Entre los “nutrientes esenciales” de la leche se destacan “proteínas de alta calidad, calcio, fósforo, vitamina D y vitamina B12”.

Montevideo | Todo El Campo | El Instituto Nacional de la Leche (Inale) publicó en su página web un artículo en el que destaca los beneficios del consumo de leche en personas mayores.

Durante la adultez y en las personas mayores se producen cambios progresivos en la composición corporal, la masa muscular, la densidad ósea y diversos procesos metabólicos. En este contexto, los lácteos constituyen una fuente relevante de nutrientes esenciales, dice la nota.

Entre esos “nutrientes esenciales” se destacan “proteínas de alta calidad, calcio, fósforo, vitamina D y vitamina B12”.

Varios organismos internacionales como la FAO, la OMS, la IDF y Fepale “recomiendan su integración cotidiana dentro de una alimentación equilibrada para contribuir al mantenimiento de la salud en estas etapas de la vida”.

CONSERVACIÓN DE LA MASA MUSCULAR.

De los “aspectos más importantes” en el consumo de proteínas lácteas” se menciona “la conservación de la masa muscular”.

“A partir de la mediana edad se observa un descenso gradual en la fuerza y en el tejido muscular, proceso que puede acentuarse con el paso del tiempo y derivar en pérdida de funcionalidad. Las proteínas presentes en los lácteos, por su elevada biodisponibilidad, favorecen la recuperación y ayudan a sostener la capacidad física necesaria para realizar actividades cotidianas, reduciendo el riesgo de sarcopenia (enfermedad musculoesquelética progresiva caracterizada por la pérdida de masa, fuerza y función muscular), y contribuyendo a preservar la autonomía en las personas mayores”.

SALUD ÓSEA.

A partir de los 50 años, aproximadamente, la leche adquiere especial relevancia. Sucede que desde entonces “se acelera la pérdida de densidad mineral ósea, lo que incrementa la probabilidad de desarrollar osteoporosis y de sufrir fracturas. El aporte de calcio, fósforo y vitamina D que ofrecen la leche, el yogur y los quesos resulta fundamental para mantener la estructura ósea y disminuir el deterioro asociado a la edad”.

Inale señala que “la evidencia internacional identifica una asociación positiva entre el consumo regular de lácteos y una mejor conservación del tejido óseo a lo largo del tiempo”.

BIENESTAR METABÓLICO Y NEUROLÓGICO.

También “contribuyen al bienestar metabólico y neurológico”, y así lo evidencias “diversos estudios”.

Esos estudios señalan que consumir leche “puede favorecer el control de la presión arterial, apoyar la regulación del peso corporal y contribuir a un perfil lipídico adecuado. Asimismo, aportan vitamina B12, un nutriente esencial para el funcionamiento neurológico, cuyo déficit es más frecuente en las personas mayores”.

CONSUMO DE LÁCTEOS.

Las guías internacionales recomiendan incorporar de dos a tres porciones diarias de lácteos en estas etapas de la vida, ya sea mediante leche fluida o en polvo, yogures naturales o fortificados y quesos en cantidades moderadas. Para quienes presentan sensibilidad a la lactosa, existen alternativas adecuadas como los productos fermentados o las versiones reducidas en lactosa, lo que permite mantener su inclusión dentro de una alimentación variada. La incorporación de lácteos a la dieta diaria puede realizarse de múltiples maneras, desde su presencia en el desayuno o la merienda hasta su uso en preparaciones culinarias frías o calientes. Este aporte constante de nutrientes esenciales contribuye a sostener un envejecimiento activo, con mejor funcionalidad física y mayor calidad de vida.

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