El sindicato de Conaprole dijo uno de sus “principios básicos” es “garantizar la recepción de toda la leche de los productores”, pero incumplen.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Cuando el mundo rural ni siquiera ha comenzado a recuperarse de los efectos de la sequía, los productores lecheros enfrentan ahora un conflicto sindical lo que repercute en toda la cadena láctea.

El presidente de Conaprole, Gabriel Fernández, dijo recientemente que el costo de la sequía para el sector lácteo oscila entre US$ 60 y US$ 70 millones.

Por otra parte, el flamante presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche (ANPL), Néstor Cabrera, dijo si se normalizan las lluvias “en el mediano plazo, en la primavera próxima, podría haber un nivel de pasturas que permita a los tambos estar en una situación más normal, pero va a llevar un tiempo que puede ser de un año para que los tambos vuelvan a funcionar normalmente, porque recién entonces es que podrán hacer reservas”.

Está claro para todos lo lejos que está la lechería nacional de la recuperación de todo lo que ha perdido por la sequía. Además, recién empiezan los primeros fríos, nos queda un duro invierno por atravesar, y seguramente muchos ya están calculando los días en una cuenta regresiva que vaya achicando el otoño y el invierno para llegar pronto a setiembre y con él encontrar la primavera, ese período del año clave.

No obstante, todo se hace más difícil y complejo: A los desafíos de la naturaleza con una sequía persistente y los primeros fríos del invierno que se acerca, se suma el accionar del sindicato de Conaprole que comenzó con un paro de 24 horas en la planta de ciudad Rodríguez. Los trabajadores cuestionan cambios que realizó el Directorio de Conaprole luego de invertir en maquinaria.

En el sector lácteo, los conflictos y las medidas sindicales, generan una serie de efectos negativos que terminan teniendo un alcance muchísimo mayor. Una de las consecuencias es el desperdicio de leche que debe ser tirada porque se satura la capacidad de almacenamiento que tienen los productores en sus establecimientos.

En las últimas horas el Directorio de Conaprole dijo que por las medidas sindicales se debió tirar leche. Concretamente, el vicepresidente de la Cooperativa, Alejandro Pérez Viazzi, advirtió que hubo tanques de leche que se derramaron por el conflicto.

AOEC (Asociación de Obreros y Empleados de Conaprole) emitió ayer un comunicado en el que asegura que no se pierde leche: “Es falso que en una situación de conflicto se haya tirado leche”, dice el texto.

Agrega que “desmiente categóricamente la información difundida de manera temeraria” y asegura que “AOEC está monitoreando permanentemente todos los procesos para garantizarle a la población que no se tire leche”.

Y subraya: “Tanto AOEC como la Federación de Trabajadores de la Industria Láctea (FTIL) tiene como principios básicos: “A) Garantizar la recepción de toda la leche de los productores; B) El procesamiento de dicha leche, para garantizar continuar recibiendo; y C) Abastecer de leche fresca a la población”. (Comunicado completo al pie del artículo).

Ahora bien, el periodista Juan Dellapiazza publicó ayer en su cuenta de Twitter que “aparece el primer video de derrame de leche en los tambos como consecuencia del conflicto”.

Mientras el derrame se da y constituye una violación al punto A de los “principios básicos” que la AOEC dice atenerse, el sindicato resolvió este martes extender el conflicto a todo el país con paros de dos horas por turno en todas las plantas de Conaprole.

Se agrava el conflicto originado en una planta puntual, causado por la decisión de Conaprole de reorganizar los horarios y turnos con la puesta en marcha de maquinaria nueva que tiene mayor capacidad productiva de leche por hora, pero sin que ello implique que se fuera a despedir a ningún empleado.

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