La cepa que circula en el ganado vacuno de EE.UU. tiene un perfil más virulento con dos cambios que contribuyen a su expansión, según demuestra un estudio.
Madrid, España | El Mundo | Todo El Campo | En marzo de 2024, se detectó por primera vez un brote de gripe aviar en vacas lecheras, concretamente en granjas de EE.UU. Era la primera vez que este patógeno conseguía llegar al ganado vacuno y su expansión en el país fue rapidísima. A día de hoy, según datos del Departamento de Agricultura del país norteamericano, se han notificado 1.080 casos en ganado en 18 estados, los últimos registrados este mismo mes de setiembre.
Los análisis han revelado que el responsable de este caso que, de momento, es único en el mundo es una cepa altamente patogénica del virus H5N1, concretamente el clado 2.3.4.4b, que también ha provocado innumerables infecciones en aves domésticas y de corral, así como otros mamíferos aparte de las vacas. Desde el inicio del brote se han detectado también 70 casos en humanos, principalmente en trabajadores en tambos estadounidenses. Uno de los afectados falleció a causa de la infección.
Un estudio destapa esta semana las particularidades del patógeno, cuyo comportamiento difiere del H5N1 que circula en Europa y Asia. Según los detalles que publica la revista Science Advances, la cepa norteamericana tiene dos mutaciones que la convierten en más patogénica y peligrosa.
Mediante estudios en hurones, los responsables del trabajo -un equipo liderado por Young-Il Kim, del Centro para el Estudio de Virus Emergentes de Corea del Sur- han identificado las marcas genéticas que ayudarían a explicar la mejor adaptación y mayor virulencia que refleja la cepa norteamericana. Este hallazgo, subrayan en las páginas de la revista científica, “pone de relieve la urgente necesidad de reforzar la vigilancia y de intervenciones específicas”.
Según explican, las mutaciones identificadas, presentes en los genes PB2-478I y NP-450N, potencian la capacidad de replicación del virus y, por tanto, su diseminación en el organismo que infecta, lo que contribuye a su virulencia. Estos cambios genéticos también habrían contribuido a la adaptación del virus a mamíferos como las vacas.
Para corroborar la implicación de las mutaciones identificadas en la habilidad del virus para diseminarse, el equipo de investigadores llevó a cabo un experimento en el que eliminaron los citados cambios genéticos. En esos casos, los animales no sufrían una infección sistémica, como sí ocurría claramente cuando las mutaciones estaban presentes.
En un segundo paso de la investigación, los científicos demostraron que muestras de virus con las mutaciones identificadas eran capaces de replicarse en células humanas, así como en glándulas mamarias vacunas.
“Este estudio cuidadosamente diseñado aporta evidencia científica crucial sobre los determinantes genéticos asociados a la virulencia del subtipo H5N1 del virus de la gripe aviar. Dada la continua propagación global de este virus y su creciente amenaza para la salud pública, resulta prioritario reforzar las labores de vigilancia epidemiológica, así como continuar con investigaciones enfocadas en los mecanismos moleculares de patogenicidad y adaptación del virus a nuevas especies de mamíferos”, señala Aitor Nogales, virólogo del Centro de Investigación en Sanidad Animal (CISA, INIA-CSIC), en declaraciones a SMC (Science Media Centre) España.
En la misma línea, esta misma semana la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), ha alertado sobre la importancia estar preparado frente a la gripe aviar. Aunque las cepas que circulan en Europa y EE.UU. son diferentes y están exhibiendo diferentes comportamientos, se está produciendo “un incremento de los brotes de influenza aviar de alta patogenicidad en todo el mundo”.
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