Las temperaturas elevadas impactan en los precios de los alimentos y elevan el costo de la seguridad alimentaria.

Montevideo | Todo El Campo | Entre los efectos del aumento de las temperaturas que afectan a todo el mundo, el aumento de los precios de los alimentos es la segunda consecuencia más citada del cambio climático, después del calor extremo.

Los análisis econométricos recientes confirman que las temperaturas anormalmente altas afectan a la producción agrícola, lo que provoca escasez de suministro e inflación en los precios de los alimentos. Esto conduce a una cadena de repercusiones sociales que van desde el aumento de las desigualdades económicas y la carga sobre los sistemas de salud, hasta la desestabilización de los sistemas monetarios y políticos.

El primer origen de estos eventos es la reducción de los rendimientos debido a la disminución de la producción, el estrés por calor en el trabajo agrícola o los daños a la infraestructura causados por las inundaciones. Sin embargo, contextos socioeconómicos más complejos asociados con cambios en la demanda, interrupciones del transporte y especulación también intervienen en la dinámica de precios.

EFECTOS CONCRETOS A NIVEL GLOBAL.

En Asia, las temperaturas mensuales sin precedentes que afectaron a casi toda Corea del Sur y Japón, así como a gran parte de China e India, en 2024, provocaron un aumento sustancial del precio de la col coreana (un 70% más en setiembre de 2024 que en setiembre de 2023), del arroz japonés (un 48% más en setiembre de 2024 que en setiembre de 2023) y de los precios generales de las verduras en China (un aumento del 30% entre junio y agosto).

También se han observado impactos significativos en las economías occidentales avanzadas.

Dado que California representa más del 40% de la producción de frutas y verduras de EE.UU., la sequía sin precedentes de 2022 contribuyó a un aumento del 80% en los precios año tras año. Otro ejemplo es el aceite de oliva: España cubre más del 40% de la producción mundial, la sequía que afectó al sur de Europa en 2022/23 provocó un aumento del 50% de los precios en toda la UE.

Los recientes fenómenos meteorológicos extremos también han aumentado los precios de productos básicos importantes como el cacao y el café. Ghana y Costa de Marfil producen casi el 60% del cacao del mundo; las temperaturas mensuales sin precedentes registradas en ambos países en febrero de 2024, que se sumaron a la prolongada sequía del año anterior, provocaron un aumento de los precios del mercado mundial del cacao de alrededor del 300% en abril de 2024 en comparación con el año anterior. Se observaron efectos similares para el café después de las olas de calor y sequías en Vietnam y Brasil el año pasado. Estos efectos en los mercados internacionales plantean desafíos tanto para los proveedores como para los consumidores que viven en países alejados de los directamente afectados por eventos climáticos extremos.

SEGURIDAD ALIMENTARIA Y SALUD PÚBLICA.

También hay que considerar que el aumento de los precios tiene implicaciones que van más allá de la dimensión inflacionaria porque puede afectar directamente la seguridad alimentaria, particularmente para las familias de bajos ingresos que se ven obligadas a gastar un porcentaje aún mayor en alimentos, aumentando la desigualdad.

Por ejemplo, en los Estados Unidos, el quintil de ingresos más bajos gasta alrededor del 33% en alimentos en comparación con el 8% del quintil de ingresos más altos. El hecho de que los mayores aumentos de precios se produzcan en los países más cálidos y típicamente más pobres amplificará aún más estas consecuencias.

Vayamos a los efectos sobre la salud pública: cuando el aumento de los precios empuja a los consumidores a optar por productos más baratos, a menudo menos nutritivos, esto puede tener consecuencias en cadena en la calidad de los alimentos. Dado que las enfermedades relacionadas con la dieta son responsables de más muertes que cualquier otro riesgo, los aumentos de precios inducidos por el clima podrían exacerbar una serie de consecuencias para la salud, desde la desnutrición y las comorbilidades asociadas (particularmente entre los niños, que tienen mayores necesidades nutricionales) hasta una variedad de enfermedades crónicas.

ABORDAR LA CRISIS CON ACCIONES GLOBALES.

Luego, los efectos del aumento de las temperaturas en los precios de los alimentos también aumentan la inflación general, con mayores efectos de contagio para las economías débiles, lo que lleva a la inestabilidad. La historia, desde las revoluciones francesa y rusa hasta la reciente Primavera Árabe de 2011, nos enseña cómo el aumento de los precios de los alimentos también puede ser un precursor de la agitación política y social.

Estos ejemplos ponen de relieve los impactos del cambio climático no mitigado en el sistema alimentario y, en consecuencia, ponen de relieve la urgencia de aplicar medidas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero y limiten el calentamiento global en consonancia con los objetivos acordados a nivel mundial.

Esta sigue siendo la palanca fundamental para reducir el riesgo. Sin embargo, dado que las trayectorias actuales indican que es inevitable un mayor calentamiento, es necesario invertir en acciones de investigación y acordar opciones de políticas globales para facilitar la adaptación y crear resiliencia ante un problema que afecta a todo y a todos.

Fuente: Teseo News

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