Los incidentes relacionados con la inocuidad pueden tener múltiples escalas e impactos.

Montevideo | Todo El Campo | Cada 7 de junio se celebra el Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos (DMIA), y en 2025 se conmemora su séptima edición.

La inocuidad es una característica de altísimo valor para un país como Uruguay, pero con una visión más global, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) celebra cada 7 de junio con el objetivo de “sensibilizar e impulsar acciones concretas para prevenir, detectar y controlar los riesgos transmitidos por los alimentos, promoviendo así la salud humana, el comercio seguro, la agricultura responsable y el desarrollo sostenible”.

La celebración del Día Mundial de la Inocuidad de los Alimentos es una oportunidad para:

  • Concienciar a la población sobre los problemas relacionados con la inocuidad alimentaria
  • Demostrar cómo se pueden prevenir enfermedades a través de la inocuidad de los alimentos
  • Estudiar enfoques colaborativos para mejorar la inocuidad alimentaria en todos los sectores
  • Promover soluciones y formas de mejorar la inocuidad de los alimentos

En las cadenas de suministro de alimentos intervienen diversos actores: productores, procesadores, transportistas, distribuidores, minoristas y cocineros, además de los consumidores. En cada punto de la cadena existen peligros que pueden provocar contaminación. Todas las personas que intervienen en cada etapa tienen la responsabilidad de preservar la inocuidad de los alimentos.

El lema de este año, “Inocuidad de los alimentos: la ciencia en acción”, destaca el papel esencial de la ciencia para garantizar que los alimentos que consumimos sean seguros.

Desde una simple interrupción del suministro eléctrico en el hogar hasta una intoxicación en un restaurante, un retiro voluntario de productos contaminados o un brote vinculado a alimentos importados, los incidentes relacionados con la inocuidad pueden tener múltiples escalas e impactos.

A lo largo de toda la cadena alimentaria -del campo a la mesa-, millones de personas dependen del cumplimiento riguroso de buenas prácticas, normas y procesos basados en evidencia científica. Esta ciencia permite comprender cómo y por qué los alimentos pueden contaminarse y causar enfermedades, y ofrece las herramientas para evitarlas.

Los científicos evalúan riesgos conocidos y emergentes, asesoran a autoridades, empresas y consumidores, y permiten que se tomen decisiones informadas y responsables. Sin su trabajo, sería imposible mantener la inocuidad de los alimentos en cadenas de suministro que hoy en día cruzan continentes y fronteras.

En este Día Mundial, celebramos el rol central de la ciencia como base de la inocuidad alimentaria y como aliada clave para proteger la salud de las personas y el bienestar de nuestras sociedades.

La inocuidad de los alimentos es asunto de todos.

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