Informe de mercado.

Ing. Agr. Gonzalo Gutiérrez | Montevideo | Todo El Campo | Donald Trump es un problema. Su estilo es realmente algo fuera de los códigos de lo que uno espera del presidente que representa a la primera economía del mundo y de lo que hasta hace no mucho era el líder del mundo libre. Desde que asumió su estilo disruptivo y muchas veces tosco hizo suponer que EE.UU. se dirigía en muchos aspectos hacia el abismo con total certeza. Hoy ya casi siete meses con Trump en el poder las jugadas que impuso no han dado los resultados cataclísmicos que el mercado suponía que traería. Lejos de eso, los principales índices accionarios de EE.UU. baten récord tras récord, la temporada de ganancias de las principales multinacionales sorprenden por los buenos resultados y la guerra comercial no es tan temible después de todo. Lo que a nosotros nos interesa, por sobre todo es lo que ocurre con las materias primas agrícolas, y la verdad es que las buenas noticias de los acuerdos que las pueden involucrar no se hacen notar al menos de momento.

En base a lo anterior, la semana fue buena para las bolsas que parecen en una tónica de ‘aquí no pasa nada’ y siguen muy felices al alza, impulsadas en parte por una sólida campaña de ganancias. Las materias primas no se movieron mucho, al menos las de la energía siguen en el mismo rango y las agropecuarias no logran salir del sopor de mercado donde no pasa nada con el clima y los compradores siguen esperando tranquilos que la oferta haga su efecto. La verdad es que EE.UU. tiene de momento un clima soñado para sus cultivos de verano y si sigue así logrará un rinde récord tanto en maíz como en soja. El maíz ya casi está afuera y a la soja le queda un rato, pero viene bien y con agua en el pronóstico por lo que es difícil ver una amenaza. El trigo sigue avanzando con su cosecha en el hemisferio norte y fuera de algunos problemas con la calidad no hay mucho que haga suponer que hay un riesgo para que los precios suban desmedidamente.

Hay mucho debate entre los que intentamos pronosticar el mercado sobre cuándo los precios lograrán afirmarse. Los de la vieja escuela hablan mucho de la relación stock consumo, que si está tan baja está la receta para que los precios suban. Yo soy de los que cree que eso es la vieja biblioteca y que la distribución de la oferta ha cambiado en tal medida que hace que los mercados no reaccionen como antes. Y me da lo mismo que Chicago quede en EE.UU. porque todos sabemos que no hay otro lugar donde ir a arbitrar precios. Al final del día, es lo que hay. Por eso, que EE.UU. tenga una relación stock consumo baja no necesariamente implica que los precios tienen que subir porque el peso relativo de EE.UU. en la oferta (especialmente de soja) es cada vez menor. Entonces, mucho cuidado con comprar que en el 2025 empieza la recuperación de los precios por lo que pasa en EE.UU. y jugarse a plantar soja de palo a palo. Y recuerde el lector que lo que nos salvó en el 2025 fue el rinde de la soja y no el precio. Con los chinos con un margen de molienda negativo (y con la soja en 420 puesta en destino) es difícil ver por qué tiene que subir (China es 2/3 partes de la importación mundial de soja). Mi consejo es cuidado con la venta de espejos de colores de cara al futuro, yo sé que lo más fácil del mundo es mentirle al agricultor diciendo que el futuro es venturoso y los precios subirán.

En Uruguay no pasa nada, el clima es un asco con más lluvia, humedad y frío. Igual que el mercado local, no pasa nada de nada. En Argentina hay mucho ruido con lo anunciado por el presidente Javier Milei sobre retenciones el sábado en la Rural de Palermo. No les vendría mal un mimo al campo para ver si pueden asegurar los tantos de una cierta gobernabilidad para sacar el proyecto de país adelante. Octubre queda lejos en materia de resultados electorales.

No va a pasar nada hasta el 1° de agosto cuando nuestro amigo Trump haga realidad o cambie su fecha límite para aranceles recíprocos. Veremos si asegura los tantos con la Unión Europea, no sería nada malo que al menos de ese lado tengamos cierta tranquilidad.  Por lo demás no tendremos datos interesantes hasta el próximo USDA y para eso faltan dos semanas así que nos podemos tomar el descanso semanal tranquilos.

TRIGO.

No paso nada bueno con el trigo en la semana, que sigue arrastrándose por los pisos del contrato con la cosecha a todo vapor. Algunos problemas de calidad en Europa y el comentario que el exceso de lluvias puede complicar un poco. Los fondos desarmaron en algo su posición vendida pero no hay nada en el radar que haga suponer que van a cambiar la pisada. Lo que si puede ser más alentador es que el mercado FOB lentamente empieza a subir y sería deseable que los futuros de trigo copien esa tendencia.

MAÍZ.

No paso nada en la semana con el maíz. Las exportaciones tanto viejas como nuevas la sacan del estadio pero los futuros están concentrados más que nada en la cosecha de EE.UU. que pinta enorme y lo de Brasil. Algún ruido con la polinización del maíz pero nada que levante sospechas. Tiene todo para bajar.

Las referencias locales para maíz de segunda entre 215 y 220 a corregir por humedad puesto y importado en contenedor a 220.

SOJA.

Una mala semana, me arrepiento de no haberla vendido en 1040 cuando tuve la oportunidad. La soja no enamora a nadie y los fondos lentamente le van soltando la mano. Si me preguntan a mi creo que hay que venderla porque a menos que el clima se complique en serio en EE.UU. la presión estacional hará lo suyo y debería irse a 980.

En Uruguay precios en el entorno de 363.

ACEITE DE SOJA.

Se ve que me gusta equivocarme porque insisto en el error de pensar que tiene que tener una pausa y el mercado me va resultando desafiante. Los aceites siguen firmes, algo de susto en la cosecha de girasol que no es lo que se espera y un mercado que por el momento paga lo que piden los productores. Le está costando mucho pasar los 56, pero tiene un gap incómodo entre 51 y 52. Si es verdad que estoy equivocado, tal vez la forma de enmendar el error es comprarlo con un mejorador y esperar a ver qué ocurre.

HARINA DE SOJA.

China sigue comprando harina de soja en Argentina, lo que representa toda una novedad. Fuera de eso es un mercado pesado al que le cuesta agarrar velocidad. La semana fue triste porque se comió toda la suba de la semana anterior así que hasta que no surja demanda esto sigue planchado.

Imagen de portada generada con inteligencia artificial generativa de Copilot.

INFORME COMPLETO.

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