo de la matriz productiva, junto con la disponibilidad de tierras adecuadas para plantaciones de árboles, constituyen los cimientos de un crecimiento sostenible.
A su vez, la actividad forestal genera empleos con menor riesgo de automatización que el empleo en el resto de los sectores de la economía, según estimaciones de Ceres.
La industria forestal no solo es un sector relevante, sino que también representa un paradigma positivo de la economía circular, lo que implica que su enfoque de desarrollo contribuye de manera significativa a la reducción del desperdicio de recursos y a la minimización de la generación de residuos. Esto se traduce en la promoción de la reutilización, la reparación, el reciclaje y la renovación de productos y materiales, fomentando la creación de un ciclo continuo en el que los recursos y productos se mantienen en uso durante el mayor tiempo posible.
Desde la perspectiva del calentamiento global, se destaca su papel clave en la reducción de las emisiones netas de carbono.
Además, se sostiene que el impacto ambiental se controla significativamente mediante el cumplimiento de certificaciones internacionales, reglamentaciones de los ministerios de Agricultura, Ganadería y Pesca, y el de Medio Ambiente, que garantizan una supervisión adecuada, además del extendido cumplimiento del Código Nacional de Buenas Prácticas Forestales.
El informe arriba a conclusiones de suma relevancia para el desarrollo, destacando que la forestación genera encadenamientos productivos significativos y tiene un efecto multiplicador mayor que otros sectores de actividad.
Sentencia que, con demanda internacional pujante y ante un incremento en las inversiones en el sector, la industria forestal se posiciona como un poderoso impulsor para el desarrollo de la economía uruguaya.
El director Forestal participó en evento sobre transformación mecánica de la madera en Uruguay.
Montevideo | Todo El Campo | El Centro Tecnológico Forestal Maderero (CTFM), la Academia Nacional de Ingeniería del Uruguay (ANIU) y el Campus Interinstitucional de Tacuarembó (INIA, Udelar, MGAP), realizaron este 27 de octubre en Tacuarembó, en el Campus Interinstitucional en el Anfiteatro INIA el evento «Transformación mecánica de maderas en Uruguay: actualidad y desafíos».
Participación del director general Forestal, Carlos Faroppa, por la Academia Nacional de Ingeniería (ANIU), Rosario Pou, por la Sociedad de Productores Forestales la presidente, Lucía Basso y la coordinadora ejecutiva del Centro Tecnológico Forestal Maderero (CTFM), Inés Bocage. También representantes de empresas en industrias de transformación mecánica, otras próximas a instalarse y representantes del sector público y privado.
El evento hizo hincapié, a más de 30 años del comienzo de las plantaciones forestales con destino a madera sólida, en la madurez alcanzada y lo que implica la producción de importantes volúmenes de mayor valor para la industria de la transformación mecánica. Como consecuencia, estas industrias han ampliado y tecnificado sus líneas, logrando productos de mayor valor, nuevos mercados, generando energía y subproductos a partir de residuos industriales.
Carlos Faroppa realizó un detallado panorama de los diversos tipos de empresas de producción forestal y sus subproductos y explicó que la planificación del sector necesita de reglas claras, duraderas y armonizadas. Asimismo, indicó que la unión de los actores público – privado es fundamental para el desarrollo del sector.
«Es muy necesario elaborar en conjunto una estrategia de comunicación para dar respuesta a los conceptos erróneos sobre el sector y de esta manera además visibilizar los beneficios». También subrayó la necesidad de dar continuidad a las investigaciones sobre impactos, para alcanzar respuestas técnicas a los cuestionamientos y generar oportunidades para sumar valor agregado a los productos de la madera, bajo la premisa de la sostenibilidad y la economía circular. Entre otros temas, además se refirió al acceso a mercados y la «descarbonización» de la economía.
Nuevas industrias de la cadena de madera sólida se están instalando o proyectan su instalación en diferentes puntos del país. La cadena forestal maderera presenta una estrecha interrelación entre todas sus fases, generando diversos tipos de sinergias, innovación, agregando valor y desarrollando una bioeconomía insignia para el país. Las inversiones en infraestructura y la innovación en productos auguran cambios importantes en la competitividad de distintos productos de madera, en sustitución de las exportaciones de madera rolliza, creando nuevas oportunidades e incentivando la inversión y el empleo.
El director Forestal del MGAP, destacó la importancia de contar con las actuales políticas de largo alcance pero destacó que deben ajustarse a las necesidades actuales de los inversores y a las perspectivas de crecimiento productivo que se buscan alcanzar. «Como representante del Estado me siento comprometido y obligado a trabajar para dar agilidad y velocidad a los procesos».
Durante la actividad, además se compartió información brindada por las empresas involucradas en la transformación mecánica de maderas, se presentaron proyectos en etapas de inversión y se analizó la integración de la industria con la producción de materia prima, por especie, productos y subproductos y las sinergias entre empresas.
