El Ec. Pereira de INAC se refirió a cómo quedo posicionado Uruguay luego de que Estados Unidos gravara a Brasil. También mencionó la oportunidad que tiene la carne ovina.

Montevideo | Todo El Campo | “Estamos en un mundo nuevo”, al que “nunca habíamos visto moverse de esta manera”, dijo el Ec. Álvaro Pereira, gerente de Acceso e Inteligencia de Mercados del Instituto Nacional de Carnes (INAC) en el programa Diario Rural (CX4 Rural).

“Hasta este año los aranceles eran parte de tratados de libre comercio, y modificarlos llevaba muchos meses o años. Lo que estamos conociendo ahora es una forma nueva de actuar que es la modificación de aranceles a través de actos administrativos, que por un lado deja poco tiempo para prever situaciones y por otro son medidas temporales, como cuando Estados Unidos impuso aranceles del 10% a Uruguay, dejando una ventana de 120 días que se venció el 1° de agosto, y ese día nos enteramos que hay una prórroga”.

Sobre los arancele estadounidenses dijo que “la primera apreciación” de ese país fue que “tenía un déficit comercial importante y que eso ameritaba un mecanismo de regulación, entones pone 10 puntos de aranceles a todo el mundo y a algunos países se pone algo más, lo que iba a durar unos meses y se conminaba a los países a tener algún tipo de negociación al respecto”.

En esos cuatro meses, de abril a agosto, Estados Unidos envió cartas 25 países, no estando Uruguay entre ellos, a los que les informó que tendrán sobretasas mayores si no modifican las políticas, lo que llevó a negociaciones, por ejemplo con la Unión Europea, Japón, Vietnam, entre otros, entre ellos Brasil, con la particularidad de que con este país el tiempo de negociación fue más breve.

A Uruguay “se le renovó el 10%”, otros países negociaron y lograron “mejorar un poco su tasa, y otros como es el caso de Brasil pasa al 50%”.

Consultado sobre el mercado de la carne en ese escenario cambiante y las oportunidades que tendría Uruguay, Pereira dijo “la ganadería necesita estabilidad” debido a sus ciclos tan largos, y que los operadores de la carne “sepan cuáles son los aranceles hoy y tengan una perspectiva razonable hacia delante de sobre cómo pueden estar esos impuestos en el futuro”.

Un país exportador con ciclos biológico largos, “se beneficia de situaciones comerciales estables en el tiempo”, subrayó.

Respecto a si la salida de Brasil del mercado con Estados Unidos incide en Uruguay, el analista del INAC reflexionó: “En el comercio de Uruguay con Estados Unidos, en materia de volumen estamos en una situación de récord y eso coexistió con la carne de Brasil, no fue porque la sustituyéramos, sino que la montaña de importación estadounidense da lugar a los dos. La pregunta es cuánto volumen más podrá tener Uruguay en Estados Unidos”, porque Uruguay coloca cortes en el mercado interno (asado, colita de cuadril) y otros en el exterior (China, Unión Europea), “y todo el resto ya estaba en buena medida en Estados Unidos, entonces “en materia de cuánto volumen más tendremos en Estados Unidos, no tenemos la expectativa de duplicar o triplicar poque Brasil esté afectado”.

En segundo lugar, “para ocupar el espacio que deje Brasil también van a jugar su partida argentina, de repente la carne de Brasil va a México y de ahí a Estados Unidos. Se pueden dar varios movimientos a la vez”.

Y en tercer lugar, “Brasil puede ocupar espacios de privilegio en otros mercados, por ejemplo China”, y para tener “una idea de referencia, en los últimos meses Brasil exportaba entre 5 y 10 veces más a China que a Estados Unidos”.

Sobre Uruguay dijo que su producción es “estable en unas 500.000 o 550.000 toneladas peso canal, y los actores uruguayos distribuyen el comercio en la medida que le sea conveniente, con una estructura de tres mercados que operan en sincronía y permiten defender el precio del ganado: corte delantero en China, corte trasero en la Unión Europea, y cortes y recortes a Estados Unidos. Esa proporción funciona de buena manera”.

CÓMO NOS VEN EN EL MUNDO.

En un mundo lleno de problemas comerciales, “si uno mira las cifras de exportación de Uruguay, son cifras saludables, y la posición de Uruguay en ese contexto de incertidumbre es positiva: tenemos una relación privilegiada con China, podemos concretar un tratado de libre comercio con la Unión Europea en el corto plazo, y somos un país que Estados Unidos visibiliza como un faro de la democracia y la libertad en América”.

Por lo tanto, entre tanta convulsión contemporánea, “uno ve que Uruguay tiene ese discreto encanto, y quienes compran a Uruguay ven que los aranceles no se están moviendo en forma arbitraria”.

Eso es importante mantenerlo, además de que hay “temas intangibles que Uruguay puede poner en valor: el 30 de diciembre de 2025 comenzará a regir la normativa europea sobre la deforestación. A partir de entonces los proveedores europeos van a tener que una montaña de papeles para demostrar que la carne que compran viene de lugares sin deforestar y ahí Uruguay puede mostrar una característica interesante”.

CARNE OVINA.

Sobre la carne ovina, Pereira dijo que “los importadores están ávidos de lograr diversificarse de Australia y Nueva Zelanda. Hoy el 95% del comercio es de Oceanía, con países que han tenido crisis climáticas en simultáneo, y para los importadores siempre es bueno que aparezca una tercera vía. En ese sentido, si hay más convulsión internacional más atractivo se hace también ese tercer proveedor”.

ENTREVISTA COMPLETA.

Álvaro Pereira | Diario Rural | CX4 Rural.

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