Informe de mercado.
Ing. Agr. Gonzalo Gutiérrez | Montevideo | Todo El Campo | Digamos que usted es el presidente de un país. El viernes, sale el dato de empleo que no es de su agrado y así sin más manda echar al funcionario a cargo de las estadísticas. Dicho así parece una parodia de Peter Sellers (en la imagen de portada) de algún dictadorzuelo centroamericano o del medio oriente (al mejor estilo El Dictador). Salvo que hablamos de Donald Trump. Yo le sugeriría que si va a ir por ese camino (no tengo nada en contra), que empiece por echar a los ineptos que buscan la paz en Ucrania o en Gaza por la falta de resultados.
Los datos de empleo de EE.UU. desnudan lo que todos sospechan: que la economía de EE.UU. empieza con los problemas causados por la conducta errática de Trump. El dato de PBI también es un poco mentiroso, muestra una lenta expansión de la economía pero que se basa principalmente en menos importaciones pero que es igual de preocupante que el dato de empleo.
Por otro lado, el dato de inflación y una reserva federal que por primera vez en mucho tiempo voto dividida en mantener los tipos de interés, empieza a tener más argumentos para bajar las tasas en setiembre, cosa que el mercado espera con necesidad. Recuérdese que la FED tiene un mandato de asegurar baja inflación, pleno empleo y crecimiento económico. El asunto es que tener baja la inflación implica subir tasas y pleno empleo y crecimiento implica bajarlas. Así que no la tienen nada fácil. Hay que balancear a un jefe iracundo con no bajar la tasa fuera de tiempo si ese fuera el caso. Lo que sí es claro es que las mentiras maquilladas en cuanto a datos macro serán las nuevas verdades.
Y llegamos a agosto. Donald, antes de irse a jugar al golf el fin de semana dejó el tendal al subir los aranceles a casi todo el mundo que no hubiera logrado un acuerdo de libre comercio (con muy pocas excepciones) Y con eso se terminó temporalmente la luna de miel con los mercados que tuvieron un cierre muy malo el viernes y mandaron al dólar en una trayectoria poco amigable con las ventas de materias primas agropecuarias. La semana estuvo realmente fea para los precios, lo que actúa como un recordatorio de que mientras Trump siga al mando nadie duerme tranquilo. Los aranceles llegaron para quedarse y son la nueva norma.
Por fuera de las noticias macroeconómicas, que no son muy amigables, los fundamentos tampoco nos ayudan a que los precios dejen de caer. En EE.UU. el clima del verano sigue siendo muy amigable a los cultivos y solo podemos aspirar a una afectación en la soja más que en el maíz. En Brasil la cosecha sigue al firme y en cuanto al trigo si bien hay algunos problemas muy menores en Europa, las lluvias de Australia hacen suponer una mejora en la producción de trigo agregando algunos millones de toneladas que el mercado claramente no necesita. La demanda de maíz sigue muy firme a nivel mundial pero pesa más el que EE.UU. va rumbo a los 400 millones de toneladas. Para complicar un poco más las cosas, los aranceles a Brasil (país con el que EE.UU. tiene un saldo superavitario de balanza comercial) lo forzarán a una depreciación mas acelerada del real y a un acercamiento todavía mayor hacia China. Si algo no necesitábamos es a Brasil impulsado a producir más para China y con un real más barato.
En Argentina los mercados siguen nerviosos con el posible resultado electoral adverso y le meten presión al dólar. Mientras tanto Javier Milei para juntar votos no tuvo mejor idea que bajar las retenciones lo cual aumenta la presión sobre los mercados. Argentina sigue exportando harina de soja a China (ya van dos barcos) y parece que el flujo sigue. Pronto nadaremos en harina de soja.
Como se ven las cosas los mercados tienen todo para un arranque pesimista, aunque ya estamos en niveles muy bajos de precios. El consuelo de los tontos es que nada baja hasta el infierno, pero no tenemos mucha información hasta el USDA de agosto, que tiene mucha pinta de colaborar en ser alcista.
TRIGO.
El trigo perforo los pisos del contrato y sigue cuesta abajo. Lo curioso de la situación es que los fondos no amplían su posición vendida, lo cual llama la atención. Los fundamentos son los mismos que hace una semana, en plena cosecha es poco lo que puede hacer para subir y menos si el maíz no ayuda. El dólar tampoco ayuda y la inestabilidad bursátil menos. Las compras de la campaña nueva fueron buenas, lo que me da para tener cierta esperanza. Así como se ve le queda dolor para bajar pero no queda mucho más.
MAÍZ.
El maíz sigue sin ningún riesgo evidente en EE.UU. y Brasil va en el tercio final de la cosecha, con lo que el mercado sabe que la oferta está (el asunto es cuanto). Con el maíz pesado en la oferta a pesar de una demanda muy firme los precios se arrastraron al piso del contrato y lograron aguantar ahí por poco. Yo no creo que se salve de una nueva corrección a la baja.
SOJA.
La soja es la que se comió la peor baja y la verdad es que no tiene mucho soporte hasta 970, por lo que es esperable que siga cuesta abajo. Los pronósticos de clima no son malos para agosto que es cuando se juega el partido. Y viene perdiendo pie, aparte del dólar por la baja del precio del aceite que es el soporte más fuerte que tenía. Me repugna un poco la idea de venderla en estos precios, pero no queda otra que o bien esperar a que repunte o captar los 20 cents que le quedan a la baja.
ACEITE DE SOJA.
El petróleo derrapó feo en la semana y el aceite que venía muy pensionado al alza perdió pie feo, lo cual es saludable. La pregunta es hasta dónde va la corrección si para en 52 o se va a 50. En ambos escenarios es una oportunidad de compra, por lo que no hay que dejarlo pasar así nomás, porque puede ser la única oportunidad de sacarle algo a un mercado con una demanda estructural firme.
HARINA DE SOJA.
Como era de esperarse con la baja del aceite, la harina tuvo una muy modesta recuperación de precios luego de una semana negra para los precios. Hay lugares del mundo donde están pensando en quemarla como fuente de energía, eso da una idea de lo bajos que eran los precios.
Yo tengo mis dudas sobre si comprarla creo que no vimos el final del túnel aún.
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Imagen de portada: Donald Trump y Peter Sellers | IA.
INFORME COMPLETO.

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