Es un cultivo con “ventajas agronómicas, ventajas estratégicas, y permite ir descongestionando la cadena”.
Montevideo | Todo El Campo | El Ing. Agr. Javier Figares es productor agrícola vinculado al girasol desde 2003 cuando comenzó a trabajar como técnico, pudiendo ver “los últimos coletazos del girasol” antes de que desapareciera, “y ahora como productor estamos trabajando con ese cultivo desde hace 6 años, no como cultivo principal pero tratando de buscar espacios por las virtudes que tiene”.
La superficie que Figares dedica al girasol “no supera el 10% o el 20% del área de verano”, con algunas fluctuaciones, pero “todos los años se mantiene” el cultivo.
“Al haber poca área, el gran desafío es el de los pájaros”, precisó, pero se logra manejarlo.
El rendimiento por hectárea “es variable”, especialmente “estos últimos años que han sido muy extremos, tanto para arriba como para abajo”, pero se ubica en 2.300 o 2.400 kilos, y algunos de segunda se han comportado estables en el entorno de los 2.200.
“El comprador clave es Cousa” con “un precio más interesante que la soja que tiene un precio bastante planchado”.
Los kilos de equilibrio se acercan a los 2.000 en el girasol de primera, y en el de segunda se diluye la renta con los cultivos de invierno, por lo que ese equilibrio mejora un poco y está en 1.300 o 1.400 kilos.
En cuanto a las nuevas variedades, Figares dijo que “son híbridos que han ido mejorando, incluso lo que hace a la fisionomía del cultivo” logrando una mayor protección ante el ataque de las aves, fundamentalmente las cotorras y las palomas, pero el daño mayor es de éstas últimas.
Para que el cultivo crezca en área se deben atender varios factores, algunos de ellos propios del girasol y otros externos. Entre los externos, Figares dijo que “la soja está muy deprimida en precios, y cuando eso pasa se mira para el costado a ver qué alternativas tenemos, que no son muchas, algo de maíz y algo de girasol”.
“Yo creo que con la soja a 350 -360 no da la cuenta y quien haya incursionado (en el girasol) le va a destinar algo de área, y los que no quizá se animen. De todas formas son procesos lentos, no va a haber una explosión de un año hacia el otro”.
Respecto al cultivo en sí, los factores que intervienen son “las medidas de manejo y que estas logren disminuir el daño de palomas”.
“Es un cultivo relativamente fácil de manejar y tiene muchas bondades, sin mayores complicaciones”, especialmente “para quien lo conoció y manejó”.
Además, los ciclos son más cortos que otros cultivos: “Un girasol de primera que se puede sembrar a fines de octubre o principio de noviembre se cosecha un mes antes que la soja”, y el de segunda “también”, y eso “estratégicamente” es positivo porque “son áreas que se liberan antes”.
Por tanto, el girasol es un cultivo con “ventajas agronómicas, ventajas estratégicas, y permite ir descongestionando la cadena”.
CULTIVOS DE VERANO.
Consultado sobre cómo se piensa y que será el verano, Figares dijo “la planificación está difícil porque la soja que es el principal cultivo no arroja números, salvo que haya un cambio”. En esa situación “se intenta dar un poco más de lugar al maíz o al girasol que no se puede hacer mucho porque después es difícil comercializar grandes volúmenes de maíz, o jugarse mucho al girasol al que todavía estamos tratando de darle un lugar”.
Las manifestaciones del Ing. Agr. Javier Figares fueron en el programa Diario Rural (CX4 Rural).
ENTREVISTA COMPLETA.
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