Jornada de intercambio: “Resultados desde la raíz. Diseñando sistemas forrajeros que perduran.
Montevideo | Todo El Campo | El 7 de octubre Procampo Semillas realizará la jornada anual de forrajeras. Será en el establecimiento La Trinidad, en Pueblo Colón, departamento de Lavalleja.
El Ing. Agr. Federico Bellenda, gerente de Procampo Semillas, explicó el tenor de la actividad y el vínculo de Procampo con La Trinidad.
El gerente de Procampo Semillas se refirió a los diversos materiales disponibles.
Montevideo | Todo El Campo | Comenzó la siembra de maíz, dijo el Ing. Agr. Federico Bellenda, gerente de Procampo Semillas. Ya comenzó “la siembra de primera para grano silo”, con “diversos factores impulsando, como los corrales, la lechería y la agricultura con el maíz para riego”.
“Hay muy bien ambiente para el maíz, con la ganadería y la lechería pujando por el grano y el negocio en sí de esos sectores que hace que el área aumente”, además “del negocio del maíz en sí como grano”, precisó, considerando que “hay precios como el de la soja que no son muy atractivos”.
“Las expectativas son muy buenas para la siembra de primera y más aún en la tardía, que es el segundo partido que falta jugar en un área muy importante”, subrayó en declaraciones al programa Diario Rural (CX4 Rural).
Hace más de 238 años que Procampo es representante de KWS y ahora representa Supra Semilla de manera exclusiva en Uruguay. “Tenemos un gran arraigo y desarrollo de los híbridos para silos pero también para granos; en el sector tambero hay una gran demanda de los materiales para silo, y granos de primero bajo riego y secano. Por lo tanto la oferta está bastante dividida”.
El “material de punta” para el maíz de primera es KM 39-16 Vítera 3; y para silo el KWS 60-050 que en Uruguay es muy demando”.
La novedad es un material silero tropical para sembrar a mediados de noviembre en adelante, que lo trajimos pensando como un seguro”; y “para tardía 16-607”.
“La siembra de primera ya comenzó por parte de un porcentaje importante de los productores; hay humedad en el suelo, hay algunas lluvias por delante, y diría que a fines de setiembre y comienzos de octubre se estará sembrando; luego hay un impase y mediados de noviembre y entrado diciembre empieza a tomar fuerza la siembra tardía”, explicó.
Sobre la chicharrita no hay ninguna alerta a corto plazo, por lo que todo se está dando para que sea un buen año para el maíz.
El encalado, una práctica agrícola centenaria, puede mejorar el rendimiento de los cultivos y la reducción de gases de efecto invernadero.
Atlanta, EE.UU. | Georgia Tech | Todo El Campo | Los suelos demasiado ácidos pueden significar la diferencia entre alimentar a una región y la hambruna. Cada cultivo necesita el pH adecuado del suelo para prosperar, y las condiciones ácidas, producidas principalmente por las emisiones industriales y la aplicación de fertilizantes, pueden dañar las condiciones de crecimiento. Recientemente se ha estimado que el África subsahariana, por ejemplo, pierde miles de millones de dólares anuales en rendimiento de cultivos debido a las malas condiciones agrícolas. Pero hay una posible solución, e incluso podría ayudar al clima de la Tierra.
Durante siglos, los agricultores han neutralizado la acidez del suelo con una práctica llamada encalado. Consiste en mezclar rocas trituradas ricas en calcio o magnesio, conocidas como piedra caliza, en el suelo para equilibrar el pH. Pero el encalado ha sido durante mucho tiempo una compensación asumida en la que eliminar el ácido también significaba aumentar las emisiones de carbono a la atmósfera.
Una nueva investigación de Georgia Tech muestra que lo contrario puede ser cierto. El encalado agrícola puede reducir el dióxido de carbono atmosférico y mejorar el rendimiento de los cultivos.
SE PUEDE HACER AMBAS COSAS: PRODUCIR Y REDUCIR EMISIONES.
«El pensamiento actual sobre el encalado es que los agricultores deben elegir entre hacer algo que pueda beneficiarlos económicamente o reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero», dijo Chris Reinhard, profesor asociado de la Escuela de Ciencias de la Tierra y la Atmósfera. «Pero esta es a menudo una elección falsa. Pueden hacer ambas cosas».
Los investigadores publicaron un nuevo marco para el papel potencial del encalado en la seguridad alimentaria y la mitigación de gases de efecto invernadero en agosto en el artículo, «Uso de carbonatos para la eliminación de carbono», en Nature Water (*).
