La IA es una herramienta que ha revolucionado el mundo, pero una de sus debilidades es el consumo de energía que significa cada vez que algún usuario en algún punto del planeta le pide que haga una imagen o escriba un texto.
Montevideo | Todo El Campo | El gobierno de Estados Unidos espera que la mayoría de las centrales eléctricas de carbón del país retrasen su retiro, pues busca canalizar la demanda energética generada por el uso de la inteligencia artificial a través del uso del carbón, lo cual va contrapelo con el objetivo climático.
Uno de los principales retos de la inteligencia artificial (IA) es el alto consumo de energía, en un año el consumo global puede ser igual o superior al uso que países enteros hacen de la energía.
Estudios internacionales han demostrado cómo impacta la IA en el consumo energético, además de generar CO2, lo que es doblemente perjudicial.
Por esa razón, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump -que no cree en el cambio climático-, ha dado una segunda oportunidad al carbón y a las centrales eléctricas a carbón porque necesita de la energía eléctrica que producen.
El gran consumo energético de la IA y la convicción de que el cambio climático no es real, son la combinación perfecta para reimpulsar la producción energética a partir del carbón. Medios de prensa informa que en esa estrategia, el mandatario estadounidense también promoverá el uso de energía nuclear, tan demonizada por lo que significa lo “nuclear” para la humanidad, a pesar de que la tecnología ha evolucionado ofreciendo seguridades y garantías mayores.
Chris Wright, secretario de Energía de Estados Unidos, dijo que “la sobriedad energética ha regresado a Washington. Nuestro enfoque está en los estadounidenses y el precio de los servicios públicos y evitar apagones”.
Con ese discurso como respaldo, Wright confirmó que el gobierno había estado en conversaciones con muchas empresas de servicios públicos en todo el país y espera que la mayoría de las varias docenas de plantas de carbón de Estados Unidos retrasen el cierre, informó El Economista.
“Yo diría que la mayor parte de esa capacidad de carbón permanecerá en línea”, expresó.
El Departamento de Energía también ordenó que una planta de energía a gas y petróleo, programada para su retiro en Pensilvania, continúe operando. El jerarca consideró y sugirió a las compañías energéticas que deberían esperar disposiciones de mantener la producción en vez de planear su retiro del país como se había estipulado.
Se espera que este año Estados Unidos tenga un nivel récord de demanda de energía eléctrica, la que continuará en 2026, estimó la Administración de Información de Energía.
Nadie ve demasiado futuro a las compañías que hacen del carbol su principal fuente de producción, sin embargo, la revista Power Engineering, especializada en energía, advirtió que “hace un año, el segmento de energía a carbón parecía estar al borde de la extinción”, lo cual cambió: “El ritmo de los cierres de plantas de carbón parece haberse desacelerado. Hay una nueva administración favorable a los combustibles fósiles en Washington que promete una reversión de las regulaciones ambientales. Después de años de estancamiento, la demanda de electricidad está creciendo con fuerza, impulsada por los centros de datos y la IA”.
En los primeros seis meses de 2025, la demanda de carbón en Estados Unidos, aumentó 12%, lo cual convierte al país en un caso atípico y contra la tendencia global Ese incremento se explica “por las sólidas necesidades de electricidad y los altos precios del gas natural”, dice un informe del sitio web marítimo Mas Conteiner. A nivel mundial, el carbón pierde fuerza a impulso de países como China (principal consumidor de carbón en el mundo) que en el primer semestre de 2025 redujo su demanda 0,5%; en India la caída fue de 2,5%.
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