Se evaluaron posibles escenarios futuros, perspectivas a mediano y largo plazo y se intentó identificar oportunidades y desafíos actuales y futuros. (MGAP).
La perspectiva climática es favorable para la no ocurrencia de grandes incendios en la próxima temporada estival, pero no se deberán descuidar las recomendaciones técnicas ni el factor humano.
Montevideo | Todo El Campo | El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, pariticipó de la presentación de acciones conjuntas entre el Poder Ejecutivo y privados para prevenir incendios forestales durante el próximo verano.
El evento tuvo lugar el martes 31 en la sede del Ministerio y junto a Mattos estuvieron el subsecretario Ignacio Buffa; el director general Forestal, Carlos Faroppa; el director del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae), Santiago Caramés; y el titular de la Dirección Nacional de Bomberos, Ricardo Riaño.
Mattos destacó el trabajo multidisciplinario como fundamental para combatir incendios y observó que la coordinación mejoró a partir del traspié que significaron los incendios en el litoral del país a fines de 2021, que afectaron una zona de 37.000 hectáreas.
Para los próximos meses se esperan condiciones climáticas auspiciosas para que no se produzcan grandes incendios forestales, sin embargo, el ministro aclaró que muchas veces se motivan por acciones humanas. También advirtió que el país atraviesa una condición de variabilidad, por lo que 15 días sin lluvias es suficiente para que superficies vegetales o terreno carente de limpieza puedan desencadenar focos ígneos.
Enfatizó que las zonas de mayor riesgo se encuentran en la costa ante el movimiento y la permanencia de personas. Además, recordó que es importante cumplir las precauciones de no prender fuego al aire libre en lugares en que ello no está permitido.
“La perspectiva climática es favorable para que no ocurran grandes incendios en la próxima temporada de verano, pero no deben descuidarse las recomendaciones”, subrayó.
IMPORTANCIA DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN y TALLERES EN ESCUELAS RURALES.
Caramés, por su parte, remarcó la importancia de los medios de comunicación para replicar los mensajes de cuidado, de manera que la población acceda a la información adecuada. También valoró que en 80 % de las escuelas rurales se impartieron talleres para educar sobre la temática y el valor del trabajo coordinado del sector público y el privado para llegar al sistema de alerta temprana.
Riaño resaltó que en 2022 no se ocasionaron pérdidas de vidas humanas ni de viviendas afectadas por incendios. Añadió que 26.000 hectáreas fueron afectadas, en contraposición a las 38.000 del año 2021.
Remarcó que protección, prevención y capacitación son áreas en las que trabaja Bomberos para disminuir los riesgos de incendios forestales. En la oportunidad, destacó la instalación de siete cámaras de detección temprana en la costa atlántica, lo que ha permitido salvaguardar miles de hectáreas de bosques y campos.
ACCIONES CONJUNTAS
Entre las actividades que realiza la Dirección Forestal, dependiente del MGAP, para la protección de los bosques, se encuentra el estudio técnico y las inspecciones en el cumplimiento de los planes de prevención de incendios forestales, requisito principal para presentar y aprobar proyectos forestales de interés nacional.
También integra la Mesa de Análisis de Incendios Forestales y Quemas a Cielo Abierto, que preside el director nacional de Emergencias e integra la Dirección Nacional de Bomberos, el Ministerio de Defensa Nacional y el de Ambiente, mediante la Dirección Nacional de Ordenamiento Territorial.
En 2022 se concretaron 160 inspecciones a bosques, cifra mayor, en comparación con las 46 de 2021, que realizaron las direcciones Forestal y Nacional de Bomberos para fiscalizar el cumplimiento del plan. Por su parte, hasta octubre de este año llega a 237 el número de fiscalizaciones, por lo que ya se superaron las realizadas durante todo 2022.
Las instituciones elaboran un instructivo técnico para establecer criterios en la presentación de los planes de protección contra incendios forestales. Entre las exigencias de la normativa, se incluye que los reservorios de agua aseguren una capacidad mínima, además de que se implementen medidas de alerta temprana y cursos de capacitación para el personal de campo. Los requisitos aumentan en función de la superficie forestada.
También determina que los responsables de áreas arboladas deban mantener limpios y vigilados sus predios. Las fajas de seguridad perimetrales e internas deberán mantenerse con vegetación controlada baja, que no supere, preferentemente, los 10 centímetros de altura en plantaciones cercanas a centros poblados. Los restos de podas se depositarán en lugares apropiados para evitar su dispersión y acumulación en padrones urbanos y suburbanos.
Respecto a las infracciones, serán aplicadas las sanciones previstas en el Código Penal y en el Código Rural. Además, se realizaron acciones en conjunto con el sector privado para perfeccionar el Índice de Riesgo de Incendios, campañas de sensibilización en medios de comunicación y jornadas educativas en escuelas rurales. (MGAP).