RECOPILACIÓN DE DATOS DE CARBONO.
El marco se basa en parte en el trabajo en curso que Reinhard y sus colaboradores están llevando a cabo sobre los impactos del encalado agrícola en el cinturón de maíz del Medio Oeste Superior para un estudio del Departamento de Energía. Con fondos de la Fundación Grantham, ahora están dirigiendo su atención a las granjas locales en el sur de Georgia y Carolina del Norte.
Para cada chacra, los investigadores miden datos que la mayoría de los agricultores ya recopilarían, como el pH del suelo y los nutrientes. Pero el equipo también rastrea mediciones más especializadas, incluidos los oligoelementos y los flujos de gases de efecto invernadero en el suelo. Todos estos datos se comparan con una cuadrícula de aprendizaje automático de alta resolución de la geografía de la granja para determinar exactamente qué cultivos podrían beneficiarse.
Los investigadores están utilizando los datos para construir un modelo informático que predice cómo el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero se moverán a través de cualquier sistema de suelo en particular. El encalado no absorberá universalmente el dióxido de carbono, o si lo hace, puede haber un retraso ocasional entre las emisiones de carbono y la absorción, por lo que los investigadores tienen en cuenta el suelo, la rotación de cultivos, el clima y otras prácticas de manejo en sus cálculos.
«Nuestro objetivo es desarrollar una forma en que los agricultores puedan monitorear y planificar a bajo costo, y en gran medida a través de técnicas que ya están usando, para que no tengamos que enviar un equipo completo para recopilar datos», dijo Reinhard. «Estamos tratando de desarrollar una arquitectura de modelo predictivo para planificar la práctica agrícola a través de escalas, pero es importante que las técnicas requeridas en el campo sean realmente factibles para los agricultores».
Estos datos podrían ser fundamentales para los agricultores y también podrían ayudar a los formuladores de políticas a medida que abordan los subsidios agrícolas y la financiación de la ayuda extranjera. A nivel mundial, las regiones con inseguridad alimentaria como África subsahariana podrían volverse más autosuficientes con más encalado. Los agricultores en partes de los EE.UU. también podrían mejorar sus rendimientos y, en efecto, sus ganancias, si encalaran más campos.
El beneficio adicional de reducir el carbono podría atraer a más agricultores, y ya existe una amplia exploración e implementación de prácticas agrícolas en los mercados de carbono voluntarios y gubernamentales. El dióxido de carbono es solo un gas de efecto invernadero que el encalado puede reducir. Los investigadores también están explorando cómo el encalado puede reducir el metano y el óxido nitroso, el último de los cuales es un impacto climático clave de la agricultura humana y a menudo se considera una emisión «difícil de reducir».
El encalado puede ser una práctica centenaria, pero sus aplicaciones son potencialmente mucho más amplias de lo que se creía inicialmente. En el futuro, la agricultura puede ser parte de la respuesta para reducir las emisiones de carbono, en lugar de parte del problema.
Autor: Georgia Institute of Technology. Foto: Arvum.
El cultivo de invierno pinta de amarillo distintos puntos del país y un concurso de fotografía premiará a las mejores capturas de estos paisajes extraordinarios. Este año, la Asociación Agropecuaria de Dolores lleva a cabo un concurso de fotografías a los cultivos de colza.
Montevideo | Todo El Campo | La llegada de la primavera tiñe de amarillo al campo uruguayo, gracias a la floración de la colza -también llamada canola-, que hace del paisaje rural un atractivo único, además de resaltar su importancia como materia prima estratégica para el país.
De esta forma, setiembre resulta ser un mes ideal para recorrer las rutas y apreciar el paisaje amarillento. Este fenómeno característico de la época primaveral invita a tomarse un descanso de la capital y recorrer el interior. Principalmente, se puede encontrar una mayor cantidad de plantaciones de colza en los departamentos de Colonia, Soriano, Río Negro, Paysandú, Flores, San José y Durazno.
En este sentido, una ruta ideal para recorrer entre campos poblados de colza desde Montevideo puede incluir el viaje hasta Colonia del Sacramento por la ruta 1 y luego tomar la 21 hasta Mercedes, retornando por la ruta 2 hasta Nueva Helvecia y desde allí por la 1 a la capital.
