Cuando Trump comenzó a imponer aranceles muchos advirtieron que medidas como esas podrían resultar en un tiro en el pie, pero ahora que el tiempo ha pasado es necesario preguntarse cómo han resultado, ya respuesta es que, medidos en recaudación, el avance es alentador.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Donald Trump asumió como presidente de Estados Unidos el 20 de enero de este año. A partir de entonces, comenzó a sonar como nunca antes en las redacciones de los medios de comunicación y las conversaciones profesionales o casuales en todo el mundo, la palabra “arancel”.
A impulsos de Estados Unidos la política comercial internacional tomó un giro que pocos meses antes era impensado y los aranceles adquirieron una importancia como nunca antes. Si alguien no estaba familiarizad con el concepto, ahora lo está.
La Organización Mundial del Comercio (OMC) define arancel como “los derechos de aduana aplicados a las importaciones de mercancías”, pero Trump le ha dado un sentido diferente, sacándolos de los netamente comercial para usarlos con fines proteccionistas y hasta políticos. Se dirá que ya antes fueron utilizados con esa finalidad no comercial, y es verdad, pero nunca tan abiertamente ni de forma tan blanqueada como ahora.
Cuando Trump comenzó a imponer aranceles muchos advirtieron que medidas como esas podrían resultar en un tiro en el pie, pero ahora que el tiempo ha pasado es necesario preguntarse cómo han resultado, ya respuesta es que, medidos en recaudación, el avance es alentador.
LOS TRES OBJETIVOS DE TRUMP.
La Ec. Isabela Lara del Servicio de Estudios de CaixaBank, uno de los principales bancos españoles, respondió a esa pregunta en un reciente reporte titulado “¿Funcionan los aranceles como herramienta de recaudación fiscal en EE.UU.?”.
A través de los aranceles, la Casa Blanca “persigue tres objetivos principales”, sostiene Lara. El primero, “proteger las industrias nacionales y repatriar la manufactura a suelo estadounidense (incluyendo el fortalecimiento de la independencia económica en sectores estratégicos)”; segundo, “corregir el déficit comercial”; y tercero, “aumentar la recaudación para financiar parte del creciente déficit fiscal”.
Son “objetivos difícilmente reconciliables entre sí”, porque “es difícil frenar las importaciones para defender la producción local y, a la vez, depender de ellas como fuente de ingresos fiscales”, y si esa política tiene éxito, “menor será la base de recaudación que pueda esperarse”.
LO QUE RECAUDADO EN EL PRIMER SEMESTRE SUPERA TODO 2023 Y TODO 2024.
Agrega que “históricamente, la recaudación del Tesoro estadounidense por aranceles ha sido marginal, pues su objetivo principal no había sido, hasta entonces, ser un instrumento importante de política fiscal o un mecanismo de recaudación”.
“Las principales fuentes de ingresos han sido los impuestos sobre sociedades y el IRPF, que en conjunto han representado cerca del 60% de los ingresos totales, equivalentes a aproximadamente el 10% del PIB. En comparación, los aranceles apenas han aportado un 2% de la recaudación total y un 0,3% del PIB”, subraya la economista en su análisis.
Pero cuando comenzó a regir el arancel estadounidense (abril/2025), los analistas observaron cambios: “Solo entre enero y julio, el Tesoro ha recaudado US$ 114.860 millones en aranceles, lo que equivale a casi un 0,4% del PIB. Es decir, este año ya se ha recaudado más por esta vía (como proporción del PIB) que en el total del año tanto de 2023 como de 2024” (ver gráfico). No obstante -continúa Lara- “más allá de la primera mitad del año, el resultado final en adelante dependerá tanto del nivel arancelario final como del comportamiento de las importaciones”.
Para EE.UU. “es crucial mantener la recaudación vía aranceles en cotas elevadas para poder cubrir parte del aumento proyectado del déficit público en los próximos 10 años a raíz de la nueva ley presupuestaria. Con recaudar el equivalente al 1% del PIB ya evitaría un deterioro significativo de las cuentas actuales”. Por el momento, “el aumento en la recaudación por aranceles ha sido significativo”, sin embargo, alcanzar el 1% del PIB y mantenerse en el tiempo “parece difícil”, advierte la Ec. Lara. El tiempo dirá, mientras tanto el gráfico siguiente ilustra muy bien sobre cómo viene siendo la tendencia.

Compartir
Comparte este contenido en tus redes sociales!