Un brote podría elevar aún más los precios récord de la carne de res al mantener a más terneros fuera del suministro de ganado de EE. UU.
Montevideo | Todo El Campo | En Uruguay la bichera causa pérdidas por US$ 40 millones, y aunque no es una enfermedad que esté en el radar general de la sociedad, es un verdadero dolor de cabeza e importante desafío para el sector ganadero, por tanto para la economía del país.
Pero lejos de ser tan lejano, es un problema real, cercano y de graves consecuencias para la sanidad y el bienestar animal, para la economía del país y también para la salud de las personas, afectando a animales y humanos no solo en el medio rural, también en los centros poblados o ciudades.
En los últimos años Uruguay puso el problema de la bichera en el centro de la atención sanitaria, se trabajó en un programa que tenía todo para ser exitoso, pero que se puso en pausa por el resurgimiento de la enfermedad en Centroamérica, y la tecnología con moscas estériles que se iba a usar aquí debió utilizarse en aquella parte del mundo, que es donde se producen.
Hace unos días la agencia Reuters publicó un informe* sobre cómo los ganaderos y cazadores de Texas (Estados Unidos) se preparan y luchan para “protegerse del gusano barrenador carnívoro”.
En aquella parte del mundo conocen muy bien el daño económico y anímico que causa: “De 1972 a 1976, un brote de gusano barrenador en los Estados Unidos infestó decenas de miles de cabezas de ganado en seis estados, costó decenas de millones de dólares para contenerlo y solo fue derrotado después de un esfuerzo masivo de erradicación”, dice el artículo.
Hoy, cuando la plaga parecía controlada, “las moscas parásitas están empujando hacia el norte desde América Central nuevamente después de haber sido erradicadas oficialmente de los EE.UU. en 1966, amenazando con US$ 1.800 millones en daños solo a la economía de Texas, según una estimación del Departamento de Agricultura estadounidense (USDA). Un brote podría elevar aún más los precios récord de la carne de res al mantener a más terneros fuera del suministro de ganado de EE. UU.
Mientras tanto, los ganaderos en el centro de México están descubriendo los gusanos de la temida mosca en su ganado por primera vez en una generación, y una fábrica en Panamá está perdiendo una carrera contra el tiempo para criar moscas estériles, la herramienta más poderosa para sofocar un brote.
Parece unánime la opinión de que Estados Unidos no se salvará del ingreso de la mosca. El Dr. Thomas Lansford, veterinario estatal asistente de la Comisión de Salud Animal de Texas, y otros expertos así lo han dicho a Reuters.
ESTADOS UNIDOS NO ESTÁ PREPARADO.
Kip Dove es un ganadero de Texas que cuando tenía 8 años, en 1973, vio con sus propios ojos como los animales morían o debían ser sacrificados durante el último brote masivo de la enfermedad. “El ganado infestado pateaba y mordía sus heridas abiertas, mirando con ojos salvajes los faros de los camiones que los iluminaban y emitían el inconfundible olor a carne podrida”, recuerda.
Si aquello se repite, “no sé qué vamos a hacer”, dijo, y agregó: “El olor es malo y algunas de las heridas son horribles. Tienes enormes agujeros en estos animales repletos de gusanos. No sé si podría manejarlo si sucede ahora”.
Warren Cude es productor vacuno y ovino de tercera generación en Texas. “Estamos repitiendo la historia después de 50 años. No aprendimos de la primera vez y ahora tenemos que hacer todo de nuevo para combatir algo que ya habíamos erradicado”, lamentó.
Freddy Nieto, productor a sur de Texas, también realiza jornadas de caza, ambas actividades económicas están amenazadas: “Este podría ser el peor brote biológico al que nos enfrentamos en nuestra vida”, comentó a Reuters.
Estados Unidos ha invertido millones en la creación de una nueva planta de producción de moscas estériles en Metapa (Chiapas, México), pero hay que esperar un año para que sea efectiva.
Los productores estadounidenses solo apelan al almacenamiento de insecticidas y planifican la contingencia, además de advertir que la escasez de mano de obra calificada en los establecimientos paralizará su capacidad para detectar y tratar las infecciones cuando éstas comiencen a darse masivamente.
USDA estimó que se deben liberar 500 millones de moscas semanalmente para empujar la mosca de regreso al Tapón del Darién (región selvática y pantanosa que se encuentra entre Panamá y Colombia), pero los números no dan, como máximo la planta que genera moscas estériles en Panamá produce solo 100 millones.
“Es una situación abrumadora en este momento”, dijo el Dr. Lansford.
Alfonso López, veterinario de ganado en Tapachula, México, dijo a Reuters, que ha detectado el gusano incluso en terneros nacidos pocas horas antes.
NINGÚN PAÍS ESTÁ INMUNE.
El estado de Chiapas es la zona cero del brote en México. La infestación en el ganado comenzó allí y los casos en el país están aumentando aproximadamente un 10% cada semana. Hasta ahora se han reportado casi 50.000 casos desde Panamá hasta México, según la Comisión Panamá-Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador.
El secretario de Agricultura del estado de Chiapas, Marco Barba, dijo que las autoridades federales están revisando el tema de los cruces ilegales de ganado. “Ningún país es inmune”, sentenció.
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(*) En base a reporte de Heather Schlitz (condado de Live Oak, Texas); Cassandra Garrison (Tapachula, México); y Elida Moreno (Ciudad de Panamá). Artículo completo En la región ganadera de Texas, los ganaderos se preparan para los gusanos barrenadores carnívoros | Reuters Foto de portada: Ulleo en Pixnio.
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