Si se quiere hacer un circuito más amplio, desde Mercedes se puede seguir la ruta 24 a Paysandú y luego la 3, para volver hasta la ruta 1 y llegar a Montevideo.
También existen múltiples caminos alternativos donde es posible encontrarse con paisajes y rincones para descubrir.
Este mes representa un momento ideal para aprovechar a recorrer distintos puntos del país y disfrutar más este cultivo, que ha tomado gran relevancia en los últimos 15 años.
Fue en 2010 cuando el cultivo de la colza despegó en Uruguay. La oleaginosa es una materia prima baja en emisiones de carbono.
Su producción apunta principalmente a la obtención de aceite, en especial para la posterior elaboración de biodiesel, aunque también puede ser para consumo humano. Además, a los productores puede servirles como modo de preparación de su terreno para el cultivo de soja.
La producción estimada para este año es de 280.000 hectáreas, siendo el segundo cultivo de invierno con más área a nivel nacional. La calidad de la producción local de colza nos diferencia a nivel mundial, donde también se produce en Canadá, Australia, Europa y en nuestra región en Argentina y Brasil.
La agricultura responde a una planificación y sigue un proceso que marca un diferencial a nivel de los mercados internacionales.
En Uruguay la colza es libre de organismos genéticamente modificados (OGM), se trabaja mucho internamente para que no se contamine y eso nos permite llegar a mercados mucho más específicos.
La belleza de los campos de colza en esta época suele ser fotografiada por quienes la presencian. Este año, la Asociación Agropecuaria de Dolores lleva a cabo un concurso de fotografías a los cultivos de colza.
Para participar, se invita a recorrer el interior del país en setiembre y octubre para sacar fotos de los campos de colza en flor en el feed.
No se aceptarán stories, sino que los participantes deberán subirlas a sus redes (Instagram, Facebook o X) con el hashtag #RutaDeLaColza y etiquetar a la Asociación Agropecuaria, además de seguir a la Agropecuaria y arrobarla en Facebook, Instagram o X.
Todas las fotos presentadas antes del 3 de octubre entrarán en un concurso por una estadía para dos personas en un hotel del interior.
Mientras esperamos que lleguen (y descarguen) los barcos con urea, vamos a repasar lo que nos está dejando el arranque de la zafra de verano.
Gabriel Pólvora | Soriano | Dufour Commodities | Todo El Campo | En la antesala de una nueva zafra de verano nos encontramos con un escenario de agroquímicos y semillas más baratos que el verano anterior, pero fertilizantes más caros.
La oferta de semillas no debería tener mayores inconvenientes ya que venimos de una muy buena cosecha de verano tanto en soja como en maíz. Los que sí podría llegar a pasar es que se agote antes de lo esperado alguna de las variedades más buscadas. En lo que refiere al precio se observa una baja en casi todas las empresas, siendo llamativa alguna situación puntual en la que el precio subió en lugar de bajar.
Comparando los agroquímicos, tenemos que en general bajaron entre un 10% y un 15%. El insumo que va a contra mano en este sentido es el Clethodim que ya tuvo una suba importante durante este invierno y mantuvo su precio. Del glifosato se dice que puede llegar a subir, pero hoy el precio se mantiene estable situándose algo por encima de los US$ 3 a cosecha. Se puede encontrar algún precio por debajo, pero no debería demorar mucho en nivelarse a los valores comentados. La disponibilidad en general es buena. Por lo que uno charla con los importadores, en su mayoría ya tienen el producto disponible o les está por llegar en estos días.
Por una cuestión estadística no deberíamos estar muy lejos de que en algún momento empiece el repunte de precios. Ya llevamos casi 3 años con precios permanentemente a la baja y el comentario de que en China las plantas están trabajando “casi al costo” se escucha cada vez más seguido (vaya uno a saber si esto es así o no, lo cierto es que el río está sonando cada vez con más fuerza).
FERTILIZANTES. LOS ANTIPÁTICOS DEL BARRIO.
El precio de los fertilizantes sigue la misma tendencia que el de los agroquímicos, pero tristemente a la inversa. Ente un 10% y un 15% más caros. La situación de los fertilizantes deja al descubierto como un insumo que es tan importante para la agricultura, se maneja tan ajeno a la realidad del sector, por lo menos cuando se la analiza en un Excel al hacer los presupuestos. Con los niveles de precios actuales impacta ver la relación de precios entre los fertilizantes y el valor de los granos. Cierto es decir que algunas cuestiones internacionales no han ayudado a que los fertilizantes bajen su valor. Uno de los que más ha aumentado de precio es el 18-46 que cuesta alrededor de US$ 900 la tonelada (dependiendo del proveedor pue ser algo menos) y lo ya sabido de la urea que empezó la zafra de invierno en los US$ 400 por tonelada y actualmente ronda los US$ 550 por tonelada (referencia bolsón a cosecha).
