“La planta que hacía harina de pescado cerró porque no tenía insumos. Entonces, esto está teniendo una implicancia superimportante en todos los niveles, incluidas todas las familias”.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Solemos decir -y es verdad- que el campo es el motor de la economía y el funcionamiento del país, pero que vivimos de espalda a él. Tampoco miramos el mar, a pesar de que Uruguay tiene más agua que tierra, y un potencial enorme como fuente de divisas y generación de mano de obra. Si estamos de espaldas al campo y también de espaldas al mar, ¿hacia dónde miramos cuando pensamos en el progreso y el desarrollo del país? Parece que todos nos miramos demasiado el ombligo.
DINARA EN LA COMISIÓN.
El 1° de julio la Comisión de Ganadería, Agricultura y Pesca de la Cámara de Diputados, que preside el duraznense Domingo Rielli (Partido Nacional) recibió una delegación del Ministerio encabezada por el subsecretario, Matías Carámbula, y la directora de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara), Yamila Olivera, para tratar temas vinculados a los recursos acuáticos en nuestro país.
Carámbula dijo que la pesca “es un sector estratégico” por la soberanía alimentaria, pero también a la soberanía nacional en cuanto a las competencias en el mar y al lugar que ocupa la actividad pesquera. Destacó que “más allá de la pesca industrial, la artesanal tiene un papel importante porque está vinculada con el desarrollo local, la identidad y el trabajo de ciertas zonas del país”.
Olivera subrayó que Uruguay tiene más agua que tierra, y eso nos da “un montón de recursos para explotar, y cosas para hacer”, además de que “el consumo de pescado se recomienda por lo menos dos veces por semana y por eso es importante llegar a las escuelas y a los hospitales”.
La acuicultura ha crecido a nivel mundial y “es esencial para el sustento de millones de personas porque brinda “empleo, alimentos y medios de vida. En 2022 la producción mundial llegó a un récord histórico de 223 millones de toneladas”, crecimiento que “se dio en la acuicultura, no tanto en la pesca”.
Cabe precisar que la acuicultura es el cultivo y crianza de organismos acuáticos en ambientes controlados, mientras que la pesca es la captura de organismos acuáticos en su hábitat natural. Además, la pesca puede ser industrial o artesanal, esta última es la de embarcaciones menores a 13,8 metros de largo (eslora).
Hubo un momento en que la pesca ocupaba a 3.000 personas, pero “eso ha ido decayendo bastante”, en el registro del año 2020 eran 2.000. La actividad no se limita a los diez o quince tripulantes de un barco, hay que considerar toda la cadena que incluye “los camiones, el comestible, el hielo y la gente que procesa el pescado”. Por cada barco “hay una red muy importante de trabajo indirecto que es fundamental, y lo mismo pasa en la pesca artesanal”.
Según los últimos datos, en 2024 Uruguay contaba con 13 embarcaciones de pesca industrial, mientras que eran 610 de pesca artesanal. Respecto a la crisis en el sector, Olivera dijo que la pesca atraviesa una crisis “desde hace años, y siempre ha habido algunos que otros conflictos. El año pasado la pesca estuvo parada 8 meses”.

PLAN NACIONAL DE DESARROLLO PESQUERO ACUÍCOLA.
Olivera anunció que en Dinara se está “rediseñando la tarea” y trabajando en “un Plan Nacional de Desarrollo Pesquero Acuícola que consolide una política de Estado orientada, una gestión soberana, equitativa y sostenible de los recursos acuáticos”.
Al respecto señalo que en esa línea estratégica “figura el tema de monitoreo y la gestión de los recursos” para “salir de las especies objetivo tradicionales que ya muestran una sobreexplotación, como la corvina y la merluza y empezar a buscar nuevos recursos. Tenemos las condiciones geográficas y ambientales para ello”.
“También, y esto tiene que ver con la Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo, hay que negociar los cupos, qué le toca a Argentina y qué le toca a Uruguay, y para eso es importante hacer campaña y salir a hacer investigación pesquera”.
Asimismo, se refirió a la necesidad de que haya una “reglamentación del Fondo de Desarrollo Pesquero” que se menciona en la ley de pesca de 2012. “Este año lo vamos a reglamentar”, informó.
Asimismo, Dinara piensa en la implementación de incentivos en el sector, la apertura de mercados y su diversificación, generando empleos, gobernanza, capacitación e infraestructura.
¿POR QUÉ LA PESCA ESTÁ COMO ESTÁ?
Ante la pregunta de un legislador, Olivera, dijo que si “la pesca está como está, tiene que ver un poco con esto de darle la espalda. Si empezamos a demostrar la importancia que tiene, cambiarían muchísimas cosas”.
Otro problema que mencionó la jerarca es el de la conflictividad: “El año pasado estuvimos ocho meses parados; eso acarreó un montón de problemas, y ahora ya estamos en plena zafra y estamos parados nuevamente. Creo que uno de los grandes problemas que tenemos es esto de los trabajadores y de las empresas. Son 5 empresas, 50 barcos, y no hemos podido lograr tener 2 años corridos sin problemas; ese es uno de los factores que incide” negativamente en el desarrollo del sector.
Además, Dinara está trabajando en diversificar las especies y cuenta con “un permiso experimental para trabajar con la anchoíta y el pulpo”.
“Estamos viendo la manera de atraer empresas; queremos que sea viable invertir en Uruguay, pero también enfrentamos la crisis, y quien invierte ve que siempre pasa esto de que se para la pesca. Tendríamos que empezar a trabajar en estas cosas”.
Carámbula también señalo a la conflictividad: “No es solo de este año, sino que los conflictos en la pesca son bastante frecuentes y recurrentes”, y si queremos implementar una política de Estado deberíamos apelar a esa mirada que incluya a los diferentes actores y que la pesca no esté permanentemente en esta relación o escenario de conflicto que no tenemos duda que le hace muy mal al sector y a su desarrollo”
COSTO DEL CONFLICTO: “ESTAMOS PERDIENDO MUCHO”.
En la Comisión se manejaron, a causa del conflicto, pérdidas de unos US$ 12 millones y US$ 15 millones, aunque la Dinara no maneja números definitivos. “Tenemos 33 barcos que van a la corvina y esos barcos están parados. O sea que la mayoría de la flota industrial está parada. ¿Y eso qué conlleva? Que todas las plantas también estén paradas. Entonces, sí, hay un impacto bastante grande. Los números ahora no se los puedo decir, pero son bastante grandes”, afirmó la directora de Dinara.
“La planta que hacía harina de pescado cerró porque no tenía insumos. Entonces, esto está teniendo una implicancia superimportante en todos los niveles, incluidas todas las familias”, apuntó, e “imagínense 33 barcos, 10 empleados (en promedio cada uno de ellos), familias, planta procesadora, el tema de los residuos de pescado, la planta que hacía harina de pescado que cerró. Estamos perdiendo mucho”, aseguró.
Fotos de X de la Cámara de Representantes @DiputadosUY.

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