Entre las principales preocupaciones se encuentran las enfermedades que se aprovechan del clima.
Brasilia, Brasil | Todo El Campo | Las enfermedades foliares siguen siendo uno de los mayores desafíos que enfrentan los productores de maíz en todo Brasil. Según el Ing. Agr. Lucas Magni, el diagnóstico correcto, combinado con prácticas de manejo integradas, es fundamental para garantizar la salud de las plantas y preservar el potencial productivo del cultivo.
Entre las principales preocupaciones se encuentran las enfermedades que se aprovechan de las condiciones climáticas favorables, como la alta humedad y las temperaturas suaves o altas, así como los sistemas de producción poco diversificados, que favorecen el desarrollo de patógenos.
Es el caso de la roya común, que se manifiesta por esporulaciones anaranjadas bien definidas, alcanzando una alta severidad en cultivos susceptibles. Otro ejemplo es la mancha blanca, muy común en ambientes húmedos, que se caracteriza por necrosis elípticas de color claro, con bordes parduzcos, que inciden directamente en la fotosíntesis de las plantas.
También es preocupante la incidencia de bipolaris, responsable del tizón foliar, enfermedad que encuentra condiciones ideales en escenarios de alta humedad combinada con temperaturas moderadas.
Asimismo, la diplodia emerge como una amenaza silenciosa, ya que además de las hojas, también afecta a los tallos y mazorcas, especialmente en sistemas agrícolas con baja rotación de cultivos, lo que facilita la supervivencia y propagación del hongo en el suelo.
La mancha ocular marrón se ha observado cada vez más en zonas con alta densidad de plantación, especialmente donde el microclima entre plantas favorece el avance de la enfermedad. Sus lesiones rectangulares y grisáceas deterioran la fisiología de la planta, afectando directamente al llenado del grano.
La roya del polisor, a su vez, se encuentra a menudo en las regiones tropicales, presentando esporulación pulverulenta, más oscura y más dispersa, que requiere una atención adicional por parte de los productores.
Otro desafío recurrente en los cultivos es la helmintosporiosis, que se expresa a través de lesiones alargadas que se confunden fácilmente en el campo con los síntomas de la bipolaris, especialmente en las primeras etapas de la infección.
Aunque es menos común, la roya tropical también merece atención. Debido a que presenta síntomas similares a los de otras royas al comienzo del desarrollo, puede subestimarse, comprometiendo el manejo eficiente.
Reporte de AgroLink. | Foto de Sheila Flores.
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