El escenario vuelve a ser de números ajustados para los productores, pero el productor uruguayo ya tiene varias de estas batallas encima. Ojalá algún factor externo, de esos que no tenemos como incidir en ellos, colaboren un poco en favor de nuestros intereses.
EL AUTOR. Gabriel Pólvora, administrativo de Insumos en Dufour Commodities.
Soriano | Dufour Commodities | Todo El Campo | Setiembre nos recibe con lluvias generalizadas en gran parte del país, que llegan en un momento clave para los cultivos de invierno y las distintas pasturas, justo en la antesala de la primavera. Si bien los perfiles de suelo ya venían cargados, siempre resulta positivo un aporte extra en esta época, cuando la demanda comienza a incrementarse de manera progresiva.
En líneas generales, la situación actual de los cultivos de invierno es inferior en comparación con las últimas zafras. No muestran el crecimiento esperado para la época y, en muchos casos, se observan retrasos fenológicos. Esto se explica fundamentalmente porque el grueso de la siembra se concretó más tarde que en inviernos anteriores y porque, durante las primeras etapas, se registraron condiciones climáticas desafiantes, principalmente exceso hídrico. Naturalmente, siempre hay excepciones con chacras puntuales que presentan mejores condiciones, pero en promedio la zafra se ubica por debajo de lo deseado.
GRAMÍNEAS (TRIGO Y CEBADA).
El estado fenológico se ubica mayoritariamente entre fines de macollaje e inicios de elongación, algo más retrasado de lo habitual para esta fecha.
En lo que refiere a sanidad, en trigo se ha detectado en algunas chacras la presencia del complejo de manchas foliares, en general con severidades bajas, lo que permite calificar el estado sanitario como aceptable. En cuanto a las royas, todavía no se registran problemas relevantes, aunque por la época y las condiciones ambientales actuales es clave estar atentos en las próximas semanas.
En cebada, en materiales genéticos más susceptibles también se observó presencia de mancha en red, pero al igual que en trigo, con severidades bajas. La situación sanitaria, por el momento, es similar a la de trigo: aceptable.
En síntesis, la situación de las gramíneas puede considerarse de regular a aceptable, con un trigo que en promedio se ubica un escalón por encima de la cebada, explicado principalmente porque esta última se vio más afectada por el exceso hídrico en etapas iniciales. De todos modos, todavía queda buena parte del ciclo por delante -y la más importante-, por lo que las condiciones de las próximas semanas serán determinantes para ambos cultivos.
CRUCÍFERAS (COLZA Y CARINATA).
En lo que refiere al estado de desarrollo o fenológico, los cultivos se ubican en un amplio rango que va desde elongación hasta floración plena. Esta diferencia responde principalmente a la variabilidad en las fechas de siembra registradas este año, especialmente en canola.
En cuanto a la sanidad, en etapas iniciales se detectó mildiu en varias situaciones y, más recientemente, presencia de phoma. Ambos casos con severidades bajas, por lo que la situación sanitaria general puede considerarse aceptable.
En síntesis, las crucíferas muestran una heterogeneidad mayor que las gramíneas, explicada principalmente por el amplio rango de fechas de siembra. A diferencia de trigo y cebada, se observan algunas chacras que vienen generando buen potencial de rendimiento a la fecha, particularmente aquellas sembradas en fechas más tempranas.
COMENTARIOS GENERALES.
En resumen, los cultivos de invierno llegan a septiembre con un desarrollo en promedio por debajo de lo esperado, condicionado por siembras más tardías y excesos hídricos iniciales. De todos modos, todavía queda la parte más importante del partido por jugar: las condiciones climáticas de la primavera, que serán determinantes para definir el resultado final.
Hay que reconocer que en los últimos años veníamos acostumbrados a inviernos buenos en lo que refiere a lo productivo, más allá de las particularidades de cada uno.
Por eso, al comparar, este año puede lucir más negativo. Sin embargo, el desenlace siempre se conoce al final de la zafra, y en ese sentido el optimismo, sin dejar de ser realistas, se mantiene intacto.